Marido: Corta el cordón umbilical

Génesis 2:24

“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”

La Palabra de Dios es bien directa y específica, entra hasta el alma y nos transforma y nos quiere decir qué estamos haciendo y qué estamos haciendo mal. 

La relación tu esposa (hablando al marido) es una relación no solamente importante pero después de Dios es la más importante. La relación con tu esposa es la más duradera. Ya he mencionados esto antes, la relación con mis hijos va a durar 18 años hasta el momento en que ellos se van, mi relación con mis padres duró 18 años hasta el momento en que yo salí de casa y si es cierto en algunos casos los jóvenes estudian en la misma ciudad y se quedan quizás unos 4 años más pero en el momento en que se casan, dice la Biblia dejará a su papá y a su mamá y ahora será una sola carne con su esposa.

Tu relación esposo con tu esposa es una relación superior a todas las relaciones por eso debes de cuidar esa bella y linda relación para que no se marchite, para que se no acabe, para que no se termina ni se destruya. Entonces ¿cómo puede el marido cortar el cordón umbilical?

1. Dejando a tus padres

La Biblia dice muy claramente “dejará el hombre a su padre y a su madre. ” No dice papá y mamá cuando tus hijos se casen tu vas a empujar a tu hijito y los vas a llevar a la iglesia y le vas a decir ya no regreses, porque como papás queremos que regresen. El que deja es el que sale, el que se va y el que se queda a veces es al que más le duele pero ese es el proceso de la vida. No por el hecho de que amo tanto a mi hijo o hija le diga “¡Ay mijito quedate” sino dice la Biblia dejará. ¿Cómo puedes cortar el cordón umbilical? Dejando a tus padres. 

En Mateo 19:4-5 dice la Biblia “Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?” Es una decisión. es la acción de dejar. Una de la peores decisiones que puedes hacer al estar casado es vivir con tus papás. “Pastor, mi mamá y mi papá me hicieron un cuarto voy a a vivir con ellos” ¡NO! es la peor decisión que puedes tomar. No puedes disciplinar a tus hijos estando en casa de tus papás, no tienes privacidad, ni autoridad, ni libertad, tus manos están atadas al cordón umbilical de tu mamá. Como hijos debemos de comenzar a cortar. 

Mi esposa y yo llegamos a Iguala y mi mamá me dijo “Hijo, llévame a Aurrera” yo le dije “Mamá, ¿sabes? ya estoy casado y de ahora en adelante, si quieres que yo te haga un favor tienes que decirme por favor.” Mi mamá es una buena hermana, es una buena mamá, pero estamos acostumbrados a nuestros hijos cuando estando en casa y se casan les decimos “Ándale hijo, tráeme la medicina sino me muero” y estamos acostumbrados a tener el control, a ser los jefes, a que nuestros hijos nos tienen que obedecer, pero cuando tus hijos se casan ellos salen y ellos ahora están formando una nueva familia. Y yo como hijo tuve que decir algo fuerte y duro pero lo tenía que decir y ahora mi mamá siempre que me pide algo me lo pide por favor.

Mamá y papá deja de meterte en la vida del yerno, de la nuera, de los hijos. Deja que hagan su vida, ya están casados. Si no te piden tu opinión no te metas. Tenemos que cuidar eso porque nos metemos tanto en la vida de nuestros hijos.

 

2. Dando la razón a tu esposa

Tienes que comenzar a dar la razón a tu esposa. Cuando mi esposa y yo nos casamos dijimos que cuando estuviéramos en la casa de mis papás yo le iba a dar la razón a ella y cuando estuvieron en la casa de sus papás, ella me iba a dar la razón a mí. Fuimos a la casa de mis papás y ellos dijeron ciertas cosas que yo no me di cuenta que les di la razón a ellos y no a mi esposa, y en la noche nos sentamos ella me dijo, “¿Te diste cuenta que le diste la razón a tus papás?” y yo me quede pensando y era cierto y le dije que me dejara mejorar y poco a poco tuve que comenzar a dar cada vez más la razón a mi esposa. Cuando íbamos a California, le decía a ella ¿Te diste cuenta que le diste la razón a tu papá y no a mi?” y después yo le hacía ver en que le dio la razón a su papá. 

Debes de comenzar a dar la razón a tu esposa. Si ella dice que dos más dos son cinco y tu mamá dice que son cuatro, dile “mamá estás equivocada”. En ocasiones la mamá va a tener la razón pero no estoy casado con la mamá sino con la esposa y la esposa quiere que tú estés de su lado. Tienes que estar del lado de la esposa. Como marido debes de cortar el cordón umbilical y no estoy hablando de mentir, estoy hablando de apoyar a tu esposa porque ustedes son un equipo. La relación con tu esposa es la más importante. No estoy diciendo que odies a tu mamá o que ya no le hables sino que la más duradera y superior es la que tienes con tu esposa. Cuida y protege esa relación y si se enoja la mamá debes de cortar el cordón umbilical y si nuestra mamá nos quiere, ella nos tuvo pero se agarran de eso y dicen, “primero tuviste madre y después esposa, no me olvides, malagradecido” y nos chantajean. No te dejes chantajear por tus papás. Corta ese cordón umbilical y dale el lugar y razón a tu esposa aunque tu mamá tenga la razón y si es difícil y más cuando no estamos acostumbrados.

 

3. Defendiendo a tu esposa

En ocasiones no solo se trata de darle el lugar a veces vas a tener que defender a tu esposa porque la van a maltratar, la van a ofender y él esposo dice “¡ay! está bien. Gritale ma se lo merece, pateala” No puedes hacer eso, debes de defenderla porque es tu esposa porque es a la que se supone que quieres. Dice Hechos 7:24 “Y al ver a uno que era maltratado, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido.” ¿Que debes de hacer cuando maltratan a tu esposa? La debes de defender. “¡Ay pastor! Es que son mis padres y no los quiero ofender.” Tu esposa es más importante, es la relación más importante que puedes tener aun más que la relación con tus papás, por eso dice la Biblia “por eso dejará a su padre ya su madre.” 

Cuando tu mamá viene y dice “esta mujer no entiende, no hace lo que yo le digo, no me obedece, es una arrimada, es que no sabe cocinar,” defiendela. Quizá no la están golpeando pero le dicen a la pobre esposa un montón de cosas y tu dices “si tienes razón mamá”. Corta el cordón umbilical.

Hace años llegó una pareja a nuestra iglesia. Eran recién casados, fuimos a visitarlos y la hermana nos dijo que tenían problemas matrimoniales. El marido dijo, “¿Problemas? No hay problemas”. Ella dijo que cuando iban a visitar a su suegra, su esposo subía al cuarto con su mamá y platicaban dos, tres horas y cerraban la puerta y la dejaban en la sala. Su suegra la ofendía y le gritaba y su marido no la defendía. Dejaron de venir y tratamos de verle al esposo “mire, hermano, usted esta casado con su esposa, debe de amarla, darle el lugar y debe de defender a su esposa”. Fueron a la feria de Puebla y su esposo le dijo que se arreglara y ella estaba bien contenta y después pasaron por su suegra y él se la pasó con su mamá y ella estaba toda olvidada. Señorita ten cuidado si el osito que te da ti es chiquito y le da un osote a su mama en el día de San Valentín, cuidado.

 

4. Diciéndole las palabras correctas

Efesios 4:29 dice “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.” En otras palabras si no tienes nada bueno que decir, mejor no lo digas. A nuestra esposa hay que tratarla bien. Como a vaso más frágil. Dice la Biblia en Salmos “Sean gratos los dichos de mi boca” y las palabras que salen, el cómo te diriges a tu esposa deben de ser agradables. Deja de decir “los frijoles de mamita saben mejor”, “mi mamita me planchaba mi camisa así.” Deja de recordarle a tu esposa todas esas cosas que hacía mamita, porque ahora estás casado. ¿Crees que al decirle, “Mi mamita hacia mis frijolitos más bonitos,” tu esposa va a decir, “perdóname, lo siento,” y se arrodille y que de ahora en adelante va a ir una escuela que diga como hacer los frijoles de mamá? ¿cómo se ha de sentir la esposa? va a decir que a la siguiente le va a echar veneno. 

En ocasiones herimos y no nos damos cuenta. Hay ciertas cosas que debemos de decir. Dile a tu esposa “eres tan bella, tan hermosa, tu comida está deliciosa más que la de mi mamá”. Tienes que aprender a halagar, a alabar y tratar bien a tu esposa, échale flores y no espinos.

 

5. Dando toda tu atención a tu esposa

Marido te la pasaste platicando por teléfono dos horas con tu mamá y tu esposa te pregunta que de que platicaron y tu dices de nada. Tres horas y platicaron de nada y tu esposa quiere platicar y tu dices, “¿y de qué platicamos? nada más platico contigo y te enojas, cuando yo platico con mi mamá no se enoja.” Sabes ¿por qué no te enojas con tu mamá? porque no vives con ella, porque le cuentas todos tus problemas y todos los chismes y entonces cuando la mamá ve a la esposa se enoja porque le contaste todas las cosas que no hace bien la esposa y la siguiente vez que la ve no la ve con buenos ojos sino como si fuera lo peor del planeta y ¿ayudó en algo de que platicaras con tu mamá y le hubieras dicho todo? No ayudó de nada. No te quedes platicando con tu mamá y no ignores a tu esposa. Dice en 1 Corintios 14:38 “Mas el que ignora, ignore.” No digo que no platiques con tu mamá sino que no ignores a tu esposa. Dale más tiempo a tu esposa. No visites más a tu mamá mas de lo que sales a una cita con tu esposa.

La relación con tu esposa debe de ser importante. Debemos de magnificar y apreciarla, si la mamá es importante y gracias a Dios por nuestras mamás, pero dice la Palabra de Dios dejará el hombre a su padre y a su madre y ahora está formando una nueva familia, un nuevo hogar y ese hogar hay que cuidarlo y protegerlo. Hay que decir, “Señor, bendice mi hogar, a mi esposa, ayúdame a darme cuenta de que quien es importante es mi esposa.” Corta el cordón umbilical.