3 Cosas Para Fracasar Como Cristianos

Gracias a Dios, estamos aquí en nuestro México y siempre es una bendición ver a nuestros compatriotas y ver lo que Dios está haciendo en nuestro país. Siempre me da mucho gusto ver lo que Dios está llevando a cabo en México. Sé que es un gran esfuerzo y hay muchos gastos y hay muchos sacrificios y hay un montón de cosas, pero las conferencias misioneras merecen la pena. Dios está derramando gran bendición sobre este país. En parte estas conferencias tienen que ver estas conferencias y estos predicadores que vienen par dar su tiempo y para servir y para predicar la Palabra de Dios.

El pastor me pidió hablar de los ministerios, gracias a Dios, acabamos de cumplir 18 años de haber salido a España. España es, como él dijo, es un país duro. La gente dice tener una fe, una religión. Pero usted se sorprendería cuando va y ve que muchísima gente realmente no tiene interés en Dios; muchos ni creen en Dios. Es algo increíble. A pesar de que ellos exportaron religión a tantos países del mundo. Es increíble ver como no tienen interés en el Señor, en las cosas de Dios. Hay mucha gente que está, literalmente enojada, enfadada, con lo que la iglesia; que ya saben cuál es. Nada más escuchan el nombre de Cristo o hablar de Dios e inmediatamente dicen “no me hables de eso, no me interesa”. Pero, a pesar de ello, Dios está llevando a cabo una obra. Esta ha sido una obra lenta y ha sido una obra que ha requerido fidelidad. Para mí ese es uno de los ingredientes que no debe de faltar en la obra de Dios: permanecer fieles hasta el fin. Esto es algo que todo creyente debe de entender desde el principio, que Dios quiere que seamos fieles. Cuando él venga, va a premiar fidelidad. Por supuesto si somos fieles se va a llevar a cabo una obra, porque él siempre cumple con sus promesas.

Ahí donde estamos nosotros, en el norte de España, en lo que se llama el país Vasco. Tenemos allí 17 años trabajando en equipo, somos cuatro familias que somos parte del equipo misionero; comenzamos nosotros con otra familia en el año 1997. Estamos en el interior del país Vasco, en lo que es territorio de Gipusca. Estamos como a unos 35 minutos de San Sebastián, que es la capital de esa provincia y estamos en el interior, en un lugar que se conoce como El Goyerri, que quiere decir pueblos altos. Los vascos tienen su propio idioma, su propia lengua. El pueblo Vasco es un pueblo trabajador, son gente muy pujante, muy trabajadora, muy como de tierra, de campo; les encanta los montes. Ellos tienen montes muy bonitos, es muy verde. A pesar que son gente reacia al Evangelio y que no tienen interés, son amables, en un sentido, a su manera. Podríamos decir que son un poco brutos; su trato es tosco, muy ríspido. Pero así son, y a nosotros nos encanta ese lugar, amamos ahí el Euzkadi, lo que es el país vasco. Como dije tienen su lengua, se llama euzkera; es el idioma más antiguo de Europa. Nadie conoce el origen de esa lengua. No tiene ninguna relación o familia con un idioma conocido. A veces me dicen “bueno, ¿y cómo no viene del latín?” -“no, no viene del latín”; suena totalmente diferente. Por ejemplo, para decir hola es “keisho”. Para decir adiós es “agur”. Para decir hola yo soy Juan es “keisho, ni Juan nais, se ta sú”. Es totalmente diferente el idioma, no tiene nada que ver. Por ejemplo, usted puede identificar los apellidos de origen vasco, por ejemplo: Aguirre, Echeverría, Ochoa, Mendizábal. Ochoa quiere decir lobo; Echeverría quiere decir casa nueva, eche es casa, verrí o verría es nueva o nuevo.

El país Vasco es un lugar precioso, tristemente, espiritualmente hay bastantes tinieblas. Pero Dios nos ha permitido ir a ese lugar y gracias a Dios, como dije, la obra ha sido lenta. Pero en los últimos 7 u 8 años la iglesia experimentó un crecimiento y tenemos un campamento. En la iglesia, ya no cabíamos en el lugar donde estábamos antes, y gracias a Dios estuvimos orando por 4 años por un local nuevo dónde todos pudiéramos entrar. Estuvimos orando y esperando, ¿por qué sabe qué?, a Dios muchas veces le gusta hacernos esperar. En esta ocasión nos dio un local. Hay muchos detalles, hay mucha historia detrás de este local; pero, nos dio un local tremendo, maravilloso el lugar. Ahora sí cabemos todos los hermanos; está llegando más gente a la iglesia. Hace unas semanas alguien se metió a robar a nuestro local nuevo. Gracias a Dios, no se llevaron nada, porque no había nada que se llevaran. Todo lo importante no lo dejamos ahí. Después de esto, el siguiente domingo, mi compañero Andrés me dijo “¿sabes qué? este domingo tuvimos más gente inconversa en la iglesia que nunca”. ¡Cómo Dios bendice! Podemos decir “¡qué barbaridad!” Nos ha pasado de todo, hermanos. Nos han apedreado la iglesia, nos han roto nuestro escaparate. Un día estábamos en pleno servicio y se metieron unos skinhead; que son nazis, jóvenes nazis, y se metieron y comenzaron a beber dentro de la iglesia; y les dijimos “aquí por favor no vengas a hacer esto, eres bienvenido si quieres escuchar la predicación, la enseñanza, pero por favor aquí no hagan esto”.

Hemos tenido experiencias, muy diversas. Pero ¿sabe qué?, Dios siempre ha manifestado su amor, su misericordia y estamos tan agradecidos por estos años que hemos tenido ahí, en este increíble lugar.

Había personas que cuando íbamos a salir al campo misionero y decíamos “vamos a ir a España”, respondían “¿España?, ¿y por qué no en México?, ¿por qué tan lejos?”. Decíamos “bueno, porque Dios nos ha llamado a España y es la voluntad de Dios y lo más sencillo es decir me quedo aquí en México, cerca de mi familia, para no tener que decir adiós a los padres, que es tan duro. Los nietos creciendo lejos de los abuelos, sin familia, sin nada, dejarlo todo, para ir a un país extraño”. Llegamos a un pueblo a vivir, se llamaba Marchamalo. Imagínese un pueblo que se llama bonito Las Flores o qué sé yo. Aquí tenemos nombres raros, pero Marchamalo, sonaba muy fuerte. Recuerdo que éramos los únicos extranjeros hispanohablantes en ese pueblo y la gente se nos quedaba mirando siempre. Teníamos 3 hijos, en eso entonces pequeños y cuando la gente veía que íbamos caminando, todos se paraban a mirarnos. A veces nos regañaban por tener 3 hijos. Un señor, un anciano nos detuvo y nos dijo “ya está bien ¿no?”, y dije “¿ya está bien qué?, “contestó “pues ya está bien, que ya no más hijos” y yo por dentro pensaba a este señor qué le importa. No se lo dije. Solamente alguna vez en la calle nos detuvo una mujer y nos felicitó por tener 3 hijos, así que es un mundo diferente.

A veces pensamos que viajar es todo igual y que todo va a ser lo mismo. Hermanos, el campo misionero es diferente, los países son diferentes, la gente es diferente, las costumbres, a veces el idioma es diferente; pero en todos lados el Señor nos acompaña. Dios ha sido fiel, nuestra iglesia es creciente. Gracias a Dios tenemos más o menos unas 14 nacionalidades representadas en nuestra iglesia. Recientemente llegaron gentes de Nepal a la iglesia. Es increíble. Tenemos rumanos, ecuatorianos, colombianos, de República Dominicana, de Guinea Ecuatorial, por supuesto españoles, vascos. Tenemos un mexicano que recientemente llegó a la iglesia. Ya está bien diversa la iglesia y me encanta; si usted un día nos visita va a llegar a una iglesia llena de un espíritu precioso. Eso es algo que la gente cuando va a la iglesia siempre dice “es que aquí todos me saludaron y todos se rieron conmigo”. Les asombra ver ese espíritu en la iglesia. Es algo precioso que la gente cuando se va se lo lleva de recuerdo y muchos han vuelto por eso recibimiento que tuvieron en la iglesia. Insisto y lo vuelvo a decir Dios es muy bueno.

Vamos a mirar algunas cosas que yo quiero compartir. Iremos viendo varios versículos en la escritura, pero antes de leer la escritura, quiero comentar algo. Cuando venimos a México y vemos todo lo que está pasando en nuestra nación en cuanto al Evangelio; primeramente decir que no es algo que ha surgido de una manera casual. Todo lo que está pasando en nuestra nación es porque alguien sembró. Hubo misioneros, hubo familias que dieron sus vidas para que el Evangelio comenzara a ser sembrado a lo largo y a lo ancho de nuestra nación. No es como decían en la secundaria “de generación espontánea”, recuerdan que decían que la carne no se agusana porque los gusanos nacen espontáneamente. No. Es porque una mosca viene y pone unos huevecillos y salen las larvas. Los mismo pasa con el Evangelio. Requiere a alguien que sea fiel y que vaya y predique el Evangelio y permanezca en el lugar donde Dios le ha mandando. Y ¿sabe qué? muchos han dado sus vidas para que nosotros tengamos el Evangelio. Hubo personas que murieron en nuestro país por dar el Evangelio. Hubo familias, jóvenes, niños. Un gran precio se ha pagado para que nosotros hubiéramos recibido ese tesoro maravilloso, que es el Evangelio. Es poderoso para la salvación.

Lo que yo veo es que Dios le he estada dando a nuestro país una oportunidad increíble de llevar el Evangelio a otros lugares del mundo. Nosotros hemos recibido, hemos sido bendecidos. Y yo veo que ahora Dios nos está dando a nosotros los mexicanos la oportunidad de ir a otros lugares a llevar el Evangelio. Cuando yo comenzaba a visitar iglesias y hablaba de la obra misionera, muchos se extrañaban, pastores no lo entendían; era para ellos muy raro que yo viniera a presentar un ministerio para ir a otro país, para predicar el Evangelio. No lo entendían, ellos decían “eso es de los americanos, que lo hagan los americanos, ellos son los que tienen el dinero y los que tienen la gente”. Yo recuerdo algunos comentarios y algunas actitudes no muy correctas, pero eso no es de los americanos. Nuestros hermanos norteamericanos han pagado un gran precio y Dios dejo en sus manos una labor increíble y ellos han cumplido. Ellos son de los que han dado sus vidas, sus familias, sus hijos para venir a nuestro México a predicar el Evangelio; han invertido millones y millones de dólares para que el Evangelio llegara a nuestro pueblo. Desde luego yo no estoy diciendo de una manera despectiva, porque hay muchos hermanos norteamericanos que yo amo y yo tengo un gran amor por esos hermanos y esas iglesias y ese país que ha dado tanto para que nosotros recibiéramos el Evangelio.

La cuestión es la siguiente: pastor tras pastor, posiblemente al Pastor Arturo también le han comentado en los Estados Unidos, constantemente escucho que dicen que los Estados Unidos se están yendo para abajo, en cuanto a lo que es las iglesias. Muchas iglesias cerrando, dicen que más o menos el tiempo que un misionero va al campo misionero son dos años y luego se regresan. Muchas cosas que oigo, que ellos dicen. Yo ni les pregunto, ellos comentan. Que el país está yendo para abajo. Dios siempre da la estafeta o pasa la antorcha a otras naciones para que sigan adelante con la labor de llevar e Evangelio. Antes de los Estados Unidos hubo países europeos que enviaban misioneros; por ejemplo, Inglaterra, Escocia, Alemania, Holanda, ellos enviaban el Evangelio a otros lugares del mundo. Después surgió la nación norteamericana y ellos comenzaron a enviar el Evangelio a todo el mundo. Este pastor en Norteamérica decía que ellos pensaban que los siguientes países en ser responsable de llevar el Evangelio al mundo eran México y Filipinas. Lo dijo ese pastor, no lo sé. Pero lo que yo sí sé es que México está siendo visitado por Dios, no tengo la menor duda, Dios tiene sus ojos y su mano puesta en nuestro país. A donde usted vaya va a encontrar a gente que está siendo salva, muchachos yendo al instituto bíblico, iglesias surgiendo por todos lados. Dios está haciendo algo en nuestra nación. Y ¿sabe qué?, no solamente en nuestra nación, en el mundo hispano Dios se está moviendo.

Hace unos meses pude ir a Ecuador y estar predicando y la gente está hambrienta y con corazones listos para el Evangelio. Es increíble hermanos. La cuestión es esta: si Dios está poniendo sus ojos en nosotros como mexicanos, como pueblo hispano, para que llevemos el Evangelio hasta lo último de la Tierra; no puedo yo ser negativo de ninguna manera, pero veo algunas cosas que nos pueden hacer fracasar. Lo digo no dando una profecía, estoy tratando de que nosotros como mexicanos, porque ustedes son mi gente. Somos mexicanos de diversos lugares y aunque yo hable un poquito raro soy mexicano también. Que pensemos y estemos alerta para ver que nos puede hacer fracasar de nuestro esfuerzo de llevar el Evangelio hasta lo último de la Tierra, qué está provocando que nosotros estemos fracasando de llevar el verdadero mensaje de Dios a la humanidad. Nosotros podemos culpar a una u otra cosa, pero creo que al final cada uno es responsable ante el Señor por las decisiones que tomemos o dejemos de tomar. Yo tengo tres cosas que quiero compartir en cuanto a eso que nos puede hacer fracasar como cristianos.

 1.Falta de convicción en nuestro mensaje.

Algo que nos va a hacer fracasar, es la falta de convicción en nuestro mensaje. Una pregunta hermano, ¿qué crees que está motivando a todos los grupos religiosos a cumplir celosamente con su programa de ganar a la gente para su religión? Hace tiempo tuve en mis manos una hoja que me daba unas estadísticas de los grupos religiosos. Cómo están creciendo los Testigos de Jehová, los Mormones; pues es que cada uno de ellos tiene sus metas. ¿Sabes qué cada uno de ellos tiene su propia doctrina?, cada uno de ellos tiene sus recursos. Es increíble, pero no sé si tú has pasado por algún pueblo y de repente ves un edificio bien bonito. Y ahí dice “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días”. Yo cuando veo eso digo “¡guau!, ¡cuánto invierten para levantar esos edificios!” Estuve en Guaiaquil en Ecuador y tienen un increíble templo mormón. Lo puedes ver de diferentes puntos de la ciudad. ¿Sabes qué ellos dan muchísimo dinero para levar a cabo su labor de hacer proselitos y enseñar y predicar su mensaje y todo esto de su libro del mormón? Invierten unas cantidades de dinero increíbles. ¿Por qué crees que lo hacen? ¿Por qué crees que los Testigos salen día con día? A veces con un gran calor y tú sabes quienes son ellos porque llevan su sombrilla y los hombres van con su corbata y van caminando por las calles. Caminan a veces despacito, pero van dale que dale, haciendo y cumpliendo su labor. ¿Por qué crees que lo hacen? ellos creen en su mensaje, ellos creen en lo que están haciendo.

En Europa actualmente la gente en su gran mayoría, no cree en Dios. El Parlamento europeo decidió quitar de la constitución europea cualquier cita que mencione cristianismo. Yo recuerdo cuando estaban haciendo esto y yo veía las noticias. Había algunos partidarios del partido popular, diciendo “no, no, no podemos olvidar nuestras raíces cristianas, si nuestras naciones tienen raíces cristianas”, y dijeron “no, no, no ya queremos quitar eso de nosotros, ya no queremos más de eso, nosotros somos ya laicos y no queremos más cosas de religión”. Y ellos decidieron quitar cualquier mención al cristianismo de su constitución. Algunos protestaron, aduciendo a la herencia cristiana de Europa. Pero al final decidieron quitar cualquier mención de dicha herencia.

Actualmente el Islam, está creciendo en Europa a pasos agigantados. Hay un pueblo en el sur de España que se llama Crevillente. Yo he estado en ese lugar, está en la provincia de Alicante, pero es España. Si tú vas por la avenida principal de Crevillente todos los letreros de los comercios están en árabe. Yo cuando vi eso dije ” no puede ser, esto es increíble”; ellos tienen su agenda, ellos tienen sus planes, tienen su visión, ellos tienen celo por su religión, ellos están dispuestos a morir y a darlo todo por su religión. Se están comiendo a Europa. En Francia ya son más de 6 millones de musulmanes, en Alemania hay más de 2 millones y medio de musulmanes. Se cree que para el año 2025 Europa será musulmana. Es lo que están diciendo y tú quizá no habías escuchado esto. Yo vivo ahí y me gusta leer, me gusta informarme y es increíble. En mi pueblo, en el país Vasco ya hay mujeres que están vestidos de esta cosa que se ponen, toda negra como fantasmas y nada más una cosita para ver. Y ahí esto en mi pueblo. ¿Qué es lo que está haciendo a diferencia? Ellos creen en su mensaje, ellos creen en su Dios. Mientras los europeos cada vez más no creen en Dios, los musulmanes creen en su Dios. A tal punto, que están dispuestos los radicales a ponerse un cinturón con explosivos y meterse a una autobús lleno de gente y reventarse dentro del autobús y matar a todos los que más puedan porque ellos creen que están honrando a su Dios.

Una de las cosas que va a hacer que nosotros fracasemos en llevar el Evangelio hasta lo último de la Tierra va a ser falta de convicción en nuestro mensaje. Dice en Segunda de Corintios en capítulo 5 versículos de 16 al 20: “De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.” Ese es el ministerio que Dios nos ha dado. Ministerio de Reconciliación. Cuando tú vas a hablar con una persona, tú no estás buscando un renombre o un reconocimiento de las personas, que eres un gran ganador de almas. Tú eres un ministro de la reconciliación. Dios te está usando a ti, para que hables con la persona, para que esa persona se ponga bien con Dios. Dios le quiere hacer una nueva criatura, le quiere dar vida a esa persona, a esa alma que está muerta en sus pecados. Ese es nuestro mensaje hermanos. ¡Qué bendición!

En Romanos 1:16 dice: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.” Yo vivo en lugar donde podría estar avergonzado de Evangelio, porque la gente no cree, porque a gente no quiere escuchar, porque la gente se enoja si yo les quiero hablar de Dios. Y qué fácil sería decir, “mira no quieren creer, pues que no crean, ahí a ver que es pasa”. Pero no. No podemos quedarnos callados. A veces cuando vamos repartiendo folletos hemos intentado de todo para llegar a la gente: tocando puertas, Evangelios de Juan, conciertos musicales, hemos hecho de todo. Y la gente nos ve raros, nosotros en nuestro pueblo somos los mexicanos raros. Pero, ¿sabe qué? la gente observa, la gente nos ve. Hay una señora en el pueblo que es como la prensa del pueblo, a veces sabe cosas de nosotros, antes que nosotros las sepamos. A esa señora le encanta ir y hablar y escucha y pregunta y cuando tú llegas se te queda viendo como lo que traes puesto y dice “buenos días, ¿cómo estás?” y es tremenda la señora. Mi esposa estaba enferma y los niños estaban en la escuela y la señora nos hizo favor de recoger a los hijos, porque yo no podía. Llegó con mi esposa y le dijo: “aquí están los niños, se me acercaron algunas mujeres y una de ella me dijo, -¿y tú qué haces con esos niños?” Hablando de mis hijos; y la señora le dijo ” son los hijos de María Esther y como está enferma les estoy recogiendo para llevarles a casa y esto y lo otro”; y la otra señora le dice “cuídate de esa mujer”, hablando de mi esposa. Llegó yo a casa y me encuentro a mi esposa llorando, “¿qué te pasa?” le dije. Contestó con lo que había ocurrido. Le llevé a leer a la escritura, donde dice “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperios os persigan y digan toda case de mal contra nosotros mintiendo”. Mi esposa se sintió mejor. Aunque yo por dentro hervía, estaba enfadado, pensando “¿¡cómo se atreve esa señora?! Ni conoce a mi esposa y está hablando mal de ella”. Mejor no digo más. Cuando mi esposa se alivió, salió a la calle y mujeres que no conocía le saludaban. Una mujer le habló desde un balcón para invitarle a tomar un café. Hermanos, el Evangelio es poderoso y no solamente el hablarlo, si no el vivir el Evangelio. Otra vecina un día iba por la calle y se cayó, mi esposa se bajo del coche y fue a levantarla. Esos detalles son tremendos. La gente te mira, la gente te observa y aunque somos los mexicanos raros saben que creemos en Dos. Otra mujer dijo, hablando de mi esposa, porque mi esposa viste con falda y con vestido, y esa mujer pensaba que yo era un macho, que sometía a mi esposa, porque vestía de esa manera. No sabe esa mujer que mi esposa viste así porque ella ama al Señor y quiere honrar a Dios.

La gente observa y aunque seamos los raros y hagamos cosas diferentes, siempre que llegamos a casa, llegamos andando de la mano mi esposa y yo. La gente ve a nuestros hijos desde que eran pequeños. Nos veían cuanto estábamos en el parque. Era increíble para las mujeres, desde cómo le contestan los hijos a la mamá. Son respondones, contestan mal, a gritos a su mamá. Así le contestan, nosotros oíamos desde el parque; mi esposa decía “si yo le hubiera contestado así a mi mamá me voltea de una trompada”; pero así es ahí; los niños son muy brutos desde chiquitos y dicen “no quiero”. Nos sorprendía un montón. Ellos veían a nuestros hijos responder a la primera “sí mamá, sí papá”. Era increíble como decían “¿cómo lo haces?”. El Evangelio es poder de Dios para salvación, hablado por supuesto, pero vivido también.

Somos embajadores del Señor, tenemos el mensaje del Evangelio. Aunque la gente no crea, tenemos la oportunidad de vivir el Evangelio delante de la gente. En Juan capítulo 3 versículos 16 y 17 dice: ” Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” Yo te pregunto, ¿crees todo esto? Si nosotros no estamos descansando en la Palabra de Dios, si no creemos en las promesas de la Palabra de Dios, ¿cómo en el mundo vamos a llevar el Evangelio hasta lo último de la Tierra? Esto nos hará fallar si realmente lo creemos. Entonces esto nos debe motivar a pensar en otros y dar para que otros tengan también la oportunidad de escuchar el mensaje que a ti te dio libertad. A veces yo hago un ejercicio, pero recuerdo de donde me sacó Dios antes de ser salvo. Yo fui salvo a los 22 años y recuerdo cual era mi vida sin Cristo. ¿Recuerdas cuál era tu vida sin Cristo?, ¿de dónde te sacó Dios? y que a pesar de que eras lo que eras te amó, te probó, te limpió, te perdonó, te hizo una nueva criatura. Y no solamente eso, te hizo su hijo. Gloria a Dios. Si realmente los crees predícalo y vívelo. El mundo necesita esto. Ni los políticos, ni los artistas, ni los filósofos, ni los científicos, no los genios de la tecnología son la esperanza del mundo. Cristo es la esperanza del mundo y Cristo es el único que puede cambiar a una persona, a una sociedad, a un país, al mundo entero. Solamente Cristo.

¿Qué nos puede hacer fallar a nosotros en nuestra labor de llevar el Evangelio hasta lo último de la Tierra? Falta de convicción en nuestro mensaje. Se pueden reír, se pueden burlar, te pueden decir de lo peor, te pueden agredir físicamente, pero si tú crees en aquel que te amó hasta el punto de dar a su propio hijo, y en su mensaje vas a permanecer firme hasta el final.

 2. Abundancia de Ocio

Otra cosa que puede hacernos fracasar en esta labor de llevar el Evangelio hasta lo último de la Tierra es la abundancia de ocio. Nos encanta ver como las ciudades prosperan, nos encanta ver las ciudades mejorando. Y es bueno, es bonito; la verdad es que yo vengo a Puebla y veo desde que llegamos todos los edificios y digo “¡qué bonito es Puebla! ¡cómo es moderna, cómo ha cambiado!” Y me gusta ver todo ese avance. Pero ¿sabes qué?, también es peligroso cuando nuestra vida, nuestro gozo o felicidad depende de las cosas materiales. Vivimos en un mundo y en una sociedad donde el ocio se ha convertido en el rey de nuestras vidas. El ocio, el pasarlo bien todo el tiempo, el querer estar distraído con algo todo el tiempo. Cuando era niño jugaba con las canicas, con el trompo, no aprendí pero le hacía, con legos y cositas así cuando era niño eran mis juegos. Hacía trampas con las plantas y yo era un poco ingenioso y me la pasaba muy bien. Pero ahora, ¿qué es lo que estamos viendo en nuestra actualidad? muchos niños son muy fuertes de los dedos. Si no lo pasamos bien, si no tenemos lo último, si no nos divertimos es como si estuviéramos perdiendo lo que llena nuestras vidas. La tecnología y los avances tecnológicos están pensados para sorprendernos, para llamar nuestra atención. Han llegado al punto, que literalmente, no podemos vivir sin ellos. Quítale su teléfono a un joven y siente que le arrancaste un brazo. He visto a mi sobrina se pone a escribir textos sin ver el teléfono y digo “eso es brujería”. Quítale la televisión a un niño y no sabe como pasarlo bien. Quítale sus juguetes de electrónica a un varón y se siente perdido. Quítales a las damas la tienda de ropa, las telenovelas, las revistas de chismes y las hermanas te van a pegar. Sé que suena gracioso, pero la verdad es que vivimos en una sociedad del ocio.

En Ezequiel capítulo 16:29, hablando de la infidelidad de Jerusalén, dice: “He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. ” Está dando lo qué fue lo que provocó la caída de Jerusalén en este tiempo. Da tres cosas, 1. Soberbia, 2. Saciedad de pan y 3. Abundancia de ocio.

La soberbia es un deseo y pretensión de superioridad sobre los demás, junto con un rechazo de sometimiento a Dios. También se entiende por soberbia la pretensión de autosuficiencia y autoexaltación. Es un estado opuesto a la humildad. Dime si no estamos viviendo en esos tiempos. “Todo soy yo, todo es para mí, mira que bien me veo” dicen. Dime si no estamos viviendo en esos tiempos. “Si no tienes esto tu vida es incompleta” nos dicen los anuncios. Nos animan “para que usted sea feliz, tiene que tener tal cosa”. Nos llevan a estar consiguiendo cosas que ni nos hacen falta. Pero ¿qué es el problema? Ese deseo, esa pretensión de ser superior. Con eso estamos haciendo a Dios a un lado y nos volvemos autosuficientes. Y no solamente eso, estamos buscando ser exaltados. Dios dice “yo resisto al soberbio”, dijo la Palabra de Dios.

Luego dice la palabra ‘saciado’, porque habla también parte del problema de Jerusalén no solamente fue la soberbia, sino también la saciedad de pan. Saciado, es satisfacer por completo una necesidad o deseo. Eso es estar saciado. Cuando tú tienes hambre, vas a comer; y comes dices y “¡ay, qué bien! estoy saciado” A algunos les cuesta más que a otros, pero estás saciado, como decimos en México, “tienes barriga lleno, corazón contento”. Estás saciado, te sientes bien. Una sociedad saciada no necesita de nada. Es lo que pasa en Europa actualmente, están recios los europeos, están saciados. Yo sé que ellos tienen en su historia y han tenido guerras y todo esto. Pero, en la actualidad son sociedades que están saciadas, cumpliendo sus propios deseos y han hecho a Dios a un lado.

¿Cuál era la tercera parte del problema de Jerusalén en ese tiempo? Abundancia de gente ociosa. Ahora, mira lo que quiere decir ocioso, no quiero ofender a nadie; pero un ocioso es uno que no trabaja, un desocupado, un exento de obligaciones, también es inútil sin fruto y sin provecho. Eso es un ocioso. En España actualmente, parte de la actual generación de jóvenes, ¿sabes cómo les llaman? los ninis. Algunos ya saben saber qué es un nini: ni trabaja, ni estudia. Hemos escuchado de casos en hogares de hijos que están denunciando a sus padres porque no les dan dinero. Hijitos de 30 ó 35 años, denunciando a sus padres, porque sus padres no les están dinero para sus cosas. Banda de sinvergüenzas.

Imagínate una sociedad soberbia donde todos se sienten superiores y rechazan a Dios; Una sociedad autosuficiente, donde el individuo busca ser exaltado, donde la gente vive sólo para satisfacer sus propios deseos, al precio que sea, donde se busca vivir una vida fácil con el menor esfuerzo. Esa es la sociedad en nuestro mundo actual. Pero, lo peor, imagínate esto dentro de nuestra iglesia. Esta soberbia, el estar saciados, el vivir para el ahora y pensar en la eternidad sin el Dios, y en vivir para mis propios deseos. Eso va a matarnos y eso va a impedir que nuestro México sea usado por Dios para llevar el Evangelio hasta lo último de la Tierra.

3. Falta de Contentamiento

Recapitulando,

Número 1: falta de convicción en nuestro mensaje: tenemos el Evangelio, el mensaje de Dios al mundo. Dice la Biblia “porque el Evangelio es poder de Dios para salvación”.

Número 2: ¿cuál es la segunda cosa que nos puede traer problemas? Abundancia de ocio. Jóvenes: aprendan a trabajar. En España tenemos un campamento, un caserío (así se llama ese lugar). Mis hijos desde chiquitos aprendieron a garras pala y pico, hasta mis hijas. Tenemos unos caballos, hay que limpiar lo que van dejando los caballos. Agarrar y quitar barro de las piedras y cortar la hierba y a servir a los hermanos y aprenden los jóvenes a trabajar. Joven: no seas ocioso aprende a trabajar que te salgan callos en las manos, eso es bueno.

Número 3: Otra cosa que nos va a hacer fallar es falta de contentamiento. Hermanos, que bueno es Dios. No hay nadie que pueda decir que Dios no es bueno, Dios es bueno. La prueba es que tú estás con vida, quizás no con mucha salud. Me acaba de dar una neumonía, mis pulmones todavía no están muy bien. De hecho tengo problemas, tengo dolor, porque esa bolsa, la pleura, la tengo inflamada todavía y me duele. Pero yo puedo decir “Dios es bueno”.

En Primera de Timoteo Capítulo 6:17 dice: “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.” ¿Sabes qué? Dios nos da y a veces en abundancia para que lo disfrutemos. El problema es cuando pones tus ojos en ello, en esas cosas. Y sí, Dios quiere que disfrutes lo que te da, no es pecado disfrutar las bendiciones de Dios. Que por cierto, lee bien esto, no toda bendición tiene porque ser material. “¡Ay, Dios me bendijo! me dio un coche nuevo!, ¡ay, dios me bendijo! Me dio ropa nueva” No hermanos, no toda bendición e material. Ya sea un coche o ropa o una casa. Dios quiere que disfrutes de lo que él te da. Pero fíjate, una bendición de Dios es paz. Hay gente que no puede dormir en la noche porque no tiene paz. Esa es una bendición de Dios, la paz. Dios quiere que tú lo disfrutes.

Dios también quiere que aprendas a estar contento con lo que te da. ¿Por qué es importante entender esta verdad hermanos? porque si no estás contento con lo que tiene ahora, que te ha dado el Señor, vas a buscar más. Y pensando que en ello está la felicidad y no es así. Nos endeudamos, nos metemos en problemas para buscar satisfacción en las cosas que supuestamente nos llenan y así perdemos la oportunidad de dar para las cosas que son realmente importantes. Todo por no estar contentos.

Una de las cosas más tristes es no poder dar porque estamos tan comprometidos en pagar lo que debemos. Estamos llenos de deudas, tenemos muchas cosas que pagar, muchas cosas importantes que pagar. Y lo importante, no podemos dar porque estamos hasta las cejas. Yo también he caído en lo que he dicho, yo también he metido la pata en muchas cosas. Yo quiero que Dios prospere tu vida. Y quiero que Dios use a nuestra nación. ¿Sabes qué es lo más maravilloso?, que cada día es una nueva oportunidad que Dios nos da. Si hay algún problema en el que estés, Dios te puede sacar de ahí, por su gracia, por su misericordia. Hermanos, que Dios nos ayude a ser sinceros y a reconocer en donde estamos fallando. ¿Será por falta de convicción en nuestro mensaje?, ¿será porque hay abundancia de ocio en nuestras vidas? o quizá, que no estamos contentos.

Y podríamos seguir y seguir y hay muchas cosas más que nos podrían hacer fracasar como nación para llevar el Evangelio hasta lo último de la Tierra. Pero hermano, yo con esto termino, yo tengo un fuego en mi corazón por misiones. Tengo ya algunos años viviendo fuera de m país, viendo lo que Dios hace y Dios puede usar a un mexicano, porque no es que sea un mexicano. Es que ese mexicano tiene un Dios omnipotente que puede usar a un japonés, a un argentino a un norteamericano, a un oaxaqueño, a un poblano, a un veracruzano, de donde sea. Dios nos quiere usar y Dios quiere usar nuestra nación. ¿No se te hace increíble?, ¿no se te hace maravilloso que Dios quiera usar México para que el Evangelio vaya hasta lo último de la Tierra? Agarra visión y cualquier cosa que te estorbe, humildemente reconócelo delante de Dios. En él hay perdón. En él hay misericordia. Pero agarra el reto. Dios quiere hacer grandes cosas a través de esta iglesia, para que el Evangelio vaya hasta lo último de la Tierra.

Gracias Padre amado por tu Palabra. Da visión a esta iglesia por favor, en el Evangelio, no sólo en las Palabra sino en tus acciones. Danos visión para llevar tu Palabra, no solamente en México sino en todo el mundo, hasta lo último de la Tierra, para que tú nos puedas usar a tu manera.