¿Qué decir a tus hijos diariamente?

Marcos 1:9-11

9  “Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.

10 Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.

11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.”

Hay ciertas cosas que debemos de hacer saber a nuestros hijos diariamente pero si ni siquiera estamos teniendo un tiempo de comunicación con ellos, si ni siquiera estamos tomando un tiempo de una relación y sentarnos con ellos en el desayuno, la comida y la cena va a ser muy difícil el poder decir estas cosas a nuestros hijos. Primero tenemos que empezar a abrir ese canal de comunicación en caso de que se haya cerrado.

Nosotros siendo tan viles, tan pecadores, tan apartados Dios siendo un Dios tres veces Santo quiere pasar tiempo con nosotros eso es algo que no lo entiendo. Y como el Padre Celestial quiere pasar tiempo con nosotros, de la misma manera como padres, deberíamos de querer pasar tiempo con nuestros hijos. No solamente cuando son pequeños sino cuando tienen quince años, cuando tienen veinte años, pero ¿qué hacemos? llegan a los seis o siete años y poco poco llega a haber un distanciamiento familiar que no debería de haber y luego se casan los hijos y ahora si queremos recuperar el tiempo perdido. Hay que disfrutar a los hijos mientras están en casa. 

Hay algunas cosas que debemos y podemos decir a nuestros hijos mientras están en casa con nosotros.

1. Que los amas

Hay que decirles que los amamos. Aquí en Marcos 1:11 dice “Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado;” Dios Padre diciéndole a su hijo: este es mi hijo amado, yo te amo hijo. Y como papás debemos de decirle lo mismo a ellos diariamente. Es más fácil cuando es uno que cuando son siete o cuando son diez pero a cada uno de ellos debemos de buscarlos e ir a donde están ellos, no esperar a que ellos vengan y digan “¿Me amas papá?” “¿Me amas mamá?” sino nosotros tomar ese tiempo porque Dios nos dice que nos ama todos los días. No hay un día que Dios no me diga que me ama, que él quiere pasar tiempo conmigo. 

Hay diferentes maneras como les podemos decir que los amamos. Una de ellas es cuando los disciplinamos. Dice la Biblia en Hebreos 12:6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Una manera bíblica de decirle a nuestros hijos es decirle: ven para aca, te portaste mal; y con la varita darle tres y decirle yo te amo, por eso estoy haciendo esto, porque te amo, porque quiero lo mejor de ti, quiero que agrades al Señor. 

El mundo dice si le das con la varita lo vas a estropear, no va a tener una relación social con la gente. Tenemos una responsabilidad con nuestros hijos que cuando se portan mal, debemos tomar esa varita y decirles que los amamos. En ocasiones mis hijos me dicen que ya no los ame tanto de esa manera. Cuando nos portamos mal Dios nos trae disciplina y gracias a Dios cuando Dios nos disciplina.

También les decimos que los amamos cuando les damos algo. Y no es que ellos me dicen que quieren un xbox y ahí está el xbox, no estoy hablando de eso. En Juan 3:16 dice Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. La manera en que podemos demostrar que amamos es dando. Cuando le decimos a Dios que lo amamos pero no queremos darle nuestro tiempo, nuestro servicio, nuestras fuerzas y no queremos sacrificar Dios dice que no le amamos. Cuando Dios dio a su hijo para morir en la cruz del calvario fue porque nos amó. 

También les podemos dar de nuestro tiempo. A veces es difícil cuando estamos ocupados y vienen con nosotros y les decimos que no nos interrumpan, que se vayan y los hacemos a un lado y los botamos pero qué hermoso sienten cuando estamos platicando y viene nuestro hijo y dice papá, papá y volteamos con ternura y le decimos, que quieres hijo mío, te voy a poner atención y les damos de nuestro tiempo. Una de las cosas que nuestros hijos mas necesitan que les demos es nuestro tiempo. 

Les podemos dar la confianza que papá y mamá se aman. Cuando ellos se aman les estamos diciendo que los amamos también a ellos. Les da una gran seguridad de amor en el hogar cuando papá toma a mamá y la abraza, le da un beso y nosotros estamos dando seguridad a través de el amor hacia nuestra esposa. Tenemos que decirles que les amamos a través de la disciplina, a través de lo que les damos que es el tiempo y seguirdad y también cuando les decimos que los amamos. Dice la Biblia en 2 Timoteo 1:2 a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor.¿Cuando fue de una manera directa que le dijiste a tus hijos te amo? Yo creo que todos hemos fallado al respecto y debemos de recordar esto porque Dios es quien nos dice constantemente Te amo. 

Mi abuelo nunca le decía a mi papá que lo amaba. Yo creo que muchos han crecido así, sin escuchar a papá y a mamá decir te amo. Quizá por la idiosincrasia del lugar, del pueblo, del pecado, de una vida apartada de Dios pero ahora estamos en Cristo, las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas y si tú no escuchaste a tus padres decirte que te aman no se vale que no les digas a tus hijos que los amas. Tienes que decirlo. Mi papá creció en un hogar donde mi abuelo nunca le dijo te amo. Un día fueron a una farmacia y a mi papá se le ocurrió robar un yoyo y antes de que salieran alguien los detuvo y le dijo a mi abuelo que su hijo acababa de robar algo. Entonces los llevaron a un cuarto y mi abuelo que si era necesario el pagaría cuatro veces lo que costaba el yoyo pero no quisieron, iban a llamar a la policía. Mi papá a sus quince años pensaba que iba a pasar el resto de su vida en la cárcel. Al final no llegó la policía y los dejaron ir. Mi abuelo solo se despidió y le dijo no lo vuelvas a hacer y te quiero mucho. Esa fue la única vez que el escucho algo así. 

Hay hogares donde nunca han escuchado eso y nuestros hijos necesitan escucharlo. Comienza de poco a poco, lo podemos hacer. Dios es amor y porque Dios es amor y como cristianos el amor de Dios está en nosotros y no hay nada que nos detenga para poder decir a nuestros hijos que los amamos. Necesitan saber que los amamos.

2. Que los admiras

Dice en 1 Corintios 4:17 Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias. Pablo no solo dice que es su hijo amado sino que también es fiel. ¿Cómo crees que se sintió Timoteo? Que el gran misionero Pablo dijo que era fiel. Hay que decir a nuestros hijos que los admiramos. 

La admiración viene la mayoría de las veces después de que ellos han hecho algo o porque son algo. Son fieles, son serviciales, ayudan en casa y hay que reconocer eso. Hasta podemos decir Hijo cuando yo sea grande quiero ser como tú. 

Aprende a nunca usar un apelativo. Un apelativo es el nombre que se la a una persona en vez del suyo y generalmente hace referencia a algún defecto. Cuando usamos un apelativo y lo usamos con la palabra eres eso daña tanto a nuestros hijos porque les decimos eres un mentiroso. El hecho de que nuestros hijos digan una mentira, sí los hace mentirosos pero en vez de decirle eres un mentiroso, le puedes decir: Hijo no es bueno ser mentiroso, a Dios no le gusta que digamos mentiras. 

Pero usamos el apelativo y les decimos eres un mentiroso, eres un ladrón, eres un burro, eres un tonto, eres un respondón, eres un hipócrita, eres un sangrón y nuestros hijos se acuerdan mucho más de cómo los llegamos a llamar de lo que los llegamos a estimar. Esas heridas quedan ahí y en vez de llamarlos con todas estas cosas dile, No es bueno robar en vez de decirle eres un ladrón; no es bueno ser un burro, estudia, echale ganas en vez de decirle eres un burro; no es bueno ser respondón; no es bueno ser hipócrita. Debemos de tener cuidado con lo que les decimos. Hay que decirles “hijo, te admiro,” “Hijo que hermoso cantas” “qué bien hiciste eso” Hay que admirarlos y halagarlos.

Llamaron a traer a la mamá de Thomas Alva Edison y le dieron una carta y el niño le preguntó que qué le habían dicho y ella le leyó la carta “Señora su hijo es muy inteligente como para que esté en esta institución. No podemos darle los recursos suficientes, por favor le pedimos que sé lo lleve a casa y usted le dé los estudios ” Entonces eso hizo la mamá lo tuvo en casa. Thomas fue uno de los personajes más inteligentes, genios, creadores e inventores y tiempo después cuando ya era grande Thomas encontró esa carta, la abrió y la comenzó a leer y sé sorprendió porque no era lo que su mamá le había dicho que decía sino que decía “Señora, su hijo tiene una deficiencia, un bajo coeficiente intelectual y casi casi es un burro y lo vamos a tener que dar de baja,” pero su mamá vio lo que él podía hacer en su vida en vez de lo que otros decían de él. 

Nuestros hijos son mucho más de lo que nosotros pensamos de ellos y vemos en ellos y en vez de llamarlos con tantos nombre hay que comenzar a apreciarlos y admirarlos. Dios Padre en el cielo dijo “este es mi hijo amado, en él tengo complacencia, a él oíd.” Desde el cielo estaba diciendo estoy bien orgulloso de mi hijo, está obedeciendo, está agradandome a mí.

3. Que los animas

Admirarlos es algo que decimos después de que han hecho algo y animarlos es algo que debemos de decir antes de que hagan algo. Nuestros hijos siempre están buscando que nosotros como papás los animemos pero a veces los llegamos a desanimar. Dice la Palabra de Dios que no debemos de exasperar a nuestros hijos para que no se desalienten y debemos de buscar al Señor para encontrar maneras y formas para no desanimarlos sino al contrario, poder animarlos.

Absalón estaba algo desanimado con su papá David. El estaba esperando a que su papá arreglara cuentas porque su hermana Tamar había sido ultrajada y entonces como su papá no hizo nada, él tomó cartas en el asunto y mató al muchacho que le había hecho daño a Tamar. Luego huyó, pasaron cinco años y después manda traer a Absalón a Jerusalén y por dos años no se ve con su papá y Absalón andaba medio desanimado y para llamar la atención Absalón quema los campos de Joab y finalmente David lo manda a traer y le da un beso. 

Nuestros hijos necesitan de nuestra atención. De pequeños necesitan atención, de bebés necesitan atención, de niños necesitan nuestra atención, de jóvenes quieren atención y admiración pero normalmente cuando llegan a la juventud dejamos de animarlos y de admirarlos y después comienzan a recibir atención de sus amigos y qué tremendo es que cuando se empiezan a juntar con malas amistades los pueden sacar tan rápido de los caminos del Señor. Hay que mantener a nuestros hijos aquí como dice la Biblia como la gallina tiene a sus polluelos, cuidándolos, cubriendolos, animandolos y admirandolos y decirles: Sabes hijo, estoy orgulloso de ti, estoy bien contento sirves al Señor. 

Cuando veas sus calificaciones y está un diez, un nueve, un ocho y de repente hay un cinco no veas el cinco ve el nueve, no veas el cinco ve el ocho, ve el diez y dile, “¡Wow! ¿un diez en Educación Física? ¡Qué bien! Sacaste un cinco, quizás el siguiente mes vas a poder subir, voy a orar por tu. Estoy orgulloso de ti que sacaste un nueve”. Hay que animarlos en vez de desanimarlos. Hay que animarlos en lo que ellos hacen cada día en la iglesia, en cómo ellos pueden servir, en como ellos ayudan, hay que animarlos y constantemente decirles que estamos muy orgulloso de ellos y nunca comparar a nuestros hijos.

4. Que los atesoras

Hay que recordarles que ellos son hijos del gran Rey. Dice en Malaquías 3:17 Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Nosotros somos un especial tesoro, somos sus hijos y nuestros hijos tienen que sentirse que valen, ellos tienen que sentir de parte de nosotros un valor increíble, un valor alto. Ellos tienen una estimación y no estoy hablando de lo que este mundo dice de su autoestima porque cuando hacen mal tenemos que mencionarlo y cuando hacen bien también. Lo que estoy tratando de decir es que si Dios nos ha dado un valor tan grande que mandó a su hijo Jesús a morir por nosotros, nosotros de la misma manera tenemos que comenzar a valorar a cada uno de nuestros hijos. 

Cuando ellos crecen y comienzan a citar a una muchachita del mundo podemos hablar con ellos y decirles que ellos valen mucho para que estén citando con una muchacha que es incrédula, como para que arruinen su vida de tal manera, ellos son algo precioso y queremos lo mejor para ellos. Ellos valen tanto porque tenemos un rey, porque son príncipes y princesas para cada uno de nosotros y para Dios. 

Nuestros hijos deben de saber que ellos valen y porque valen los vamos a cuidar mas y debemos de hacer más por ellos. Ellos deben saber que los atesoras.

5. Que los aprecias

1 Tesalonicenses 5:18 dice, Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. Podemos decir hijo gracias por haber lavado los platos, por haber sacado al perro y añadele cada cosa que tus hijos hacen. Nosotros debemos de apreciar lo que ellos hacen. Si podemos como en la parábola de los dos hijos decir que vaya a trabajar a la viña pero después de que haya ido decir gracias. Gracias por ser un buen hijo o buena hija.

Si piensas que tu hija no es buena hija y tu hijo no es un buen hijo, enfócate en lo que hacen bien; que por lo menos un calcetín si lo echó a la lavadora y el otro lo perdió pero por lo menos uno llegó a la lavadora y decir gracias.

Hay tantas cosas que nosotros como papás podemos decir a nuestros hijos día a día. Que no se nos olvide que tenemos algo precioso, que tenemos a un Dios en los cielos que quiere hablar todos los días con nosotros y constantemente nos dice te amo. ¿Qué vamos a hacer? Hay que hacer un poquito más