Jesús sana a un endemoniado

Mateo 9:32-34

32 “Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado.

33 Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel.

34 Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.”

En los versículos anteriores dice la Biblia que el Señor Jesucristo acaba de sacar a dos ciegos el versículo 28 dice: Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y que bendición es cuando vemos la sanidad y lo que el Señor Jesús puede hacer.

Hay algo interesante aquí porque en los versículos anteriores fueron ciertas personas por ayuda para ser sanados pero mientras están saliendo están llegando otros.

1. La obra de Dios no termina hasta que Cristo venga

¿Qué quiere decir eso? Que cuando alguien es sanado y estas personas están saliendo dice la Biblia que mientras salían ellos, llegan otros más para buscar de la ayuda de Jesús, y la obra de Dios no termina hasta que Cristo venga. De tal manera que ya porque alguien fue salvo, no quiere decir que ahí vamos a terminar sino que vamos a ir y hablarle a alguien más. Cuando alguien se convierte y comienza a servir a Dios y lo que nosotros hagamos por él pudiéramos decir: “¡Wow! Tuvimos un excelente programa, una conferencia y entonces ya se acabó ya no hay más que pudiéramos hacer” pero hay mucho más que podemos hacer. El Señor Jesucristo no sanó a estos dos ciegos y cerró las puertas y puso un letrero en donde decía que no se hacen más milagros. La gente asalariada eso hace, dice la palabra de Dios que cuando viene el asalariado y es pagado y viene el oso, el león, el lobo, el asalariado dice: “A mí que me importan las ovejas”. El Señor Jesús no era asalariado.

Cuando estas personas vinieron a buscar la salvación, cuando vino este mudo acompañado el Señor Jesucristo no les dijo: “Ya cerré, ya no hay más, ya no puedo, ya es muy noche, ya estoy muy cansado” y de la misma manera creo que cada uno de nosotros debemos de recordar que la obra de Dios no termina hasta que Cristo venga. Si es necesario hay que levantarnos hasta medianoche e ir y buscar las almas y buscar a la gente, alguien te va a llamar a la mitad de la noche y te va a pedir que le des un consejo, que lo visites, que hagas algo y debemos de estar dispuestos. El Señor Jesucristo estaba dispuesto a cualquier hora de la noche. En cualquier momento siempre debemos estar dispuestos.

2. Gente puede ser salva cuando la traemos a Cristo

Dice el versículo 32 Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado.Las personas no pueden ser salvas hasta que las traemos a Cristo pero hay quienes pueden ir a Cristo sin nosotros, hay quienes pueden llegar a los pies de Cristo sin nosotros. A veces nosotros somos los que ponemos un estorbo, somos los que damos mal testimonio, somos los que impedimos a alguien venir a Cristo y la Biblia nos dice que ay de aquel que impide a alguien venir a Cristo. Hay personas que con su mal testimonio impiden a alguien reconocer que Cristo es el salvador, entonces somos necesarios y tenemos que ir y cuando vamos debemos de ver la necesidad. En el versículo 35 dice: Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, y cuando recorremos la ciudad, las aldeas vamos a ver la necesidad y el cristiano debe de ver esa necesidad, el ganador de almas lo único que debe de ver es la necesidad. El que va a ir como pastor o misionero debe ver la necesidad pero eso no es suficiente. Cuando un pastor o misionero simplemente ve la necesidad y va no es suficiente porque necesitan ser llamados, necesitamos ser llamados para en el caso de un pastor o misionero, necesita ver la necesidad pero también tiene que ser llamado de parte de Dios.

No todo ganador de almas será pastor pero todo pastor debe ser ganador de almas,  no todo ganador de almas tiene que ser llamado pero todo ganador de almas tiene que ganar almas, todo cristiano tiene que ser ganador de almas. 

Dice la Biblia que le trajeron a un mudo y fueron unas personas que estaban interesadas para que este endemoniado pudiera recibir sanidad y nosotros somos esas personas que traemos al endemoniado, al mudo, al necesitado y ay de nosotros si impedimos que alguien venga a los pies de Cristo y también gloria a Dios cuando podemos  traer a alguien a los pies de Cristo y cuando traemos a alguien a los pies de Cristo no debemos de esperar aplausos y gloria, no debemos de esperar a que alguien nos traiga unas guirnaldas, solo hicimos lo que debíamos de hacer. Nuestro deber es traer a la gente a los pies de Cristo, la gente puede ser salva cuando la traemos a los pies de Cristo pero también gente no puede ser salva si no la traemos. Si hay alguien que vemos que está en necesidad y no lo llevamos a los pies de Cristo, dice la palabra de Dios ay de aquella persona, te puse por atalaya para hablar de su mal camino y no hiciste, sangre hay en tus manos, ay de nosotros cuando no le anunciamos, cuando no les predicamos, cuando de manera tan clara el Espíritu Santo de Dios nos dice: “Tienes que traerlo a los pies de Cristo.”

Hace unos días estaba visitando a alguien y esta persona me estaba pasando unos archivos en mi USB y se iba a tardar una hora en pasar los archivos y el Espíritu Santo me dijo: “Esta hora es suficiente para que tú le hables de Cristo.” Dios va a poner los medios, la gente ahí está, el ganador de almas ahí está, el mundo ahí está, el cielo ahí está, el infierno ahí está, la solución ahí está, la solución es Cristo, la herramienta, la Biblia, ahí está, lo único que hay que  hacer es ver claramente cuando Dios quiere que yo los traiga. Entonces comencé a hablar con mi amigo y le comencé a explicar, a decir claramente lo que Cristo había hecho por él y al final de una hora de estar hablando, él aceptó a Cristo, pero la gente va a ser salva cuando los llevamos a Cristo.

3. EL mudo no hablará hasta que el demonio salga

Dice la Biblia en el versículo 33 Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y hay gente que como nosotros necesita en sus vidas darse cuenta que por muchas razones no queremos hablar y tal pareciera que estamos endemoniados y que aún está un demonio, pero si Cristo vive ahora en nosotros, deberíamos de hablar para edificar, para ayudar a alguien, dice la palabra de Dios que debemos de hablar para animar a alguien más. Cuando hablamos debemos también tener cuidado de lo que hablamos, pero este mudo no podía hablar porque estaba endemoniado, este mudo tenía una incapacidad. La naturaleza de un endemoniado en este caso era que no le permitía hablar. Por ejemplo, en Marcos cuando nos habla del mudo en la sinagoga que se tiraba en diversos lugares y se hacía daño pero en este caso no, simplemente no hablaba. ¿Qué es lo que en particular el diablo en ocasiones no te permite hacer? Y creo que no debemos echarle toda la culpa a la diablo, creo que un 80% somos culpables nosotros y 20% el diablo y entonces cuando le echamos la culpa al diablo y le decimos a Dios “es que tuve debilidad y pequé porque el diablo…” y creo que el diablo está a un lado y le dice a Dios: “Yo no tuve nada que ver en el pecado de este hombre” Pero creo que sí hay cosas que el diablo impide, el diablo impide que la gente sea salva, que vengan al conocimiento de la verdad, el diablo odia la palabra de Dios y está haciendo todo lo posible para que la palabra de Dios no sea predicada, el diablo está buscando arruinar hogares y deshacer matrimonios y destruir vidas de jóvenes, y hay cosas que hace el diablo pero también debemos reconocer que somos mudos por nosotros mismos. Nosotros mismos somos mudos porque no queremos hablar, ni testificar, no queremos predicar pero en este caso era el diablo quien poseyendo la vida de este hombre no le permitía hablar y cuando le dejamos el control al diablo va impedir que hagamos ciertas cosas en este caso había algo específico que no podía hacer, no podía hablar, pero cuando ya somos salvos, el diablo ya no puede tomar posesión de nosotros, somos ahora hijos de Dios, ahora que Cristo vive en nosotros no puede venir el diablo y ocupar nuestra vida pero ahora que Cristo vive en nosotros dice 2 Corintios 13:3 pues buscáis una prueba de que habla Cristo en mí, el cual no es débil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros. Con Cristo si podemos hablar y Pablo está diciendo yo puedo hablar y decir lo que quiera o puedo dejar que Cristo hable en mí. Los corintios estaban diciendo casi casi, cuando vas a venir a regañarnos y Pablo dice: puedo ir y hablar con ustedes y ya no voy a ser indulgente porque voy a dejar que Cristo hable y si Cristo habla no va a ser en debilidad sino en poder.

De tal manera que cuando dejamos que Cristo actúe en nuestra vida, él va a transformar nuestra vida en poder y dice el versículo 4 Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros. Dios puede actuar de una manera natural en nuestra vida cuando dejamos que él nos controle.

4. El demonio no saldrá hasta que Cristo lo expulse

Dice Mateo 9:33 Y echado fuera el demonio, el mudo habló; Cuando Cristo lo ve no le pregunta nada sino que hace un milagro en él y gloria a Dios por los milagros de Cristo. Debemos de recordar que Cristo tiene poder para hacer cualquier milagro. No hay nada que sea imposible para Dios. Estos hombres no podían sacar a un demonio, tenían que llevar al endemoniado a Cristo y Cristo echó fuera el demonio, es Cristo quien tiene el poder. No hay poder en nosotros para hacer milagros. Sí, hablamos acerca de ganar almas pero es en el contexto que fuimos y le hablamos de Cristo y esta persona recibió a Cristo. Pablo aún dijo que se haría como todos judíos o no judíos para que de todas formas ganara a alguno y nosotros también podemos ir y salvar a la gente en el contexto que es Cristo quien salva pero no tenemos poder para salvarlos pero tenemos el poder para hablarles, no tenemos el poder para darles vida eterna pero tenemos el poder para guiarlos. Hechos 1:8 dice “pero recibiréis poder.” Ese poder es para poder ser testigos para poder hablarles Estamos perdiendo mucho de ese poder cuando no lo usamos, tenemos el poder del Espíritu Santo ya tenemos esas oportunidades y no las usamos.

El demonio no saldrá hasta que Cristo no lo expulse, pero cómo oirán sin haber quien les predique y ¿cómo se les predicará si no hay quien envíe? Tenemos que ir y predicarles.

5. La gente no se maravilla hasta que no ve milagros

Dice Mateo 9:33 y la gente se maravillaba,” Dios hizo este tipo de milagros para que la gente pudiera creer, el judío tenía que tener una prueba de que Jesús era Dios.

La gente necesita ver esos milagros, la gente tenía que ver lo que Cristo hacía. Cuando el Señor Jesucristo fue crucificado no solamente fueron los escribas y fariseos sino también los judíos quienes no quisieron creer en el poder de Cristo. 

La gente después de ver lo que Cristo había hecho se maravillaron y había gente que creía y comenzaba a seguirlo, Nicodemo fue a Jesús de noche y le dijo “Sabemos que has venido de Dios porque nadie puede hacer estas señales que haces si no está Dios con él.” Nicodemo creía por las señales y el judío necesitaba ver señales. Tú y yo podemos ver la palabra de Dios y ¿qué más señal necesitamos que levantar nuestros ojos al cielo y darnos cuenta que hay un Creador? todo es creado por medio de él y para él y tenemos que darle gloria por las maravillas que nosotros vemos.

Dice el versículo 33 Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel. Realmente sí había sucedido. Había experimentado un silencio de 500 años donde nada había sucedido. Cristo viene y comienza a hacer estos milagros y qué tremendo pero había un grupo de personas  dice el versículo 34 Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios. Siempre que encontremos un pero en la Biblia hay que marcarlo y ver qué está pasando porque esos mismos peros que hay en la Biblia nosotros podemos hacerlos, nosotros podemos decir “pero Dios…” Dios nos dice haz esto y le decimos “pero Dios como me vas a usar en ese país, no hay posibilidad de que tú me puedas usar.”

Un misionero que ahora está en Croacia por veinte años pensaba que no podía hacer nada por Cristo, en cuestión de ser misionero, pero él le dijo a Dios que estaba dispuesto. Él tenía incapacidad (tenía distrofia muscular), siempre anduvo en sillas de ruedas por 20 años y cuando él tenía 35 años empezó a tener unas terapias y las cosas empezaron a mejorar.  Este hermano iba a predicar a las cárceles  y llegó un misionero de Croacia y le dijo que si lo podía acompañar y dijo que sí. Predicaron en la cárcel y cuando salieron el misionero le dijo que le gustaría que ese hermano lo visitara en Croacia y el dijo que sí. El misionero le preguntó que cuándo. Al siguiente día este hermano le contó a su amigo y su amigo le dio un cheque de 1,000 dolares para que fuera a Croacia y este hermano dijo que nada hay imposible para Dios.

Siempre habrá un pero que siempre queremos poner, este hombre terminó comprando boletos, fue a Croacia y le ayudó al misionero unas semanas, regresó este hermano a Estados Unidos y un año después otro hermano en Europa escuchó esto y le dijo que si podía ayudarle dos meses y pudo ir dos meses. El misionero le dijo: Me acaban de enviar 20,000 Biblias y aquí están si las quieres repartir.” Sacó esas Biblias y empezó a gritar “Biblias gratis” y la gente se empezó a reunir.

Regresó a E.U. y en su trabajo su jefe le dijo: “Sé que fuiste a Croacia y necesitamos que vayas a ver unos productos, te compramos un boleto a Europa y de ahí te pasas a Croacia y pasas y visitas a tu amigo, le ayudas y regresas.” Dios abrió puerta tras puerta, lo mandaron a ver los productos, ganó almas y regresó. Después el jefe le dijo: “¿Sabes qué? te tengo una propuesta. Sé que trabajas desde tu escritorio y te vamos a pagar dos años y medio a través de nuestra compañía para que te vayas a vivir a Croacia pero que sigas trabajando para la empresa. Él dijo: “¡Wow! nosotros le ponemos peros a Dios pero Dios abre las puertas.” Terminaron esos dos años y medio y él dijo que sería misionero en Croacia. Él no solo vio la necesidad sino el llamado, escuchó el llamado y ahora es misionero en Croacia desde hace un año. Ahí está cuando le decimos peros a Dios, él dice: Si yo te ayudo yo te puedo llevar hasta ese lugar, no importan tus peros, no importan tus objeciones, mi poder es suficiente.”

Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios. No te desanimes con lo que los fariseos lleguen a decir, siempre habrá gente que va a poner un ‘pero’ pero no nos debemos desanimar con eso, debemos de creer en lo que Dios nos dice.

Dios hizo un milagro sencillo pudiéramos decir porque nosotros no podemos hacer que hable pero ese mudo fue traído y Dios lo sanó. Jesús aún tiene ese mismo poder. El mismo Jesús que sanó a este hombre es el mismo Jesús que vive en nosotros; el mismo Dios que estaba presente en esta historia es el mismo Dios que tenemos hoy en día, y lo que tenemos que hacer es dejarnos usar por el mismo Dios. Tú y yo podemos seguir haciendo la obra de Dios. Gracias a Dios por cada milagro que él hace en nuestras vidas.