Servir a Jehová es más que servir a Jehová

Josué 24:14-21

14 “Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová.

15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

16 Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses;

17 porque Jehová nuestro Dios es el que nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre; el que ha hecho estas grandes señales, y nos ha guardado por todo el camino por donde hemos andado, y en todos los pueblos por entre los cuales pasamos.

18 Y Jehová arrojó de delante de nosotros a todos los pueblos, y al amorreo que habitaba en la tierra; nosotros, pues, también serviremos a Jehová, porque él es nuestro Dios.

19 Entonces Josué dijo al pueblo: No podréis servir a Jehová, porque él es Dios santo, y Dios celoso; no sufrirá vuestras rebeliones y vuestros pecados.

20 Si dejareis a Jehová y sirviereis a dioses ajenos, él se volverá y os hará mal, y os consumirá, después que os ha hecho bien.

21 El pueblo entonces dijo a Josué: No, sino que a Jehová serviremos.”

La Palabra de Dios nos habla acerca de este gran personaje: Josúe. Josué fue aquel joven que no se apartaba del tabernáculo de reunión, fue uno de los doce que Dios escogió para entrar a la tierra prometida y ver todas las bendiciones que había ahí y cuando regresaron Josué y Caleb dijeron a Moisés: Sí vamos a poder entrar en la tierra prometida, hay tanta bendición, tantas cosas que Dios puede hacer. Pero diez de los doce dijeron que no podían entrar, que eran como gigantes.

De tal manera que Josué era alguien que sí creyó a Dios y solamente Josué y Caleb de aquellos que tenían más de veinte años entraron a la tierra prometida, todos los demás murieron.

Josué está dando unas últimas palabras y dice la Palabra de Dios que él está diciendo: Yo y mi casa serviremos a Jehová.

Servir a Jehová es más que decir yo quiero servir a Jehová es más que decir bonitas palabras, y que buenos deseos, servir a Jehová es más que bonitos pensamientos, servir a Jehová es más que venir unas cuantas veces a la iglesia y pensar que ya porque venimos estamos sirviendo a Jehová, es más que leer un capítulo de la Biblia y decir estoy sirviendo a Jehová; es más que venir un sábado a ganar almas o haber dado un follerto durante la semana, servir a Jehová es más que eso, es más que haber retenido esa mentira y no haberla dicho, es más que decir: Hoy no tomé, no me drogué no fume, pero que tal de los demás días, es más que orar un momento, quizás haber entrado a la cadena de oración y gloria a Dios que oramos, pero servir a Jehová es más que servir a Jehová.

1. Servir a Jehová es servirle con temor

Josué dijo: “yo y mi casa serviremos a Jehová” pero cuando él lo dijo no solo lo estaba diciendo de labios hacia afuera sino que él realmente estaba diciendo “yo y mi casa vamos a servir a Jehová” y cuando él estaba diciendo esto estaban en un lugar de paz, ya habían tomado la tierra prometida, ya habían entrado y Josué les estaba diciendo: Nosotros vamos a servir a Jehová, pero ¿qué de ustedes? ¿están dispuestos a servir a jehová? 

Josué 24:14 dice: “Ahora, pues, temed a Jehová” De tal manera que servir a Jehová es temer a Dios.

Temer a Dios no es un temor de miedo o cobardía, de pánico o susto o de fobia. A veces como papás cuando vemos a un niño que está haciendo algo malo le decimos “ahí viene el policía y te va a llevar” o “ahí viene el pastor…” y no le diga eso porque le va a tener miedo al pastor en vez de tener confianza.

El temer a Jehová no es tenerle miedo a Dios, es tener temor de hacer algo que le desagrada a él. El temer a Dios es saber que él es un Dios poderoso que está ahí y que no queremos hacer algo que le traiga ofensa, tristeza. El temer a Dios es saber que él está ahí en todo momento, que él ve lo que hacemos, que escucha lo que hablamos, y debemos de temer a Dios. Josué estaba diciendo ¿Van a servir a Dios? Demuestren que van a servir a Dios 

Dice la Palabra de Dios que ninguno que milita se enreda en los negocios de esta vida, y si yo llego al batallón y le dijo al general que soy Arturo Muñoz, que tengo 18 años y que quiero servir a mi país, él me dice: “Ya no eres Arturo Muñoz, ahora eres cabo Arturo muñoz.” Ahora soy parte del ejército y el general me dice que ahí es el lugar donde me voy a quedar pero yo le digo que no quería pasar y que me voy a casa y él me dice ¿no querías ser soldado? le digo que sí pero soldado de lejos, que quiero que me paguen y reconozcan pero no quiero ir a esos lugar que me tocó y que me voy a mi casa a dormir y que me llamen cuando haya una guerra y ese día me voy al bar y al siguiente día voy a hacer mi vida como quiera. Eso no es servir como soldado y el servir a Dios no es buenos deseos de servir al Señor, no es de palabras hacia fuera. Cuando Josué le dijo a la gente “Yo y mi casa serviremos a Jehová. ¿Qué de ustedes? ¿quieren servir a Jehova? porque no se nota que están sirviendo a Jehová porque no están temiendo a Jehová, no estás viviendo con un corazón íntegro y en verdad, porque todavía tienen a tus ídolos, a sus imágenes, a sus dioses y no se nota que están sirviendo a Jehová.” Y ellos dijeron: “¡Ay! pero nosotros queremos servir, pero la vida cristiana es tan difícil, es imposible” 

La vida cristiana no es imposible tú te la haces imposible por tu cochino pecado y cuando no quieres dejar el pecado y quieres vivir tu vida se te hace imposible servir a Jehová y la razón por la que no podemos servir a Dios es que nos enredamos en las cosas de este mundo y dice la Biblia que ninguno que milita se enreda en las cosas de esta vida. Si tú vas a servir a Dios  tienes que servir a Jehová de los ejércitos con tu vida, con tu tiempo, con tu dinero, con todo lo que tienes porque servir a Jehová es más que servir a Jehová, no es solamente de labios hacia fuera. Él ve lo que tú haces y castiga lo que haces mal y bendice lo bueno que haces bien pero tenemos que servir a Jehová.

Tenemos que temer a Jehova sabiendo que él está ahí presente. Adan y Eva pecaron contra Dios y se fueron a esconder y pensaron que se podían esconder de Dios, pero no podemos escondernos de Dios. Estamos criando y creando una generación que ya no teme a Dios, estamos criando niños rebeldes que ya no tienen temor a sus padres, que piensan que pueden hacer lo que quieren y ahora los padres tienen temor ahora. El hijo lo mira medio feo y el papá le dice “Tranquilo no me vayas a pegar, no vayas a hablar 911, no me vayas a delatar, aquí está tu nintendo.” Ý los papás estamos criando y creando una generación que no teme a la autoridad, que no teme a papá y a mamá. Entonces cuando Dios dice “Yo soy Dios”, ellos dicen: “No hay Dios porque mis papás no me enseñaron que había Dios, no hay Dios porque ellos hacían lo que ellos querían y nos dejaron hacer lo que nosotros queríamos y no creemos que haya consecuencias.” Y terminan en la cárcel, muertos, sin salvación, sin temer a Dios.

2 Reyes 19:39 dice “mas temed a Jehová vuestro Dios, y él os librará de mano de todos vuestros enemigos.” Servir a Jehová es temer a Dios.

2. Servir a Jehová es servirle con integridad y en verdad

La palabra integridad nos habla de integer que significa intacto, entero, completo. No podemos servirle completamente y con integridad si en la mitad le servimos y estamos sirviendo al mundo también. Aquel que quiere servir a Dios le tiene que servir en todo momento.

Servirle con integridad es servirle completamente, es servirle siempre, en todo momento, cuando nos ven y cuando no, servirle con verdad, servirle no a medias, no en hipocresía, no fingiendo.

En Efesios dice: Y vosotros obedeced a vuestros amos… Y si estamos sirviendo en una compañía y si cuando viene el jefe nos ponemos a trapaer y después se va y nos sentamos y sacamos el celular, eso no es trabajar o servir en integridad.

Cuando estaba en Egipto José el soñador, la esposa de Potifar le dijo que durmiera con ella y él no quiso, él dijo: ¿cómo voy a pecar contra Dios? Él tenía un corazón íntegro. No había nadie en casa, todo mundo estaba afuera solo estaba ella y él, pero él dijo: No, sirvo a Dios cuando hay gente y cuando no hay.

Dice Salmos 119:80 “Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, Para que no sea yo avergonzado.” Cuando no vives en integridad avergüenzas a Dios. Cuando decimos una mentira avergonzamos a Dios. Si José hubiera dormido con la esposa de Potifar eso hubiera traído vergüenza a José y al nombre de Dios. Cuando nos agarran con las manos en la masa, eso trae vergüenza al nombre de Dios. 

2 Samuel 11:7 dice: “Cuando Urías vino a él, David le preguntó por la salud de Joab, y por la salud del pueblo, y por el estado de la guerra.” Cuando se suponía que David tenía que ir a la batalla se quedó y tomó a la esposa de Urías y ella quedó embarazada y cuando lo supo David dijo ¿que voy a hacer? Vino el profeta Natán y lo confronta después, pero David estaba tratando de arreglar su pecado. Él le dijo a Joab que le mandara a Urías y llegó Urías y le preguntó David: ¿Cómo está Joab? ¿Cómo está la salud del pueblo? ¿Cómo está la guerra? y si te pregunta cómo está la guerra ¿qué les responderías? Sangrienta ¿no? como que no eran preguntas muy inteligentes y dice el versículo 8 “Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Y saliendo Urías de la casa del rey, le fue enviado presente de la mesa real.” Urías sabía que tenía que estar en la batalla y David por su pecado le dijo que se fuera a su casa, pero Urias se quedó en la puerta del palacio porque Urías era alguien que quería servir al Señor con temor y con un corazón íntegro y en verdad.

Entonces David lo mandó de regreso a la guerra, le dio una carta y esta decía: Maten a Urías. Urías no abrió la carta, se la entregó a Joab. Urías era íntegro porque cuando tenía que hacer lo que tenía que hacer, lo hacía.

Para servir a Dios tienes que hacer lo que tienes hacer cuando lo debes hacer y tenemos una gran responsabilidad de servir al Señor. Cuando es tiempo de leer la Biblia hay que leerla; cuando es tiempo de orar hay que orar; cuando es tiempo de ganar almas hay que ganar almas; cuando es tiempo de diezmar hay que diezmar; cuando es tiempo de venir a la iglesia hay que venir a la iglesia; cuando es tiempo de servir al Señor hay que servir al Señor porque Josué dijo: “Yo y mi casa serviremos a Jehová” y muchos dicen yo también pero muchos no lo hacemos por nuestro pecado.

3. Servir a Jehova es servirle con santidad

Josué 24:14 dice: “Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río,” ¿Sabes por qué Josué dijo quiten los dioses? porque tenían ídolos y dioses escondidos a los cuales aún servían. En el capítulo 24 Dios habla con Josué y le dice que reúna al pueblo y les dijera: “Así dice Jehová, Dios de Israel: Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de Abraham y de Nacor; y servían a dioses extraños. Y yo tomé a vuestro padre Abraham del otro lado del río, y lo traje por toda la tierra de Canaán, y aumenté su descendencia, y le di Isaac. Y después fueron llevados a Egipto y estuvieron en el desierto y los traje a esta tierra prometida y vino Balaam y él quería maldecirlos y cambié esa maldicion en bendicion; vinieron pueblos que los querían atacar y yo los ahuyenté con avispones y yo los he cuidado, y les he ayudado y les he traído bendición tras bendición y ¿por que todavía tienes esos pecados ocultos en tu vida? y ¿por qué sirves a esos dioses que sirvieron tus padres al otro lado del río?”

Lo que estaba diciendo Dios era: es tiempo de que me sirvas con un corazón verdadero, no solo decir que bonito es servir a Dios. Servir a Dios es más que decir yo quiero servir a Dios. Servir a Dios es que saques esos pecados que hay en tu vida, es tomar una decisión por Dios quizás tienes guardado una imagen, un santito porque aun tienes a tu Guadalupe porque te la dio tu abuelita, pero lo tienes que sacar y apartarte de todos esos dioses que tienes escondidos, aun el pecado, “pastor, tengo unas cuantas cervecitas, pero no las tomo porque ahorita no venden y que tal si se me antojan” “todavía tengo las revistas”, “tengo las peliculas”, “tengo los pantalones que de jovencita me ponía”, “Tengo todavía la música de Chente, de Lady Gaga, de Shakira” y Dios dice: tienes que quitar esos dioses que sirvieron tus padres.

Servir a Dios es más que decir: yo quiero servir a Dios. Servir a Dios es servirle con temor, con integridad y con verdad, es quitar todos esos dioses que antes teníamos y los tenemos guardados.

Dice el versículo 14 “Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad;” Ahora, no te esperes una semana, un mes “Señor, si me sacas de este coronavirus, cuando me alivie te voy servir.” No, no te esperes. Es tiempo de servir a Dios.

Versículo 23 “Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel.” Cuando los adoraban, Baal decía: “Ofrece a tus hijos” y ellos tomaban a sus hijos y los ofrecían, y cuando Dios les decía “Dame tu diezmo” ellos decían que era muy difícil.

En el pueblo cuando eras el mayordomo y te pedían 25 mil pesos con todo el corazón lo dabas pero Dios dice “Hay un misionero que necesita 200 pesos” y decimos: Señor, yo te quiero servir pero no tanto. Dice la Biblia: Ustedes han inclinado sus corazones a estos dioses y ahora tienen que inclinar su corazón hacia el verdadero Dios. Tenemos que amar a Dios e inclinar nuestros corazones al verdadero Dios que nos ha amado y que nos ha dado vida eterna.

Dice Josué 24:21-22 “El pueblo entonces dijo a Josué: No, sino que a Jehová serviremos. Y Josué respondió al pueblo: Vosotros sois testigos contra vosotros mismos, de que habéis elegido a Jehová para servirle. Y ellos respondieron: Testigos somos.” Casi casi pusieron la mano en la Biblia y Josué dijo: Juráis que en este momento diréis más que la verdad y serviremos a Jehová vuestro Dios? Y ellos dijeron: Juramos

Dios no espera un juramento porque él espera que con nuestra vida representemos el juramento que estamos declarando cuando somos hijos de Dios. Cuando somos hijos de Dios, él dice: “Ámame, yo te quiero bendecir y ayudar”, pero le decimos que la vida cristiana es muy difícil, pero no es difícil nos la hacemos difícil porque estamos tan envueltos en el mundo y en el pecado y no queremos dejar a Luis Miguel, a José José, la moda y el pecado, todo lo que hacíamos antes cuando Dios nos ha dado vida eterna, la salvación, vamos al cielo y lo único que él dice es que le demos nuestra vida. La vida cristiana es una vida de gozo, de alegría, de paz, de amor, una vida en donde podemos decir: Qué tremendo es servir al Señor. Gracias porque voy al cielo, por la vida y la salud y cuando no hay gracias porque voy al cielo. Servir al señor es realmente servir al Señor.

4. Servir a Jehová es servirle con obediencia

Dice el versículo 23 y 24 “Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel. Y el pueblo respondió a Josué: A Jehová nuestro Dios serviremos, y a su voz obedeceremos.” Lo que quiere Dios de nosotros es que le obedezcamos a todo lo que él diga.

Dice Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos.” y eso se resume en que que Josúe dijo: “Yo y mi casa serviremos a Jehová porque le amamos” y cuando amamos a Dios no va a ser difícil temer a Jehová, no va a ser difícil servirle con integridad y en verdad, no va a ser difícil quitar esos dioses y el pecado de nuestra vida porque le amamos a él, y no va a ser difícil obedecer cuando le amamos.

Dice Marcos 12:29-30 “Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.” Ese mandamiento se encuentra en Deuteronomio 6:5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” Lo que Dios quiere es que le amemos.

Cuando un soldado viene para servir a su nación lo hace por su nación, lo hace porque ama a su familia, porque quiere un mejor futuro para sus hijos y por eso es un soldado, pero un cristiano lo hace porque ama a Dios. 

Servir a Dios es más que decir: yo quiero servir a Dios, es temer a Dios, es vivir con un corazón íntegro y en verdad, es quitar todo ese pecado y los dioses que hay en nuestra vida y es obedecerle en todo momento. Hay que servir a Dios.