¿Cómo eres conocido?

Filipenses 4:1-7

1 “Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.

2 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor.

3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.

4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!

5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.

6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”

El versículo 5 dice “Vuestra gentileza sea conocida.” En el versículo 6 dice “sean conocidas vuestras peticiones” y quiero hacer estas pregunta ¿Cómo eres conocido? Dios es el que nos conoce mejor. No hay duda de eso, pero ¿cómo te conocen? ¿cómo eres conocido? tu familia es la que mejor te conoce, tus hijos, tu esposa. No puedes engañar a tu y a tus hijos. Tu familia es la que mejor te conoce pero mejor que la familia es Dios quien nos conoce perfectamente bien. Dice en este pasaje “vuestra gentileza sea conocida.” Hay ciertas cosas por las cuales somos conocidos. 

El versículo 1, dice “Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía,” la primera cosa que creo por la que somos conocidos conforme a Filipenses 4 es por nuestras coronas. La iglesia de Filipos era la corona de Pablo. Eran las personas que él había ganado a Cristo y no solamente las había ganado sino también discipulado. De tal manera que en este año vamos y debemos de ganar a un mayor número pero también asegurarnos que tenemos muchas coronas, asegurarnos que estamos discipulando, no solamente ganando sino también discipulando. Estos hermanos a los cuales Pablo estaba hablando no solamente eran hermanos que él había ganado allí en la calle, él está escribiendo una carta a un grupo de personas que habían sido salvos y ahora se estaban reuniendo y al leer la carta de Pablo, Pablo estaba diciendo “Hermanos míos, amados y deseados, ustedes son mi gozo y mi corona” y él los anima a que sigan adelante. Somos conocidos por quienes nosotros hemos dejado como legado, como seguidores de Cristo.   Somos conocidos por los hermanos que hemos dejado en la Iglesia.

En los versículos 2 y 3 habla de Evodia y Síntique. Estas hermanitas se andaban peleando y Pablo les estaba hablando a ellas porque estas hermanitas eran conocidas por ser tan contenciosas y nosotros somos conocidos por como somos de contenciosos, por como nosotros nos la pasamos peleando. Pablo está diciendo, “me acuerdo de ustedes. Ustedes son gozo para mí, ¡oh! pero también me acuerdo de estas hermanas como se peleaban, como se agarraban y aun me acuerdo de cómo llegaban y una se sentaba de un lado y la otra del otro lado y por favor, a través de esta carta les quiero decir que sean de un mismo sentir, que se lleven bien, que ya no se estén peleando, porque la causa de Cristo es mucho más que nuestras preferencias personales, por favor sean de un mismo sentir, estén unidas, tómense la mano. No se anden peleando.” Pablo las conocía a ellas por lo que ellas hacían. ¿Cómo te conocen? ¿Te conocen por las coronas y la gente que has ganado  y discipulado? O ¿te conocen por ser tan peleonero? 

Hace años, cuando mi esposa y yo nos casamos, llegamos a Iguala, Guerrero y llegamos y enseñamos en la escuela cristiana. Mi esposa comenzó a enseñar a tercer año de primaria. Tenía como unos diez o doce niños. Un niño de los que ella tenía era un niño tremendo. Se paraba y se sentaba; hacía y deshacía. Cuando uno pasado por el salón de primero de primaria, veía los niños gritando, casi jalandole el cabello a la maestra e igual por el salón de segundo año pero pasando por tercer año todos los niños sentaditos y quietos escuchando. Cuando nos fuimos, este niño tremendo casi estaba llorando, porque llegó a querer mucho a mi esposa. Se llamaba Armando. Armando comenzó a cambiar, ya no era tan tremendo y al primero que conoces de un grupo de niños es al niño más tremendo, al niño más travieso. Estas hermanitas eran tremendas. ¿Cómo eres conocido? ¿Eres conocido porque eres tremendo y contencioso? o ¿eres conocido porque hay amor, hay unidad, eres alguien que hay un sentir diferente?

El versículos 3 dice, “Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.

Estos hermanos eran colaboradores de Pablo y eran compañeros de Pablo. De tal manera que cada uno de nosotros, podemos ser enemigos o podemos ser compañeros, o podemos ser aquellos que combaten juntamente. Cuando salimos a ganar almas normalmente les digo que busquen a alguien con quien vayan a ganar almas, y quizás en la mente alguno diga “a este yo me quiero llevar porque es un buen compañero y colaborador”, pero quizás hay algunos que piensan lo contrario. Creo que cuando salimos a ganar almas, debemos buscar a alguien diferente porque quizás me pueda ayudar a mí cuando lo estoy escuchando a él y la siguiente vez que me toque hablar yo pudiera usar lo que aprendí de mi hermano. Hace años salí con un hermano y recuerdo que ganando almas con él, él estaba dando ilustraciones, y yo dije voy a usar unas cuantas de esas historias e ilustraciones. En Iguala, el hermano Juan Martínez cada vez que ganaba almas, hasta yo quería hacer la oración porque lo explicaba tan bien, a mí me gustaba como él le explicaba a alguien para que fuera salvo. En ocasiones me ha tocado ir con jóvenes que digo “este joven yo le voy a enseñar” y tocamos tres o cuatro puertas y nadie fue salvo y luego él toca una puerta y gana a alguien y esto me enseña humildad, me enseña que yo no lo sé todo, pero Pablo tiene compañeros y colaboradores y que bueno es tener un compañero y un colaborador porque cuando salimos a la guerra y tenemos un compañero sabemos que no nos va a dejar tirado, va a estar orando por nosotros. Cuando estamos ganando almas si hay alguien más que está ganando a alguien para Cristo, el que está acompañando debería de estar orando y debería estar pidiendo que Dios lo use para que pueda hablarle a esta persona, para que pueda decir las palabras correctas.

Pablo se acordaba de esta iglesia y Pablo decía, “Ustedes son mi corona, me acuerdo de unos que son bien contenciosos, me acuerdo de otros que son mis compañeros y son colaboradores y cada vez que estaba con ellos colaboramos y hacíamos algo.” Hay con quienes nos juntamos y hacemos más, eso es un colaborador y hay con quien nos juntamos y hacemos menos, esa es una distracción. El colaborador es el que dice, “andale, échale ganas y vamos a hacerle así y tú si puedes y vamos a mejorar y vamos a hacer el trabajo más eficientemente. Vamos a hacerlo mejor. Vamos a ganar a más.” El colaborador es el que anima a otro. Pablo estaba agradecido por los colaboradores y los compañeros que él había encontrado y debemos nosotros darle gracias a Dios por los colaboradores y compañeros que Dios nos da en la iglesia y aún en nuestra propia vida. Cuando Dios le da Eva a Adán le dijo que iba a ser su compañera idónea, la que le iba a ayudar y ser de bendición y la que lo iba a animar y un colaborador debe animar, debe apoyar, un colaborador es de bendición.

El versículo 4 dice “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Debemos de ser conocidos por nuestro contentamiento. Pablo dice “regocijaos otra vez digo regocijaos,” ¿por qué otra vez? porque Pablo ya sabía que esta iglesia era una Iglesia gozosa y contenta. Pablo conocía que esta era una iglesia que no se la pasaba quejándose.

Era una Iglesia gozosa porque se la pasaba apoyando a misiones, era una iglesia que hacía la obra de Dios, era una iglesia que sí tenía problemas pero eran problemas mínimos, era una iglesia que cuando Pablo se acordaba le traía gozo por eso comienza diciendo “amados y deseados”  ¿Por qué eran conocidos? Por su contentamiento, eran conocidos por su gozo, por su sonrisa. Uno no quiere regresar a un lugar donde lo tratan mal. Cuando vas a un lugar y te hacen cara de fuchi ya no quieres regresar a ese lugar pero alguien que te trata bien, que te da una sonrisa tu si quieres regresar a ese lugar por eso tenemos que tratar bien a nuestros visitantes. Hay que saludarlos con una sonrisa, preguntarles de dónde viene y hacerles preguntas, hay que tratarlos bien. Nuestro gozo, nuestro contentamiento, nuestra sonrisa puede hacer mucho. Yo te recomiendo que seas conocido por esa sonrisa cada vez que venga un visitante a la iglesia, habla con el, saludalo, se amigable. Cuando mis hijos regresaron de la reunión de jóvenes, uno de mis hijos me dijo que el chofer del Uber había sido muy amigable y los trató muy bien que hasta le dio una propina pero qué hubiera pasado si no los hubieran tratado muy bien pues no le hubiera dado nada. Una ocasión fuimos a comer con un pastor y el trato de ese lugar fue muy malo que al final el pastor no dejo propina y cuando ya nos íbamos, el mesero fue y le dijo al pastor que dónde estaba su propina y el pastor le dijo que no le iba a dejar propina y reclamó el mesero porque querían su propina. ¿Eres conocido por tu sonrisa? Cuando les dices que eres cristiano ¿se sorprenden? y te preguntan que desde cuando eres cristiano y tu les dices que desde hace veinte años y eso puede llegar a sorprender a la gente y tal vez pienses que por eso no le dices a tus vecinos que eres cristiano por los gritos, los sartenazos y la música y la cumbia y todo lo que hay en tu casa, pero dile a tus vecinos que eres cristiano, que conozcan que eres cristiano.

El versículos 5 dice “Vuestra gentileza sea conocida” ¿Por qué más la gente nos debe de conocer? por nuestra conducta, por nuestra gentileza, por nuestra buena manera de ser, por nuestra amabilidad, por ser gente buena. Hay quienes nos hacen mal, pero dice la Biblia que debemos de pagar bien por el mal que nos han hecho. Mucha gente nos hace mal. Mucha gente sabe que eres cristiano y a propósito te van a hacer mal. Un pastor estaba hablando conmigo y me estaba explicando unas cosas malas que alguien le estaba y le dije que él hiciera el bien, que pagara aun lo que no debía. A veces las situaciones más difíciles son con la familia, el suegro, la abuelita, el tío, la prima, el primo hizo algo y la agarramos contra el primo, contra el hermano, contra la hermana, contra un montón de gente pero dice la Biblia que debemos de ser gentiles, buenas personas, amables. Espero que con nuestra familia, con nuestros hijos, con el esposo con la esposa, seamos gentiles y  cuando no seas gentil, cuando no seas bueno, debes de pedir perdón porque la gente tiene que conocerte por tu amabilidad y Dios quiere conocer tus peticiones delante de él.