Recuerda que él es Dios

Pastor Arturo Muñoz

Daniel 3:16-23

“Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto.

17 He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.

18 Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.

19 Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado.

20 Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo.

21 Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo.

22 Y como la orden del rey era apremiante, y lo habían calentado mucho, la llama del fuego mató a aquellos que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego.

23 Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo.”

Recuerda que él es Dios, en medio de la dificultad, en medio de la tribulación recuerda que él es Dios.

Aquí en Daniel 3 recordamos de cómo Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron echados a este horno de fuego que ha sido calentado 7 veces más dice allí, el rostro del rey Nabucodonosor dice en el versículo 19 que cuando estos jóvenes le contestan a Él que no se van arrodillar, no se van a postrar delante de su dios porque ellos tenían un Dios que les puede librar, tenían un  Dios que les podía sacar de ese horno y los podía proteger, pero si aún no lo hacía no se iban a arrodillar delante de su Dios.

Y cuando estos jóvenes responden de esta manera a Nabucodonosor el rey de toda la tierra; imagínense estos tres jóvenes diciéndole al presidente Donald Trump *México no va a construir esa pared*

Estaba sumamente enojado, dice la Biblia que los arrojan a ese horno y recordamos también cómo Dios los libra, ni aún sus ropas de estos jóvenes huelen a quemado, nada les ha pasado, nada les ha sucedido. Pero estos jóvenes tenían que recordar que el Dios del universo tiene poder para librarnos.

I. Recuerda que tiene poder para librarnos

Recuerda hermano/a que cuando estás en dificultad, que cuando estás en problema, que cuando hay quizás alguna situación difícil en tu vida, tienes que recordar que Dios tiene el poder.

Daniel 3:17

“He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.”

No hay cosa que él no pueda hacer, no hay nada que él no pueda hacer, él creó el universo, él creó las montañas, el sol y la luna con tan solamente el decir, él lo creó, *¿Y tú nos estás queriendo arrojar a ese horno de fuego ardiendo? Eso no significa nada para Dios y Dios nos puede librar*.

Hermano/a Dios te puede ayudar, él tiene todo el poder.

Cuando estés en una dificultad, cuando estés en algún problema, cuando estés pasando por alguna prueba recuerda que Dios tiene el poder para librarte, él tiene el poder, pero lo que debo de hacer es recordar, recordar que él tiene el poder.

Josué 1:5

“Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.”

Dios diciéndole a Josué que nadie se iba a enfrentar contra él todos los días de su vida, si tú te levantaras y leyeras ese versículo todos los días de tu vida nada ni nadie te va a poder hacer frente todos los días de tu vida.

Nada ni nadie, en otras palabras tú eres invencible ¿Por qué? Porque es el poder de Dios, él le estaba diciendo “como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.” Y de la misma manera que Dios estuvo con Josué, Dios puede estar contigo. Dios puede estar con nosotros pero tienes que recordar que él tiene el poder.

Pasamos la dificultad y la prueba y se nos olvida que él tiene el poder.

Mateo 11:1-5

“Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.

2 Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos,

3 para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?

4 Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis.

5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;”

A Juan lo habían arrojado a la cárcel, ¿por qué? Por predicar el evangelio. Y ahora Juan en la cárcel está dudando, quizá está pensando *Señor, pero tú me escogiste aún desde el vientre de mi madre Elisabeth para que yo abriera camino, como dice en Isaías 40 para que yo sea el que predica tu Palabra, como dice Malaquías 3:1, Señor cómo es posible que en Mateo 3 bauticé a Jesús y yo le dije allí a la gente + he allí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo  y la gente creyó, y vino el Espíritu Santo en forma de una paloma y ahora yo estoy en la cárcel; Señor tantas cosas buenas que yo he hecho y me mandas a esta cárcel par a morir en esta cárcel, Señor no lo entiendo *

Y Juan yo creo que estaba perdiendo su fe en Dios, él no sabía, quizás estaba atribulado y afligido pensando *Tantas cosas buenas que he hecho ¿por qué me pasa esto?* hermano ¿Apoco no te ha sucedido lo mismo; has pensado lo mismo? *Tantas cosas que hago, voy a la iglesia, oro, leo la Biblia, doy mi diezmo, fui a ganar almas y ahora me pasa esto*, y dudas, y dices ¿Pero por qué me está pasando esto? ¿Por qué si yo trato de seguir a Dios me pasa esto?

Juan yo creo que estaba pasando por la misma situación después de bautizar a Cristo, ver a su papá, a su mamá; de niño sabía que Jesús era su primo y que Jesús era el Salvador, él lo sabía. Pero ahora estando en la cárcel le viene la duda y envía a dos de sus discípulos para preguntarle a Jesús *¿Eres tú el que había de venir o vamos a esperar a otro? Porque yo pensaba que eras tú*

Y sabes tú y yo tenemos dos discípulos a nuestra disposición: la oración y la Palabra de Dios. Tú puedes orar y leer la Biblia, y al hacerlo puedes recordar que él es Dios; cuando venga la duda recuerda que él es Dios y que él tiene poder para librarte, él lo puede hacer.

Sadrac, Mesac y Abed-nego le dijeron *él puede librarnos, pero si no lo hace está bien*. Juan estaba allí en la cárcel y Jesús les dice a estos dos discípulos, *vayan y regresen y díganle: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.*

                                                                                                               

Por un momento Juan dudó y lo que Jesús le estaba tratando de decir era *Mira, si pasan cosas difíciles en tu vida, que el predicar en Mi nombre no sea un tropiezo en tu vida*

Porque muchas veces cuando estamos en Su palabra y aún muchas veces cuando hemos ido a tocar puertas y ganar almas, minutos después me llega una mala noticia, podemos agarrar tropiezo en ellos.

Podemos echarle toda la culpa a Jesús pero no es así, no te están pasando cosas malas, no le eches la culpa a Dios, lo que nos sucede en nuestra vida muchas de las veces es porque nosotros nos las ganamos y nosotros nos metemos en problemas y en pecado. Pero cuando pasamos algo como lo que Juan estaba pasando, como lo que Sadrac, Mesac y Abed-nego es porque Dios en su sabiduría así lo quería, pero debemos recordar que él tiene poder para librarnos. Hermano/a recuerda cuando estés en alguna dificultad que él tiene el poder para librarte.

Y Jesús le dijo a estos dos discípulos *todas estas cosas sucedieron* y Jesús después más adelante en

Mateo 11:7-9

“Mientras ellos se iban, comenzó Jesús a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?

8 ¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están.

9 Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.”

Estos discípulos yo imagino que le dijeron a Juan *él dice que eres más que un profeta, eres más que un predicador, eres un hombre que Dios ha usado.* yo creo que Juan poco después de ser decapitado murió sabiendo que había hecho la obra de Dios, ya no se fue triste a la tumba; sino que ahora se fue al cielo con Dios pensando *Dios me usó, Dios me usó a mí y qué bueno que Dios me usó*.

II. Recuerda que él tiene un propósito para tu vida

Isaías 55:8-9

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”

Recuerda que cuando estés en dificultad él tiene un propósito para tu vida porque él es Soberano.

Juan 11:1-6

“Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.

2 (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.)

3 Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.

4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

5 Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.

6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.”

De tal manera que cuando Jesús oyó que Lázaro estaba enfermo no va inmediatamente con Marta y María donde estaba Lázaro muriendo y haciendo una oración al Padre para que toda enfermedad se fuera, sino que el Señor Jesucristo a propósito se quedó dos días más. Y a causa de eso Lázaro muere y Marta salió a encontrarlo.

Juan 11:21

“Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.”

Marta y María están pasando por una dificultad pero no entienden que Dios tiene un propósito más grande. Sabes, más importante que Dios ayudarme en el instante, porque él lo puede hacer, el propósito de Dios es más importante, porque su propósito no sólo es para la gloria de Dios pero también para nuestro crecimiento espiritual.

Muchas veces Dios deja que sucedan cosas en nuestra vida para que nosotros crezcamos en espiritualidad. Que tan fácil sería que todo saliera bien todos los días; que vas al trabajo, no tienes ningún problema, regresas, comes, cenas, te bañas, te vas a dormir, al siguiente día otra vez y regresas, pasan 10 años y nunca has tenido un problema, una dificultad, tu esposa siempre te recibe con un beso y un abrazo, tus hijos siempre te responden cuando tú les dices algo “Sí papá/ Sí mamá”, el perro nunca te muerde, nunca te enfermas, todo bien. ¿Qué necesidad habría de orar y pedir a Dios y suplicar? Ni una, porque todo estaría bien.

Pero Dios más interesado en ayudarme al instante, a veces Dios deja que sucedan cosas para un propósito en nuestra vida, y ese propósito es un crecimiento espiritual, y además de ese crecimiento espiritual es para que Dios sea glorificado.

Y cuando Lázaro muere el Señor Jesucristo se para en frente de la tumba y dice en el versículo 35 “Jesús lloró.”

Dios no solamente lloró por Lázaro, pero Jesús lloró yo creo que también por ver la aflicción de Marta y de María.

Cuando Dios ve que estamos pasando una dificultad él sabe lo que estamos pasando, él sabe nuestro dolor y él sabe lo que está sucediendo en nuestras vidas y deja que suceda para que Dios sea glorificado y para que nosotros crezcamos espiritualmente.

Porque bien fácil sería que Dios nos de todo instantáneamente.

El día viernes aquí en la escuela normalmente hay pan y en ocasiones mis hijos quieren pan, a veces es muy fácil decirles “Aquí están $5 y compra pan” y Ashley vino y me dijo “Papá dame $5 para pan” a veces me dicen por favor a veces no, pero como papás queremos darles todo lo que nuestros hijos piden. Pero ya de atrás ellos saben que tienen que trabajar y ganarse el dinero en la casa para poderse comprar ellos pan. Y Ashley me pidió para pan, y le dije “Mira Ashley sería muy fácil que yo te diera para pan…”, me dijo “Papá yo voy a trabajar regresando”, le dije “No, primero tienes que ganártelo y luego gastártelo; no es primero te doy”.

A veces oramos y decimos “Señor dame esto” y Dios dice *pero tienes que ir a ganar almas* y decimos primero dámelo y ya después voy a ganar almas, primero dame lo que te pido y luego yo te obedezco, Dios dice *No, primero obedéceme y luego yo te doy lo que me pides*; y lo queremos instantáneamente “Señor ya fui a ganar almas, ya vine a la iglesia, ya oré, ya diezmé, ya ayuné, ahora sí, dámelo ahorita” “ese muchacho que me gusta tanto”. Y Dios dice *calmada, serena, no es tan rápido*.

Dios quiere que recordemos que él tiene un propósito para nuestra vida.

III. Recuerda que él tiene un postrer estado mejor que el primero

En otras palabras, recuerda que él tiene algo mejor.

Job 42:9-15

“Fueron, pues, Elifaz temanita, Bildad suhita y Zofar naamatita, e hicieron como Jehová les dijo; y Jehová aceptó la oración de Job.

10 Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.

11 Y vinieron a él todos sus hermanos y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y se condolieron de él, y le consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él; y cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un anillo de oro.

12 Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas,

13 y tuvo siete hijos y tres hijas.

14 Llamó el nombre de la primera, Jemima, el de la segunda, Cesia, y el de la tercera, Keren-hapuc.

15 Y no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra; y les dio su padre herencia entre sus hermanos.”

Cuando Job iba pasando todo esto Job no le atribuyo a Dios cosa alguna (de su aflicción), su esposa vino y le dijo a Job ya maldice a Dios y muérete, pero Job le dijo no, su esposa le decía *mira cómo estás sufriendo*

Y a través de toda esa aflicción que tuvo Job él nunca atribuyó nada a Dios, sino que Job decía *Señor maldigo el día de mi nacimiento, esto, aquello, pero contra ti nada Señor* y Job estaba aceptando la Soberanía de Dios, él sabía que Dios es Soberano.

Dios da, Dios quita, y que sea el nombre de Jehová bendito, eso pensaba Job

Nunca se imaginó Job que después de toda esta aflicción pasada él iba a tener mejores cosas que las primeras.

Tenemos que recordar que sí, quizás estamos pasando por una aflicción, una dificultad, algún problema fuerte, pero sabes, hay esperanza; hay esperanza, sigue adelante, da un paso más, sigue adelante no te desanimes, recuerda que él tiene un postrer estado mejor que antes.

Dios te puede ayudar a salir del problema, de la situación porque él es Dios y mientras tanto reconoce simplemente la soberanía de Dios.

¿Por qué Dios hizo esto con Job?

No lo sabemos, no sabemos por qué le pasó esto a Job

Job no sabía, Dios no le dijo a Job *Job después de que todo esto pase las cosas van a estar mejor* sus animales, sus cosas, sus pertenencias, sus hijos muertos. Qué aflicción tan dura y tan difícil para Job, pero Job no se dio por vencido, él siguió creyendo en Dios.

Recuerda que él es Dios en tu aflicción y que Dios tiene algo mejor para ti, lo único que tú tienes que hacer es aguantar, y tú sigue allí, aguanta, sigue adelante.

2 Timoteo 2:3

“Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.”

Tú pues, aguanta. Dios quiere que aguantemos, Dios quiere que soportemos.

Filipenses 1:29

“Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,”

Tenemos que aguantar, y si tú aguantas un poquito más Dios tiene algo mejor para ti, un pasito más adelante.

Dice la Biblia que David iba saliendo allá de Jerusalén, su hijo Absalón había tomado ahora el reino, él baja llorando el torrente de Cedrón, él baja y empieza a subir la colina del Monte de los Olivos y él va llorando, él va ya triste pero dice la Biblia que cuando llega hasta la punta lo encuentra allí alguien que le empieza a dar víveres. Imagínate si David se hubiera quedado allí en el torrente, hasta allá abajo triste y desconsolado, ¿Pero sabes qué hizo David? Él siguió adelante, porque detrás de esa montañita Dios tenía algo.

Recuerda que él tiene algo mejor para ti.

IV. Recuerda que él tiene preparada para ti una mansión

Recuerda que eres salvo, cuando estés en aflicción, en alguna dificultad, lo menos que podemos hacer es recordar es que tenemos vida eterna.

Juan 14:1-2

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.”

¿Para quién son esas moradas?

No son para los ángeles, son para nosotros, son mansiones para nosotros.

Y dice el Señor Jesús ” voy a preparar lugar”

Juan 14:3-6

“Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.

5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?

6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”

Sabes, cuando estés en dificultad, cuando estés en aflicción, cuando estés allí como Sadrac, Mesac y Abed-nego, cuando estés como Juan, como Job, recuerda que Dios tiene preparada una mansión para ti, lo peor que puede suceder es que mueras, pero vas al cielo.

Ahora, preocúpate si no eres salvo, preocúpate si nunca has aceptado a Cristo en tu corazón; porque entonces vas directo al infierno, pero si Cristo ya vive en ti, entonces tiene preparada una mansión.

Hay un corito que me gusta mucho

“Mansión gloriosa tengo yo en el cielo,

do las maldades nunca entrarán, toda tristeza cambiará en consuelo y en dulce canto el dolor y afán…

Bellas mansiones

Hay allá en la gloria

Tendré la mía, el gozo sin par

Suenan las notas de la grata victoria

Voy pues con gozo a mi dulce hogar”

Hermano recuerda que hay una mansión allá en el cielo que nos está esperando. Cuando estés en aflicción, cuando estés en problemas, recuerda que Dios tiene preparada para ti una mansión.

V. Recuerda que tienes que seguir predicando el evangelio.

Cuando estés en aflicción, cuando estés en dificultad sigue predicando el evangelio.

Vino una hermana con un Pastor y le dijo “Pastor ya no aguanto, tengo problemas, dificultades, ya no sé qué hacer Pastor, ya no aguanto más” y le dijo el Pastor “Hermana el siguiente sábado la quiero ver aquí para que salga a ganar almas” y dijo “Pero Pastor le acabo de decir que tengo problemas y dificultades y ya no aguanto más”, y el Pastor le dijo “Quiero que regrese, salga y vaya a ganar almas”.

Esta hermana obedeció, ese día sábado vino a la iglesia, salió a ganar almas y empezó a platicar con gente que tenía más problemas más difíciles que ella; empezó a platicar con personas que tenían más dificultades, tenían aflicciones más difíciles de las que tenía ella y cuando regresó al Pastor le dijo “Pastor ya estoy bien, hay personas que la tienen más difícil que yo; pensé que mi vida estaba en lo peor, pero me di cuenta que hay gente que la tiene peor que yo”

¿Sabes qué hermano?

Cuando estés en una dificultad recuerda que Él es Dios y recuerda de predicar su Palabra, sigue predicando su Palabra. Sal a ganar almas, dale un folleto a alguien, habla con alguien, vas a encontrar a alguien que tiene una dificultad más grande que tú dificultad y vas a decir *Señor wow, yo no tengo ese problema como esa persona lo tiene, yo no tengo aquella dificultad como aquella persona la tiene; perdóname, ayúdame a darte las gracias.

Sigue predicando el evangelio.