Alcanzando el corazón de nuestros hijos

Dice Proverbios 22:15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él.

Hay ciertas preguntas que como padres tenemos que hacernos, ¿Hay maneras prácticas que podemos empezar a tratar con los corazones de nuestros hijos? Claro que sí. Podemos ser esos cardiólogos que tratan con el corazón de nuestros hijos, ¿podemos cambiar el corazón? Obviamente que no, solamente Dios es capaz de eso según el libro de Ezequiel “yo les daré un corazón de carne” pero tú y yo podemos ser instrumentos en el proceso. Tenemos que hacer cosas prácticas.

5. Habla el lenguaje del corazón a tus hijos

Dice con claridad en Proverbios 23:26 Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos. La Biblia habla aquí de tiempo de calidad entre papá e hijo en que el papá invierte en el hijo tiempo emocionalmente pero eso no solo es la meta, la meta final es influirles espiritualmente. Vamos a ignorar el corazón y vamos a perder el corazón o vamos a buscar y hablar al corazón de nuestros hijos basado en cual es nuestro enfoque. 

Esta fue la manera en que nuestro Señor Jesucristo trató cuando él llegó al mundo.  Los fariseos y los otros líderes religiosos habían puesto una fachada de religiosidad que impresionaba por sus largas oraciones en las esquinas de las calles, tenían mantos religiosos bien largos y hasta versículos de la Biblia en la frente, se vieron por fuera muy morales y muy santos pero Jesús supo que la conducta es solamente algo exterior pero el corazón era interior. Por eso cuando Jesús llega comienza a predicar diciendo: “Si vuestra justicia no fuere mayor que la justicia de los fariseos no entraréis al reino de los cielos” Jesús estaba diciendo: “Si usted no tiene una relación sincera y de corazón con Dios no va a entrar al reino de los cielos.” Hay algo más allá que Jesús quiso crear en sus discípulos por eso dijo: Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás y ¿qué es matar? Matar es una acción y los fariseos en muchos casos no eran asesinos, no mataron pero Jesús dice algo del corazon Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; Cristo tomó ese mandamiento de no matar y lo trajo al nivel del corazón no solamente de conducta. Igualmente Cristo dijo: “Vosotros oísteis que fue dicho no cometerás adulterio pero yo os digo que cualquiera que mire a una mujer para codiciarla ya adulteró con ella en su corazón.” Jesucristo estaba removiendo toda esa fachada para llegar al centro del ser humano con sus predicaciones porque él supo que cambios verdaderos pasan a nuestra vida a nivel de corazón.

Lo que quiero mencionar es que son cosas muy importantes y para que ti como papá puedas hablar como Cristo, el lenguaje del corazón para que tus hijos examinen lo que es su corazón porque típicamente por el orgullo de querer impresionarte y tu aplauso ellos pueden enseñarte una conducta y esa conducta puede ser con malos motivos. Tenemos que considerar más allá de la conducta. La conducta es importante pero el corazón importa mucho más y como papá debes de frenar y hacer ciertas preguntas.

Cuando la Biblia dice: Dame, hijo mío, tu corazón, es un padre hablando del corazón de sus hijos. Vamos a considerar una ilustración ficticia pero muy aplicable. Vamos a suponer que tú eres mamá y tienes 32 años y tienes un hijo de 11 años y una hija de 9 años y vives en Puebla pero tus familiares viven al otro lado de la ciudad y no se ven tanto pero de sorpresa tu hermana llega algún sábado por la mañana para visitarte un ratito. Ella tenía que comprar algo y también decidió visitarte. Ella trae consigo a su hijo que tiene también 11 años. Entonces estás hablando con tu hermana y tus hijos están en un cuarto jugando y ves que tu sobrino se desaparece y está en el cuarto y supuestamente están jugando pero algunos minutos después sale corriendo del cuarto tu sobrino sangrando de la nariz y está gritando: “¡Mamá!, me pegó”. Típicamente una madre y un padre para calmar en su mente la situación y no caer mal con la hermana y con el sobrino, le trae un pañuelo para que se limpie la nariz entonces sientas al sobrino y le das un helado para que se calme y le dices: “Cálmate. Siento que mi hijo es tan violento” y luego por el coraje del momento tu vas al cuarto, agarras a tu hijo, lo levantas y le dices: “Tu tía y tu primo no vienen mucho a la casa y no puedes vivir diez minutos sin pegarle? y cuando ellos se vayan, te voy a dar más.”  Le has castigado pero no has visto todo el panorama de la situación. ¿Qué has hecho en el momento? Has recolectado la información que contesta una pregunta. La pregunta es ¿Qué pasó? Tú ya sabes que pasó. Tu hijo le pegó en la nariz a tu sobrino. ¿Qué pasó? habla de acciones pero ese es el error de muchos padres. Muchos padres solo preguntan ¿qué pasó? pero necesitan hacer otra pregunta, la pregunta del corazón: ¿Por qué pasó?

Entonces pasa una media hora, tu hermana se tiene que ir, has apaciguado la situación y en ese cuarto tienes un hijo airado contigo porque no hiciste una pregunta importante: ¿por qué le pegaste? Entonces es el error que mucho hacemos, preguntamos:¿qué pasó? pero después de un momento tú le dices: “Le pegaste a tu primo pero ¿por qué? y esa hubiera sido la pregunta desde el primer momento y tu hijo responde: “Mi primo entró en el cuarto y él estaba jactándose de sus clases de karate y le pegó a mi hermanita y le dije la próxima vez que le pegues a mi hermana, te voy a pegar a ti y unos minutos después le pegó y por eso yo le di en la nariz”. ¿Quién merecía el helado en ese momento? tu hijo no tu sobrino. Lo que hiciste es que diste una recompensa a tu sobrino que trajo el problema. Tú no estabas en el cuarto, no viste todo, era tu trabajo hacer dos preguntas ¿Qué pasó? ¿por qué pasó? Si no haces estas preguntas vas a airar a tus hijos.

La Biblia dice en Efesios 6:4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Eso habla del Señor y el Señor está interesado en el corazón de su hijo. Por eso, su primer mandamiento es que le amemos de corazón. Dios está interesado sumamente en el corazón de su hijo y ¿tú estás interesado en la misma cosa que le interesa a Dios? Porque Dios quiere usarte como instrumento para alcanzar su corazón. Lo que pasa es que tienes un sobrino engañoso de corazón que solamente comparte una versión parcial de la situación. Tu sobrino causó el problema, intimidó a tu hija y tú nunca has tratado con esa situación y para quedar bien con tu hermano en lugar de preguntar ¿por qué? preguntaste ¿qué pasó? y con esa pregunta (¿por qué pasó?) puedes sacar mucha información antes de actuar. Lo que has hecho es actuar con disciplina en un momento cuando él no merecía disciplina. En el momento quizás vas a querer tener una platica con él decirle: “Mi amor, estoy agradecida que quieres proteger a tu hermanita y te aplaudo porque los hombres deben de proteger a las mujeres, pero para la otra en lugar de hacer eso debes de salir y decirme en lugar de pegarle”. Eso puede ser una buena conversación pero cuando no haces ninguna pregunta y solamente reacciones a lo que pasó sin preguntar el por qué vas a estar enojando a  tus hijos y vas a estar creando hijos airados e igualmente tú estarías totalmente airado si tus papás te hicieran lo mismo y a veces tuvimos papás que para calmar la situación nunca nos hicieron la pregunta ¿por qué? no buscaron todo el panorama de la situación y nos castigaron sin saber la raíz de las acciones y eso puede ser un ciclo vicioso en muchos padres que solamente preguntamos ¿qué pasó? y tenemos que hacer la pregunta de corazón ¿por qué pasó? 

Algo recientemente pasó en mi hogar y me tuve que predicar a mí mismo esta lección. Hace dos semanas tomé mi ipad por la mañana y mi ipad la usa una de mis hijas para su escuela en casa y mis hijas sacan fotos y a veces abro mi ipad y hay un montón de fotografías y a veces ya no tengo espacio de memoria porque sacan fotos y videos. Pero el otro día estaba viendo las fotos que estaban en mi tableta y había fotos de mis hijos pero había una foto de un hombre, era una captura de pantalla y ese hombre tenía una cachucha y solo se veía su cara desde la nariz hacia arriba y me airé tanto que yo pensé que un perverso de alguna manera chateó con una de mis hijas. Yo estaba airadisimo porque pensé: “Mi hija está hablando con un hombre por internet” y estaba listo para reprenderla y buscar a este hombre. Pero pensé y la Biblia dice que él que fácilmente se enoja hará locuras y estuve a punto de decirle “¿por qué andas escondiendo cosas de mí?” Esto es una pesadilla para un padre, saber que un hombre está hablando con tu hija.

A veces para calmarme voy a hablar con mi esposa. Yo ya sabía el qué: había una foto de mi ipad que tiene una cachucha, pero el ¿por qué? tenía que investigar. Le enseñé la foto a mi esposa y le dije que estaba a punto de castigar a una de nuestras hijas y entonces vimos la fecha de cuando fue sacada esa foto y fue sacada el miércoles anterior. Estuve haciendo memoria y me cayó el veinte. Ese mismo día había comprado un perro para nuestra familia y ese mismo día fui con dos de mis hijas a una tienda para comprar sus croquetas y otras cosas y estando dentro de la tienda yo tenía mi celular en mi bolsa trasera del pantalón y me acuerdo que un hermano me escribió que si todo estaba bien. El miércoles por accidente le había llamado por videollamada cuando mi iphone estaba en mi bolsa y él me respondió que si estaba todo bien y el vive en la CDMX y me di cuenta que cuando pregunté el por qué me di cuenta que la foto en mi ipad era de este hombre que es un hermano en Cristo y cuando tienes iphone y ipad, hay icloud y cualquier foto que sacas en tu iphone sale en tu ipad. Entonces en ese momento me di cuenta por qué estaba esa foto. No era porque mi hija cuando estaba en la escuela comenzó a chatear con un hombre era porque mi teléfono estaba en mi bolsa y yo por accidente había sacado la foto. Yo observando esa foto quería castigar fuertemente a mi hija por estar hablando con un hombre cuando esa foto no vino de mi ipad sino que yo la había sacado.

¿Dice la Biblia que no provoquéis a ira a vuestros hijos? Sí. ¿Hubiera provocado a ira a mi hija si la hubiera castigado? Sí. ¿Hubiera hecho locuras? Dice la Biblia que el que fácilmente se enoja hará locuras. Hay un montón de padres que se enojan y se airan y castigan porque solamente preguntan lo que pasó pero nunca preguntan el por qué pasó.

Vamos a ver cuatro preguntas esenciales que debemos hacer cuando una situación ocurre entre tus hijos y no ves y estás tentado a simplemente reaccionar cuando solamente sabes que pasó:

1.¿Qué pasó? 

Esta pregunta revela eventos, revela algo que ocurrió y vas a querer saber esta información. No pienses que es una mala pregunta, es una buena pregunta pero es mala cuando es la única pregunta que haces.

2. ¿Cómo te sentías cuando paso?

Y cuando estas hablando esto porque según la Biblia el corazón es el lugar de sentimientos y eso importa mucho.

3. ¿Por qué hiciste eso?

¿Por qué le pegaste? Muchas opciones pueden estar en la mesa en cuanto a eso. Pueden haber muchas razones porque le pegó a tu sobrino. Y cuando tú le preguntas ya estás recolectando la información y después de recolectar esa información ya tendrás una buena base de datos de la situación para poder saber actuar correctamente.

4. ¿Cuáles fueron los resultados?

Tu hijo va a decir: “Él dejó de pegarle a mi hermanita, salió corriendo con un montón de sangre en la nariz. Entonces mi hermana fue protegida por mi y dejó de pegarle.” 

Hay que ir haciendo esas preguntas y especialmente la cuarta pregunta para ayudar a tu hijo y no ser una persona manipuladora que siempre se va a excusando que no conecta sus acciones con resultados.

¿Fue el mejor curso de acción en el momento de pegar a su primo? A lo mejor no, como ya mencionamos hubiera sido mejor que te contara lo que estaba sucediendo, pero en su corazón el motivo era esto: Necesito proteger a mi hermanita de los golpes de este muchacho. 

Pero en muchos casos ni preguntamos porque fácilmente hacemos locuras y nos paramos en la pregunta número uno. Estas preguntas son esenciales en las situaciones cuando tus hijos hacen algo incorrecto. 

Cuando haces estas preguntas estás recolectando más información y estás hablando el lenguaje del corazón y en sí estarás en la misión de Dios de alcanzar el corazón de tus hijos. Nada que nosotros hacemos en nuestros esfuerzos es capaz de cambiar el corazón, podemos cambiar conducta con nuestro coraje, recompensas, juguetes, promesas, amenazas pero Dios quiere ponernos en la misión de alcanzar sus corazones.

Esto es muy práctico y espero que te ayude, estar en la misión de Dios pero siempre dándole el evangelio a tu hijos recordarles que todo ser humano va a tener dificultades en la familia, en el hogar, en cada relación porque somos pecadores pero gracias a Dios que Cristo vino para buscar y salvar lo que se había perdido y que ellos pongan su fe en Cristo para que recibas el perdón de pecados, su gracia y lugar en el cielo. Así Dios puede usarte para alcanzar el corazón de tu hijo.