Pídeme Lo Que Quieras ·Pastor Arturo Muñoz Jr.

2 Crónicas 1:6-13
“6 Subió, pues, Salomón allá delante de Jehová, al altar de bronce que estaba en el tabernáculo de reunión, y ofreció sobre él mil holocaustos.
7 Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te dé.
8 Y Salomón dijo a Dios: Tú has tenido con David mi padre gran misericordia, y a mí me has puesto por rey en lugar suyo.
9 Confírmese pues, ahora, oh Jehová Dios, tu palabra dada a David mi padre; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra.
10 Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?
11 Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey,
12 sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti.
13 Y desde el lugar alto que estaba en Gabaón, delante del tabernáculo de reunión, volvió Salomón a Jerusalén, y reinó sobre Israel.”

Si el Señor Jesucristo le dijera: que quieres que yo te dé, ¿qué le pediría?
Lamentablemente muchos podríamos pensar que Salomón tomó una decisión equivocada; Salomón pudo haber pedido riquezas, vivir muchos años; pero Salomón pide sabiduría.

¿Por qué pidió Salomón sabiduría y no pidió riquezas, fama o la gloria?

La verdad de las cosas es que estamos en un mundo donde queremos ser lo mejor, tener todo el dinero, tener toda la fama, tener toda la gloria, ser poderoso.

Pero Salomón lo que pidió fue sabiduría y ciencia.

Hay veces que Dios nos está diciendo ¿qué es lo que tú quieres?, y no sabemos cómo pedirle algo a Dios.

En ningún lugar se nos ha enseñado como educar a nuestros hijos; y Salomón dijo a Dios yo quiero que me des sabiduría, y nosotros nos preguntamos ¿para qué nos va a servir la sabiduría?, está sabiduría nos puede servir para saber educar a nuestros hijos, para poder llevar a nuestra familia en los caminos del Señor, para poder escoger a la muchacha con la que Dios quiere que me case, para saber qué rumbo llevar, que instituto bíblico, que universidad, para tomar decisiones día tras día se necesita sabiduría.

Estamos tan metidos en el materialismo que en lo primero que pensamos es más dinero, o más joyas, una casa más grande, y en tener más y más.

Salmos 111:10
“10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre.”

Proverbios 1:7
“7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.”

Los sabios dicen: yo quiero más sabiduría, pero los insensatos dicen: ¿para qué me va a servir la biblia?, despreciamos la sabiduría de parte de Dios.

Proverbios 9:10
“10 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.”

Padre de familia, enseñe a sus hijos a temer a Dios, y el temor a Dios es un temor reverencial; es decir, sino estoy caminando con Dios no tengo las bendiciones de Dios, sino no estoy leyendo la palabra de Dios no tengo las bendiciones de Dios.

Dios quiere que tengamos temor a Dios.

Colosenses 1:9-10
“9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;”

¿Para qué me sirve la sabiduría?, para poder agradar al Señor.
Para llevar fruto, para ganar almas, para guiar a mi familia, para seguir adelante necesitamos de sabiduría.

Santiago 1:5
“5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”

La realidad es que estamos buscando sabiduría en otros medios, en otros lugares; en vez de estar buscando la sabiduría de parte de Dios en su palabra.

¿Por qué muchas veces no tenemos sabiduría?, porque no le estamos pidiendo sabiduría a Dios. Lo que necesitamos entender es que Dios quiere que tengamos sabiduría.

Dios nos hizo de una forma perfecta, pero muchas veces estamos quejándonos con Dios una y otra vez, no estamos contentos; Dios quiere que estemos contentos con lo que tenemos, pero lo que usted y yo busquemos que no sea material, sino sabiduría.

2 Crónicas 1:10
“10 Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?”

Salomón llego a la conclusión en donde dijo Señor: yo no puedo gobernar a tu pueblo sin tu sabiduría.

Y tiene que llegar el día que nosotros digamos: Señor yo no puedo gobernar a esta familia sin tu sabiduría, yo no puedo ser un buen esposo para con mi esposa sin tu sabiduría, yo no puedo ser una buena esposa para con mi esposo sin tu sabiduría, no puedo guiar a mis hijos en enseñanza, no puedo disciplinarlos como tú quieres si tu no me das sabiduría.

Salomón tuvo una oportunidad y Dios le dijo: ¿qué quieres?, y Salomón dijo Señor dame sabiduría.

Estamos tan necesitados de sabiduría y Dios quieres que vengamos al trono de su gracia cada día, y le pidamos sabiduría. En cualquier decisión le debemos pedir sabiduría.

Aunque también es en vano pedir a Dios sabiduría, y no estar leyendo su palabra, y no asistir a la iglesia.

2 Reyes 2:6
“6 Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Fueron pues, ambos.
7 Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon delante a lo lejos; y ellos dos se pararon junto al Jordán.
8 Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco.
9 Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.
10 El le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; más si no, no.
11 Y aconteció que yendo ellos hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cuelo en un torbellino.
12 Viéndolos Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes.
13 Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán.
14 Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y paso Eliseo.”

¿Dónde están aquellos varones que digan, yo necesito el Espíritu Santo de Dios?

Pero me imagino que muchos jóvenes dirían ¿para qué?

Joven, no menosprecies la sabiduría, no menosprecies el Espíritu Santo de Dios.

Elías tuvo seis milagros esenciales, el primer milagro de Elías fue que multiplico aceite de las viuda, el número dos resucito a un niño, número tres hizo caer lluvia después de tres años y medio, número cuatro hizo llover fuego sobre el altar, número cinco hizo llover fuego sobre unos soldados, número seis abrió el rio Jordán.

Y Eliseo dijo: yo necesito del Espíritu Santo de Dios.

Los milagros de Eliseo fueron: dividió el rio Jordán, purifico el agua de Jericó, incremento el aceite de la mujer con sus dos hijos, resucito al niño de la sunamita, neutralizo el veneno de las ollas, multiplico pan para los cien hombres, sano a Naamán, mando letra a su siervo Giezi, recobro el hacha del rio, adivina el plan del rey de Siria, abre los ojos de su siervo, ciega al ejercito de Siria; si le hubieran preguntado a Eliseo si le sirvió el dador de porción del Espíritu Santo y el sin dudarlo te podría decir que sí.

No menosprecie el Espíritu Santo de Dios, no menosprecie la sabiduría de Dios.

Efesios 5:18
“18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,”

Dios nos dice en otras palabras, anda ve y se lleno del Espíritu Santo.

Dios quiere que de la misma manera, como aquella persona que desea estar llena de alcohol; usted y yo deseemos estar llenos, pero del Espíritu Santo.
Pídele una y otra, y otra vez; Señor lléname del Espíritu Santo, dame sabiduría.

¿Por qué?, porque si no lo hago mi vida sería en vano; en vano es un cristiano que no da fruto.

Necesitamos del Espíritu Santo de Dios.

Marcos 10:46
“46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir; ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más; ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.
50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.
52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.”

Si usted no es salvo debería decir: Señor que recobre la vista, no puedo ver, estoy yendo al infierno; necesito salvación, Señor dame salvación.

¿Qué le pediría usted a Dios? Algo material, que saliera de sus deudas que usted tiene, que ganara la lotería, que tuviera un esposo más guapo, que tuviera una esposa más flaca; la mayoría de las personas no están conforme con lo que tienen. ¿Qué es lo más importante? Mi familia es lo más importante, olvídese de lo importante que es lo material y el dinero; si no piense que tan importante es la sabiduría y el Espíritu Santo de Dios que le puede ayudar para tener una mejor familia.

De nada le serviría pedir sabiduría a Dios, de nada le serviría pedir del poder de su Espíritu Santo, si antes no le pide usted salvación.