7 pasos para no tener hijos ninis

Pastor Arturo Muñoz

Proverbios 29:15
“La vara y la corrección dan sabiduría;
Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.”

¿Cuántos de ustedes han visto a un niño consentido?
Pero yo creo, yo me imagino que cuando vamos creciendo y aún antes quizás de tener hijos pensamos nosotros “Ay que niño tan consentido; cuando yo sea papá, cuando yo tenga mis hijos no voy a tener hijos consentidos”; pero llegan los hijos y uno los empieza a consentir y a veces a consentir de más y comienza este problema de tener hijos nini.

Un hijo nini es un hijo que ni estudia, ni trabaja, ni sirve para nada.
Y no creemos nosotros, pues la Palabra de Dios es más hace a un lado aquellos jóvenes y personas flojas y que simplemente están allí en la colmena como zánganos, ¿Saben qué es el zángano? No sirve para nada, sólo están allí. Y aquí está la Palabra de Dios recordándonos a cerca del muchacho consentido.

El problema con las familias de hoy y con la sociedad que tenemos es que hemos puesto de un lado la disciplina y la corrección; ahora, cuando hablamos de disciplina y corrección no estamos hablando acerca… ¿Cuántos escucharon esta semana a cerca de esta familia de 13 hijos? Y que a 3-4 de ellos los tenían en cadenas, no los dejaban comer, se bañaban solo una vez al año allá en California, no estamos hablando a cerca de una disciplina de que si no son obedientes los vamos a amarrar y los vamos a maltratar, los vamos a medio matar y los vamos a mal nutrir, no los vamos a amar y guiar en los caminos del Señor, no.

Lo que estamos hablando es que por el otro lado, estamos consintiendo tanto a nuestros hijos que debemos nosotros darnos cuenta que la intención de Dios no es que consintamos tanto a nuestros hijos, les demos todo lo que quieran, no estoy hablando de amor, debemos darle amor; pero estoy hablando de que cuando pensamos que amamos tanto a nuestros hijos le doy todo lo que mi hijo quiero, pienso que amo a mi hijo si dejo de disciplinarlo y de darle corrección, pienso que le puedo mostrar amor a mi hijo si cada vez que me pide un juguete se lo compro.

Pienso que cuando yo era pobre y no tenía nada, solamente jugaba con el yoyo, el trompo y las canicas, ahora, puedo darle muchas más cosas.
Y los estamos consintiendo y nos estamos pasando; tenemos que cuidar esto para que nuestros hijos no se formen de esa manera.


Déjalos de consentir
Cuando les das todo lo que quieren en la tienda, y no sabes cómo decir “No” a tus hijos, los estás consintiendo, no les estás enseñando carácter.

Yo recuerdo hace muchos años en la secundaria había dos jovencitos, un muchacho y una muchacho que cuando íbamos a la secundaria la sirvienta de la casa llevaba dos mochilotas y se las llevaba a la secundaria, y después cuando terminaba la secundaria allí estaba la sirvienta, llevaba las mochilas y se los llevaba caminando; lo bueno que los hacía caminar, vivían como a 5 cuadras.
Pero podemos llegar nosotros a extremos de consentir a nuestros hijos.

La primer cosa que debemos de darnos cuenta es saber cuándo los estamos consintiendo y preguntarme como papá ¿Los estoy consintiendo de más/ Qué estoy haciendo? Yo creo que debe de haber un balance. En algunas ocasiones podemos darles un poquito extra, pero que también puedan apreciar que nosotros como papás nos esforzamos un poquito más y ganar el dinero y poderles dar un poquito extra.

A lo mejor quizá en alguna ocasión podemos comprarles unos tenis que el niño quiere, pero a lo mejor después quiere unos tenis “Nike”, antes eran de $660 – $700, ahora son de $2500 – $3000. Hay que ponerlos a trabajar, que hagan algo y que aprecien lo que tienen y cuando lo obtengan que sepan que con el sudor de su frente lo obtuvieron. Yo no estoy en contra de comprarles ropa y comprarles ciertas cosas a nuestros hijos, pero yo creo que hay una diferencia entre necesidades y hay una diferencia entre un poquito extra, un poquito de más.

No estoy en contra de buena ropa, a veces yo noto que si le compramos a nuestros hijos tenis de $300 les duran 3 días, y ya si les compramos unos tenis más caros les duran 3 meses… entonces a veces lo que cuesta un poquito más les dura un poquito más pero no es siempre.
Pero hay que enseñarles a nuestros hijos; a mí los únicos tenis que me compraban eran de “3 hermanos”, pero me compraban a mí tenis “Panam” y veía a mis amigos que traían tenis “Adidas”, “Reebok”, “Nike” y decía “wow, de esos yo quiero”, e iba con mi papá y le decía:
–  “Cómprame unos de esos”
– “No”
–  “¿Cómo de que no, soy tu hijo no me amas?”
– “Sí te amo”
– “Pero cómprame esos”
– “No”

Y uno como hijo dice “¿Cómo es que mis amigos tienen esos tenis y yo no?”, y en cierta manera así es como el mundo trabaja. El mundo dice *mira, aquí hay algo un poquito más brilloso, mejor y bueno*.
Entonces creo que yo le dije a mi papá:
–  “¿Qué tal si vendo la televisión y me compro unos tenis?” y me dijo
– “Ok, está bien”

Me compré los tenis pero ya no tenía televisión, como que no la pensé muy bien.
Pero no fue tan fácil ir con mis papás y pedírselos, sino que me enseñaron a esperar, me consintieron pero no tanto.

II. Enséñales autodisciplina

Hay ciertas cosas que nuestros hijos pueden aprender en cuanto a la autodisciplina, ellos mismos pueden ser sus propios maestros, ellos pueden aprender; no tenemos que tener un maestro para todas las cosas

1 Samuel 16:23
“Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él.”

Había algo en David, era una disciplina en cuanto a tocar un instrumento; y a algunos de nuestros hijos su autodisciplina disciplina es quién juega mejor el nintendo, el play station y las maquinitas, pero esa no es una buena autodisciplina.
Una buena autodisciplina es alguna habilidad, algo que ellos puedan hacer que les pueda ayudar dentro del ministerio. Hermanos Dios por alguna razón puso la música, dentro del tabernáculo había varias personas que tocaban arpa, tocaban varios instrumentos, había aún personas que estaban allí el coro del tabernáculo; yo me imagino que eran personas que practicaban y practicaban hasta que lo hacían lo mejor para el maestro.

Como papás tenemos muchas más posibilidades que antes, antes para comprar o encontrar un instrumento era algo más difícil. Pero podemos enseñar a nuestros hijos autodisciplina en cuanto a tocar un instrumento, en cuanto a ellos mismos saber cómo comportarse en ciertas situaciones, en las mañanas enseñarles a que se levanten temprano. David tenía una autodisciplina y yo creo que fue una de las razones por las que Dios lo bendijo.

Marcos 1:35
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.”

Era el Señor Jesús, y usted puede decir *Ah Pastor, pero es que él era Dios, es que él era Jesús*. Hay que enseñarles a nuestros hijos a levantarse temprano, hay que pasar también un tiempo con ellos pero hay que enseñar a nuestros hijos a que no tienen que valerse de alguien más para hacer algo.

Beethoven aparte de que tenía un coeficiente muy alto, a los 4 – 5 años comenzó a tocar música, empezó a tocar un instrumento y la canción de “¿Estrellita dónde estás?” Beethoven la escribió cuando tenía 5 años. Pero no estoy diciendo que si sus hijos tienen 5 años que ya toquen una canción, pero yo creo que podemos enseñar y animar a nuestros hijos para que si les gusta algo hay que buscar y animarlos para que ellos tengan autodisciplina para estudiar, autodisciplina para levantarse temprano, autodisciplina para tocar un instrumento, autodisciplina para auto enseñarse a ellos mismos.

III. Enseña a tus hijos a trabajar

Efesios 4:28
“El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.”

Un tip para prosperar a parte de hacer la voluntad de Dios es levantarte temprano, bañarte y sal a trabajar.
Tenemos que enseñar a nuestros hijos a trabajar, dale ciertos trabajos en tus hijos si están en casa, y remunera ese trabajo, quizá con $5, $10 pero enséñalos a trabajar y que cuando hagan el trabajo que lo hagan con una buena actitud, que lo hagan rápido; que no lo hagan tronando la boca, levantando los hombros. Enséñales que cada cosa que hagan ellos van ayudarles para cuando salgan de casa.

Muchos de nuestros hijos van a salir de casa y no van a saber qué hacer, se van a quedar asombrados con la situación, porque allá afuera no es tan fácil, hay que trabajar, hay que echarle ganas, y tenemos que enseñarles a nuestros hijos a que trabajen y que sude, si son hombres que hagan callo, que le echen ganas y se esfuercen; pero si no ven a papá y a mamá echarle ganas y que se esfuerzan, ellos menos lo van a querer hacer, hay que enseñarles a trabajar.

IV. Dales responsabilidades

Enséñales a ser responsables y a tener responsabilidades, una cosa es ser responsable y otra tener responsabilidades, y con cada responsabilidad que ellos tengan enséñales que tienen que ser fieles y constantes a esas responsabilidades que ellos tengan. Quizás alguna responsabilidad en casa de tirar la basura cierto día, y que sean responsables en acordarse.

Cuando Dios me dice *Haz esto*, y Dios me muestra su voluntad, ciertamente nosotros tenemos que leer la Biblia pero no creo que a Dios le guste estar recordándonos y recordándonos, yo creo que a Dios le gusta decirnos una vez y que nosotros nos estemos acordando de hacerlo; a mí me gusta que cuando estoy aquí en la iglesia y le digo a algún hermano *haga esto* y siempre lo está haciendo, que bendición.

Hay que ser responsables, enseñar a nuestros hijos a tener responsabilidad, algo que ellos puedan hacer constantemente y ellos aprendan.
Parte de la responsabilidad y ser responsables es nosotros mismos leer la Biblia, nosotros mismos orar, nosotros mismos, no puedo ir a la casa de cada uno de ustedes.
Pero cuando nuestros hijos aprenden a ser ellos responsables Dios los va a bendecir. Para que cuando nosotros vayamos con ellos y le digamos “¿Oye qué pasó con esto que te encargué?”, y ellos empiezan a excusarse, a echar la culpa a alguien más, y empiezan a decir *ah es que no sabía, es que no me dijeron, es que se me olvidó* y empiezan a evadir responsabilidades hay que enseñarles y decirles *Cuando un día tu salgas y vayas a trabajar o salgas de la casa y ya no estés aquí, yo no te puedo ir a despertar, yo no te puedo llevar a trabajar y hacer tu trabajo, tú lo vas a tener que hacer solo*

Y no hay nada más feo que cuando el jefe hable con el trabajador y le pregunte “¿Por qué no lo hiciste?” él le eche la culpa a alguien más, siempre echándole la culpa a alguien más, o siempre diciendo *es que se me olvidó, es que ese no es mi problema*, en vez de tomar responsabilidad.

Recuerdo un tiempo hablando con un joven, no lo iba a regañar pero hablando con este joven inmediatamente me dijo “Pastor usted tiene la razón, Dios me ha mostrado a través de usted que soy un irresponsable, no merezco nada” y yo dije wow, no es para tanto. Pero qué bueno que tomemos responsabilidad, que nuestros hijos tomen responsabilidad de las responsabilidades y que si no lo hacen pueda venir algún castigo, pero si lo han hecho, papá aprende a premiar aquellos logros que tienen nuestros hijos.

¿A quién no le gusta ser aplaudido?
Yo creo que a todos, yo creo que a todos les gusta que nos elogien, que nos halaguen, ¿Cuándo fue la última vez que le dijiste *Hija/o estoy bien orgulloso de ti*?

Hace como un mes algo sucedió que le dije a Hannah o a Ashley que no podían hacer algo y entonces como a los 15 minutos creo que vino Caitlyn y me dijo “Papá, sabes qué, fue por mi culpa que has regañado a Hannah y me siento muy mal, yo creo que le deberías de dejar a Hannah lo que ella quería hacer porque Hannah es una buena niña y yo soy mala”; yo me quedé asombrado, como que algo había raro en lo que me estaba diciendo Caitlyn, esta no es Caitlyn, y le dije “Haber vuélvemelo a decir” y con una carita de quebrantamiento me lo volvió a decir, yo estaba en las escaleras, veo hacia arriba y estaba Hannah, me vio y se escondió; aquí había gato encerrado, yo sabía que Caitlyn no era así, no es tan quebrantada y le dije “No, no lo van hacer ni tú ni tú hermana”, complot contra el papá, pero casi caigo. Estas niñas son tan chuiquitas pero saben cómo controlar al papá y mi batalla es no dejarme controlar por estas niñas.


Cuando David salía a proteger a las ovejas dice la Biblia que él respondió

1 Samuel 17:34-36 “David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada,
35 salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba.
36 Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente.”

Era responsable, en el trabajo que él tenía, él decía voy a ser fiel, voy a ser responsable en esta área, no tengo muchas áreas pero en esta voy a echarle ganas. Y hay que enseñarles a nuestros hijos, en esta área, sé responsable.

V. Enseñarles a obedecer rápido y con una buena actitud.

1 Samuel 3:3-5
“Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada,
4 Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí.
5 Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí, ¿Para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y él se volvió y se acostó.”

Yo creo que el obedecer hasta podríamos llamarle un arte enseñarles a obedecer como papás a nuestros hijos, porque no es una técnica, pero sí tenemos como papás creo que fallamos muchas veces en darles instrucciones a nuestros hijos de una manera clara en donde ellos puedan aprender a obedecer.

Yo creo que cuando hablamos con nuestros hijos les damos una orden, se van pero no entendieron lo que les dijimos, se regresan y nos enojamos como papás, y les decimos *es que te dije* pero ellos *es que no te entendí* y les decimos *vete ya no te quiero ver* y no hacemos las cosas de una forma correcta; por el otro lado cuando les damos una orden y salen enojados, salen pateando y hacen las cosas pero las hacen con una mala actitud decimos *es que lo hizo*, pero si lo hace con una mala actitud no lo hizo.

Cuando nuestros hijos hacen algo y lo hacen con una mala actitud pensamos que lo hicieron pero es más grave lo que hicieron porque lo hicieron faltándonos al respeto; la Biblia dice allá en 1 Corintios que si nosotros hacemos algo y lo hacemos con una mala actitud, sin amor, sin fe, esa buena obra va a ser pasada por fuego y se va a convertir en heno, madera u hojarasca, eso quiere decir que realmente delante de Dios no lo hicimos; lo hicimos pero no lo hicimos.
Pero cuando hacemos algo con amor, algo con una buena actitud y lo hicimos como para Dios no como para los hombres, dice la Palabra de Dios que esa obra va a ser oro, plata o piedras preciosas, eso sí va a ser tomado en cuenta.
Y cuando nosotros pedimos a nuestros hijos que hagan algo hay que enseñarles que lo hagan rápido, con una buena actitud, muchas veces con una sonrisa, enséñales a obedecer con una buena actitud.

“¿Pastor pero qué hago si no lo hacen con una buena actitud?”
Tráelos de regreso, explícales, hay que explicarles, *no estás obedeciendo con una buena actitud, si no cambias tu actitud te va a ir mal*
Con nuestros hijos les pedimos que tienen que decir “Sí papá/ Sí mamá” no otras respuestas que nuestros hijos nos dicen, debemos de enseñarles y explicarles.

VI. Enséñales iniciativa

La iniciativa es y va un poquito más allá de sus responsabilidades. Sus responsabilidades es *esto es lo único que yo tengo que hacer/ lo único que mi papá o mamá quieren es que levante la basura* no que tienda la cama, no que deje los zapatos en su lugar, no *lo único que tengo que hacer es esto…* y a veces hasta lo hacen mal.
La iniciativa es hacer más de lo que se nos pide, pensar y tener un buen criterio.

Como cristianos yo creo que debemos de tener iniciativa en cuando hacemos cosas para el Señor. Cuando Dios me pide que haga algo, cuando Dios me pide algo dice, mira, si el soldado te pide que vayas una milla, ve dos; tienes que hacer más de lo que se te pide, y con nuestros hijos debemos de enseñarles a tener iniciativa.
Yo creo que en el mundo en que hoy vivimos la gente simplemente quiere trabajar lo que quiere trabajar, que se les pague y nada más, *esto se me ordenó, esto voy hacer y en lo mínimo que yo pueda lo voy a cumplir nada más*

Recuerdo que tenía un amigo en el Instituto, se llamaba Roy Castillos; y Roy trabajaba en la compañía de Ford, y lo que ellos hacían era traer motores usados y los reconstruían, tenían que sacar como 20 durante el día y cuando Roy llega a trabajar a este lugar él dice *Podemos hacer más, no nada mas vamos hacer 20, podemos hacer más motores* y todos sus compañeros le dijeron *No, estamos en una unión, es lo peor que puedes hacer Roy* pero Roy dijo que no se podía quedar sentado; y Roy comenzó a echarle ganas, empezaron a despedir a ciertos trabajadores, empezaron a traer muchachos del Instituto y pronto, en la línea de trabajo en la que estaba Roy, muchos, sino es que la mayoría de los que estaban allí eran del Instituto; estaban ganando bien y les estaban aumentando. Porque tenían iniciativa, tenían una ética de trabajo, le estaban echando ganas.

Decían *Se me pidió hacer esto pero voy hacer más, puedo hacer más*.
Enseña a tus hijos iniciativa.



VII. Enséñales con ejemplo

Una de las cosas de lo que nuestros hijos aprenden en casa se va a reflejar allá afuera.

Recuerdo en una ocasión en donde estábamos comiendo en un lugar como Mc Donald´s y estaban la mamá, el papá, los niños corriendo por todos lados, basura, papitas por todos lados, papeles por todos lados; cuando terminaron de comer se fueron y dejaron todo allí.

Que interesante que hay unas familias que van a enseñar con el ejemplo de *vamos a dejar esta mesa limpia*, y hay otras que con el ejemplo van a dejar las cosas como de *déjalo así, no importa todo patas arriba, no es nuestro trabajo* y sabes, eso se va a reflejar en la vida de nuestros hijos.
¿Quiénes tienen que dar el ejemplo?
Nosotros como papás, tenemos que dar el ejemplo.
El ejemplo de compromiso, responsabilidad, autodisciplina, de no consentir a nuestros hijos, de enseñarles iniciativa, enseñarles a trabajar duro; y que todas esas cosas, Dios bendice.

Dice la Palabra de Dios:

Proverbios 29:15
“La vara y la corrección dan sabiduría;
Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.”

No consientas a tus hijos hermano, enséñales a servir a Dios.