Bendiciones Disfrazadas

1 Pedro 4:12-16

12 “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,

13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.

14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.

15 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno;

16 pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.”

Hubo un pastor que tenía un problema porque él empezó a perder su vista y cuando empezó a perder su vista se empezó a quejar con Dios y le decía: “Dios, ¿Por qué me estás quitando la vista? Mira todas las oportunidades que no voy a tener…” y llegó con esa carga tan pesada en su corazón pero después dijo: “Señor, te he agradecido mucho por las rosas en mi vida pero no te he agradecido por las espinas.” Y muchas veces estamos muy prontos a dar gracias a Dios por las rosas y qué bueno, pero olvidamos que es imposible tener rosas sin las espinas. Muchas veces tratamos de no hablar de las espinas, y hablo sobre los problemas difíciles en nuestra vida, y debemos entender que Dios tiene un propósito de las espinas y si podemos encontrar el propósito de las espinas yo creo que será algo que nos será de bendición.

Ése pastor dijo “Ayúdame y enséñame el valor de las espinas” En este pasaje encontramos algo acerca de algunas personas que están pasando por pruebas y veo que en el cristianismo estamos pasando por dificultad. ¿Quién no ha conocido a un ser querido, un amigo o un miembro de la iglesia que ha muerto por este virus? Este virus nos ha tocado a nosotros y a causa de eso, hemos tenido problemas financieros y otros problemas de salud y parecen un montón de problemas y muchos quisieran decir “Doy gracias a Dios cuando todo va bien” pero necesitamos recordar de dar gracias a Dios cuando las cosas no van como pensamos que deben pasar.

Entonces cuando estamos en problemas, cuando estamos en lo que parece una prueba vamos a recordar algunas cosas:

1. Debemos hacer un análisis

Dice 1 Pedro 4:15 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; La primera cosa que debemos entender cuando estamos pasando por pruebas es el porqué está pasando eso en nuestra vida. Quizás no entendamos el propósito, pero debemos preguntar: “Señor, ¿está pasando esto en mi vida como un resultado de mi pecado?” Porque muchas veces pecamos contra Dios y estamos viviendo en rebelión contra Dios y los resultados de nuestro pecado causan cosas que parecen pruebas y ese no es mi enfoque. 

Cuando estamos sirviendo a Dios y estamos haciendo lo correcto y pasan problemas en nuestra vida es bueno doblar las rodillas y decir: Señor, ¿está pasando esto por que estoy en rebelión? Y él tan pronto nos dice, el Espíritu Santo nos dirá si es por causa de un pecado, pero muchos cristianos que están viviendo para el Señor y sirviendole no están pasando por pruebas o esos problemas como un castigo de su pecado, están pasando una prueba que Dios ha permitido.

Cuando hacemos el análisis y no creemos que estamos viviendo en rebelión contra Dios entonces ¿por qué está pasando eso?

2. Debemos de ver la anormalidad

Muchas veces cuando viene una prueba pensamos que es algo anormal en nuestra vida, pero la Biblia dice en el versículo 12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, Déjame decirte que también se les ponchan las llantas a los que no creen en Dios, tambien les pasan problemas a lo que no son temerosos de Dios, no pienses que ese problema que estás pasando en tu vida es porque Dios no te ama o Dios te ha olvidado. 

Tristemente los problemas son parte de la vida y a veces lo olvidamos y creemos que somos tan especiales, santos de Dios que no merecemos pasar por ninguna prueba en la vida. ¿Quiénes somos nosotros? La Biblia dice que nuestro Señor Jesucristo no tenía un lugar donde recostar su cabeza, y él dice que es nuestro Señor. ¿Cómo el siervo espera más que su señor? Los problemas son parte de la vida. Si quieres tener rosas debes aprender que hay espinas. No debe ser algo anormal. “Ay pastor, pues yo estoy batallando con problemas de finanzas.” Bienvenido al club, muchos están pasando por problemas de finanzas. No es algo anormal, no es algo que deba sorprendernos. Debemos estar preparados cuando vienen los problemas.

3. Debemos de ver la asociación

Dice el versículo 13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Debemos entender que cuando pasamos problemas y dificultades estamos uniéndonos con nuestro Señor Jesucristo. Él hasta dijo: “Bienaventurados cuando estén sufriendo.” En el sufrimiento estamos asociándonos con el Señor y no solo con el Señor, sino con muchos más hermanos que están sufriendo. Y repito ¿cómo es que creemos que somos mejores o merecemos lo que nuestro Señor Jesucristo merecía? Él se humilló a sí mismo, bajó del cielo y vivió como uno de nosotros y sufrió como uno de nosotros y lo hizo voluntariamente y sin quejarse.

Debemos entender que cuando estamos sufriendo no estamos solos; eso es lo que el diablo quiere decirnos, cuando estamos sufriendo el diablo llega y dice “Cierto, estás haciendo mal, Dios no te ama, haz hecho algo malo y tú eres el único que está pasando problemas.” Pero no, estamos juntos en esto de sufrir y estamos asociándonos con nuestro Señor Jesucristo y es algo vital para ser como Cristo. ¿Quieres ser como Cristo? Yo sí. Pero para ser como él debemos estar dispuestos a sufrir. Muchos quieren toda la gloria de ser cristianos pero no quieren llevar su cruz o quieren la gloria de llevar su cruz pero no quieren el sufrimiento. El sufrimiento es parte vital si queremos ser como Cristo.

El versículo 14 dice: Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.Si podemos hacer un análisis del porqué está pasando eso en nuestra vida, yo creo que es porque Dios lo está permitiendo. Sabemos que no es anormal es parte de la vida y estamos asociándonos con el Señor y eso nos lleva a un momento donde lo adoramos. Dios nos escogió para sufrir, para que pudiéramos darle gloria.

La única razón por la que Dios te permite pasar por el fuego es porque él sabe que con la ayuda de él puedes resistir y aguantar el fuego. Qué bueno que Dios nos considera dignos de sufrir, no se escucha mucho eso en las predicaciones, pero qué bueno que Dios nos escogió porque Dios está haciendo algo. Es fácil glorificar cuando todo va bien, pero él es glorificado cuando pasamos por pruebas y eso agrada a él. No tanto agrada a él cuando va todo bien, sino cuando tú te mantengas fiel aunque estés pasando por problemas; aunque no haya dinero, pero sigues confiando en el Señor; aunque no haya salud y este mundo está lleno de miedo, pero el pueblo de Dios debe estar más lleno de fe. Cuando estamos así, estamos glorificando al Señor y Dios siempre tiene un propósito del sufrimiento. El versículo 16 dicepero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. Este versículo es un poco difícil porque dice que debemos glorificar a Dios por el padecimiento, por el sufrimiento, o por la persecución quizás. 

Estoy convencido que Dios está haciendo algo en nuestra vidas cuando pasamos por el fuego. Dios no te ha olvidado, no es porque Dios se fue de vacaciones, Dios sabe donde estás, donde vives, y él tiene un propósito por medio del sufrimiento.

A veces me pregunto ¿por qué permitió a Job pasar lo que pasó? Es fácil para nosotros entenderlo, ya hemos leído todo el libro, ya sabemos el capítulo final del libro de Job y es fácil ver a Job sufrir al principio y decirle: No te preocupes por todo lo que sufres, en el último capítulo Dios te dio hasta más. Job se que es muy difícil que perdiste a tus hijos, pero no te preocupes al final del libro, Dios te da más y hasta las muchachas que te van a nacer son las más hermosas del mundo. 

Es fácil porque sabemos el final de la historia, pero Job no sabía el fin de la historia. En lugar de quejarse dijo: “El señor da, el Señor quita. Bendito sea el nombre de Jehová.”

Quizás estás en un problema ahora y no puedes leer el último capítulo del libro, no tenemos ese lujo, pero déjame decirte que hay alguien que ya sabe el último capítulo. Dios sabe lo que está en el último capítulo de tu vida, él sabe lo que va a hacer y está obrando ahora, pero muchas veces nos quejamos por el presente pero olvidamos que Dios tiene un futuro para nosotros. Dios quería bendecir a Job, quería darle más de lo que tenía pero primero le tenía que quitar lo que tenía.

He estudiado las pruebas y creo que las pruebas tiene dos propósitos; uno es para dar gloria a Dios, porque en medio de ellas él es glorificado y número dos, es para traer bendición a nuestras vidas. ¿Sabes que Dios tiene una bendición para ti? Y no estoy predicando un evangelio de prosperidad porque esto que estoy diciendo es que tienes que sufrir, pero Dios tiene una bendición tan hermosa para cada uno de nosotros, pero está disfrazada en una prueba y cuando vemos la prueba decimos: “No quiero esto, no quiero sufrir. Es más me voy a quejar porque estás tratando de darme ese regalo sufrimiento y de problemas en mi vida. Quita eso.” Cuando no entendemos que es es una bendición envuelta en una prueba.

No puedo explicar el porqué Dios obra en la manera que obra. Prediqué en 41 funerales en 2020, ya he predicado en 4 funerales este año, muchos funerales y hemos sepultado a gente de 30 años que dejaron a sus cuatro hijos y a gente grande y vienen a mí y preguntan ¿por qué? y ¿por qué me preguntan a mí? yo no soy Dios. 

Un hermano de nuestra iglesia murió de un infarto este año. Era alguien que fue fiel a la iglesia, manejaba la ruta, él siempre estaba ahí y cuando murió yo batallé mucho con eso yo dije: Señor, ¿por qué no te llevaste a uno de los problemáticos? te llevaste a uno de los buenos y yo no entendía esto. Estaba trabajando en el techo de la iglesia y me llamaron y me dijeron que fuera a su casa porque su papá estaba muy enfermo, estaba bajando y recibí otra llamada y me dijeron que ya se había ido. Llegué a la casa, su cuerpo todavía estaba ahí, su hija tan pequeña estaba llorando, su hijo de 20 años también, su viuda lloraba y me decía: “Pastor, ¿por qué Dios permitió esto?” Yo no tuve respuesta, pero ese hijo se había apartado de los caminos del Señor, ya llevaba dos años sin ir a la iglesia. Cuando murió su papá, Dios tomó el corazón de este hijo y él empezó a decir: “Yo quiero hacer las cosas bien con el Señor.” Le pude bautizar y estábamos en una conferencia y me dijo: “Creo que Dios me está llamando a predicar.” 

Una noche el hermano que estaba dirigiendo la conferencia dijo que si alguien tenía unas palabras de agradecimiento y este joven estaba ahí llorando y el pastor dijo: “Joven ¿por qué no te pones de pie y das una acción de gracias? Él tomó su Biblia, se fue corriendo al púlpito y dijo que abrieran sus Biblias y comenzó a predicar y nos sorprendió a todos, esa fue su acción de gracias y se fue a sentar. Hicimos un viaje a Georgia para visitar a nuestra familia y estábamos viajando un domingo por la tarde y queríamos visitar una iglesia, pero por el tráfico no pudimos. Entonces en el ipad vimos el culto de nuestra iglesia y subió este joven a predicar la Palabra del Señor, y Dios me dijo “Nunca dudes de lo que estoy haciendo. Eso es el resultado de la muerte del hermano.” 

Yo no sé porqué, pero Dios tiene sus planes. Si yo fuera Dios no hubiera permitido a José ser arrojado al pozo, no hubiera permitido que fuera vendido a esclavitud, nunca hubiera permitido que él fuera acusado y ser echado a la cárcel, no hubiera permitido a José sufrir como sufrió pero si yo fuera Dios, nunca hubiera sido salvo todo Egipto y el pueblo de Israel por la bendición de José.

Si fuera Dios nunca hubiera permitido que el esposo de Rut hubiera muerto a una edad tan joven, nunca hubiera permitido a ellos ser tan pobres, nunca le hubiera permitido a ella experimentar todo el dolor que experimentó, pero si yo fuera Dios, ella nunca hubiera sido parte del linaje de Cristo.

Si fuera yo Dios nunca le hubiera permitido a Pablo sufrir como sufrió, pero tampoco creo que él hubiera predicado con tanta confianza como él predicó. Si yo fuera Dios nunca escogería que ningún santo de Dios padeciera pruebas, si fuera Dios el pueblo de Dios nunca sufriría, los niños no morirían, el covid no existiría, ningún siervo de Dios sufriría en sus finanzas pero he encontrado que yo no soy Dios y él sabe mejor.

En lugar de rechazar ese sufrimiento y quejarnos de eso, ¿por qué no vemos eso como una bendición disfrazada? y en el momento que Dios indique, va a ser revelada la bendición que él tiene en eso. Todavía creo que Romanos 8:28 es verdad. Dios tiene un plan de todo lo que pasa en nuestra vida. No pierdas la fe en esos momentos difíciles, Dios sabe lo que está haciendo y cuando aún no puedas ver la razón sigue fiel porque Dios no hace nada malo a nosotros, todo lo que hace es para nuestro bien y para su gloria y ahora puedo entender cómo la Biblia dice: “Dad gracias en todo” y otro versículo dice “Dad gracias por todo.” 

¿Cómo es posible que él pueda dar gracias que su padre murió? Pero mira ahora está predicando la Palabra del Señor. Dios ha levantado otro predicador en nuestra congregación y eso es un ejemplo de muchos que te puedo dar. Dios sabe lo que está haciendo

Prediqué este mensaje en una iglesia en Georgia y una mujer llorando fue con mi esposa y le dijo “Voy a ir a mi casa y voy a tomar una caja, la voy a envolver y lo voy a mantener en mi sala recordando que todas las pruebas, no importa como están por fuera adentro hay una bendición por dentro tan preciosa.” Dios tiene una bendición, queremos la bendición pero no queremos sufrir, entonces no vamos a disfrutar la bendición. 

Dios tenía la tierra prometida para el pueblo de Israel y solo tenían que sufrir algunas dos semanas ese era el tiempo del recorrido de Egipto a la tierra prometida. Si hubieran estado dispuestos a sufrir esas dos semanas sin quejarse, quizás dos semanas hubieran pasado y hubieran entrado a la tierra, pero caminaron cuarenta años en el desierto. Nunca aprendieron a dar gracias por las espinas.

¿Cuántas pruebas están en nuestra vida? Y vamos a seguir con las pruebas y luchas hasta que aprendamos a dar gracias a Dios por ellas y Dios por fin pueda revelar la bendición que tiene. Mantente en su camino, sigue adelante y algún día, Dios revelará lo precioso que está disfrazado en esa prueba.