Remedios públicos que no pueden transformar a nuestros hijos

Proverbios 22:15

La necedad está ligada en el corazón del muchacho; 

Mas la vara de la corrección la alejará de él.” 

Lo que hemos estado mirando es que cada uno de nuestros hijos tienen un problema del corazón, tienen un corazón lleno de egoísmo, de peleas, de autoridad, y los hijos no nacen diciéndonos que les demos reglas, que les enseñemos que comer y que no. Tú como mamá le cocinas y no lo quieren, y lo que entendemos es que eso no es entrenado sino que es natural en ellos, el detestar la autoridad, el ser independientes cuando aún no están listos y rebelarse en contra de cualquier autoridad, porque la necedad está ligada en su corazón, y si el problema es del corazón, un remedio externo nunca va a funcionar para enderezarlos, ni para hacer discípulos para Cristo

En los hogares los padres usan varias herramientas que son vanas y no pueden cambiar a un ser humano. Hay padres que si sus hijos hacen berrinches usan juguetes o recompensas para poder callar al niño en el momento y eso ha cambiado su conducta pero no su corazón, de hecho le han enseñado a hacer berrinche la próxima vez. Hay otros que usan culpa sobre los hijos “¡Ay! mi vida era tan fácil, antes de que tú nacieras.” Eso puede callar al muchacho o a la señorita en el momento por la vergüenza que sienten, pero no es capaz de tratar con su corazón. También hay padres que usan ridiculizar a los hijos, se burlan y si, es bonito bromear de vez en cuando pero en momentos cuando nuestros hijos están en rebeldía o están muy tristes por algo que ocurre en esa etapa de su vida, no es momento de ridiculizarlos o minimizarlos ¿Eso puede callarlos? Sí, pero no puede cambiar su corazón.

Lo que cada ser humano necesita experimentar es un cambio de corazón y hay padres que dentro de la casa están usando: juguetes, la tele y muchas cosas pero no están tratando con el corazón. Hay cosas dentro de la casa, cosas personales que no van a funcionar para cambiar un corazón y ahora vamos a enfocarnos en cosas fuera de la casa que los padres piensan que van a cambiar el corazón de sus hijos y vamos a mirar algunas cosas.

Un muchacho cristiano fue con su familia a una gran conferencia de la familia en E.U. El pastor que daba la predicación era grandemente conocido como consejero. Otro muchacho estaba sentado al lado de él y era un joven que no mostraba interés en nada de lo que el predicador estaba diciendo. Mientras uno estaba absorbiendo toda la enseñanza, el otro no estaba prestando atención y de repente el joven que no prestaba atención le da un codazo al otro y le dice: “Si mi papá, quien es el predicador supiera que no creo nada de lo que está diciendo, se sorprendería.” El hijo del que estaba dando la enseñanza estaba diciendo básicamente “Yo no estoy de acuerdo” ¿Estaba ese muchacho en un buen ambiente? Sí. Estaba en un hogar cristiano, pero con un corazón malo, estaba en una conferencia que hablaba acerca de cómo liderar una familia, de cómo tener un hogar cristiano, estaba en un buen ambiente. El ambiente no era el problema, el corazón era el problema y nosotros debemos de considerar estas cosas. 

El ser humano, los hijos de hasta cristianos, de misioneros de pastores, necesitan experimentar lo que es regeneración, un cambio de corazón porque si nosotros pensamos que cambios de ambiente fuera de nuestra casa son suficientes para transformar a nuestro hijos nos estamos engañando.

Hay herramientas en el mundo que el ser humano trata de usar para transformar a otros pero que simplemente no funcionan. Vamos a mirar la psicología, la religión, el gobierno y sus leyes y la educación secular. Son cuatro cosas que están fuera de nuestra casa que los padres dicen que eso va a cambiar a sus hijos y simplemente no pueden hacerlo, porque el único que puede cambiar y transformar un corazón es el Señor Jesucristo.

Desde que el mundo se fundó hubo un árbol de ciencia del bien y del mal. Eva tomó de ese árbol pensando que la sabiduría que le diera ese fruto la iba a mejorar como ser humano porque el diablo les había predicado el evangelio humanista “Seréis como Dios” esa fue la tentación y Eva comió de eso y le dijo que ya no iba a estar sujeta a reglas y normas sino que ella podría hacer las reglas y podría mejorar a través de hacer su propia ciencia y hoy en día eso no ha cambiado. El ser humano trata de inventar maneras psicológicas de cambiar el mundo. 

Pablo vivía en ese entorno, en un mundo dominado por Roma pero influido todavía por Grecia y todos sus filósofos. Muchos de ellos tenían malos pensamientos. Uno de esos era de que el hombre es el cenit y la mujer basura y eso no es correcto porque ambos llevan la imagen de Dios. Otra cosa que los griegos pensaban era que todo lo que era invisible o espiritual era bueno y todo lo material o físico era malo, pensaban que el cuerpo mismo era malo, por eso cuando predicaban el evangelio a los griegos no lo aceptaban porque no podían aceptar que Dios se había encarnado y se había hecho un ser humano. Ellos tenían su propia manera de liderar su sociedad y hogares por eso Pablo dice en Colosenses 2:8-9 “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, Está diciendo que en Cristo Jesús a través de su muerte, su sepultura, y su resurrección, el ser humano tiene todo lo que él necesita.

Recuerdo a un hombre de mi país que tenía una propiedad, él era un beisbolista pero jubilado y compró una propiedad y en esta, sin saber hubo un montón de diamantes bajo la superficie y cuando él compró solo vio un terreno pero no entendió todas las riquezas que estaban en esa tierra y Pablo está diciendo a los colosenses que muchos de nosotros como cristianos ni sabemos lo que tenemos en Cristo. Él es perfecto, él es todo el amor que necesitamos, es toda la paciencia que necesitamos, él es toda la paz. Puedes buscar paz en una pastilla, puedes buscar descanso en una relación pero nunca vas a encontrar paz en esas cosas porque sólo Cristo es el príncipe de paz.

Hay un choque entre la Biblia y las ideas mundanas, hay un choque entre la sabiduría divina y la sabiduría humanista y la sabiduría humanista es lo que llamamos hoy en día psicología.

Hubo un famoso psicólogo llamado Sigmund Freud. Él pensaba que la única razón por la que un adulto tiene malos sentimientos de culpa es porque desde niño un pastor, una abuela, un papá, una maestra le impuso ciertas reglas y ahora que él no puede guardar esas reglas él se siente culpable como adulto. Freud creó la idea de que todos somos víctimas, de que tú no eres el problema, no eres el pecador, eres una víctima de las reglas de tu hogar y por eso te sientes mal como adulto. Hay otro llamado B.F. Skinner. Él tenía la idea de que el ser humano es un animal nada más que responde a su ambiente. Entonces estas cosas básicamente están enseñando a todo ser humano que nadie aquí es responsable de sus acciones, que todos son víctimas y que si pueden cambiar su ambiente puede cambiar su corazón y eso no es cierto.

La Biblia dice en el libro de Proverbios 20:9 ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado? Lo que la psicología ha hecho es que ha removido la culpa del ser humano y lo ha colocado en otros. Por eso tenemos una sociedad donde nadie quiere ser responsable de que alguien en Australia mató a diez personas y culparon al presidente Trump y él no disparó, él no es responsable, es la responsabilidad de la persona que lo hizo. 

La razón por la que digo esto, no es que tantos cristianos van a enviar a sus hijos con un psicólogo o que lo han hecho, sino que esto es algo que permanece en la sociedad hoy en día. Freud murió en 1939 y Skinner en 1990 pero sus ideas tienen décadas influyendo en nuestra sociedad y en todo han creado la idea de que tus malos sentimientos y mala vida es la culpa de alguien más, pero ¿la Biblia dice lo contrario? Claro que sí, porque ¿Adán y Eva fueron entregados y dados en un buen ambiente? Sí, el huerto de Edén era un lugar donde la belleza de la presencia de Dios estuvo, allí tenían responsabilidades, tenían un buen matrimonio. Dios les había dado un excelente lugar en donde estar pero ellos mismos dentro de ese ambiente corrompieron sus corazones. Un cambio de ambiente no pudo producir un ser humano humilde, amoroso, sacrificador, cristiano. Ahora, la psicología trata de decir esto: Si tú eres víctima, si te criaste en un mal barrio, vamos a moverte a uno mejor; si no tuviste acceso a buenas escuelas vamos a moverte. El ambiente es importante, no descarto esto, pero un cambio de ambiente no puede producir un cambio de corazón.

La psicología es esto: Tenemos que hacerte sentir bien para que hagas bien. Por eso recetan pastillas cuando realmente tienen problemas de pecado en su vida y les recetan pastillas para que se sientan bien. En la Biblia es lo opuesto, no me siento bien para hacer bien, es hago bien, me arrepiento, cambio mis acciones y luego cambian los sentimientos. Es muy importante captar este punto porque vivimos en una sociedad llena de psicología y la psicología no puede cambiar a un ser humano.

Si tu hijo es un berrinchudo, es rebelde, no quiere hacer caso, hace caso solo a los otros amigos y no a ti como papá o mamá y le hablas a un psicólogo, estás perdiendo tiempo y dinero porque sólo Cristo puede cambiar el corazón. 

La segunda cosa que no puede cambiar un corazón es la religión. Porque Cristo llegó a una sociedad más ortodoxa, religiosa y estricta que nunca jamás se había visto en la tierra de Israel antiguo, en los tiempos cuando los romanos dominaban querían imponer sus reglas sobre los judíos y los judíos se levantaron en su pureza religiosa, y un grupo llamado los fariseos que es un grupo que todos hemos oído. Los fariseos se levantaron como líderes políticos y religiosos para liderar a la sociedad y no aceptaron las reglas de los romanos. ¿Cuál fue la idea de la religión en los tiempos de Cristo? Era una religión que solo se enfoca en lo exterior pero ¿qué dice la Biblia? del corazón mana la vida. Cristo mencionó que los fariseos eran sepulcros blanqueados. Y si tu pintas un sepulcro blanco y lo dejas bonito eso no resucita al muerto que está adentro e igualmente si pintas a un ser humano de un cierto color o marca religiosa, eso no puede resucitar su corazón, solo Dios lo puede hacer. 

La religión por sus estándares y reglas puede hacer que la gente no haga ciertas cosas. Por ejemplo, los mormones no toman pepsi ni café pero son bien disciplinados en su religión. En algunos lugares de México en semana santa, la gente es tan disciplinada que por la cuaresma no comen ciertas comidas, hasta se crucifican. La religión en cierta manera puede ser disciplina y obras exteriores. 

En E.U. el 11 de Septiembre de 2001 cuando cayeron las torres gemelas, esos hombres musulmanes que tomaron esos aviones para estrellarlos en los edificios fueron rastreados  y encontraron en qué hotel se quedaban la noche anterior y estoy hablando de gente bien estricta en cuanto al corán y ellos toda la noche anterior estaban mirando pornografía, ¿Religiosos y bien estrictos? sí, pero ¿con corazones arreglados? en ninguna manera, porque la religión siempre ha sido un remedio externo para un problema interno. Si tienes un auto que tiene un motor quemado y lo llevas para que pintes eso no va a arreglar el auto. El problema no es el exterior sino el interior, por eso cuando Cristo llegó a la escena de Israel en esos tiempos vas a notar que él hablaba del corazón. 

¿Dónde empieza el cristianismo? Empieza en el corazón. El primer mandamiento es que debemos de amar a Dios con nuestro corazón, mente, alma y nuestras fuerzas. que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. El cristianismo es un cambio drástico y total de deseos internos en el corazón pero la religión solamente pone maquillaje sobre el puerco. Si pones un excelente vestido y un collar de perlas en una cochina con el tiempo ¿se va a quedar bonita esa cochina? No. Va a regresar al lodo y se va a ensuciar porque esa es su naturaleza, y esa es nuestra naturaleza es cochina, pecaminosa y mala y la religión es simplemente un cambio externo para un cambio interno.

Mateo 5:21 dice: Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Ese es el sexto mandamiento y los judíos por su religión y moralismo decían “pues no he matado a nadie” y se justificaban como gente muy moral pero Jesús dice el siguiente versículo Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio. El ser iracundo es un problema del corazón, la Biblia habla que el hombre iracundo hará locuras.

Un hombre en Nuevo México estaba manejando e iba con su familia otro hombre se metió en el carril y sacó una pistola y ahora tenían que encarcelar a este hombre y él puede decir: “Es su culpa, entró a mi carril”, el problema no estaba afuera de este hombre según Cristo, el problema estuvo en el corazón porque dice cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio;” 

Los versículos 21 y 22 son importantes porque la ley de los judíos era esta: Hay una prisión para el que mata físicamente. Pero Jesús introduce el mismo juicio para el que se enoja injustamente en contra de otro. Es interesante el versículo porque lo que está en el corazón sale por la boca “de la abundancia del corazón habla la boca”. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio;eso es emocional y ahora menciona lo verbal  “y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego” Jesús está diciendo que hay una peor consecuencia en la ley divina para el que hace menos que matar físicamente, Jesús está tratando con el corazón. Los judios solo con la conducta. Esto es de la ley de la ira, ahora es del adulterio. Dice el versículo 27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Y esto es una plaga en nuestra sociedad. El matrimonio no se toma como ligadura sino como algo opcional y la gente va de persona en persona como si fueran gatos y perros cambiando de pareja cada dos años, engañando a su esposo, coqueteos y romances por Internet. En la mente dicen “yo estoy bien, porque nunca he engañado a mi esposa con otra mujer” pero dice el versículo 28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Jesús está llegando a gente muy sofisticada, disciplinada en su religión y está tratando dónde está el mero problema: En el corazón.

Jeremias era un profeta y ellos existían para respaldar la ley y anunciaban diferentes juicios y consecuencias. Jeremías 17:9-10 dice: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. El problema con el ser humano es que hay algo pasando adentro, que el diluvio no arregló. Dios mandó un diluvio porque todo pensamiento y designio del corazón del ser humano era constantemente el mal. Podrías pensar que eso limpió la tierra pero al contrario, se bajaron de esa arca, Noé se emborrachó, su hijo lo vio y tuvo que maldecirlo y el mundo sigue en caos a pesar de tantas religiones.

Tenemos religiones que salieron de los descendientes de Abraham: de Ismael, la religión musulmana, hay millones de musulmanes en el mundo. También la religión ortodoxa de los judíos que salió con un montón de leyes y gracias a Dios por la ley. La ley es buena, dice Pablo, la ley puso la mesa para el evangelio pero la religión del judaísmo no puede salvar a ningún humano. Tenemos muchas religiones de cada sabor y color pero el mundo sigue en perdición y en desesperación porque la religión no salva a ningún ser humano

Tú que eres papá no estés confiando y diciendo: “¡Ay! mi hijo me contesta feo”, “está hablando de suicidarse”, “es adicto a las drogas”, “mi hija me está escondiendo mensajes de su novio que nadie conoce y quiero cambiarla, la voy a mandar a un psicólogo, la voy a mandar a una escuela religiosa…”, Eso no va a funcionar porque el problema está en el corazón. Los católicos con todas sus reglas no han cambiado su corazón, de hecho han encontrado las cosas más perversas, niños abortados a propósito concebidos por monjas y sacerdotes, eso es simplemente es pintar el sepulcro blanco pero sin resucitar el hombre muerto.

Como bautistas fundamentales tenemos que entender algo. En mi propia experiencia yo vine a Cristo con un mal corazón y arrastrando psicología y religión. Yo era católico, mi padrastro tiene su maestría en psicología de universidad, me llevaron con un psicólogo cuando yo tenía 11 años porque era un mal portado y a los 15 estuve fumando marihuana y no arregló mi vida ninguno de esos medios. Conozco a Cristo y Dios va cambiando mi corazón. Dios comenzó con mi corazón. Mucho de lo exterior todavía no cambiaba. En el verano de 1996 yo era cristiano pero con el cabello largo, tenía mi novia incoversa, tocaba el bajo en un grupo de música rock, pero yo conocía que Cristo era mi Salvador, pero el hombre que me discipuló no me dijo: “Corta esa novia y esa pelo”, nunca habló de lo exterior en mi vida, pero invirtió la palabra de Dios en mi corazón. Y al pasar el tiempo yo solo fui a cortarme el pelo, a ponerme corbata y vestir más formalmente. Un cambio de corazón produce un cambio exterior. Lo exterior revela un problema interior en muchos casos. En proverbios 7 menciona a una mujer que tenía atavío de ramera y era astuta de corazón, su problema era de corazón en la forma de vestirse. Y hay nuevas convertidas que nadie les ha enseñado eso, aun no lo saben y necesitan cambiar de ropa, pero tienen un corazón para el Señor Jesucristo, y necesitamos tenerles paciencia, discipularles y enseñarles lo que es la modestia cristiana pero en muchos momentos nos enfocamos en lo exterior y a menos que se vistan bien, salgan a ganar almas y se corten el pelo les consideramos unos buenos cristianos, pero eso debe resultado de un buen corazón, porque lo que he notado que es más fácil cambiar una corbata que cambiar el corazón. Es bueno vestirse bien, glorificar al Señor pero con el tiempo es posible no leer la Biblia, ni tomar diez minutos para orar, es posible ser un hipócrita que llega por una rutina religiosa a una iglesia bautista y lucir bien en público y llegar a ser como los fariseos con el corazón podrido. Así que, trabaja en tu corazón esta semana y tú que eres papá invierte la palabra de Dios, y habla el lenguaje de corazón con tus hijos.

Cambiar conducta puede ayudarte en ciertos momentos pero el cambio de corazón es lo que Dios quiere hacer en tus hijos y no va usar psicología ni religión, para lograr eso usará su glorioso evangelio.