Escuela Dominical – Por qué dar los diezmos

Pastor Jorge Briones

Salmos 24:1

“De Jehová es la tierra y su plenitud;

El mundo, y los que en él habitan.”

Eso quiere decir hermanos que el mundo y todo el universo, incluyéndole a usted y a mí tienen un hacedor, y no solamente un hacedor sino que también un propietario, pertenecemos a Cristo; eso nos pone en una posición de mayordomos, una posición de administradores, de nuestra propia vida, de nuestra familia y las posesiones materiales que tenemos.

1 Corintios 16:1-2

“En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia.

2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.”

Entonces hermano aquí tenemos unas pautas que pueden ayudarnos en cuanto a las ofrendas, cuál es el mejor día, tiempo o momento para dar, no solamente el tiempo y el momento, sino que también quiénes deben participar y por qué deben participar en cuanto a la ofrenda.

Hablar de dinero hermano en la iglesia es un tema delicado, de hecho cuando llega un visitante yo le digo que él no tiene que diezmar, no tiene que ofrendar, no tiene que dar nada; no queremos nosotros como pastores su dinero, nosotros queremos a usted y a su familia para que venga, reciba a Cristo y después enseñarle a caminar con el Señor. Pero también hermanos una razón principal en las iglesias que nuestras familias sufran de problemas financieros es porque no han aprendido a darle al Señor lo que le corresponde a Él.

Si yo no hubiera entendido el diezmar y ofrendar y el invertir en la obra misionera internacional, yo no fuera lo que soy.

Muchos de nosotros no somos lo que Dios espera que seamos porque simplemente no hemos aprendido el ABC de la vida cristiana; fuimos salvos, nos bautizamos y nos discipulamos pero viene el diezmo y la ofrenda y nos atoramos.

Hermano Dios no puede usarte ni a usted ni a mí si nosotros no somos fieles al Señor en este asunto de ofrendar y diezmar, porque es una prueba de la mayordomía; es increíble cómo podemos confiar a Dios la eternidad de su alma, de cuando muera a donde va a ir. Usted categóricamente por lo que Dios declara en Su palabra de que vamos a ir al cielo, pero usted no puede confiar el diezmo porque se queda sin comida en la casa, se queda sin pagar la renta, se queda sin pagar la luz, no tiene para la gasolina, no tiene para el transporte *Ay Pastor, no diezmo porque no me alcanza* nunca te va alcanzar mientras tu no aprendas a diezmar. El diezmo es ser fiel y creer a lo que Dios promete en Su palabra; el diezmo hermanos es confianza, el diezmo es confiar en Dios.

El diezmo es el reconocimiento de que Dios es dueño de todo. Si tu tienes un negocio en México ábrelo, empieza a ganar dinero y no le pagues a la Secretaría de Crédito Público los impuestos, pronto te vas a dar cuenta que México es dueño del terreno de la ciudad donde tienes tu negocio ¿Sabes por qué? Porque pronto van a venir y te van a poner un letrero que dice “Clausurado por moroso” por evadir impuestos y hasta a la cárcel puedes ir a dar: porque estás en un país que te está ofreciendo a ti la oportunidad de enriquecerte, estás usando su suelo, estás usando su territorio, gente que vive en el pueblo o en el área.

Y no estoy diciendo que no pagues impuestos, el Señor dijo “Dad al César lo que es del César” y al Señor lo que es del Señor; hermano pero si “De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan.” Cuando nosotros diezmamos le estamos diciendo al Señor *Eres dueño de todo en mi vida* todo tienen un propósito, todo viene de Él.

Santiago 1:17

“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.”

Hermano toda dádiva, todo don, todo lo que usted y yo recibimos materialmente, espiritualmente, físicamente, financieramente, todo viene de parte de Dios.

Por eso es muy importante que nosotros aprendamos como administradores, como mayordomos a dar nuestros diezmos y ofrendas al Señor y también participar en la obra misionera mundial, yo lo veo así.

El diezmo es obediencia, la ofrenda es tu corazón por Él. En tu ofrenda se ve tu amor

¿Lo amas? ¿Pero le has dado?. Hermano que yo me acuerde, el amor de Dios se demostró en dar “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado…” Dió, si tu amas, tu das, si no amas, no das. Usted y yo tenemos a veces un concepto de amor tan equivocado, y nosotros nunca pudimos aprender, a entender que nosotros le damos al Señor sus diezmos por obediencia, pero la ofrenda es nuestro amor de lo mucho que le amamos a Él.

Y luego hermanos, el negocio de Dios ¿cuál es?

“Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” El negocio de Dios son las almas; entonces la obra misionera mundial es la inversión, es el negocio donde Él te invita a ti para poder cooperar junto con Él para poder alcanzar las más almas posibles, hasta lo último de la tierra, y es allí donde hay rédito. Por el diezmo tú no vas a ganar nada, es obediencia; aunque acuérdese de que cada mandamiento que Dios da tiene promesas, pero Dios no tiene que darte algo por regresarle a Él lo que le pertenece a Él, la ofrenda no te garantiza que tú recibas algo porque cuando tú das, das desinteresadamente por amor}; pero lo que sí tiene rédito es la obra misionera mundial.

Cuando nosotros damos para misiones estamos invirtiendo para que las almas conozcan a Cristo, y esa inversión hermano, no aquí en la tierra, en el cielo, tiene una cuenta; dice la Biblia que ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo si perdiere su alma?

Lo que Dios está diciendo es que para Dios, un alma es más valioso que todo lo que pudiera haber en esta tierra y en este mundo; todos los rascacielos y edificios, terrenos a la orilla del mar, en la playa y todos los complejos que hubieran; cuando usted junta todos los valores que hay en la tierra, comparado al valor que tiene un alma delante de Dios, entonces el alma vale más; y si usted invierte para que un alma sea salva, usted es un buen empresario.

Yo literalmente cuando miré este texto de la Biblia entendí y dije “Bueno, yo siempre he querido ser un gran empresario” y un buen empresario es reconocido por la adquisición de dinero, cuántos millones tienes, entonces tú eres reconocido como ese empresario exitoso o estás en la bancarrota, debes por todas partes. Ahora, cuando yo oí que para el Señor un alma tiene mayor valor del que pudiera depositar, de todo lo que hay en el mundo, las playas, sus edificios y sus propiedades, dejé de ser mediocre, perdone la palabra hermano. Dejé de ganar pesos y dólares por meterme en el negocio más grande que hay en el universo, el negocio de las almas.

A lo mejor ahorita yo no tengo mucho dinero, pero para Dios el valor de las almas literalmente es como es, eso quiere decir que si usted le pusiera un valor a la tierra con toda su inversión, terrenos, propiedades, edificios y casas, bancos, bolsas de valores y todo lo que usted quiera; vamos a ponerle un número, vamos a suponer que la tierra costara 5 trillones, vamos a pensar así… cuando Dios ve un alma, dice *5 trillones es nada, para el valor que tiene para mí un alma en la eternidad* Si yo gano un alma, una cantidad equivalente  a eso es depositado en el cielo, en el banco celestial por mi trabajo.

En pocas palabras se me acredita a mí el valor de esa alma que yo gané para Cristo, o que el misionero, yo invirtiendo en la obra misionera, ese misionero alcanza para obra celestial; o sea que aquí soy un miserable pobre que no tiene dinero, pero en el cielo hermanos, por cada alma…

Que Dios ha usado mi vida para que gente venga a los pies de Cristo, porque Dios usó mi dinero en la obra misionera, ya lo miraremos en el cielo.

Usted era listo, era inteligente y decía *me clavo la ofrenda, me clavo el diezmo y no doy a misiones, tengo mi cuenta aquí en el banco con unos $100.000 – $200.000* espérame, en el milenio yo voy a ser millonario. Riquezas eterna, dinero celestial.

Hermano es que la gente se va de aquí a Estados Unidos, llega allá después de mucho sacrificio, empieza a trabajar ¿y sabe lo que empieza hacer? Empieza a mandar el dinero a México, lo depositan en bancos Mexicanos, empiezan a construir ¿sabe por qué? Porque un día va a regresar a su tierra a vivir hasta que el Señor se los lleve.

Tú y yo somos cristianos nuestra patria es celestial, pero hermano estamos acumulando tesoros y riquezas aquí hermano y no para la eternidad, no vas a tener nada.

Entonces hermano, si Dios es dueño de todo incluyéndolo a usted, ¿sabía que es dueño también de su habilidad, es dueño de su inteligencia, de su sabiduría? Él fue el que le abrió la puerta para que tuviera el trabajo que ahora tiene, Él fue el que le dio la sabiduría para estudiar la carrera que tiene, Él es el proveedor de todo cuando usted diezma al Señor y ofrenda está reconociendo que así fue; si no está diciendo que lo hizo en su propio esfuerzo.

No importa cuánto dinero pueda acumular, cuanto pueda usted tener en el banco, que no le de un ataque al corazón, una embolia, una enfermedad, un cáncer, ¿Cómo paga? Y se va a dar cuenta que ese oxígeno que usted respira que nada le cuesta, estando en el hospital se va a dar cuenta que cuesta mucho el oxígeno; y todos esos beneficios que tenemos de parte de Dios.

Por eso hermano quiero que usted considere el dar sus diezmos y sus ofrendas, e invertir en la obra misionera mundial.

Colosenses 3:23-24

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;

24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.”

Diezmando con el corazón.

Hermano cuando usted de su diezmo y su ofrenda no lo de para que el Pastor se de cuenta, no lo de para que la iglesia se de cuenta, no lo de para que los demás se den cuenta, que usted es el mero salsa aquí y que sin usted esta iglesia cerraría sus puertas; hágalo de buen corazón, para el Señor. Ponga su diezmo, no haga mucho ruido. ¿se acuerda de aquellos fariseos?

Era fácil ir al banco y cambiar algunos cuantos pesos por muchas monedas de denominación muy pequeña para que cuando iba uno a dar el diezmo se oiga que era mucho dinero, cuando no era mucho, entonces hermano, en cuanto al diezmo y la ofrenda, el primer principio es que lo de con el corazón, para el Señor.

¿A quién quiere usted impresionar? A Dios hermano.

¿Quién le bendice? ¿El pastor, la iglesia? Toda dádiva y todo don perfecto ¿De dónde viene hermano? De lo alto, de el Padre de las luces ¿A quién queremos impresionar, a quién queremos agradar? ¿De quién necesitamos el favor hermanos? De Cristo, de Dios.

Entonces cuando hagamos algo, hagámoslo de todo corazón, ahora, hagamos de tal manera que no perdamos la recompensa, si lo hacemos de corazón ganamos la recompensa, hazlo de tal manera que no pierdas tu recompensa.

Mateo 6:2-4

“Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,

4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”

Da con tu corazón, pero diezma de tal manera que no pierdas tu recompensa, algunos ya aprendieron a diezmar. ¿sabe usted que la iglesia sufre económicamente por los hermanos que no han aprendido a diezmar y a ofrendar?

Si la iglesia se somete a Dios y a su Palabra, y diezma y ofrenda, nunca faltaría provisión en la ofrenda para nada.

Malaquías 3:8

“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.”

Fíjese bien; diezmos y ofrendas; usted ya aprendió a diezmar, que bueno le felicito, gloria a Dios, pero se está clavando la ofrenda todavía. No está dando las ofrendas al Señor, y recuerde que su ofrenda es su amor, *Señor me bendices tanto y estoy tan agradecido, que aquí está.*  Gané $1000 , $100 de diezmo, *pero van $150 de mi amor por ti Señor*

“Ay Pastor, si con dificultad doy el diezmo, y usted quiere que de arriba del diezmo” oye, es que tu amor por el Señor es más, y luego aparte la obra misionera mundial, ¿oye pues a donde vamos a ir a dar?

Estaba preparando los sobres en mi oficina, de diezmo, ofrenda y misiones; entró un hermano, tocó la puerta de la oficina; yo doy mi diezmo como dice la Biblia, de corazón, no para los hombres sino simplemente hago el sobre y lo meto allí; pero Dios puso en mi corazón enseñarle al hermano, pasa el hermano y tengo intencionalmente el sobre y el dinero que voy a meter dentro del sobre en mi mano, en aquel tiempo Dios me había bendecido, justamente en esa semana Dios me había dado una tremenda bendición. Le dije “siéntese hermano, es que estoy preparando mi sobre de diezmo, ofrenda y misiones” “oh Pastor, si quiere regreso más tarde” “No, no, no, siéntese, déjeme acabarlo rápido” y agarro puros de $100, $100 dólares, y cuento $1000, yo dije “Ay Señor que bueno fuiste esta semana, aquí está el diezmo, $1000, pero fuiste tan bueno que voy a dar mi ofrenda y misiones $3000” pero Dios me había dado $10.000, todavía me quedaban $7000. El hermano estaba mirando, yo no le dije nada, lo único que él me dijo fue “Pastor, en mi vida yo daría todo ese dinero que usted está dando a Dios”, “Bueno, en tu vida Dios te va a tratar tan bien como Dios me ha tratado a mí, porque si tú eres fiel a Dios entonces, Dios te lo va a dar, pero sino no te va a confiar”.

¿De quién son las propiedades hermano?

Puede influir en cualquier banco, en cualquier hombre de negocios y darte a ti, porque Él es dueño de todo, pero tú y yo no le creemos a Dios; tú ves a una persona que diezma y ofrenda como un tonto, como un lavado del cerebro y que el Pastor lo está despelucando, le está quitando todo su dinero y que te va a dejar en la calle, no mi hermano no es así.

La iglesia no va a poder ir más allá de donde Dios la quiere llevar porque no hemos aprendido el ABC de nuestra vida cristiana; diezmar, ofrendar y dar para la obra misionera mundial

Hermano somo rateros, ¿cómo tratarías tú a un ratero? Para empezar, ¿lo dejarías entrar a tu casa? Hermano ¿de quién es esta casa? (la iglesia) Es la casa de Dios, y tú entras a Su casa todos los días que las puertas se abren, libremente, tranquilamente y tú le estás robando al Señor. Nada más por la pura gracia y misericordia de Dios hermano que Dios no nos consume.

Malaquías 3:8-9

“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.

9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.”

¿Cómo se soluciona este problema hermano?

Malaquías 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”

No te quedes con una parte, “Pastor es que nada mas diezmo de lo que yo trabajo”

Mire hermano, cuando yo tenía los negocios llegaban los auditorios , y el auditorista  no es tonto, no mira cuánto tienes en el banco, no mira cuanto declaraste de ganancia el año pasado, el auditor mira “¿a ver, qué carro maneja usted?” “Un BMW deportivo” “¿Dónde vive?” “pues en colonias *las praderas* ” allá con los ricachones, una casa de 10 millones “okay, ¿qué ropa usas hijo?”  *Una ropa de marca; tienes un carro así, vistes así, comes así en tales restaurantes, vives en tal lugar, el costo de vida conforme a ti de acuerdo a lo que yo estoy mirando, es aproximadamente de unos $2000 – $5000 mensuales, eso quiere decir que si tú tienes para vivir así, ¿de dónde sacas el dinero?* *De acuerdo a la última declaración de impuestos tú perdiste, estás en la bancarrota, pero yo no veo que andes pidiendo dinero prestado y creo que tienes para comer, para vivir y tu carro está todavía allá afuera.*

Y así están muchos cristianos “Ay Pastor es que no tengo” tremenda casa que tienes, “Ay Pastor es que no tengo” tremendo carro que manejas ingrato, “Ay Pastor es que no tengo” mira la ropa que traes, “Ay Pastor es que no tengo” no sales del restaurante cada fin de semana, los días entre semana; hermano a Dios no lo podemos engañar. “No tengo dinero” ¿Entonces cómo le estás haciendo para vivir la vida que estás viviendo? Hermano, es que estamos robando a Dios.

Trae todos los diezmos, no solamente lo que ganas con tu fuerza laboral, cualquier entrada que tú tengas tienes que darle al Señor, el 10% de todos tus ingresos, la pensión, dinero que alguien te regale por allí, $100, $10 son para el Señor. “Hermano pero yo no trabajo” pero de lo que te da tu viejo, de lo que él te da dale el diezmo al Señor “es que él ya diezmo” no, ese es ingreso tuyo, es tu dinero.

Malaquías 3:10-11

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.”

A propósito, si nunca te estableciste en un buen empleo, un buen trabajo, te corren, pero Dios no anda con un látigo castigando lo que te robaste, Él todavía sigue siendo misericordioso; pero el diablo tiene la licencia, tiene el permiso para destruir tu empleo o tu trabajo, te enferma.

Mira, no le das el 10% a Dios, yo le digo a los hermanos allá en Roma, Texas “Mira hermano, tu no le das los cienes a Dios, viene el diablo y te quita los miles” porque cuando el diablo viene, puros de a $1000 para arriba, cuando el diablo viene, vienen las enfermedades, vienen las demandas, se te descompuso el carro y son puros de $10.000 para arriba, puro gasto.

Sigue siendo inteligente sin darle el diezmo al Señor, el diablo viene y se lleva todo y te deja en la calle; por eso es mejor darle al Señor, lo que es de Él.

Malaquías 3:12

“Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.”

Hermano cuando tu diezmas, cuando tu ofrendas, cuando tú inviertes en la obra misionera mundial tu vas a vivir de tal manera que vas a vivir una vida envidiable para otros.

Tierra deseable significa que la gente que te ve va a decir “oye ¿pues cómo le haces?” “wow, todo lo que haces te sale bien ¿cómo le haces?”  – Diezmo y ofrenda; Ay sí, ¿apoco nada mas con diezmo y ofrenda?, sí. Diezmas, 90% bendito, no diezmas, 100% maldito. ¿Cuánto te va a durar un dinero maldito? El diablo te lo va a quitar. A parte de eso, mi trabajo que está garantizado, el patrón me quiere correr, los supervisores me quieren correr, medio mundo en la compañía, pero yo no trabajo allí por ellos, yo trabajo allí porque Dios me puso allí y Dios me sostiene; mientras yo diezmo y ofrendo estoy protegido, el diablo no puede hacerme nada.

“Eh, diablo mentiroso, no puedes quitarme lo que es bendecido por Dios”

Y tengo todo, y estoy en obediencia, estoy en la voluntad de Dios, Dios empieza a bendecir, la gente me ve y dice “oye, mira el carrito que traes, mira la casa que tienes, mira la ropa que traes, mira viajando mira, mira restaurantes” así es, soy tierra deseable, soy tierra envidiable. ¿Quieres vivir como yo? Él es dueño, de la tierra, del mundo, de ti y de todo lo que tienes.

¿Cómo lo reconoces? Dando tu diezmo, tus ofrendas por amor, “porque te amo Señor doy más”

Invierte en la obra misionera mundial, las almas.

  • Dios no puede usarte ni a usted ni a mí si nosotros no somos fieles al Señor
  • El diezmo es el reconocimiento de que Dios es dueño de todo.
  • El diezmo es obediencia, la ofrenda es tu corazón por Él. En tu ofrenda se ve tu amor
  • Cuando nosotros damos para misiones estamos invirtiendo para que las almas conozcan a Cristo.
  • Él es dueño, de la tierra, del mundo, de ti y de todo lo que tienes.