Rut: Una historia de gracia

Rut 1:1-5

1 “Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos.

2 El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí.

3 Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos,

4 los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años.

5 Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido.”

Rut es uno de dos libros en la Biblia que se basan en el personaje de una mujer. Tenemos el libro de Rut y el libro de Ester. Rut es una historia de gracia. Quiero hablar de la historia de gracia revelada y mostrada hacia una mujer moabita. De hecho la frase Rut la moabita se menciona cinco veces. Se menciona en Rut 1:22; en Rut 2:12; en Rut 2:21; en Rut 4:5; y en Rut 4:10 cuando se está casando con Booz dice Rut la moabita. Cinco veces y cinco se relaciona con la gracia de Dios. Dios está diciendo: “esta es Rut la moabita, pero ya no más, ahora es Rut, la esposa de Booz.”

Este libro nos recuerda la gracia de Dios que se extiende a una persona, a una mujer extranjera del pueblo de Dios. 

Rut es el octavo libro de la Biblia. Antes, se encuentra el libro de Jueces y este libro nos habla acerca de la apostasía del pueblo de Israel, cuando los hijos de Israel se apartan de los caminos de Dios y de la obediencia de Dios y terminan en depravación. Cada vez que había un problema, el pueblo de Israel clamaba a Dios. Dios enviaba a un juez y a pesar de todo esto, los israelitas se continuaban alejando de Dios. 

Los últimos capítulos del libro de Jueces nos hablan de la corrupción espiritual y de la corrupción social. Cuando una nación camina por el sendero de la corrupción espiritual, siempre culminará en una corrupción social. El libro de Jueces termina en algo triste, peleando el pueblo de Israel con los hijos de Benjamín y vemos como veinte cinco mil de los israelitas terminaron muertos. El libro de Jueces termina en tristeza. 

Después del libro de Jueces tenemos el libro de Rut y después de Rut tenemos el los libros de Samuel. Estos libros de Samuel nos hablan no de la decadencia de Israel, sino de la ascendencia de Israel. Samuel nos detalla los acontecimientos de cómo David asciende al trono y ahora es rey. También nos relata cómo este hombre, ungido por Dios, lleva al pueblo de Israel de regreso a los caminos de Dios. Samuel concluye con el rey David en su trono, disfrutando de paz, con un reino unido. De tal manera que el primero y el segundo libro de Samuel terminan con gran gloria, traen alabanza a Dios

La única manera de cómo una persona puede ir de apostasía a alabar a Dios, es a través de la gracia de Dios y ahí en medio encontramos el libro de Rut.

Es interesante ver que el libro de Rut y la historia de una mujer gentil se encuentra entre estos dos libros que nos habla acerca de la historia de los judíos. Rut no era judía, era moabita y hay entonces una similitud entre esta moabita gentil y nosostros porque no somos judíos, somos gentiles. Israel, durante el libro de Rut estaba en un periodo donde no tenía rey. Rut 1:1 dice: Aconteció en los días que gobernaban los jueces, Aún no tenían un rey. La historia de Rut está sucediendo al final de los capítulos de los libros de jueces, antes de que David entrara como rey. Aun cuando Dios estaba cuidando de Rut, él aún no era reconocido como el rey de Rut. Un día el verdadero Mesías vendrá y reinará, reinará en la nueva Jerusalén y cuando ese día llegue, los judios gozarán de completa paz.

Mientras tanto, Dios por su sublime gracia está llamando a la novia gentil sacándola de Moab para unirse a su hijo, el redentor de Israel, Booz. Booz es el redentor. Booz es el que redime. Dice Efesios 2:8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; La palabra de Dios dice que la única manera en que podemos ser salvos es por la gracia de Dios. No hay nada más que nos pueda salvar. La iglesia, la religión, nuestras buenas obras, el tratar de vivir una vida separada y santa, el bautismo, el guardar ciertas cosas no nos pueden salvar; solamente es a través de la fe y por la gracia de Dios en nosotros que nos puede dar salvación.

Dice 2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. ¿Cómo podemos estar en cristo? A  través de su salvación. El versículo dice De modo que si alguno está en Cristo,No dice: en esta religión, en este bautismo, no dice guardando estas cosas, si no que nos dice que si estamos en Cristo somos nuevas criaturas, las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. En el libro de Rut encontramos que cuando finalmente Rut se casó con Booz todas las cosas son hechas nuevas. 

En cada capítulo del libro de Rut podemos ver la gracia de Dios y cómo se hace palpable para aquellos que buscan de Su gracia.

1. Su Gracia Satisface

Noemi salió con su esposo Elimelec. Se dieron cuenta que en Belén de Judá se estaba acabando el pan y en vez de acordarse de Dios, quien suple, Elimelec tomó una mala decisión y se fueron a los campos de Moab. Y cuando perdemos el trabajo, el negocio, la salud, en vez de recurrir a Dios vamos y decimos “Allá hay un trabajo, no importa que sea robando carros”, “Me voy a E.U aunque me aparte de mi familia y de Dios” y nos olvidamos de Dios  y Elimelec se estaba olvidando de Dios. Pero al final del capítulo 1 podemos ver que Noemí perdió a sus dos hijos: Mahlón y Quelión y a su propio marido. Después de diez años estando en los campos de Moab dijo: “Ya no puedo más, voy a regresar a mi tierra” y Rut decidió regresar con ella.

Podemos ver que la gracia de Dios satisface cualquier necesidad. Dios estaba diciéndole “Regresa a mí porque yo te puedo llenar, te puedo ayunar.” Y después Noemí dice que la llamaran Mara porque estaba en amargura y ¿quién no? Cuando nos apartamos de Dios podemos llegar a amargarnos y decir: “Dios, ¿por qué me has dejado?” Pero no es Dios, somos nosotros que nos apartamos de él y tomamos pasos hacia el mundo y después queremos echarle la culpa a Dios y nos amargamos y Dios nos dice: “Sé que pecaste, que has perdido todo, pero mis brazos aún están abiertos para recibirte.”

Dice Jeremías 31:14 Y el alma del sacerdote satisfaré con abundancia, y mi pueblo será saciado de mi bien, dice Jehová. Cuando Dios nos da, nos bendice de más y él satisface con abundancia. Dice el versículo 25 Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida. Jeremías 31 se parece mucho a lo que sucedió con Rut, una mujer gentil y gentil es aquel que no es judío. Rut no era judía. Noemí era judía, Elimelec, Mahlón y Quelión eran judíos. Mahlón se casó con Rut, quien no era judía, y como ella no era judía tenía sus propios dioses. 

Esta familia conocía a Jehová, adoraban a Jehová y se fueron a vivir a un pueblo extraño que tenía sus propios dioses. Entonces murió Elimelec, Mahlón y Quelión; y después de diez años Noemi dice que tenía que regresar, y regresó toda triste y dice Rut 1:16 Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.Cuando regresaron se dieron cuenta de que Dios estaba ahí para recibirlas y Dios estaba ahí para cuidar de ellas y llenarlas de bendición y no dejarlas. La gracia de Dios no nos deja. La gracia de Dios nos satisface, nos llena y siempre ha estado ahí.

2. Su Gracia Sustenta

Rut 2:8 dice: Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas.Rut regresó con su suegra y ella tomó la iniciativa de trabajar y como ella era gentil, no podía entrar a trabajar nada más porque sí, pero lo que si podía hacer como extranjera, era seguir a las personas que recogían en los campos y lo que caía de los manojos, ella lo podía recoger, pero lo que normalmente se daba es que si había siervos espigando y recogiendo y veían un extranjero, no dejaban nada para el extranjero.

Entonces Booz vio a esta joven y le dijo: “Rut, quédate en mis campos. Me voy a asegurar que nada te falte porque he escuchado lo que tu has hecho, he escuchado cómo has ayudado a tu suegra y yo he dado órdenes a mis siervos que dejen algo para ti.” Y vemos la gracia de Dios que sustenta. La gracia de Dios siempre está ahí.

Podemos ver cómo Dios estaba dirigiendo a esta mujer, trayendola desde los campos de Moab, desde una tierra extranjera a Belén de Judá y llevándola a estos campos donde había bendición porque Su gracia sustenta.

Cuando regresamos a él, vamos a ver de su bendición, de su sustento. Salmos 17:5-7 dice: Sustenta mis pasos en tus caminos, Para que mis pies no resbalen. Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios; Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra. Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra, De los que se levantan contra ellos. Dios nos sustenta, Dios nos provee, nos da y si llegamos a resbalar, Dios nos levanta y nos ayuda.

3. Su gracia Soluciona

Rut 3:13 dice: Pasa aquí la noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Descansa, pues, hasta la mañana. Booz le estaba hablando de otra persona, de otro pariente que por cuestión de que Mahlón había muerto y había sido esposo de Rut y tenía tierras, quien podía rescatar esas tierras era el pariente si se casaba con Rut. Y Booz le dijo “A mí me gustaría redimirte, pero yo no me quiero casar por las tierras que tienes, sino por lo que tú eres, porque yo tengo muchas tierras, no me estoy casando por conveniencia sino por lo que tu eres.” Booz estaba dispuesto a casarse con una moabita y vemos que en ese “problema” porque el pariente había dicho que sí y Booz le dijo que también se tenía que casar con Rut y el pariente dijo “No, no me conviene, no lo puedo hacer.” El pariente no trae la solución.

Ese pariente representa: Buenas obras, la iglesia, un bautismo, lo que no nos puede salvar. Ese pariente no puede traer la verdadera salvación. La gracia de Dios es quien trae solución a nuestro pecado y a nuestra vida desviada y en depravación. La gracia de Dios es la respuesta. Hemos escuchado que Cristo es la respuesta. Juan 14:6 dice que él es camino la verdad y la vida y nadie viene al Padre sino es por él. No hay otra solución.

A lo mejor tú dices que vas a confiar en tu religión, pero esa no es la respuesta. La única solución es Cristo y cuando nos salva no lo hace por conveniencia, porque tú y yo no tenemos nada. Dios nos salva porque él puede. Él es la solución a todos tus problemas.

4. Su Gracia Salva

Rut 4:8-9 dice: Entonces el pariente dijo a Booz: Tómalo tú. Y se quitó el zapato. Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy, de que he adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón. Y que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy.

En el momento en que Booz se casó con Rut, él la hizo parte de su familia. Le dio todo lo que él tenía, aún redimió todo lo que se pudo haber perdido si ella no se hubiera casado con él y hay tanto que tú y yo perderíamos si Jesús no nos hubiera salvado. Hubiéramos perdido nuestra alma en el infierno, hubiéramos perdido el gozo de ser hijos de Dios, hubiéramos perdido la relación tan estrecha que ahora podemos tener con él porque él es nuestro Rey. De tal manera que Su gracia salva. 

Podemos ver en este último capítulo de como Rut es redimida y parece algo tan sencillo. Rut viene de allá, trabaja, le echa ganas y Booz le dijo que tenía una solución y al final se casaron pero todo esto cuenta la historia que tú y yo ya hemos pasado.

Si tú no has sido salvo, estás aún en Moab, y Dios te dice que aquí hay salvación, que él puede satisfacer tus necesidades, él tiene la solución, él tiene la salvación.

2 Timoteo 1:8-9 dice: “Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,”  Su gracia fue extendida hacia nosotros antes de los tiempos de los siglos, y antes del mundo la gracia de Dios ya estaba disponible para cada uno de nosotros y ahora tenemos la bendición de ser atraídos hacia la casa de pan y ver que Dios puede proveer, que Dios es nuestra respuesta y solución y ver que Dios nos puede salvar.

Rut es como una telenovela. Ella viene de una vida destrozada, quebrantada, afligida y llega a Belén de Judá y quien se hubiera imaginado que Rut se casa con Booz y tienen un hijo: Obed. Obed tiene a Isaí; Isaí tiene a David de donde en la genealogía, Rut es parte del rey David y del Mesías. ¡Quién se hubiera imaginado que Rut iba a ser usada en gran manera!