Pastor Arturo Muñoz

En vez de ver la historia de Josué, vamos a ver un poco a cerca de la historia de Caleb.

Josué 14:6-12

“Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti.

7 Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón.

8 Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.

9 Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.

10 Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.

11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.

12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.”

Dice la Palabra de Dios que aquí está Josué hablando con Caleb y están tratando algunas de las cosas porque ya han entrado a la tierra prometida, Dios ya les ha dado a los hijos de Israel muchas de las tierras que él había prometido, aún faltan algunas batallas, aún faltan algunas cosas que hacer, pero Caleb está hablando con Josué y le está diciendo que hay algunas cosas pendientes que Jehová dijo a Moisés tocante a mí. Josué 14:8 “Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.”

Entonces Caleb está diciendo, mis propios hermanos hicieron desfallecer el pueblo; aquí podemos ver algo interesante, cuando nosotros tenemos metas, cuando nosotros tenemos propósitos para el Señor, siempre va haber alguien que va a tratar de desanimarnos, siempre va haber alguien que nos va a decir *eso no se puede hacer*, siempre va haber alguien que nos va a tratar de desalentar, nos va a decir *esa idea que tú tienes no la vas a poder cumplir, no la vas a poder llevar a cabo*

Dios les había prometido esa tierra prometida, una tierra grande, tierra llena de bendición, una tierra llena de frutos, una tierra que dice fluye leche y miel, algo interesante en la palabra de Dios en el Antiguo Testamento, es que cuando Dios les hacía a ellos que se imaginaran algo, siempre o la mayoría de las veces Dios les hacía ver alguna cosa con una ilustración, con una fotografía, con algo tangible, con algo que ellos ya conocían, y ellos ya conocían qué era la leche, ellos ya conocían qué era la miel.

No les dijo Dios, tierra que fluye coca-cola y otra cosa, sino ellos conocían qué era le leche y qué era la miel, y cuando Dios les dice “tierra que fluye leche y miel” es para que ellos reconocieran y creyeran la tierra prometida que ellos tenían. Por ejemplo; cuando nosotros nos imaginamos quién es Dios, una de las primeras respuestas que nosotros podemos imaginar es decir “oh, Dios es amor, Dios es esperanza, él es perdón” es lo que nosotros nos imaginamos, pero no es algo tangible, no es algo tangible que es amor, que es esperanza.

Cuando nosotros vamos con un judío y le preguntamos *¿Quién es Dios para usted?* ellos van a decir *Él es la roca* porque ellos pueden pensar que es una roca , *Él es un águila*, porque ellos saben qué es un águila, *Él es una fortaleza* porque el judío está acostumbrado a ver de manera visual quién es Dios, a veces nos falta un poquito ver de manera visual quién es Dios; un judío así lo ve, dice *Dios es una roca* y no hay nada de malo pensar que Dios es una roca, verlo de una manera un poquito más real.

Cuando Dios les dice a ellos que van a cruzar a una tierra prometida y Dios les está diciendo *es una tierra que fluye leche y miel*, ellos ya se están imaginando lo que hay de aquel lado de ese río Jordán, de aquel lado a donde Dios les ha prometido, a donde ellos van a cruzar y ellos han cruzado ya, y Caleb está ahora diciendo *hubo algunos de mis hermanos*, porque fueron muchos, Josué, Caleb y 10 príncipes que no querían, ahora Caleb está hablando con Josué pero dice en el versículo 8 “yo cumplí”.

¿Cuáles son las cosas que vas a cumplir en este 2018?

Yo creo que cada uno de nosotros debemos tener metas y propósitos, un propósito o una meta es algo que puedo cumplir, no debe ser algo que no puedo cumplir, como decir *yo quiero leer 150 veces la Biblia*, porque muy posiblemente no vas a poder leer 150 veces la Biblia, no vas a decir, ahora yo voy a orar, quizás un número muy grande de ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?, porque ni siquiera ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? 5 minutos, ¿cómo vas a orar 5 horas?

Deben de ser metas que sé que yo puedo alcanzar; ahora, algunas de estas metas yo creo que deben de ser metas y propósitos que solamente Dios me puede dar, si hay alguna meta o propósito que sólo Dios me puede dar adelante hermano; por ejemplo cuando Jonatán en 1 Samuel 14 le está diciendo a su paje de armas *vamos a vencer a aquellos filisteos* y el paje de armas se quedó de *¿cómo es posible?* pero fue una meta y un propósito que Dios le puso.

Hay metas y propósitos en la vida cristiana que para la gente le parece imposible, para la familia parece imposible, para los hermanos de la iglesia a veces parecen imposible pero para Dios no hay nada imposible, pero cosas cotidianas que sabemos que nosotros podemos hacer, deberíamos de nosotros decir *yo quiero cumplir esto* dice en el versículo 8 “yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.”

Si seguimos a Jehová vamos a poder cumplir nuestras metas, si seguimos a Jehová vamos a poder cumplir nuestros propósitos, si seguimos a Jehová vamos a poder cumplir lo que Dios tiene para mí para este año; ¿pero qué es lo que Dios tiene para cada uno de nosotros en este año? Yo creo que para cada uno de nosotros son cosas diferentes en cuestión de nuestra familia, son cosas diferentes en cuestión de nuestro servicio a la iglesia, son cosas diferentes en cuestión de nuestro ministerio, pero de la misma manera yo creo que tenemos cosas en común.

Todos podemos y debemos leer la Biblia, todos nosotros debemos orar todos los días, todos los días podemos servir a Dios y tener un buen testimonio y venir a la iglesia cada vez que las puertas de la iglesia estén abiertas, podemos nosotros ganar almas, cada uno de nosotros podemos ganar almas; de tal manera que hay cosas que son básicas que cada uno de nosotros podemos hacer, pero también hay cosas diferentes que cada uno de nosotros podemos hacer si seguimos a Jehová.

¿Qué era lo que Caleb tenía?

Caleb en ese entonces dice que tenía 40 años, ahora tenía 85 años

Josué 14:10

“Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir,…”

¿Quién nos da la vida?

Dios es el que nos da la vida, Dios es quien no solamente nos da la vida, sino versículo 11 “Todavía estoy tan fuerte”; Dios os da la vida y Dios nos da la fuerza.

Hace años yo estaba hablando con mi abuelo Javier, le estaba testificando y le estaba hablando de Cristo, y él no quería escuchar razón, no quería escuchar lo que la Biblia dice y me decía “mira, yo no necesito de Dios, yo estoy bien fuerte, y yo tengo mucho dinero, y yo no necesito de nadie porque yo tengo fuerzas” y me contó “hace un par de meses yo estaba trabajando allí en el primer piso y me caí y ¿sabes qué? Caí de pie y no me pasó nada” casi le quería dar un aplauso pero me lo estaba diciendo con orgullo, hay gente que no reconoce que necesita de Dios, es Dios quien nos da la vida y es Dios quien nos da la fuerza, entonces Caleb le dice *Dios me ha hecho vivir, Dios me ha dado la fuerza y Dios me ha permitido llegar hasta los 85 años*

Ninguno de nosotros va a saber cuándo va a ser el último día de nuestra vida, en este año hay quienes murieron y tenían 10 años, tenían 20 años, tenían 30 años, y cada vez que Dios nos da un día más tenemos que darle gracias al Señor, y si somos salvos tenemos que darle gracias al Señor no solamente por un día más, sino porque no nos da un día más dice Pablo en Filipenses *para mí es estar mejor allá en el cielo que estar aquí, pero i necesito estar aquí por necesidad de ustedes pues entonces ya no sé qué hacer* “porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia”.

Caleb dice Josué 14:11

“Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.”

¿Sí han conocido ustedes gente de 85 años que está más fuerte que ustedes?

Hay gente que está bien fuerte; mi mamá apenas estaba hablando de la hermana Eriberta, yo cuando conocí a la Hna. Eriberta yo creo que tenía 85 años, ahorita ya ha de tener más de 100, pero cuando conocimos a la Hna. Eriberta allá en Iguala yo tenía 12-15 años y la Hna. Ya estaba grande, y lavaba y hacia y llevaba cubetas, hace años también recuerdo que íbamos en Iguala, Guerrero, íbamos subiendo una loma y allí iba una viejita con dos cubetas, había una loma larga y lejos, yo tenía como 12-13 años, venía con mi papá y mi papá vio a la señora viejita y se compadeció de ella y le dijo “señora yo le ayudo” y se puso las cubetas, comenzó a caminar mi papá y ya unos cuantos pasos no podía y la señora le tuvo que ayudar a mi papá.

Hay gente que tiene 85 años y está bien fuerte, las nuevas generaciones ya no sirven, ya no nos hacen como antes, ya estamos bien acabados; hoy en la mañana ya no me podía levantar, hace 2 días jugamos tanto deporte que no había hecho en todo el año, pero Dios es quien nos da la fuerza para seguir adelante.

Josué 14:12

“Dame, pues, ahora este monte,…”

Caleb estaba diciendo a Josué *¿Josué ves aquel monte que está allá? Yo lo quiero, ese es el monte que Dios me había prometido, hemos luchado por 45 años, y yo les he ayudado, pero llegó el momento de que yo obtenga ese monte* ¿Cuántos años habían pasado? 45 años; había pasado mucho tiempo pero en la mente de Caleb todavía tenía esa meta, allí estaba esa meta, no se le había olvidado, unos pasa un mes y ya se les olvidaron las metas que van a prometer mañana, por decir así, hoy en la noche.

El año pasado o este año que comenzó empezaron a leer bien la Biblia, pasó una semana y ya se desinflaron, ya dejaron de orar, ya dejaron de leer la Biblia, a veces ni pasa una semana o dos semanas, tres semanas, y ya se nos olvidaron las metas que nosotros teníamos.

Pero Caleb siempre estaba pensando en ese monte; una de las cosas que él tenía y debemos nosotros que tener para poder alcanzar esas metas.

I. Tener dirección

Una dirección fija, una dirección de decir hacia dónde yo voy a ir, Caleb sabía exactamente hacia donde quería ir, Caleb tenía una visión clara de sus objetivos; el problema muchas veces en nosotros es que no tenemos una visión. No tenemos una meta y decimos *¿para qué una meta, para qué un propósito?* *el año pasado gané 50 almas pero mejor ya no voy a tener metas* a lo mejor gané 100 almas, a lo mejor gané 5 almas, a lo mejor leí 5 capítulos, mejor para qué tener metas…

Y el problema es que no tenemos metas, no tenemos una visión, no tenemos una dirección de decir *allá, yo quiero llegar allá* alguien que llega muy alto no llega allí de chiripada, alguien que llega al Monte Everest no llega hasta la punta del Monte Everest y dice “wow, ¿y ahora qué hago acá?¿cómo llegué?”; alguien que llega al Monte Everest se está preparando y dice *yo quiero llegar al Monte Everest* no sé, 15 años, 20 años, y dicen *yo voy a ir, voy a llegar, voy a prepararme, voy hacer ejercicio*, *primero voy a subir este monte, luego aquel monte y ahora sí ya estoy listo para llegar a la meta, al propósito que yo tengo,*

Pero tenía una dirección, tenían un propósito bien claro, bien definido, esa es mi dirección *allá yo quiero llegar algún día*, es lo que dijo Caleb, *allá en ese monte un día yo voy a llegar, tenga que pasar un años, dos años, cinco años, 10 años*, pasaron 45 años.
*Pastor, pues yo también voy a leer mi Biblia en 45 años*, no, no se trata de eso; yo creo que cada cristiano debe de leer su Biblia por lo menos una vez al año, por lo menos. Debe de conocer su Biblia, anotar y amar la palabra de Dios, disfrutar la palabra de Dios.

Dice Salmos 19 que la Biblia es como miel a mi boca y la debo de disfrutar, la debo de amar, debo así como los de Berea, tenemos que escudriñar las Escrituras.
Caleb tenía un propósito definido, ¿ya puso sus propósitos? ¿ya escribió sus metas? Ya dijo “estos van a ser mis propósitos” y mis propósitos llegar a ellos.

Salmos 119:105-107
“Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino.
106 Juré y ratifiqué
Que guardaré tus justos juicios.
107 Afligido estoy en gran manera;
Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.”

A veces estamos todos muertos porque necesitamos estar vivificados, porque no tenemos dirección porque no tenemos la lumbrera de la palabra de Dios, no sabemos dónde ir porque no tenemos dirección, no tenemos un monte cual podamos decir *esa es la dirección que yo quiero tomar*

Alguien dijo: “si no tienes un blanco, le vas a dar siempre”
En otras palabras; alguien dijo, sin un objetivo le voy a dar a eso siempre, ¿a qué le voy a dar siempre? A nada; pero si tengo un blanco, un objetivo, una meta, una visión podemos nosotros pedirle al Señor que nos ayuda a llegar a ese lugar.

Josué 14:12
“Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día;”

No solamente Caleb tenía visión

II. Determinación

Determinación para poder conquistar ese monte.
De la misma manera nosotros debemos de tener esa determinación. ¿Qué es la determinación? La primer cosa es muy similar a tener visión; la visión es el dónde; la dirección es el donde. Caleb sabía el dónde, ahora la determinación es el cómo; ¿cómo yo llego de aquí a allá? Puedo yo llegar arrastrando los pies, con flojera, como una tortura, como sin ganas; los jóvenes hoy en día parece que traen atole en las venas, les dices “ve, haz aquello” y responden “sí… voy…” con tanta lentitud, despacito; le dices a alguien de 80 años y van corriendo, con ganas, con una determinación; la dirección es el dónde, la determinación es el cómo.

¿Cómo debería ser mi determinación?
Debería ser con pasión, con mucha pasión.
Alguien que quiere subir al Monte Everest no dice “voy a subir, que flojera…” no, están con una determinación, llegan hasta la cima del monte Everest porque tienen una pasión, hay pasión en su vida.

Hermano con cada cosa que tú hagas para el Señor debe de ser con pasión, determinación, primero debemos saber el dónde Dios quiere que yo llegue, si es arriba de aquel monte.
Por ejemplo parte de nuestra visión aquí en la iglesia es poder comenzar 20 iglesias en Puebla, es nuestro dónde, es nuestro monte, es nuestra dirección, es lo que sentimos nosotros que Dios quiere para nuestra iglesia, ¿y cómo lo tenemos que hacer? Con determinación, con pasión y orando al Señor *Señor danos 20 iglesias, danos 20 misiones, danos gente que pueda prepararse en el Instituto y regrese y nos ayude a ganar a esta ciudad para Cristo*, pero tenemos que tener pasión y determinación.

De tal manera que la dirección es el dónde, la determinación es el cómo, ¿cómo voy a llegar allí? Cada día me debo de levantar con ánimo, cada día me debo de levantar y decir *allí está ese monte, yo quiero llegar allí*, y va a venir alguien y me va a querer desanimar, ¿pero qué debo de hacer yo?

Caleb dijo que había algunos que hicieron desfallecer el corazón del pueblo pero yo seguí adelante, yo le eché ganas, yo seguí adelante porque Dios es el que me da la vida, Dios es el que me da la fuerza. Debemos de reconocer siempre que Dios nos da la vida, que Dios nos da la fuerza pero debemos de tener dirección, debemos de tener determinación, si no hay determinación nunca vamos a llegar, porque no va haber pasión, no va haber un celo, no va haber algo dentro que me está diciendo *échale ganas*.

Uno de mis amigos del Instituto Bíblico se llama David Ferries, este David está medio loco, el día de ayer estaba pensando, y es apenas un pensamiento, pero el día de ayer yo estaba pensando, lo quiero traer aquí a Puebla, él está en las Filipinas. Él antes pesaba 150 kilos, pero de unos años para acá él ahora corre maratones, corre el iron man, ayer estaba poniendo una foto que recorrieron 22 kilómetros en algo, él práctica como de las 2 a las 5 de la madrugada todos los días, esa es su hora de práctica, como que tiene un poquito de determinación media loca, pero lo quiero traer y me gustaría hacer una conferencia de determinación, una conferencia de tener pasión por algo.

Y esto que él está haciendo no lo está haciendo y está dejando a un lado la obra de Dios, sino la determinación que él tiene por una buena, porque él ya se iba a morir, tenía cáncer, sino la determinación que él tiene por una buena salud, para que Dios le dé más vida, lo está usando en el ministerio para que Dios le dé más gente, para levantar una iglesia, para alcanzar lo más que él pueda hacer; y esa determinación hace como un mes puso una foto donde estaba al lado del presidente de las Filipinas.

Puedes tener tiempo para lo que tú te des tiempo, tenemos tiempo para lo que nosotros nos damos tiempo.
De tal manera que Caleb tenía dirección, Caleb tenía determinación.

Josué 14:12
“Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.”

III. Caleb tenía disciplina

Tenemos nosotros que tener el dónde, tener el cómo, pero también tenernos que tener el plan de cómo yo voy hacer las cosas, ya sé que debo de llegar allá, ya sé que le debo de echar ganas, pero a lo mejor no he visto el plan, no he visto la disciplina, esa es la manera en cómo yo voy a poder llegar hasta arriba.
Si quiero llegar al Monte Everest no sólo es *yo quiero llegar allá, tengo mucha pasión y nada más me voy a subir corriendo y ya* no, tengo que prepararme, y esa preparación tiene que ser una preparación con mucha disciplina, va a ser una preparación en donde tengo que decir *si quiero leer la Biblia en un año, son masomenos 1189 capítulos que tiene la Biblia, los divido en 365 que son los días, me da como 3.8; eso quiere decir que cada día tengo que leer 4 capítulos*, eso es la disciplina, ese es mi plan, es la estrategia de cómo voy a llegar.

Pero primero tengo que tener el lugar a donde voy a llegar, el propósito a donde quiero llegar; si quiero perder 5 kilos y sigo comiendo 2000-3000 calorías todos los días, no voy a poder perder 5 kilos… pero si digo *voy a dejar de comer frituras, la coca-cola, voy a comer más verduras*, eso lleva de disciplina.
Un boxeador para poder llegar al peso requerido no come, y come, no, tiene que hacer ejercicio disciplinadamente, lleva una dieta y se está pesando, ¿por qué si puede un boxeador y yo no? Es que nos falta disciplina.

La disciplina es algo que yo me impongo, nadie más me va a imponer sino que yo, y eso lleva disciplina.

Josué 12:13-14
“Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad.
14 Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel.”

Podríamos ponerle allí “disciplinadamente”.
Caleb siguió a Jehová disciplinadamente, cumplidamente, no un día sí y un día no; era cumplida, seguía a Dios todos los días, si hubiera tenido una Biblia seguramente leía su Biblia todos los días, oraba todos los días, ponía su fe en Dios todos los días, lo hacía cumplidamente.

En este año que sigue, hermano tenga visión, tenga pasión, tenga un plan; en otras palabras, tenga dirección, tenga determinación, tenga disciplina para poder llegar a esa meta o metas que Dios nos da, como Caleb.
Caleb dijo “dame este monte” y Josué dijo *ok allí está* y Caleb no llegó y les dijo *váyanse*, tuvo que luchar contra los gigantes, tirar y abrir esas ciudades fortificadas y los muros, tuvo que batallar, luchar, pelear y finalmente hacerlas a un lado, hasta que finalmente. ¿Cuántos años tenía? 85, ¿Le habrá llevado 20 minutos? No, yo creo que le llevó días y quizá meses conquistar Hebrón, meses pero finalmente dijo *wow, 45 años me esperé y aquí estoy en Hebrón*

Porque tenía dirección, tenía determinación y tenía disciplina para poder llegar a su meta.

Dirección
Determinación
Disciplina

 

 

La vida de Caleb

Pastor Arturo Muñoz

En vez de ver la historia de Josué, vamos a ver un poco a cerca de la historia de Caleb.

Josué 14:6-12

“Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti.

7 Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón.

8 Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.

9 Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.

10 Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.

11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.

12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.”

Dice la Palabra de Dios que aquí está Josué hablando con Caleb y están tratando algunas de las cosas porque ya han entrado a la tierra prometida, Dios ya les ha dado a los hijos de Israel muchas de las tierras que él había prometido, aún faltan algunas batallas, aún faltan algunas cosas que hacer, pero Caleb está hablando con Josué y le está diciendo que hay algunas cosas pendientes que Jehová dijo a Moisés tocante a mí. Josué 14:8 “Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.”

Entonces Caleb está diciendo, mis propios hermanos hicieron desfallecer el pueblo; aquí podemos ver algo interesante, cuando nosotros tenemos metas, cuando nosotros tenemos propósitos para el Señor, siempre va haber alguien que va a tratar de desanimarnos, siempre va haber alguien que nos va a decir *eso no se puede hacer*, siempre va haber alguien que nos va a tratar de desalentar, nos va a decir *esa idea que tú tienes no la vas a poder cumplir, no la vas a poder llevar a cabo*

Dios les había prometido esa tierra prometida, una tierra grande, tierra llena de bendición, una tierra llena de frutos, una tierra que dice fluye leche y miel, algo interesante en la palabra de Dios en el Antiguo Testamento, es que cuando Dios les hacía a ellos que se imaginaran algo, siempre o la mayoría de las veces Dios les hacía ver alguna cosa con una ilustración, con una fotografía, con algo tangible, con algo que ellos ya conocían, y ellos ya conocían qué era la leche, ellos ya conocían qué era la miel.

No les dijo Dios, tierra que fluye coca-cola y otra cosa, sino ellos conocían qué era le leche y qué era la miel, y cuando Dios les dice “tierra que fluye leche y miel” es para que ellos reconocieran y creyeran la tierra prometida que ellos tenían. Por ejemplo; cuando nosotros nos imaginamos quién es Dios, una de las primeras respuestas que nosotros podemos imaginar es decir “oh, Dios es amor, Dios es esperanza, él es perdón” es lo que nosotros nos imaginamos, pero no es algo tangible, no es algo tangible que es amor, que es esperanza.

Cuando nosotros vamos con un judío y le preguntamos *¿Quién es Dios para usted?* ellos van a decir *Él es la roca* porque ellos pueden pensar que es una roca , *Él es un águila*, porque ellos saben qué es un águila, *Él es una fortaleza* porque el judío está acostumbrado a ver de manera visual quién es Dios, a veces nos falta un poquito ver de manera visual quién es Dios; un judío así lo ve, dice *Dios es una roca* y no hay nada de malo pensar que Dios es una roca, verlo de una manera un poquito más real.

Cuando Dios les dice a ellos que van a cruzar a una tierra prometida y Dios les está diciendo *es una tierra que fluye leche y miel*, ellos ya se están imaginando lo que hay de aquel lado de ese río Jordán, de aquel lado a donde Dios les ha prometido, a donde ellos van a cruzar y ellos han cruzado ya, y Caleb está ahora diciendo *hubo algunos de mis hermanos*, porque fueron muchos, Josué, Caleb y 10 príncipes que no querían, ahora Caleb está hablando con Josué pero dice en el versículo 8 “yo cumplí”.

¿Cuáles son las cosas que vas a cumplir en este 2018?

Yo creo que cada uno de nosotros debemos tener metas y propósitos, un propósito o una meta es algo que puedo cumplir, no debe ser algo que no puedo cumplir, como decir *yo quiero leer 150 veces la Biblia*, porque muy posiblemente no vas a poder leer 150 veces la Biblia, no vas a decir, ahora yo voy a orar, quizás un número muy grande de ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?, porque ni siquiera ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? 5 minutos, ¿cómo vas a orar 5 horas?

Deben de ser metas que sé que yo puedo alcanzar; ahora, algunas de estas metas yo creo que deben de ser metas y propósitos que solamente Dios me puede dar, si hay alguna meta o propósito que sólo Dios me puede dar adelante hermano; por ejemplo cuando Jonatán en 1 Samuel 14 le está diciendo a su paje de armas *vamos a vencer a aquellos filisteos* y el paje de armas se quedó de *¿cómo es posible?* pero fue una meta y un propósito que Dios le puso.

Hay metas y propósitos en la vida cristiana que para la gente le parece imposible, para la familia parece imposible, para los hermanos de la iglesia a veces parecen imposible pero para Dios no hay nada imposible, pero cosas cotidianas que sabemos que nosotros podemos hacer, deberíamos de nosotros decir *yo quiero cumplir esto* dice en el versículo 8 “yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.”

Si seguimos a Jehová vamos a poder cumplir nuestras metas, si seguimos a Jehová vamos a poder cumplir nuestros propósitos, si seguimos a Jehová vamos a poder cumplir lo que Dios tiene para mí para este año; ¿pero qué es lo que Dios tiene para cada uno de nosotros en este año? Yo creo que para cada uno de nosotros son cosas diferentes en cuestión de nuestra familia, son cosas diferentes en cuestión de nuestro servicio a la iglesia, son cosas diferentes en cuestión de nuestro ministerio, pero de la misma manera yo creo que tenemos cosas en común.

Todos podemos y debemos leer la Biblia, todos nosotros debemos orar todos los días, todos los días podemos servir a Dios y tener un buen testimonio y venir a la iglesia cada vez que las puertas de la iglesia estén abiertas, podemos nosotros ganar almas, cada uno de nosotros podemos ganar almas; de tal manera que hay cosas que son básicas que cada uno de nosotros podemos hacer, pero también hay cosas diferentes que cada uno de nosotros podemos hacer si seguimos a Jehová.

¿Qué era lo que Caleb tenía?

Caleb en ese entonces dice que tenía 40 años, ahora tenía 85 años

Josué 14:10

“Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir,…”

¿Quién nos da la vida?

Dios es el que nos da la vida, Dios es quien no solamente nos da la vida, sino versículo 11 “Todavía estoy tan fuerte”; Dios os da la vida y Dios nos da la fuerza.

Hace años yo estaba hablando con mi abuelo Javier, le estaba testificando y le estaba hablando de Cristo, y él no quería escuchar razón, no quería escuchar lo que la Biblia dice y me decía “mira, yo no necesito de Dios, yo estoy bien fuerte, y yo tengo mucho dinero, y yo no necesito de nadie porque yo tengo fuerzas” y me contó “hace un par de meses yo estaba trabajando allí en el primer piso y me caí y ¿sabes qué? Caí de pie y no me pasó nada” casi le quería dar un aplauso pero me lo estaba diciendo con orgullo, hay gente que no reconoce que necesita de Dios, es Dios quien nos da la vida y es Dios quien nos da la fuerza, entonces Caleb le dice *Dios me ha hecho vivir, Dios me ha dado la fuerza y Dios me ha permitido llegar hasta los 85 años*

Ninguno de nosotros va a saber cuándo va a ser el último día de nuestra vida, en este año hay quienes murieron y tenían 10 años, tenían 20 años, tenían 30 años, y cada vez que Dios nos da un día más tenemos que darle gracias al Señor, y si somos salvos tenemos que darle gracias al Señor no solamente por un día más, sino porque no nos da un día más dice Pablo en Filipenses *para mí es estar mejor allá en el cielo que estar aquí, pero i necesito estar aquí por necesidad de ustedes pues entonces ya no sé qué hacer* “porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia”.

Caleb dice Josué 14:11

“Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.”

¿Sí han conocido ustedes gente de 85 años que está más fuerte que ustedes?

Hay gente que está bien fuerte; mi mamá apenas estaba hablando de la hermana Eriberta, yo cuando conocí a la Hna. Eriberta yo creo que tenía 85 años, ahorita ya ha de tener más de 100, pero cuando conocimos a la Hna. Eriberta allá en Iguala yo tenía 12-15 años y la Hna. Ya estaba grande, y lavaba y hacia y llevaba cubetas, hace años también recuerdo que íbamos en Iguala, Guerrero, íbamos subiendo una loma y allí iba una viejita con dos cubetas, había una loma larga y lejos, yo tenía como 12-13 años, venía con mi papá y mi papá vio a la señora viejita y se compadeció de ella y le dijo “señora yo le ayudo” y se puso las cubetas, comenzó a caminar mi papá y ya unos cuantos pasos no podía y la señora le tuvo que ayudar a mi papá.

Hay gente que tiene 85 años y está bien fuerte, las nuevas generaciones ya no sirven, ya no nos hacen como antes, ya estamos bien acabados; hoy en la mañana ya no me podía levantar, hace 2 días jugamos tanto deporte que no había hecho en todo el año, pero Dios es quien nos da la fuerza para seguir adelante.

Josué 14:12

“Dame, pues, ahora este monte,…”

Caleb estaba diciendo a Josué *¿Josué ves aquel monte que está allá? Yo lo quiero, ese es el monte que Dios me había prometido, hemos luchado por 45 años, y yo les he ayudado, pero llegó el momento de que yo obtenga ese monte* ¿Cuántos años habían pasado? 45 años; había pasado mucho tiempo pero en la mente de Caleb todavía tenía esa meta, allí estaba esa meta, no se le había olvidado, unos pasa un mes y ya se les olvidaron las metas que van a prometer mañana, por decir así, hoy en la noche.

El año pasado o este año que comenzó empezaron a leer bien la Biblia, pasó una semana y ya se desinflaron, ya dejaron de orar, ya dejaron de leer la Biblia, a veces ni pasa una semana o dos semanas, tres semanas, y ya se nos olvidaron las metas que nosotros teníamos.

Pero Caleb siempre estaba pensando en ese monte; una de las cosas que él tenía y debemos nosotros que tener para poder alcanzar esas metas.

I. Tener dirección.

Una dirección fija, una dirección de decir hacia dónde yo voy a ir, Caleb sabía exactamente hacia donde quería ir, Caleb tenía una visión clara de sus objetivos; el problema muchas veces en nosotros es que no tenemos una visión. No tenemos una meta y decimos *¿para qué una meta, para qué un propósito?* *el año pasado gané 50 almas pero mejor ya no voy a tener metas* a lo mejor gané 100 almas, a lo mejor gané 5 almas, a lo mejor leí 5 capítulos, mejor para qué tener metas…

Y el problema es que no tenemos metas, no tenemos una visión, no tenemos una dirección de decir *allá, yo quiero llegar allá* alguien que llega muy alto no llega allí de chiripada, alguien que llega al Monte Everest no llega hasta la punta del Monte Everest y dice “wow, ¿y ahora qué hago acá?¿cómo llegué?”; alguien que llega al Monte Everest se está preparando y dice *yo quiero llegar al Monte Everest* no sé, 15 años, 20 años, y dicen *yo voy a ir, voy a llegar, voy a prepararme, voy hacer ejercicio*, *primero voy a subir este monte, luego aquel monte y ahora sí ya estoy listo para llegar a la meta, al propósito que yo tengo,*

Pero tenía una dirección, tenían un propósito bien claro, bien definido, esa es mi dirección *allá yo quiero llegar algún día*, es lo que dijo Caleb, *allá en ese monte un día yo voy a llegar, tenga que pasar un años, dos años, cinco años, 10 años*, pasaron 45 años.
*Pastor, pues yo también voy a leer mi Biblia en 45 años*, no, no se trata de eso; yo creo que cada cristiano debe de leer su Biblia por lo menos una vez al año, por lo menos. Debe de conocer su Biblia, anotar y amar la palabra de Dios, disfrutar la palabra de Dios.

Dice Salmos 19 que la Biblia es como miel a mi boca y la debo de disfrutar, la debo de amar, debo así como los de Berea, tenemos que escudriñar las Escrituras.
Caleb tenía un propósito definido, ¿ya puso sus propósitos? ¿ya escribió sus metas? Ya dijo “estos van a ser mis propósitos” y mis propósitos llegar a ellos.

Salmos 119:105-107
“Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino.
106 Juré y ratifiqué
Que guardaré tus justos juicios.
107 Afligido estoy en gran manera;
Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.”

A veces estamos todos muertos porque necesitamos estar vivificados, porque no tenemos dirección porque no tenemos la lumbrera de la palabra de Dios, no sabemos dónde ir porque no tenemos dirección, no tenemos un monte cual podamos decir *esa es la dirección que yo quiero tomar*

Alguien dijo: “si no tienes un blanco, le vas a dar siempre”
En otras palabras; alguien dijo, sin un objetivo le voy a dar a eso siempre, ¿a qué le voy a dar siempre? A nada; pero si tengo un blanco, un objetivo, una meta, una visión podemos nosotros pedirle al Señor que nos ayuda a llegar a ese lugar.

Josué 14:12
“Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día;”

No solamente Caleb tenía visión

II. Determinación

Determinación para poder conquistar ese monte.
De la misma manera nosotros debemos de tener esa determinación. ¿Qué es la determinación? La primer cosa es muy similar a tener visión; la visión es el dónde; la dirección es el donde. Caleb sabía el dónde, ahora la determinación es el cómo; ¿cómo yo llego de aquí a allá? Puedo yo llegar arrastrando los pies, con flojera, como una tortura, como sin ganas; los jóvenes hoy en día parece que traen atole en las venas, les dices “ve, haz aquello” y responden “sí… voy…” con tanta lentitud, despacito; le dices a alguien de 80 años y van corriendo, con ganas, con una determinación; la dirección es el dónde, la determinación es el cómo.

¿Cómo debería ser mi determinación?
Debería ser con pasión, con mucha pasión.
Alguien que quiere subir al Monte Everest no dice “voy a subir, que flojera…” no, están con una determinación, llegan hasta la cima del monte Everest porque tienen una pasión, hay pasión en su vida.

Hermano con cada cosa que tú hagas para el Señor debe de ser con pasión, determinación, primero debemos saber el dónde Dios quiere que yo llegue, si es arriba de aquel monte.
Por ejemplo parte de nuestra visión aquí en la iglesia es poder comenzar 20 iglesias en Puebla, es nuestro dónde, es nuestro monte, es nuestra dirección, es lo que sentimos nosotros que Dios quiere para nuestra iglesia, ¿y cómo lo tenemos que hacer? Con determinación, con pasión y orando al Señor *Señor danos 20 iglesias, danos 20 misiones, danos gente que pueda prepararse en el Instituto y regrese y nos ayude a ganar a esta ciudad para Cristo*, pero tenemos que tener pasión y determinación.

De tal manera que la dirección es el dónde, la determinación es el cómo, ¿cómo voy a llegar allí? Cada día me debo de levantar con ánimo, cada día me debo de levantar y decir *allí está ese monte, yo quiero llegar allí*, y va a venir alguien y me va a querer desanimar, ¿pero qué debo de hacer yo?

Caleb dijo que había algunos que hicieron desfallecer el corazón del pueblo pero yo seguí adelante, yo le eché ganas, yo seguí adelante porque Dios es el que me da la vida, Dios es el que me da la fuerza. Debemos de reconocer siempre que Dios nos da la vida, que Dios nos da la fuerza pero debemos de tener dirección, debemos de tener determinación, si no hay determinación nunca vamos a llegar, porque no va haber pasión, no va haber un celo, no va haber algo dentro que me está diciendo *échale ganas*.

Uno de mis amigos del Instituto Bíblico se llama David Ferries, este David está medio loco, el día de ayer estaba pensando, y es apenas un pensamiento, pero el día de ayer yo estaba pensando, lo quiero traer aquí a Puebla, él está en las Filipinas. Él antes pesaba 150 kilos, pero de unos años para acá él ahora corre maratones, corre el iron man, ayer estaba poniendo una foto que recorrieron 22 kilómetros en algo, él práctica como de las 2 a las 5 de la madrugada todos los días, esa es su hora de práctica, como que tiene un poquito de determinación media loca, pero lo quiero traer y me gustaría hacer una conferencia de determinación, una conferencia de tener pasión por algo.

Y esto que él está haciendo no lo está haciendo y está dejando a un lado la obra de Dios, sino la determinación que él tiene por una buena, porque él ya se iba a morir, tenía cáncer, sino la determinación que él tiene por una buena salud, para que Dios le dé más vida, lo está usando en el ministerio para que Dios le dé más gente, para levantar una iglesia, para alcanzar lo más que él pueda hacer; y esa determinación hace como un mes puso una foto donde estaba al lado del presidente de las Filipinas.

Puedes tener tiempo para lo que tú te des tiempo, tenemos tiempo para lo que nosotros nos damos tiempo.
De tal manera que Caleb tenía dirección, Caleb tenía determinación.

Josué 14:12
“Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.”

III. Caleb tenía disciplina

Tenemos nosotros que tener el dónde, tener el cómo, pero también tenernos que tener el plan de cómo yo voy hacer las cosas, ya sé que debo de llegar allá, ya sé que le debo de echar ganas, pero a lo mejor no he visto el plan, no he visto la disciplina, esa es la manera en cómo yo voy a poder llegar hasta arriba.
Si quiero llegar al Monte Everest no sólo es *yo quiero llegar allá, tengo mucha pasión y nada más me voy a subir corriendo y ya* no, tengo que prepararme, y esa preparación tiene que ser una preparación con mucha disciplina, va a ser una preparación en donde tengo que decir *si quiero leer la Biblia en un año, son masomenos 1189 capítulos que tiene la Biblia, los divido en 365 que son los días, me da como 3.8; eso quiere decir que cada día tengo que leer 4 capítulos*, eso es la disciplina, ese es mi plan, es la estrategia de cómo voy a llegar.

Pero primero tengo que tener el lugar a donde voy a llegar, el propósito a donde quiero llegar; si quiero perder 5 kilos y sigo comiendo 2000-3000 calorías todos los días, no voy a poder perder 5 kilos… pero si digo *voy a dejar de comer frituras, la coca-cola, voy a comer más verduras*, eso lleva de disciplina.
Un boxeador para poder llegar al peso requerido no come, y come, no, tiene que hacer ejercicio disciplinadamente, lleva una dieta y se está pesando, ¿por qué si puede un boxeador y yo no? Es que nos falta disciplina.

La disciplina es algo que yo me impongo, nadie más me va a imponer sino que yo, y eso lleva disciplina.

Josué 12:13-14
“Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad.
14 Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel.”

Podríamos ponerle allí “disciplinadamente”.
Caleb siguió a Jehová disciplinadamente, cumplidamente, no un día sí y un día no; era cumplida, seguía a Dios todos los días, si hubiera tenido una Biblia seguramente leía su Biblia todos los días, oraba todos los días, ponía su fe en Dios todos los días, lo hacía cumplidamente.

En este año que sigue, hermano tenga visión, tenga pasión, tenga un plan; en otras palabras, tenga dirección, tenga determinación, tenga disciplina para poder llegar a esa meta o metas que Dios nos da, como Caleb.
Caleb dijo “dame este monte” y Josué dijo *ok allí está* y Caleb no llegó y les dijo *váyanse*, tuvo que luchar contra los gigantes, tirar y abrir esas ciudades fortificadas y los muros, tuvo que batallar, luchar, pelear y finalmente hacerlas a un lado, hasta que finalmente. ¿Cuántos años tenía? 85, ¿Le habrá llevado 20 minutos? No, yo creo que le llevó días y quizá meses conquistar Hebrón, meses pero finalmente dijo *wow, 45 años me esperé y aquí estoy en Hebrón*

Porque tenía dirección, tenía determinación y tenía disciplina para poder llegar a su meta.

Dirección
Determinación
Disciplina