Estudio del libro de Filipenses

Pastor Arturo Muñoz

Filipenses 1:27-30

“Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

28 y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios.

29 Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,

30 teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí.”

Si hay algo que nosotros debemos seguir haciendo es combatir unánimes por la fe del evangelio.

Que interesante que nos dice “el evangelio de Cristo”, porque *evangelio* quiere decir buenas nuevas. Entonces Pablo dice que si hay algo que debemos de recordar en el evangelio de Cristo al estar dando la buenas nuevas, dice allí “que os comportéis como es digno”, en otras palabras, que tengan un buen testimonio.

I.Es necesario comportarnos

¿Comportarnos cómo?

Como es digno, comportarnos con un buen testimonio, comportarnos como es debido; porque les dice Pablo “sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes”.

¿Cómo nos debemos comportar como es debido?

Como papás por ejemplo, si estamos en casa podemos checar a nuestros hijos y se supone que se deben portar bien, pero cuando los papás se van de casa los hijos dicen *ahora sí podemos hacer lo que queremos hacer*, y hacen una fiesta, destruyen la casa, porque papá y mamá no están allí. Pero nosotros como papás esperamos que nuestros hijos se comporten como deben, se comporten cuando estemos allí y cuando no estamos allí también se comporten bien.

Nosotros como cristianos, hijos de Dios, no solamente nos tenemos que comportar bien cuando estamos en la iglesia, no solamente me debo de portar bien cuando estoy ganando almas *no voy me voy a vestir mal, no voy a agarrar e cigarro, no me voy a pelear, no voy a decir cosas indebidas*, pero cuando nadie nos ve me debo de portar bien, me debo de comportar, por eso Pablo les dice que se comporten como es digno. Tenemos que comportarnos como es digno del evangelio de Cristo.

A veces queremos razones; cuando nosotros hablamos con nuestros hijos, y le digo a mi hijo, “mira, no le pegues a tu hermanita” y a la hermanita “no muerdas a la maestra, pórtate bien, no le des patadas”. Pueden pensar, *¿pero por qué me tengo que portar así?* Y quizás no podemos llegar a una buena conclusión pero sí podemos darles una explicación, *es que es tu maestra/ es tu hermanito/ es tu mamá/ soy tu papá, no puedes portarte así*.

Pero con nuestro Señor, él es digno de honra, de gloria y honor. No hay una mejor razón para nosotros para que Dios nos diga *compórtate como es digno*, porque él se merece la honra y la gloria.

Él es digno de que nosotros nos comportemos bien, Él es digno de que nosotros tengamos un buen testimonio, Él es digno simplemente porque él es nuestro rey, porque él es nuestro Dios; no deberíamos simplemente pensar mal portarnos, en pecar contra Dios, porque Él es digno debo, debemos portarnos bien.

II.Es necesario combatir

Filipenses 1:27b

“combatiendo unánimes por la fe del evangelio,”

Tenemos nosotros que reconocer que al estar dando las buenas nuevas a otros tenemos que combatir; no es algo que diga *ya soy cristiano, solamente voy a venir a la iglesia, solamente me voy a sentar y nada más*, sino por el hecho de que somos cristianos ahora nosotros nos estamos enrollando en algo que se llama “soldados de Cristo”, nos estamos metiendo a esta batalla.

Dice la Biblia que no es una batalla contra sangre y carne, no es una batalla de que como ya me hice cristiano ahora me voy a pelear con el suegro, con la suegra, o con el vecino; sino es una batalla espiritual, es una batalla que debemos de nosotros recordar que ahora yo soy soldado de Cristo y un soldado de Cristo no solamente viene y se sienta, no solamente viene y oye, no solamente viene y dice *pues ya estoy cumpliendo*, sino dice ”yo tengo que hacer algo, tengo que participar, tengo que ir a la guerra, tengo que ir a la batalla, tengo que hacer algo porque yo soy parte de este combate”.

En el evangelio de Cristo es necesario combatir, es necesario llevar el evangelio, y cuando estamos llevando el evangelio estamos combatiendo contra Satanás, cuando estamos llevando el evangelio le estamos diciendo al diablo *no te vas a llevar a esta persona al infierno, yo le voy hablar de Cristo*, y nos mete en un combate, nos mete en una batalla, y al final nosotros vamos a ganar la batalla, tenemos la batalla ganada y asegurada.

Pero mi cristianismo no debe de ser pasivo, parte de combatir es participar en las actividades de la iglesia, parte de combatir es alinear las sillas, porque al alinear las sillas yo estoy siendo partícipe de la obra de Dios, y al estar haciendo la obra de Dios nos estamos asegurando que gente se va acercar a Dios, que va a escuchar a Dios, que va aún a ser salva, tenemos nosotros que combatir.

Tenemos que combatir unánimes, en otras palabras, en equipo.

Teniendo una misma visión y nuestra visión es alcanzar al mundo para Cristo, eso es lo que como cristianos queremos hacer o deberíamos de tener ese deseo de combatir unánimes.

Que cuando haya una conferencia todos podamos tener ese mismo sentir y decir *vamos todos a la conferencia*, que cuando podamos hacer algo para la obra del Señor podamos decir *yo quiero participar* o quizás a lo mejor no puedo pero por lo menos estarme muriendo por dentro para poder hacerlo y poder hacerlo después.

Hay que combatir unánimes por la fe del evangelio.

¿Por quién nosotros combatimos? Lo hacemos por Cristo

¿Cómo lo hacemos? Unánimes

¿Qué es lo que hacemos? Es combatir

Filipenses 1:28

“y en nada intimidados por los que se oponen,”

Porque el diablo es muy bueno para intimidarnos. La gente es muy buena para venir y decirnos que lo que estamos haciendo no sirve para nada.

Cuando Pablo, Pedro y los apóstoles salían a predicar el evangelio, de vez en cuando los agarraron y los sometieron.

Hechos 3:26; 4:1-4

“A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.

1 Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos,

2 resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos.

3 Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde.

4 Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil.”

¿Cuántas personas fueron salvas?

Cinco mil; ¿Valdrá la pena? Sí.

¿Habrá valido la pena predicar el evangelio si solo una persona fue salva?

Sí.

Sea que Dios nos dé un alma, o sea que Dios nos de cinco mil, nosotros somos los que predicamos, Dios hace la obra, Pedro no sabía que ese día iba a ganar cinco mil personas.

Hechos 3:17-20

“Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre.

18 Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.

19 Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios;

20 porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.”

Los amenazaron, los dejaron y libertad y ellos dijeron *no, vamos a seguir adelante predicando el nombre de Cristo* se sintieron honrados por haber sufrido en el nombre de Cristo, pero los trataron de intimidar.

Pablo dice en Filipenses que no te intimides y para no intimidarnos tenemos que ser valientes, para no intimidarnos tenemos que creer más en él.

Filipenses 1:28

“y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición,”

Venían ciertas personas que les decían a ellos como cristianos *¿tú crees en el evangelio? Mira si tú sigues poniendo tu fe en el evangelio eso va arruinar tu vida, eso va a causarte que los dioses te traigan maldición sobre tu vida*.

Apoco no han escuchado que cuando alguien se cambia, el abuelito, la abuelita le dicen “te va a ir mal”; y no les pasa que cuando alguien es salvo le va peor, pierde su trabajo, se enferma, y el cristiano allí está y dice *ya no sé qué hacer, desde que me convertí a Cristo me están pasando todas estas cosas malas* y aparte viene alguien y te dice “te lo dije, te convertiste y va a ser tu perdición, no dejes nuestra tradición, no dejes nuestras creencias”.

Y vienen y te regañan y te recriminan y te intimidan; eso es lo que estaba pasando acá.

Filipenses 1:28

“y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición,”

Para ellos tu salvación es perdición, pero Pablo continua diciendo:

Filipenses 1:28

“mas para vosotros de salvación; y esto de Dios.”

¿Quién me da la salvación?

Dios me da la salvación.

Pablo está siendo directos con ellos, pero les dice *es necesario combatir*

III. Es necesario creer

Ya hemos creído en él para estar en la de de Cristo; pero una vez que le entro tengo que seguir creyendo porque va a venir alguien que me va a querer hacer dudar, va a venir alguien que me va a querer intimidar.

Filipenses 1:29

“Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,”

Pablo dice, *mira, por estar en el evangelio de Cristo, debes creer aún más porque van a venir quienes se oponen y te van a decir que no creas*

De tal manera que en el evangelio de Cristo es concedido a vosotros que creáis en él; algo que Dios me concede es creer más en él, es probar la fe que yo ya he puesto en él.

Y cuando mi fe es probada, cuando mi fe es probada por haberme convertido a Cristo, veo tantas cosas que me están sucediendo, viene alguien y me intimida tenemos que creer, y no solamente creer, sino poner nuestra fe en él.

Tenemos que decirles a aquellas personas *yo no me voy a echar para atrás*, no soy de los que retroceden, no soy como la onda del mar que anda de un lado para otro, yo sé en quién yo he creído.

Pablo está diciendo *yo creo en Cristo, y sí quizás por creer en Cristo me van a suceder algunas cosas, pero no es por perdición como ellos piensan, sino es por padecer*. Y hay una diferencia entre *perdición* que por *padecer*.

Porque el pensar que todo esto me está pasando porque me he convertido y es para perdición, dejan de creer, y porque algunos dejan de creer regresan de donde vinieron.

Pablo dice que te es concedido creer, en el evangelio de Cristo es necesario creer, creer en el evangelio , seguir creyendo en él y recordarle al diablo que yo un día puse mi fe en Cristo y voy a seguir creyendo.

Y para seguir creyendo no puedes dejar de leer la Biblia y seguir creyendo, no puedes dejar de orar y seguir creyendo, no puedes dejar de salir a ganar almas y seguir creyendo, no puedes dejar de venir a la iglesia y seguir creyendo. Porque si dejas de leer la Biblia, orar, ir a la iglesia y ganar almas, y vienen los que te quieren intimidar, y vienen los que se oponen y te dicen “ya ves, te lo dije, te estás perdiendo”; y tu fe que está toda como agua, vas a dejar de creer y vuelves atrás.

IV. Es necesario considerar que padecerás por él

Padecer es sufrir, sufrir es aguantar; y Pablo dice que porque eres cristiano Dios no solamente te va a conceder de que creas en él, sino te va a conceder y te va a dar el privilegio de padecer por él.

Pero no dice *hazte el sufrido, que gente tenga compasión de ti*. No dice “Porque eres cristiano hazle pensar a toda gente *¡Oh, cuánto sufres tú!*”

Exagerado, o decir *¡Oh cuánto yo sufro!* o *quiero sufrir más que él*; tampoco se trata de eso. Pablo no está diciendo *entre más padeces, más espiritual eres*, como los epicúreos; o *entre más felicidad tienes, eres más espiritual*, tampoco.

Sino Pablo está diciendo que por predicar el evangelio, cuando luchas por la causa de Cristo al diablo no le va a gustar y van a suceder cosas en tu vida que vas a tener que aguantar y soportar, y la única manera de aguantar y soportar todas estas cosas, es cuando estás aferrado bien a Cristo.

Por eso Pablo sabía muy bien de lo que estaba hablando.

Filipenses 1:30

“teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí.”

Pablo estaba diciendo que *si tú predicas el evangelio de Cristo Dios te va a conceder que tú padezcas por él y quizás aún vayas a llegar a la cárcel como yo estoy en la cárcel*; Pablo les estaba advirtiendo, pero Pablo no estaba diciendo *pobrecitos*, Pablo les estaba diciendo que es una bendición padecer por Su nombre; todo lo que hizo él por nosotros, ¿y que nosotros no estemos dispuestos a padecer por él?; eso es lo que Pablo estaba diciendo.

Pablo no estaba diciendo *¡oh cuánto padezco yo por el nombre de Cristo, compadézcanse de mí!*. Sino cuando Pablo usaba sus cadenas él las usaba para animaros.

¿No les ha pasado que ustedes van y visitan a algún enfermo y van quizás al hospital y salen animados por el enfermo? El enfermo no dice “Pastor me estoy muriendo y usted está allá afuera”; no, sino va uno y el hermano/a “Pastor que bueno que vino a visitarme, Dios está conmigo, Dios me fortalece, Dios me ayuda.”. y sale uno de allí del hospital más animado.

Eso era lo que Pablo hacía, Pablo usaba sus cadenas no para que se compadecieran de él, sino para animar a otros.

Cuando estamos en el evangelio de Cristo es necesario recordar estas cosas; de que debemos de comportarnos, debemos de combatir, debemos de creer, y debemos de considerar que vamos a padecer.

2 Timoteo 2:1-3

“Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.

2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.

3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.”

Pablo no está diciendo métete en problemas y sufre porque te mete en problemas, no está diciendo mete el dedo cuando venga el martillo porque tienes que sufrir penalidades; Pablo está diciendo *aguántate*, aguanta y sigue adelante, dice Pablo “sufre penalidades”, aguanta penalidades, aguanta tiempos difíciles, aguanta cuando las cosa son van bien porque un buen soldado de Jesucristo aguanta.

Uno que no es un buen soldado lo llevan a la sierra y dice “esto no me gusta, me voy”, y se mete mejor a otro trabajo, pero un buen soldado aguanta; un buen soldado le patean y le gritan y lo llevan, no come diez días, el sol y todo pero dice *yo estoy aquí porque voy a aguantar, porque voy a servir a mi país* y aguantan, y lo hacen por su país.

Si hay soldados que están tan dispuestos a aguantar tanto por su país, ¿Por qué nosotros no estaríamos dispuestos a aguantar tanto por nuestro Dios?

Deberíamos aguantar más.

*No, ya voy a tirar la toalla; el Instituto está bien difícil* tenemos que aguantar, tenemos que seguir adelante, en el evangelio de Cristo hay que considerar aguantar, padecer.

  • Compórtate
  • Combate
  • Padece