UN MARIDO INCONVERSO

PARTOR DAVID CORTÉS

1 Pedro 2:1-4

“1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu amable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”

La vida de una mujer casada con un marido inconverso no es demasiado fácil, tal vez ni para él, hay casos en los cuales él es creyente y ella no.

Existe el caso en el cual el esposo le prohíbe terminantemente a su esposa asistir a la iglesia, leer la biblia o postrarse en oración; este caso de personas son verdaderamente tragedias en los hogares, en la familia, en las generaciones y la hermana puede sentirse totalmente abatida, totalmente desesperanzada, totalmente destruida.

El principio que se aplica cuando la mujer es creyente y el marido no, son principios muy marcados en la biblia.

2 Corintios 6:14

“14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?”

1.- Confiese su pecado si fue por desobediencia

La realidad del yugo desigual se debe primeramente a que la mujer se caso por desobediencia con un marido inconverso, por deliberada actitud, por rebeldía, por ignorancia de los principios divinos, por debilidad física, emocional y espiritual; se caso siendo cristiana con un marido inconverso y ahora está pasando los problemas de un yugo desigual.

También existe el yugo desigual cuando la esposa se convirtió después del matrimonio.

La realidad del yugo desigual, es una realidad en nuestras iglesias.


2.- De gracias a Dios por su marido de todos modos

Sea como fuere, creyente o no, dígale: Señor gracias por el marido que yo tengo, no era tu voluntad que me casara con el pero ahora él es el padre de mis hijos, mi otra mitad, es parte de mi misma, yo te doy gracias por mi marido; la biblia dice da gracias a Dios en todo.

3.- No envidie a otra por el marido que ella tiene

No hay en el mundo otro hombre más importante para usted que su propio marido, aunque sea lo peor.

 

4.- Entréguese total y cabalmente a su marido

Estos son algunos principios generales en rededor al yugo desigual.

Proverbios 18:22

“22 El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.”

Si usted quiere que su marido alcance la benevolencia de Jehová sea una buena esposa.

 

La aptitud bíblica en el yugo desigual:

1.- Entienda, acepte, asimile, convénzase que el marido inconverso no percibe las cosas espirituales.

 

1 Corintios 2:14

 

“14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”

2.- Sin palabra, con conducta

1 Pedro 2:1-4

“1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa.”

 

El canal por el cual su hombre va a ser salvo es otro, y no usted necesariamente.

Y cuando más rápido acate los principios de la biblia, más rápido se convertirá su marido.

1 Corintios 7:16

“16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?”

 

 

3.- Sujétate a tu marido

 

Sujeta a su marido no quiere decir que usted no tiene opinión, no quiere decir que usted no puede sugerir, no quiere decir que usted no va a hablar; pero cuando se trate de cosas espirituales la mujer tiene que ser callada, ella sencillamente guarda silencio y permanece ferviente y constantemente en una buena actitud, conducta y proceder.

 

Sujetas, sumisas, obedientes; no sabe usted que Dios hará salvo a su marido de esa manera.

 

4.- No devuelvas mal por mal

 

1 Corintios 11:7

 

“7 Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón.”

Proverbios 31:12

 

“12 Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.”

La mujer cristiana le da a su marido bien y no mal todos los días de su vida, todos los días.

Guarde silencio y siga fiel, muéstrele que las normas de Dios son mejores.

 

Las cosas de Dios no siempre van de la mano al criterio social, al criterio moral; muchas de las cosas que los cristianos hacemos, son locuras para el mundo.

 

5.- Déjele todo a Dios

 

Salmo 34:18

 

“18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.”

Haga su parte, y déjele todo a Dios; sea una esposa fiel, prudente, entregada y déjele todo a Dios, sea una esposa sujeta y fiel a su marido y Dios hará el resto.

 

Hechos 16-31

“31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”

 

Lo grandes hombres y mujeres de Dios fueron hijos de un padre incrédulo y una mujer que aguanto; se inspiraron en el amor de su madre, en la consagración de su madre, casi siempre ese marido se convierte a la hora de su muerte.