Amad, creced, servid.

Pastor Arturo Muñoz

2 Samuel 23:13-17

“Y tres de los treinta jefes descendieron y vinieron en tiempo de la siega a David en la cueva de Adulam; y el campamento de los filisteos estaba en el valle de Refaim.

14 David entonces estaba en el lugar fuerte, y había en Belén una guarnición de los filisteos.

15 Y David dijo con vehemencia: ¡Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!

16 Entonces los tres valientes irrumpieron por el campamento de los filisteos, y sacaron agua del pozo de Belén que estaba junto a la puerta; y tomaron, y la trajeron a David; mas él no la quiso beber, sino que la derramó para Jehová, diciendo:

17 Lejos sea de mí, oh Jehová, que yo haga esto. ¿He de beber yo la sangre de los varones que fueron con peligro de su vida? Y no quiso beberla. Los tres valientes hicieron esto.”

Dice la Biblia que están estos valientes y estos valientes tienen algo que están escuchando de parte del rey David, el rey David está en la cueva de Adulam, esta cueva está aproximadamente a 15 kilómetros al oeste de Belén y allí están ellos escondidos en esa cueva y dice la Biblia que de repente dice “Y David dijo con vehemencia: ¡Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!” y para este año yo creo que Dios de la misma manera está diciendo *¿Quién pudiera hacer mi voluntad?*, y estos tres hombres, estos tres valientes levantan la mano y dicen *yo quiero hacer eso, yo quiero participar*

Servir es participar y servir es un privilegio, ellos dijeron *nosotros queremos participar, nosotros queremos tener ese privilegio*

2 Samuel 23:8-12

“Estos son los nombres de los valientes que tuvo David: Joseb-basebet el tacmonita, principal de los capitanes; éste era Adino el eznita, que mató a ochocientos hombres en una ocasión. 9 Después de éste, Eleazar hijo de Dodo, ahohíta, uno de los tres valientes que estaban con David cuando desafiaron a los filisteos que se habían reunido allí para la batalla, y se habían alejado los hombres de Israel.

10 Este se levantó e hirió a los filisteos hasta que su mano se cansó, y quedó pegada su mano a la espada. Aquel día Jehová dio una gran victoria, y se volvió el pueblo en pos de él tan sólo para recoger el botín.

11 Después de éste fue Sama hijo de Age, ararita. Los filisteos se habían reunido en Lehi, donde había un pequeño terreno lleno de lentejas, y el pueblo había huido delante de los filisteos. 12 El entonces se paró en medio de aquel terreno y lo defendió, y mató a los filisteos; y Jehová dio una gran victoria.”

Estos hombres eran valientes, y yo creo que para cumplir estas tres cosas que como tema tenemos para este año; el primero es Amar, después creced, y después servid; las tres cosas que pudiéramos nosotros tener en mente, pensar para este año, meditar en ellas y decirle al Señor, *¿Señor cómo yo puedo amarte más; cómo yo puedo crecer más; cómo yo puedo servirte más?*

Para poder hacer estas cosas yo creo que se necesita ser valiente.

Se necesita ser valiente para poder decirle al Señor, *Señor yo te amo y no me voy avergonzar de que yo te amo, yo voy amarte más este año que el año pasado* sí lo podemos hacer. Yo creo que cada uno de nosotros entre más amamos al Señor, es como un triángulo, y nos ponemos en un lado y decimos *este año yo le quiero amar más, quiero amar más a Dios* pero también, porque yo me estoy acercando más a Dios yo voy a tener más conocimiento de él, porque me estoy acercando más, le estoy amando, voy a tener más conocimiento y voy a crecer más, voy a poder hacer más; y al mismo tiempo voy a poder crecer espiritualmente y al mismo tiempo Dios se revela en mi vida.

Y es como un triángulo, porque ahora él se revela en mi vida, escuchábamos hace un rato de cómo Dios no nos dejo en este año y cómo vimos su fidelidad, eso es el decir *Dios está allí, porque yo le amé; y porque yo le amé yo pude crecer más en su gracias, y porque yo pude crecer más en su gracia él se revela en mi vida y me hace ver que él está allí en cualquiera de mis necesidades y problemas Dios está allí*

Pero también al mismo tiempo yo creo que como iglesia podemos tener tres cosas que aquí podemos ver y aprender de ellas. Pero cuando el rey David está diciendo “¡Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!” ellos estaban aquí y ahora tienen una misión que cumplir, una misión clara en sus vidas; me gustaría que cada uno de nosotros en este año pudiéramos saltar a esa misión, que no andemos todos desvalagados, diciendo *yo voy hacer lo que yo quiero* y otros por allá, y otros por allá; que cada uno de nosotros le entremos a la misión que Dios tiene para nosotros.

Y la misión que yo creo que Dios tiene para nosotros es alcanzar las almas, esa es la misión; la misión que en este caso David tenía para estos hombres eran simplemente “¡Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!” esa era la misión.

Pero también aparte de la misión tenemos que tener una visión, una visión establecida, la misión es el qué, la visión es el por qué. Y la visión que tenemos que nosotros tener aquí debemos de decirle nosotros al Señor *Señor yo no quiero quedarme atrás, no quiero quedarme sentado, quiero hacer tu voluntad*

Y tenemos nosotros que también tener una visión, pero también tenemos nosotros que tener un plan.

Estos hombres cuando el rey David les dice, no directamente, sino que él lo dice y los tres valientes dijeron nosotros vamos a ir; tenían una misión establecida, una meta establecida para sus vidas, tenían una visión diciendo, *sí lo podemos hacer, sí lo podemos lograr* y entonces tuvieron un plan y dijeron, *de esta manera lo vamos hacer*

Si nosotros como iglesia pudiéramos establecer estas tres cosas también, creo que Dios en este año nos puede ayudar.

¿Por qué ellos pudieron traer agua al rey David?

I.  Amaban a su rey

Ellos amaban a su rey, David era su rey; en este tiempo no estaba en cierta manera como rey porque estaban huyendo, pero David para ellos seguía siendo el rey de ellos, y cuando David dijo *¿Quién me pudiera traer esta agua que está en el pozo de Belén?*, ellos estuvieron dispuestos a sacrificar, ellos estuvieron dispuestos a dar su vida, ellos estuvieron dispuestos a hacerlo, por el simple hecho de que amaban a su rey.

Ellos no fueron con David y le dijeron *¿cuánto nos va a pagar?, nosotros queremos un seguro de vida porque si vamos para allá de seguro nos van a matar, de seguro vamos a morir* no, ellos dijeron *nosotros lo vamos hacer, no importa si es simplemente por un vaso de agua.* ¿Qué tanto cuesta un vaso de agua? Nada.

Ellos iban a ir a Belén y sacar un vaso de agua, una garrafa y traerla y llevarla a David; pero en ese transcurso ellos iban a tener que enfrentarse con los filisteos, iban a tener que sacar la espada y matar, y no eran 3 contra 3, eran quizá 3 contra 3.000, eran quizá 3 contra 30.000, pero ellos dijeron *nosotros queremos hacer la voluntad de nuestro rey porque le amamos*, estaban dispuestos a hacer la voluntad del rey.

Juan 14:15

“Si me amáis, guardad mis mandamientos.”

De tal manera que si amamos a Dios no se nos va hacer gravoso guardar sus mandamientos. Si amo a mi esposa no me va a ser difícil comprarle un ramo de flores, o si así fuera el caso, si veo que el tren viene la hago a un lado y me doy yo, porque la amo, no me pondría a pensar *¿La quito o no la quito?* no, sino porque la amo; estamos dispuestos a sacrificar, a darnos, porque es la voluntad de Dios, por lo que él ha hecho por mí.

No va a ser difícil, no va a ser gravoso, no va a ser pesado, que la tengo que pensar si me conviene o no me conviene; el problema es ese, que obedecemos a Dios cuando me conviene y no le obedezco cuando no me conviene; esto es para mi beneficio, para mi provecho, entonces voy a amar a Dios.

Dios dice *ve a la iglesia* y yo digo *bueno, no hay partido, no hay aquello, de allí puedo ir al Ahorrera, okay voy a la iglesia*, y Dios dice *ve a ganar almas* yo digo *no porque tengo que lavar, tengo que hacer esto, tengo que hacer aquello, allí no puedo*, entonces escogemos que me conviene y que no me conviene. Dios dice *da tu diezmo*, ah, no me conviene, Dios dice *se agradecido* y decimos *eso no lo sé hacer*, si damos gracias no hay nada de malo en dar las gracias; hacer toda la voluntad de Dios si le amamos.

Ellos estuvieron dispuestos para traer agua a David porque le amaban.

II. Estaban creciendo juntos

El crecimiento espiritual refleja en dónde estoy yo en mi madurez espiritual; y si yo estoy aquí como un niño en Cristo, en donde no estoy dispuesto a hacer ni lo grande ni lo pequeño por Dios, eso quiere decir que no estoy creciendo en mi vida cristiana, eso quiere decir que apenas voy empezando.

Los que van empezando tienen un tremendo beneficio, porque muchas veces son los que más ama, muchas veces son los que están más agradecidos, y los cristianos que ya llevan años dicen “ya se le va a quitar”, a ese tan motivado, tan agradecido, *viene y gana almas, sirve, ganó 100 almas el año pasado, pero un día va a ganar solamente dos, como yo*.

Y estamos ya tan acostumbrados al cristianismo de venir, que ya no es una pasión servir a Dios, muchas veces los que van allá atrás comenzando, apenas el amor de Dios los anima y los constriñe están bien agradecidos. Pero cada uno de nosotros debemos de estar conscientes y de ver en donde está nuestro crecimiento espiritual y decir *este año yo quiero crecer más, crecer más para mi Dios*. Y eso se refleja en por ejemplo: qué tanto he memorizado la Biblia, qué tantas veces en el año voy a leer la Biblia este año, cuánto estoy compartiendo, cuánto estoy sirviendo, qué tanto estoy haciendo.

Y si este año que pasó estoy sirviendo menos que un año antes, entonces no crecí, entonces no avancé; ellos dijeron *nosotros vamos a avanzar, nosotros vamos a crecer, nosotros vamos a seguir adelante, vamos a seguir hacia adelante y vamos a hacer esto* no lo hicieron solos, lo hicieron juntos.

Nuestro tema es “amar a Cristo, creciendo juntos…”, no queremos que alguien se quede allá en el camino, no queremos decir *yo sí voy a dar pasos adelantados no importa que se queden allá algunos*

Si tú ves que alguien se queda hay que animarlo, hay que levantarlo *hermano/a no le hemos visto*, siga madurando y avanzando y creciendo en el Señor juntos; sigamos juntos creciendo.

Ellos, no fue uno que dijo por ejemplo, Joseb-basebet, él no dijo *yo voy a ir solito* y agarra y se va solito y mata a los filisteos, saca el agua, y dice *cuando yo regrese con el rey ¿para quién será la gloria? Para Joseb-basebet * no fue su pensamiento; sino que él escuchó lo que dijo el rey y le dijo tal vez a Sama *¿escuchaste lo que dijo el rey?* Sama dijo que sí, y el otro también *¿Qué les parece si hacemos esto?* y luego se pusieron de acuerdo, ¿por qué? Porque la unanimidad nos ayuda a crecer, el estar unidos nos ayuda a crecer.

Si tenemos una iglesia de 100.000, pero ni uno de eso 100.000 se junta, pues como que la iglesia no creció a 100.000, se tienen que juntar. Así crecemos y podemos hacer más para Dios, creciendo juntos que aparte y solitos, ellos dijeron *vamos hacer esto, pero lo vamos hacer unidos, lo vamos hacer como un solo hombre*.

Y la Biblia nos habla una y otra vez que cuando el pueblo de Israel estaba como un solo hombre, pudieron hacer más para el Señor.

Ellos dijeron *vamos hacerlo, tú y yo y nosotros*, y los tres, salieron y fueron y regresaron y vencieron, eran valientes pero tuvieron ellos que crecer, pero crecemos más cuando hacemos las cosas en unidad.

Hechos 2:41-47

“Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.

42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

43 Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.

44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas;

45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.

46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,

47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”

No dice que solamente algunos apartados, separados de otros perseveraban en la doctrina, sino que todos ellos perseveraban, todos ellos tenían comunión unos con otros, todos ellos participaban en el partimiento del pan, todos ellos oraban. Pero si cada uno de nosotros hacemos lo que cada uno debe hacer, y la mano dice *a mí no me gusta estar aquí con este cuerpo, me voy a separar*, y la nariz dice * a mí no me gusta estar aquí con este cuerpo, me voy a separar * y la oreja lo mismo, y el pie dice lo mismo, vamos a tener un cuerpo desmembrado, yo no sé si se han dado cuenta pero un cuerpo desmembrado no puede funcionar bien; pero cuando un cuerpo está unido y van en una misma dirección, vamos a poder crecer juntos en el Señor.

Estos tres valientes dijeron *no solamente lo vamos hacer porque amamos al Señor, pero nos vamos a poner de acuerdo, vamos hacer esto juntos, vamos hacer esto unidos, vamos hacer esto unánimes* y fueron y lo lograron.

Que bendición es que una iglesia puedan crecer juntos, unánimes, Dios puede bendecir eso.

III. Querían servir a su rey

Ellos salieron y sabían que era una tarea, misión imposible, dijeron *okay, vamos hacerlo porque amamos a nuestro rey, vamos hacerlo juntos nosotros tres, que no sea de uno solo la gloria, vamos hacerlo unidos y que sea para Dios la gloria, pero no importa* dijeron *vamos a servir*.

Y nuestro servicio a Dios, cuando aún nosotros podamos pensar en algo pequeño o insignificante, a los ojos de Dios es grande.

Dios quiere, yo creo, que cada uno de nosotros estemos dispuestos a servir, no importa cuál sea el trabajo, no importa cuál sea la tarea, decirle al Señor *Señor yo este año quiero servirte más* *¿qué talento, que don tengo, en donde puedo servirte más, en donde puedo participar? Pero yo quiero servir más, servirte más*

Servirle más a nuestro Dios porque él nos ha amado, servirle más a nuestro Dios de voluntad. Ellos no fueron ordenados, no dice ni siquiera la Biblia que fue una orden en donde David dijo *a ver, ustedes tres vayan y hagan lo que yo quiero* no, sino que él dijo pensando con vehemencia y él dijo “¡Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!”, y lo hicieron, ni siquiera era una orden, ni siquiera era un mandamiento, cuando ellos regresaron y el rey vio la garrafa de agua; ¿de qué color venía?, porque la sangre de ellos había caído allí adentro, uno le dio un machetazo y chorrearon sangre hacia la garrafa y trajeron esa garrafa y se la dieron al rey, se la dieron al rey David y el rey dijo *no puedo tomar la sangre de los alientes que han ido con su vida para traer esto* ¿y qué hizo? La derramó a Jehová.

¿Y cuando la derramó a Jehová los valientes echaron berrinche?

No, no se enojaron, sino lo hicieron porque lo hicieron para Dios ese servicio, era para Dios. A veces cuando nosotros hacemos algo para el hombre y el hombre no me paga bien, me enojo, pero cuando lo hacemos para Dios todo va a estar bien porque sabemos que lo hacemos para Dios, cada cosa hermano/a que hagas para servir en este año hazlo para Dios. No lo hagas para el Pastor o para alguno de los encargados, no lo hagas para nadie, hazlo para Dios porque Dios paga bien.

Estos hombres dieron de corazón, y cuando vieron que el rey derramó el agua dijeron quizá *nosotros lo hicimos para Dios porque queríamos agradarle, porque queríamos crecer juntos, porque queríamos servir a Dios, por eso lo hicimos*

Nuestro tema en este año es “Amar, servir, y creced”

Cada uno de nosotros podemos amar más, podemos crecer espiritualmente, y podemos servir a Dios, podemos servirle a él de manera unida cada uno de nosotros. Ore al Señor y dígale eso al Señor.

  •   Amaban a su rey
  •   Estaban creciendo juntos
  •   Querían servir al rey