¿Qué Tenemos Que Hacer Para Ganar A Este Mundo Para Cristo?

Hechos 16:6-10

6 “Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia;

7 y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió.

8 Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas.

9 Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos.

10 Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.”

Dice la Biblia que Pablo tuvo una visión vio a un hombre puesto de pie y cuando alguien está en la carretera y necesita ayuda no está acostado, ni sentado, ni en los arbustos sino que está en la carretera puesto de pie y a lo mejor está brincando y moviendo sus manos pidiendo ayuda y este hombre puesto en pie estaba rogándole y diciendo: “Ven a Macedonia y ayúdanos.” La gente necesita escuchar el evangelio. Dice el versículo 10 “Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.” Ciertamente era un hombre y era un invitación de un hombre pero era Dios dirigiéndolos para que les anunciara el evangelio.

El evangelio tiene poder, es el evangelio que cambia vidas, es el evangelio que transforma, es el evangelio que salva y es el evangelio que tú y yo tenemos que predicar, no tenemos que predicar de nuestra vida, que tan buenos somos o acerca de sueños y visiones, tenemos que ir y predicar el evangelio.

Pablo fue y predicó el evangelio y hay algunas razones por las cuales no predicamos el evangelio. Muchas veces no predicamos el evangelio porque hay pecado en nuestra vida, porque tenemos miedo o temor, muchas veces no predicamos el evangelio porque hay una indiferencia o porque simplemente no estamos seguros de nuestra salvación. Eso quiere decir que en muchas iglesias que se llaman “cristianas” si vas y les preguntas a alguien de su salvación te van a decir: “Es que no sé si soy salvo”, “no sé si voy al cielo”, “no estoy tan seguro”, “depende de Dios” y casi casi como haciendo changuitos y diciendo “espero que Dios me lleve al cielo.” La salvación no depende de nuestros buenos deseos e intenciones, depende de si hemos aceptado a Cristo, si ya somos salvos, no es si tuvimos como dice la canción “una experiencia religiosa”, no es si tuvimos una emoción grande, o una señal. Muchos están esperando una señal y la señal no va a llegar,  la única señal es que Cristo murió por nosotros, esa es la única señal que necesitamos. Asegúrate que eres salvo.

Algo que nos asegura que somos salvos son las Escrituras. Juan 5:39 dice: Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; En las escrituras encontramos el camino, la verdad y la vida, ahí está en la Biblia cómo podemos ser salvos. La Biblia nos asegura como podemos ser salvos que es a través de Cristo.

1 Juan 5:13 nos recuerda de cómo sabemos que somos salvos,estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. Y el versículo 12 dice: El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Son las escrituras que nos aseguran que somos salvos, si le hemos pedido a Dios salvación.

El Espíritu Santo también nos afirma de que somos salvos, dice la Biblia en Romanos 8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!Podemos clamar Abba Padre, es el Espíritu Santo que nos dice que somos hijos de Dios. Juan 1:12 dice: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; De tal manera que antes no eramos hijos de Dios pero ahora ya somos hijos de Dios. Dice Gálatas 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Abba Padre es una palabra de cariño que uno le decía a su papá, no es como jefe, no es como padre, sino es de cariño papá, me gusta como es en inglés daddy, es una palabra de confianza, donde podemos ir a Dios y saber que él es nuestro Padre Celestial y el Espíritu Santo nos dice que somos hijos de Dios, esa es la seguridad.

2 Corintios 1:21-22 dice: Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones. Algo parecido está en Efesios 1:14. Es el Espíritu Santo de Dios que mora en nosotros que clama Abba Padre y que dentro de nosotros nos asegura que somos hijos de Dios. Cuando alguien se casa le da el esposo a la esposa esa moneditas y es una promesa de que se van a casar y que él va a tener cuidado de ella. En este caso Dios nos da el Espíritu Santo como una promesa de que ya somos de él, que hemos sido comprados por precio, no precio de dinero sino de sangre, la sangre de Cristo.

¿Cómo sabemos que somos salvos? Por medio de las evidencias. Las evidencias en nuestra vida de obediencia, de amor por él. Antes de ser salvo te empinabas la botella y no pasaba nada, decíamos: “me fumo esta, me inyecto esto, digo mentiras, robo, hago todo lo que quiera y nada pasa” porque el Espíritu de Dios no vivía en nuestro corazón pero ahora vive en nuestro corazón y es la convicción del Espíritu Santo para que vivamos por él y el vivir por él son las evidencias de parte de Dios en nosotros.  1 Juan 2:3 dice Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. Antes no nos importaban sus mandamientos, no nos importaba vivir una vida en pecado y en maldad pero ahora es el que transforma nuestra vida, hay algo que nos hace vivir para él. Juan 14:20-21 dice: En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Cuando somos salvos de alguna manera reconocemos su grande amor de Dios por nosotros, hay un cambio en nuestra vida. ¿Sabes que Jesús se manifiesta en nuestras vidas? Cuando José estaba en la cárcel halló gracia ante los ojos del carcelero y eso es cuando Dios se manifiesta en nuestras vidas. 

Gálatas 5:22-24 dice: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Hay evidencias pero ¿serán solamente las evidencias lo único que nos hace salvos? No, porque hay ateos que tienen buenas evidencias y que son mejores que tú y yo pero eso no los  salva, lo que nos salva es Cristo en nuestro corazón, es la salvación de Cristo, el poder del evangelio, entonces ¿Por qué Pablo comenzó a visitar lugares como Macedonia? Dice la palabra de Dios Hechos 13:47 Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra. Pablo no era la salvación pero en ocasiones él menciona “me hecho de esto para que salve a algunos.” Tú y yo no salvamos pero cuando predicamos el evangelio la gente puede ser salva porque Dios nos  usó y gracias a Dios que Dios nos puede usar, entonces ¿por qué hizo Pablo viajes misioneros? Él hizo tres viajes misioneros en un lapso de aproximadamente 10 años comenzando en el año 47 d. C. hasta el año 57 d. C. Pablo comenzó a viajar, a visitar e ir de un lugar a otro porque él antes asolaba a la iglesia, no quería nada que ver con el Camino ni con los cristianos pero un día en camino a Damasco Jesús se apareció y le dijo: “Pablo ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón” y él le dijo: ¿qué quieres que haga Señor? y Jesús le dijo que quería que fuera luz a lo gentiles, Jesus lo salvó. Entonces Pablo dijo: “Dios me ha salvado, ahora voy al cielo y necesito ir a los gentiles y predicarles.”

¿Por qué a veces no predicamos? ¿Por qué a veces no alcanzamos al mundo para Cristo? ¿Qué tenemos que hacer para ganar a este mundo para Cristo? Les tenemos que predicar pero muchas veces no lo hacemos porque a veces no estamos seguros si somos salvos o no. Hay muchos cristianos que no están seguros, dice; ¿Seré salvo o no? Echan una moneda al aire. Si tú tienes al Hijo tienes vida eterna. El Espíritu Santo vive en ti, debe de haber evidencia de que eres salvo y si eres salvo vive para Cristo, predica el evangelio, háblale a la gente de Cristo, Pablo comenzó a predicar del evangelio y comenzó su primer viaje en Hechos 13, 14 y 15; luego Hechos 15,16 y 17 es el segundo viaje misionero y Hechos 18,19 y 20 es el tercero y en este segundo viaje misionero, Pablo quería ir a Asia y Dios le dijo que fuera a Macedonia, entonces Pablo fue dirigido a Macedonia ¿Dónde queda Macedonia? Arriba de Grecia y Atenas estaba Macedonia y en esta provincia es donde está nuestra historia. Hechos 16:9 dice: Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole 

¿Qué tenemos que hacer para ganar a este mundo para Cristo?

1. Tenemos que escuchar Su voz

Tenemos que escuchar la voz del Espíritu Santo, tenemos que escuchar la voz de Dios. Dice la Biblia en Hechos 10:19-20 dice: Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. Eran hombres que venían de Cesarea marítima y los había mandado Cornelio para que llevaran a Pedro. Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado. Era el Espíritu Santo de Dios diciéndole que fuera y le hablara de Cristo.

Dice Hechos 11:12 Y el Espíritu me dijo que fuese con ellos sin dudar. Fueron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en casa de un varón, ¿Quién le dijo? El Espíritu Santo. Hay ocasiones que el Espíritu Santo dice: “Háblale a ese” y ¿cuántas veces el Espíritu Santo nos guía y nos dice que le hablemos a alguien y le decimos: “estoy ocupado ahorita no puedo” y somos rebeldes? Cuando hacemos caso omiso a su voz ninguna persona ha sido salva y cuando el Espíritu Santo nos dice: “Háblale” le debemos de hablar, pero cuando escuchamos su voz y somos sensibles a la voz del Espíritu Santo, cuando estamos alejados del pecado y no quiere decir que ese día no pecamos, cada día pecamos pero lo que quiero decir es que tenemos que escuchar su voz y decir: Sí, Señor. Pero ponemos tantas excusas y dice que el Espíritu les dijo que fueran con ellos sin dudar. No dudes, pon atención a su voz, trata, intenta, que tal si te dice que sí. Lo que tenemos que hacer es ir sin dudar.

Hechos 13:2-4 dice: Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. Este es el comienzo de los tres viajes misioneros. Es el Espíritu Santo quien nos guía, quien nos dirige, quien nos habla para que vayamos y le hablemos a la gente de Cristo. El problema es que somos unos rebeldes a su voz. ¿Qué sucedería si estuviéramos más sintonizados a la voz del Espíritu Santo? ¿Cuánta gente no sería salva?

2. Tenemos que escuchar el ruego

Hechos 8:26-27 dice:Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, Había un hombre que había venido del norte de África, desde Etiopía, era un hombre con dinero, era el secretario de la reina, había escuchado de Dios, adoró y después ya iba de regreso y Dios le dijo a Felipe que le hablara porque no era salvo.

¿Qué había hecho este hombre en Jerusalén? El etiope había ido a adorar, ¿sabías que hay mucha gente que va a la iglesia a adorar y no es salva? Hay muchos que oran y no son salvos, este hombre fue a adorar y no era salvo. Entonces Felipe le preguntó ¿entiendes lo que lees? y el hombre le dijo ¿cómo voy a tender si nadie me explica? Felipe le explica el evangelio, este hombre cree en Cristo, se quiere bautizar y si continúas leyendo la historia Felipe le dijo: “Si crees bien puedes ser bautizado.” ¿Qué debes hacer para bautizarte? Ser salvo. Para ser salvo hay que creer, este hombre creyó y fue bautizado.

Tenemos que escuchar el ruego de las personas, ver la necesidad de la gente, ir hacia donde están ellos y quizás no nos van a rogar, es raro. Hace años mi hermana Aglaee nos contó que en una ocasión una señora fue a la casa de ellos y ella les dijo: ¿son ustedes cristianos? Ella dijo que sí. La señora le dijo que le contara que creían los cristianos y que ella quería ser salva. Mi hermana le testificó y la señora fue salva. A mí nunca me ha pasado que alguien toque a la puerta y diga “necesito ser salvo” pero hay gente que está rogando. 

Dice la palabra de Dios en Juan 4:35 ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. En otras palabras, hay gente que está lista para ser salva, hay gente que está clamando y rogando: “Ven por favor a la India, necesitamos escuchar de Cristo”, “Ven a China necesitamos escuchar de Cristo” porque los campos están listos en China, en India, en Sudamérica y hay gente que está rogando y pidiendo que alguien vaya a su ciudad, a su país, a su casa, que alguien le diga de Cristo.

Cuando Pablo vio esta visión dice que ellos inmediatamente fueron. Llegaron finalmente a la primera ciudad de Macedonia que es Filipos y Hechos 16:14 dice: Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. La primera persona que fue salva en la provincia de Macedonia fue una mujer, cuando en la visión era un hombre que decía pasa a Macedonia y ayúdanos. Una mujer, Lidia, recibió a Cristo y de ahí llegó una adivina y esta decía: “Estos anuncian el camino de salvación”. El diablo sabe que los cristianos anunciamos el camino de salvación, y al diablo no le gusta que anunciemos el camino de la salvación y entonces los metieron a la cárcel y hubo un terremoto y el carcelero se iba a matar y dice la palabra de Dios que ellos desde adentro le dijeron: “no te mates” y entonces fueron a la casa del carcelero y él fue salvo y su familia también. Fueron salvos porque cuando ellos escucharon la voz del Espíritu Santo ellos dijeron: Dios quiere que vayamos a Macedonia, y cuando llegaron a Macedonia y hablaron con Lidia, fue salva y dijeron: “Gloria al Señor, pero ¿habrá más que van a ser salvos?” y entonces los metieron a la cárcel y ellos pudieron haber dicho: “Mejor nos hubiéramos ido a Asia, ¿por qué nos metiste a la cárcel? Aquí nos vamos a morir y a pudrir” y así a veces nosotros somos, le hablamos a alguien de Cristo y nos pasa algo y ya estamos llorando pero Pablo y Silas estaban cantando y cuando salieron el carcelero les dijo: “Señores ¿qué debo de hacer para ser salvo?” Estaba esa visión cumpliéndose. 

¿Sabes que hay gente lista para ser salva?  y porque hay gente que está lista para ser salva, nosotros no podemos darnos el lujo de no hablarle a la gente que está lista para ser salva. Tenemos que escuchar su ruego, y por eso salimos a ganar almas.

3. Cuando enviamos a misioneros

Podemos tú y yo ser parte de la gran comisión enviando a misioneros a otros lugares, dice 2 Corintios 8:1 “Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia;” ¿Quienes fueron los primeros salvos en Macedonia? Lidia y el carcelero que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.¿De qué generosidad está hablando? de la promesa de fe. Las iglesias de Macedonia que eran la de Filipos y la de Tesalónica estaban pasando por duras pruebas, por tribulaciones, por persecuciones, por pobreza, no tenían nada de dinero y aun así estaban mandando a Pablo para que él siguiera predicando el evangelio.

Hace unas semanas hablamos con el hermano Elton Aldana que está en Venezuela y ellos están apoyando con un presupuesto de 350 dólares al mes. El ingreso por persona en Venezuela es aproximadamente de 100 pesos al mes y la iglesia está apoyando con 7,000 pesos al mes a varios misioneros y nosotros que el ingreso no son 100, ni 200, ni 500 pesos es mucho más que eso, quizás 3,000, 5,000 pesos pero ¿dónde está nuestro amor por la obra misionera? ¿Dónde está nuestro amor por las almas? Tenemos que darnos cuenta de que Dios nos ha salvado y que debemos de ir y ganar almas pero también podemos mandar a otros para que le hablen a este mundo de Cristo.

¿Cómo podemos alcanzar a este mundo para Cristo? Escuchando la voz del Espíritu Santo, escuchando el ruego de las personas, dándonos cuenta que hay gente que tiene una gran necesidad y enviando misioneros alrededor de este mundo para que este mundo escuche de Cristo, Pablo lo hizo y vio grandes resultados.