Amad a Dios

Pastor Arturo Muñoz

Romanos 8:28-39

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

36 Como está escrito:

Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;

Somos contados como ovejas de matadero.

37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”

La manera en que el Señor Jesús le estaba haciendo esta pregunta a Pedro era más allá de simplemente un amor de amigos, el amor fileos, sino el Señor Jesús quería saber si Pedro tenía un amor ágape, un amor verdadero hacia Dios, hacia Cristo. Y le hace esta pregunta tres veces “¿Pedro me amas?”.

Yo creo que cuando leemos Romanos 8 y nos damos cuenta del amor tan grande que Dios tiene para nosotros, la respuesta única que debería de haber de parte de nosotros hacia Dios debería de ser *Sí Señor, yo te amo porque tu me amas a mí de una manera tan grande yo te amo a ti.*

Romanos 8:38-39

“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Hermano la muerte nos acerca más a Dios porque vamos a estar más cerca de su presencia, es por eso que el cristiano no tiene ese miedo al morir, ciertamente tenemos miedo al cómo vamos a morir pero sabemos eso como dijo Pablo que “para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia” porque sabía Pablo que si nosotros morimos vamos a estar delante de la presencia de Dios.

También dice que ni lo más fuerte que este mundo haya encontrado, nadie que tenga el más absoluto poder nos puede separar del amor de Dios.

Luego dice que ni lo que hay ahorita ni lo que viene allá nos puede separar del amor de Dios. Pablo continúa diciendo que el amor de Dios es más vasto que para cubrir este universo, dice Pablo que no nos podemos salir del amor de Dios.

De tal manera que el amor de Dios es un amor infinito, es un amor tan grande, el amor de Dios es eterno.

Jeremías 31:3

“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.”

1 Juan 4:19

“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.”

El amor de Dios es un amor que él me demostró primero a mí.

Si hay alguien que no merece el amor de Dios somos nosotros; porque somos pecadores, porque nos portamos totalmente mal cada día, no merecemos su misericordia, no merecemos su perdón, le damos la espalda todo el tiempo, tanto que él hace por nosotros y aún así nosotros nos descarriamos cada cual siguiendo su propio camino.

Hermano somos como trapos de inmundicia, cada cosa que hacemos le fallamos, fracasamos, no somos dignos de su amor, no somos dignos de su misericordia pero hermano Dios te amó, Dios me amó que envió a Su hijo Cristo para morir por nosotros en la cruz por nuestros pecados, él nos amó primero.

1 Juan 4:9

“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.”

Dios es amor y Jesús le pregunta a Pedro, “¿Pedro me amas?”.

Si usted hubiera estado allí en ese lugar donde el Señor Jesús le pregunta a Pedro “¿Pedro me amas?” y Dios le preguntara a cada uno de nosotros lo mismo ¿Cuál sería nuestra respuesta? ¿Qué le diríamos a Él?

*Sí Señor yo te amo, mira ya estoy aquí en la iglesia/ Sí Señor yo te amo, di $10 en la ofrenda/ Sí Señor yo te amo, leí un capítulo en toda la semana/ Sí Señor yo te amo, hace 2 años compartí a Cristo y le hablé a alguien más*

¿Cómo es que podemos nosotros realmente decirle *yo te amo Señor* si el amor de Dios él lo demostró?

1 Juan 4:9

“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros,…”

Esta es la manera en que Dios nos demostró a nosotros, no solamente Dios me dijo *te amo y ustedes son pueblo mío amado*, pero él lo demostró.

Y nosotros pudiéramos decirle a alguien, a nuestro ser más querido, a nuestra esposa “yo te amo”, pero con nuestros hechos lo puedo negar.

Yo le puedo decir a mi esposa por la mañana “yo te amo tanto” y durante el día serle infiel y ella ver mi infidelidad, al siguiente día decirle “cuánto yo te amo” y durante el día serle infiel, ¿Va a pensar ella que la amo? Por supuesto que no.

Porque mis hechos, mis acciones, la manera en que yo estoy demostrando que la amo van completamente en contra de lo que yo le estoy diciendo.

Podemos nosotros decir *cuánto amo a Cristo/ cuánto amo a Dios* ¿pero cómo están tus acciones herma no? ¿Cómo le estás demostrando a Dios que realmente lo amas?

Cuando estamos nosotros enamorados estamos dispuestos nosotros a hacer cualquier cosa, con tal de ganarte el amor de tu preciosa. Cuando estamos enamorados estamos dispuestos a hacer cualquier cosa; acuérdate hermano tú tratando de conquistar el amor de ella, era lo máximo para ti el pensar en ella, respirabas y deshacía tu corazón y te morías, no había nada más importante; no nos dábamos cuenta del dolor, de problemas, estabas tan endeudado, tan enfermo, estabas quizás en el hospital, pero con el simple hecho de pensar en ella… tú estabas enamorado.

Dolor, problemas y situación por más difícil que había cuando uno está enamorado no importa nada, porque lo que más importa en ese momento es ella.

Ahora te duele comprarle un ramo de rosas, pero cuando estabas enamorado sacabas y lo comprabas, porque no te dolía nada, porque estabas enamorado.

-Recuerdo que llegó un 14 de Febrero, estábamos en Estados Unidos, estaba en California tratando de ganar el amor de ella era el mero 14 y yo dije “pues en México cuestan $50 un ramo de flores” pero entré a la florería y costaban $60 dólares, yo dije “¡¿Qué?! Pues de qué están hechas” estuve tratando de que me hicieran un descuento, que no me veían el nopal en la frente, que estaba casi casi de mojado, pero no me quisieron hacer el descuento, tuve que pagarlo; en ese momento no me dolió porque dije “Son para Nicole”. Ahora ya me cuesta un poco más comprarle, pero cada mes trato de comprarle un ramo de rosas, chocolates…

Hermano si estás enamorado debes de demostrarlo.

Cuando alguien está enamorado nuestro corazón late más fuerte cuando estás junto a esa persona. Antes el hombre llamaba, ahora las mujeres ya se están pasando, papá enseña a tus hijos y especialmente a tus hijas a darse a respetar.

Pero cuando yo le llamaba mi corazón empezaba a latir más fuerte, cuando ella estaba al lado de mí mi corazón se derretía y cuando ella me escribía o yo le escribía y me decía algunas palabras de “no hay nadie como tú / quiero pasar todos los días contigo/ no puedo esperar hasta que nos casemos”

Notitas que escribía.

Nuestro corazón late más fuerte cuando estás junto a esa persona de la cual estás enamorado, el tiempo se pasa bien rápido.

Nuestra primera cita, nos escribimos por dos o tres meses pero finalmente en noviembre de 1998 fue el cuarto lunes de noviembre que yo llegué, estaba la iglesia, la escuela cristiana, el Pastor me invitó a comer, comimos juntos y hasta le canté, luego llegó el jueves día de acción de gracias y el viernes le dije que me gustaría salir. Le pedí permiso al Pastor, hablamos y coordinamos a dos chaperones, en la mañana salimos con un hermano y su esposa, salimos como por 5 horas, regresamos y ya teníamos coordinado el segundo set de chaperones como por otras 5 horas; nuestra primera cita formal duramos como 10-12 horas. Pero esas 12 horas dije “que rápido se fueron”. Lo que estoy diciendo es que cuando estás enamorado el tiempo se pasa bien rápido.

Vienes a la iglesia y dices *ya estoy cansado, vámonos*, pero si amas a Dios yo creo que el tiempo va a pasar bien rápido; cuando estás enamorado no importa si estás en la calle y tú estás pensando en ella, pasa un autobús y te encharca con lodo, no te importa, para ti es como si fuera chocolate sobre ti, lo disfrutas; ves a las plantas todas marchitas y las ves bonitas, ves el paisaje, los árboles, el grafiti y todo cambia.

Aún, yo le he predicado a los jóvenes, que hay un peligro en el enamoramiento, porque muchas veces en nuestros días el enamoramiento es sensual, el enamoramiento no es de corazón, sino sensual y carnal. Vas con esta muchacha y le dices *está mal, mira este muchacho no trabaja, no hace nada, es un engreído, el día que te cases con él te va a lastimar y se va aprovechar de ti* ¿y qué dice ella? *No me importa* aunque le digas que está bien feo ella dice *está bien guapo*. Estamos en el enamoramiento, a veces perdemos la razón, el sentido y no tomamos buenas decisiones.

Dios quiere que estemos enamorados de él con ese primer amor, Dios quiere que regresemos y le digamos “Señor te amo” y que todos los días le digamos a él “te amo”; muchas veces aún criticamos a los pentecostales pero hermano demuestra que le amas, dile a Dios “Señor te amo por lo que has hecho por mí, por cuánto tú me amas”.

1. El amor hacia a Dios es un mandamiento

Deuteronomio 6:5

“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”

Hermano estamos constituidos con un alma, un espíritu, un cuerpo y Dios quiere que con ese cuerpo tú le ames con todas tus fuerzas, Dios quiere que con toda tu alma tú le amas y Dios quiere que con todo tu corazón tú le ames, que tú uses todo tu ser, que no sea simplemente de todas tus fuerzas y algo emocional, que no sea de toda tu alma algo espiritual, que no sea de todo tu corazón, sino que sea simplemente nuestro amor solamente para Dios.

Dios es un Dios celoso y Dios quiere que solamente tu le ames a él, no tengas  a nada más arriba de Dios, nuestro amor por Dios debe de ser absoluto, Dios nos manda y nos dice

Deuteronomio 6:5

“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”

Mateo 22:37

“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.”

Dios quiere que le ames pero no quiere que le ames solamente porque es un mandamiento, ¿por qué un mandamiento? Ahora, Dios ciertamente nos da un libre albedrío, Dios dice *tú puedes decidir si me quieres aceptar tienes vida eterna en el cielo, si me quieres rechazar allá está el infierno* pero una vez que eres su hijo Dios dice *ámame*, Dios quiere que le amemos, Dios no pide mucho, simplemente dice *ámame porque yo te he amado/ ámame porque yo te he demostrado que te amo/ ámame por todo lo que yo he hecho por ti* y Dios nos da este mandamiento.

2. Nuestro amor por él se debe demostrar con nuestras acciones

Juan 14:15

“Si me amáis, guardad mis mandamientos.”

*Si realmente me amas, si realmente tú dices que yo soy tu Padre y tú eres mi hijo, guarda mis mandamientos*

Sus mandamientos dice la Biblia, no son gravosos, no son pesados, no son una carga, si tú realmente le amas guardarías sus mandamientos.

Si la salvación fuera por obras qué no haríamos, si la salvación fuera por buenas obras y Dios me dijera *tienes que ir a la Meca, o a Jerusalén/ tienes que dar $350 mil/ testificar a 5000 personas* y tienes que hacer esto, y esto y cuando tú cumplas todas estas cosas entonces tienes salvación. Hermano ya Dios nos ha dado salvación, vida eterna a través de Cristo; Dios no nos pide nada, él nos ha salvado pero deberíamos por agradecimiento nosotros decirle al Señor *Gracias porque me das la vida eterna, la salvación; un día voy a estar delante de tu presencia, no hay nada que yo pueda hacer para pagarte*. Tú me pides que sea fiel, voy a ser fiel; tú me pides que vaya a la iglesia, voy a la iglesia, tú me pides que ame a mi esposa, la voy amar.

Juan 14:21

“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.”

De tal manera que mi amor por Dios se tiene que demostrar a través de mi obediencia, de mis acciones y de guardar Su palabra y de hacer lo que él me pide.

3. El amar a Dios es una prioridad

Dios dice *ama a Dios, y luego ama a otros, luego ámate a ti*

Pero vivimos en un mundo muy egoísta, egocéntrico, donde la primer persona, la más importante soy yo. Tenemos niños que desde muy pequeños crecen tan egoístas, tan llenos de sí, que a los 5 años no les importan los demás, empiezan a golpear y hacer lo que ellos quieran, empiezan a exigir, lo único que merecemos es el infierno. Pero nuestros hijos están creciendo tan egoístas pensando que el mundo y el universo dan vueltas alrededor de ellos, pero no.

El más importante tiene que ser Dios y tenemos que enseñar a nuestros hijos que primero sobre todas las cosas es Dios; *¿Pero mamá, papá, yo qué?*, *Si, tú eres importante, pero primero Dios* Dios es primero, en este hogar vamos adorar a Dios, vamos a ir a la iglesia, vamos a ser fieles a Dios.

Que nuestros hijos sepan que para nosotros Dios es primero.

Pero cuando hay unos XV años, ¿A dónde vamos? *a la iglesia ahorita no*; cuando hay un partido de fútbol, ¿quiénes van a demostrar que Dios es primero? *Ay Pastor un jueguito, cada 4 años* si, pero hay que demostrarle a nuestros hijos, es la oportunidad. Es muy fácil demostrarle a nuestros hijos que Dios es primero cuando no hay fútbol, pero es una gran oportunidad de demostrarle a nuestros hijos que Dios es primero cuando hay fútbol, cuando hay boda, cuando hay unos XV años, que quiere atraer el mundo y decir *saben qué hijos, Dios es primero*

Filipenses 3:7-8

“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.

8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,”

En Juan nos dice que quien ama más a padre o a madre no es digno de él; y lo que Jesús estaba tratando de decir no era *odia a tus padres* pero lo que Dios estaba tratando de decir es que nuestro amor para Dios fuera tal que pareciera que no nos importan nuestros hermanos, ni nuestros padres, ni nuestros hermanos, ni nuestra mamá, ni nuestros familiares ni nada más porque yo le amo a Él, es lo que Dios quiere que nosotros entendamos.

Que si Dios por ejemplo me dice, y esto me lo dijo un misionero “Pastor yo no entendía este versículo hasta que llegamos al campo misionero”

Mateo 10:37

“El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;”

“Porque nuestros padres quieren que regresemos” y nosotros les tenemos que contestar “no podemos porque estamos haciendo la obra de Dios que nos ha mandado a este país tan inhóspito, porque Dios nos ha mandado aquí, nosotros le amamos a Él más que a ustedes.”

El amor a Dios debe ser nuestra prioridad.

El primero sobre todas las cosas, no podemos amar a nadie más. Dice la Palabra de Dios que cuando el pueblo de Israel entró a la tierra prometida y ellos empezaron a amar a esos dioses el corazón de Dios se quebrantaba y él los trataba de traer otra vez hacia sí pero ellos le daban la espalda a Dios; y eso se escribió como ejemplo para nosotros. Cuántas cosas nosotros amamos más que a Dios muchas veces; el dinero, las cosa materiales, nuestra ropa, nuestros zapatos, mi carro, mi casa, mis joyas, mi laptop.

A algunos nos duele cuando compramos algo, lo traemos allí y es nuestro bebé, no queremos que nadie lo agarre ni lo toque porque es nuestro. Pero cuántas veces tenemos cosa tras cosa, tras cosa que amamos más que a Dios.

La política. Empezamos a amarla más que a Dios, nuestros intereses y a lo que a mí me gusta más lo ponemos primero y a Dios después, nuestro trabajo lo ponemos primero y a Dios después, nuestra escuela, la ponemos primero y a Dios después, nuestros hijos los ponemos primero y a Dios después.

¿Cómo? Dios dice que disciplines a tu hijo, es un berrinchudo, es un malcriado, egoísta y dices *No pero, los psicólogos me dicen que no le tengo que pegar* entonces estamos amando más a nuestros hijos que a Dios.

Quizás nuestras relaciones personales que con otros más que a Dios; amamos más nuestro dinero, nuestras pertenencias más que a Dios, pero Pablo dice que todas estas cosas las tengo por pérdida, no me importan, ¿Por qué sabes qué? Hermano, hermana un día nos vamos a morir y no nos vamos a llevar nada.

Lo único que te vas a llevar son las almas que ganaste para él, para su honra y gloria, y lo que también te vas a llevar son esas buenas obras que tú hiciste para él y que van a ser pasadas por fuego, y serán oro, plata o piedras preciosas, o se van a transformar en madera, heno y hojarasca y entonces eso es lo que le vamos a ofrecer a Dios, ¿Qué le vas a ofrecer a Dios? Madera quemada, carbón, cenizas… o le vas a traer a Dios todas estas cosas que hiciste porque le amabas a él.

Nuestro amor hacia él debe de ser una prioridad, y nuestro amor para él nos constriñe.

1. Su amor nos constriñe

2 Corintios 5:14

“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;”

Esto nos está hablando de una fuerza que nos lleva a hacer algo que yo no quiero quizás, algo quizás porque veo una gran necesidad.

Por ejemplo; hace 2 meses fuimos a Córdoba Veracruz, nosotros habíamos ido a un restaurante, comimos y nos llevamos las sobras, allí estaba una señora con sus tres niñitos muy humilde; eso provocó algo en mí, algo que me forzó a tomar una actitud y que me llevó a hacer algo. Me bajé del carro y le dije “Señora le quiero dar esto”, ella me miró y me dijo “No”, pensé wow ok, y me volví a subir al carro.

Pero hay ocasiones en que ese amor, esa necesidad nos lleva a hacer algo porque vemos que hay una necesidad.

Y cuando nosotros vemos el amor de Cristo en nosotros eso nos debería de llevar a hacer algo, ¿qué?

2 Corintios 5:15

“y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.”

Su amor te debe de llevar a amarle más a él. Su muerte allá en la cruz, lo que él hizo allá en la cruz nos tiene que llevar a decir *wow, él me pide que haga esto ¿por qué yo no lo voy hacer?*

Hebreos 12:2-3

“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.”

Yo no sé si alguna vez has derramado lágrimas al pensar lo que Jesús hizo por ti; derramó su sangre, fue crucificado, dejó que le pusieran una corona de espinas, fue abofeteado, le arrancaron su barba, se burlaron de él, le humillaron a él.

Hermano no te canses, considera lo que él hizo por ti, no te canses, reconoce, considera, piensa en lo que Jesús hizo por ti y cuando tú vayas a hacer algo que sea en contra de la voluntad de Dios piensa en lo que él hizo por ti, en el sacrificio que él hizo por ti, en la sangre que él derramó.

Cuánto amor él ha dado por ti para que tú hagas tal cosa.

Romanos 8:28

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

Hay una bendición cuando nosotros amamos a Dios.

Cuando tú amas a Dios y algo sucede en tu vida, tú no le vas a echar la culpa a Dios, cuando tú amas a Dios y pones todo esto en las manos de Dios, Dios te va ayudar a bien, cuando tú amas a Dios y aún muchas veces cuando metemos la pata, nos metemos en problemas, después estamos allí chillando, llorando y pidiéndole perdón; pero dice que cuando tú amas a Dios todas las cosas les ayudan a bien.

A lo mejor ahorita estás pensando que fue para mal, pero de la misma manera que José respondió a sus hermanos; sus hermanos le dijeron a José *perdónanos porque te vendimos, perdónanos porque te hicimos esto* y José dijo que todo esto Dios lo encaminó para bien, para salvar a su familia; porque yo amo a Dios dijo José, él encaminó todo esto para bien.

A lo mejor ahorita no lo ves, a lo mejor ahorita no te das cuenta, pero porque tú amas a Dios y sigues amando a Dios, no decaigas de amar a Dios; Dios al final se va a probar fiel hacia ti, hacia nosotros; Dios solamente dice *aguanta, sígueme amando, no me odies, no me des la espalda, no dejes de creer en mí, no dejes de tener tu fe en mí, sígueme amando.* y si nosotros le seguimos amando dice la Biblia que todas las cosas te ayudan a bien.

Por más fuerte que sea esa enfermedad o ese problema, nada de eso va a importar porque un día vamos a estar delante de Su presencia.

Juan fue decapitado, podríamos decir *¿cómo fue que Dios dejó que Juan fuese decapitado?* pero yo creo que Dios tenía unos planes mayores en la vida de Juan.

Y quizás Dios diría *sabes qué Juan, el cielo puede ser más dulce con tu presencia, ven para acá*

Simplemente Dios llamó a Juan a Su presencia; quizás los discípulos dijeron *¿pero por qué?* pero Dios tenía mejores planes para Juan.

Ama a Dios, no le des la espalda a él, dile que le amas todos los días en tu oración, dile *Oh Señor cuánto yo te amo, gracias por amarme tanto*

  • Demuestra que le amas.
  • Dios quiere que con toda tu alma tú le amas.
  • Mi amor por Dios se tiene que demostrar a través de mi obediencia.
  • El más importante tiene que ser Dios.