La Gracia

Efesios 2:8

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

Que bendición es saber que somos salvos por gracia. La palabra gracia es un favor no merecido. La Biblia dice que todos nosotros somos pecadores y que no hay justo ni aun uno, no hay quien busque a Dios y que haga lo bueno, todos somos pecadores y dice la Biblia que la paga del pecado es muerte y merecemos la muerte, un castigo eterno en el infierno, pero qué bendición que podemos ser salvos por gracia. 

Lo que pensamos o creemos o sentimos no cambia lo que Dios dice en su palabra. Dios nos dice que somos salvos por gracia. Algo que hace la diferencia entre la Biblia y otras sectas y  religiones es que somos salvos por la bendita gracia de Dios y no por hacer siete sacramentos. En Atlapexco, Hidalgo cuando la gente muere, debajo del féretro ponen un gallo vivo y cuando terminan de hacer los rezos, ponen al gallo en el pasillo y cuando la gente pasa lo pisan y obviamente muere. Hacen esto porque ellos dicen: “Mientras estamos rezando por ti, ese gallo va a cantarte para que después salgas del purgatorio y después vayas a la gloria.” Pero qué bendición es que somos salvos por gracia y no por hacer otras cosas, o por perseverar como enseñan los pentecostales, o por guardar el sábado y no comer carnitas, o por andar repartiendo atalayas o revistas, somos salvos por gracia y dice la Biblia en Efesios 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe. 

Estaba predicando a una señora y ella tenía la Biblia Latinoamericana y fue salva. Que bendición es que Dios nos dejó su bendita palabra y que cuando él quiere salvar a la gente lo hace a través de su Espíritu Santo y usa su palabra. Y le leí este versículo en su Biblia y decía este versículo porque por un regalo de Dios, nosotros vamos al cielo, no es algo que nosotros hagamos para que tengamos que presumir, es un regalo de Dios. No somos salvos por las obras y dice Gálatas 2:16sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Qué bendición que somos salvos por la fe, dice Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Estamos convencidos de que creemos en Cristo y el día que muramos vamos a la gloria. No tenemos miedo del coronavirus. “No voy a ir a la iglesia porque me da miedo el coronavirus”, y sé que no vamos a la iglesia porque se nos dijo que no fuéramos, pero no es por la enfermedad, quítese ese miedo y si se muere pues se va al cielo. 

Somos justificados no por las obras, dice Romanos 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; Gloria a Dios por eso y me gusta lo que dice Romanos 3:23-24 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,”

Fui salvo a la edad de nueve años y creo que vale la pena trabajar con niños. Fui a una escuelita bíblica para niños y el plan de salvación que me dió una hermana fue sencillo: Cristo pagó en una cruz por tus pecados y si le pides con tu boca que sea tu salvador, él va a entrar a tu corazón y jamás se va a salir. 

La salvación es gratis para nosotros es sencillo pero para él no lo fue y es algo que debemos de entender. Dios tuvo que mostrarnos que tanto nos amaba y nos ama, él estuvo dispuesto a dar a su Hijo para salvarnos.

Algunos dicen: “Entonces, ¿Dónde quedan las obras?” Dice Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. A Dios le agrada que seamos personas diferentes y que hagamos buenas obras. Las obras no son para nuestra salvación porque la salvación es gratis pero las obras muestran que verdaderamente Cristo está en nuestro corazón. Nuestros vecinos se dan cuenta si verdaderamente la gracia de Dios está en nuestro corazón porque ven que nuestra manera de ser es diferente, que no somos la misma persona, que no hablamos de la misma manera, que cambió nuestra manera de vestir y comportarnos con nuestra familia. Es triste que en ocasiones hermanos le dicen al pastor que vaya a predicar a sus vecinos y uno le dice que por qué ellos no le predican, y ellos dicen porque les da pena, y la razón porque le da pena es porque los conocen. El domingo van a la iglesia pero en la semana escuchan música mundana y se van a la pachanga.

El apóstol Pablo dijo en 1 Corintios 15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy La gracia de Dios no solo nos salva, sino que también nos cambia. Pablo también escribió en 2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.Hay una nueva manera de vivir. Cuando disfruta de esa gracia, esa gracia le lleva a ser una persona diferente. El apóstol Pablo en Hechos 7 estaba aprobando para que apedrearan a Esteban, en el capítulo 8 arrastraba a hombres y a mujeres y en el capítulo 9 estaba pidiendo cartas para poner presos a los cristianos pero en el mismo capítulo tuvo un encuentro con el Señor Jesucristo. Pablo dijo: “Por la gracia de Dios soy lo que soy” y él sabía lo que decía porque su vida pasada no fue tan buena. Pablo se estaba metiendo en problemas con los cristianos pero cuando tuvo el encuentro con Jesús, le dijo: “¿qué quieres que haga?” y estuvo tres días ciego y no comió. Después Ananias es enviado con Pablo y ora por él. Por la gracia de Dios somos salvos y somos diferentes.

Mi papá fe ex militar y cuando era niño, él nos trataba a mi y a mis hermanos como si estuviéramos en el ejército, nos cortaba el cabello a casquete corto, nos daba un baño con agua fría, literalmente nos pegaba de frente a una pared y decía: Diga su nombre, y dígalo fuerte, hable como hombre. Una vez unos muchachos me estaban molestando y le dije a mi hermano que le dijera a mi papá que fuera y me defendiera. Mi papá llegó y vio que los muchachos estaban ahí y le dijo a uno de los muchachos: ¿Le quieres pegar a mi hijo? El dijo que si y mi papá con malas palabras me dijo: “Pues pégale y si no te pega yo te voy a dar a ti.” No me defendió, me dijo que le pegara y como ya tenía la aprobación yo le pegué y entienda que no eramos cristianos. El día domingo en vez de ir a la iglesia íbamos a las luchas y mi mamá era la mas peleonera de la colonia y gritaba y siempre buscábamos los primeros lugares porque nos encantaba y estábamos emocionados y no importaba que saliéramos de las luchas a las diez de la noche y no había transporte para llegar a nuestra casa y al otro día íbamos a la escuela y adivine qué calificaciones teníamos, pero gracias a Dios por esa hermana que a los nueve años me predicó de Cristo y ya no la he vuelto a ver pero sé que la voy a ver en el cielo. 

Gracias a Dios que es por su gracia que somos salvos y somos diferentes. Mateo 10:8 dice: Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. Somos salvos por gracia, nuestra vida ha sido diferente y estamos dispuestos a dar por gracia porque de él recibimos todo, por eso, no nos pesa dar el diezmo, estamos dispuestos a dar todo porque entendemos que el Señor Jesús dio todo por nosotros. Juan 3:16 dice Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque amar es dar. No diga que ama la casa de Dios cuando no está dispuesto a dar para construcción, porque es vergonzoso dar para otro proyecto pero para construcción en la iglesia no. Cuando ama está dispuesto a dar que si falta pintar la pared está dispuesto a dar un bote de pintura, cuando falta la loseta, usted dice que compra una caja. A veces tenemos que poner un letrero porque falta quien ame la construcción de la iglesia para que pueda dar. 

Es bien triste pero muchas de las reuniones que menos tienen asistencia es la reunión para ganar almas. Creemos en el infierno, pero pensamos que es una mentira y por eso no vamos a ganar almas. 

Cuando usted ama la obra de Dios quiere dar para la obra de Dios, cuando ama las almas, usted quiere predicar la palabra de Dios, y está dispuesto a dar su tiempo, su dinero y su propia vida porque ha entendido la bendita gracia de Dios