Redimidos por Cristo

Rut 4:1-10

1 “Booz subió a la puerta y se sentó allí; y he aquí pasaba aquel pariente de quien Booz había hablado, y le dijo: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino y se sentó.

2 Entonces él tomó a diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron.

3 Luego dijo al pariente: Noemí, que ha vuelto del campo de Moab, vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec.

4 Y yo decidí hacértelo saber, y decirte que la compres en presencia de los que están aquí sentados, y de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres redimir, redime; y si no quieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa; porque no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti. Y él respondió: Yo redimiré.

5 Entonces replicó Booz: El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión.

6 Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir.

7 Había ya desde hacía tiempo esta costumbre en Israel tocante a la redención y al contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y esto servía de testimonio en Israel.

8 Entonces el pariente dijo a Booz: Tómalo tú. Y se quitó el zapato.

9 Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy, de que he adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón.

10 Y que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy.”

Podríamos decir ¿qué tiene que ver esto con la redención de nuestro Señor Jesucristo? Tiene que ver mucho. Un redentor es aquel que redime. La redención es comprar algo de regreso o también quiere decir reparar algo, el redimir es cuando Cristo nos ha comprado de regreso a través de su sangre. Cristo es nuestro redentor pero ¿cómo podemos ver la redención de Cristo a través del libro de Rut? Acabo de leer un libro que habla acerca de la redención y de cómo Cristo nos redimió y de como aquí nosotros podemos ver la gracia de Dios en cada uno de estos cuatro capítulos de Rut.

1. Nuestro Redentor paga el precio

Lo que podemos ver acá es que Booz era un pariente cercano a la familia de Noemí. Elimelec y su esposa salieron a Moab porque en Belén no había alimentos, había hambre y él buscó trabajo afuera y de una manera esto representa a cristianos que no están convencidos que Dios puede proveerles todo. Él se fue a los campos de Moab, sus hijos se casaron, pero después murió Elimelec y sus dos hijos: Mahlón y Quelión. Mahlón era esposo de Rut y Quelión de Orfa, y Noemí les dijo a sus nueras que se regresaran a Moab una de ellas aceptó y la otra se quedó con ella y eso representa también a la humanidad de cómo Dios dice: “¿Quién quiere venir a la la casa de pan, a Belén?” y unos dirían yo me quedo en Moab y otros dicen yo quiero ir a Belén y eso nos recuerda a los malhechores en la cruz cuando uno rechazó a Cristo y el otro le pidió salvación. Rut regresó con Noemí y ella comenzó a trabajar en los campos de Booz sin ella saberlo y había una ley en donde decía que el extranjero podía llegar a los campos del pueblo de Israel y podía recoger del trigo que caía de las manos de los segadores. Booz preguntó que quién era ella y le dijeron que era Rut la moabita, haciendo referencia a su trasfondo, él dijo que se aseguraran que lo que cayera fuera para Rut. Rut regresó con su suegra y le contó todo. Noemí le dijo que Booz era su pariente que las podía redimir.

Noemí tenía ciertas tierras que no eran de ella, eran de su esposo, Elimelec, pero al morir su esposo, esas tierras quedaban perdidas y hubieran podido ser rescatadas si sus dos hijos hubieran sobrevivido pero sus hijos también murieron y entonces Noemí estaba a punto de perder esas tierras y no tenía descendencia y Rut no tenía hijos, entonces se alegra en cierta manera porque dice: “Booz de alguna manera puede salvarnos de perder estas tierras, él nos puede redimir, es pariente cercano.” De tal manera que en la ley el redimir tenía que ser a través de una persona cercana, un pariente, era la única manera de que alguien podía redimir, dice Levitico 25:47 Si el forastero o el extranjero que está contigo se enriqueciere, y tu hermano que está junto a él empobreciere, y se vendiere al forastero o extranjero que está contigo, o a alguno de la familia del extranjero;Uno podía rescatar no sólo tierras sino también al mismo esclavo, era la manera de ese rescate. La única manera de ser rescatado personalmente o sus tierras podía ser alguien que fuera hermano, o pariente cercano.

Cuando llegó Rut y le contó a Noemí, Noemí dijo: “¡Wow! no puede ser, Booz es nuestro pariente y él nos puede redimir.” Como que Noemí estaba despertando de esa amargura  que tenía y de esa tristeza vio una luz de la gracia de Dios en su vida. Rut se encontró con Booz y él despertó y la vio a sus pies y le preguntó que quién era y él la halagó y la apreció, y le dijo: “Pudiste haber ido con un joven pero estás buscando la bendición y yo sé que te puedo redimir pero hay alguien más que es más cercano a tu familia que yo. Antes de poder redimirte, vamos a ir con esa persona.” Rut 3:18 y 4:1 diceEntonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy. Booz subió a la puerta y se sentó allí; y he aquí pasaba aquel pariente de quien Booz había hablado, y le dijo: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino y se sentó.

Booz era una persona cercana dice Filipense 2:5-7 “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;” La única persona que podía redimir a Rut era un pariente cercano y la única persona que nos puede redimir a nosotros es un pariente cercano, en otras palabras un hombre, no puede ser un OVNI o un extraterrestre, ni un ángel, tenía Dios que hacerse hombre para poder redimirnos y para poder comprarnos, él se acercó a nosotros para poder comprarnos de regreso. 

Booz le dijo a este pariente cercano “Eh Fulano ven para acá”. Booz estaba en la puerta de la ciudad en un lugar donde se hacen negocios, un lugar público y habló con diez varones como testigos y entonces le dijo: “¿Te acuerdas de Noemi? Ella tiene estas tierras y tú eres pariente más cercano ¿las quieres redimir?” Él dijo que sí, pero Booz también le dijo que esas tierras ya no eran de Elimelec, sino que eran de sus dos hijos y ellos ya habían muerto y que si estaba dispuesto a casarse con Rut y redimir de esa manera esas tierras y entonces él dijo que eso no lo podía hacer. El pariente más cercano que podía redimir dijo: “No lo puedo hacer” y ese pariente más cercano representa la ley, porque la ley no nos puede redimir. La ley simplemente nos guía a Cristo, la ley simplemente nos enfoca, es nuestro ayo, es aquello que nos encamina, es aquello que nos dice: No matarás, no mentirás, no fornicarás, no adulterarás, amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y todas fuerzas y es lo que nos guía a Cristo pero no nos puede salvar, lo único que nos salva es la gracia redentora de Cristo y entonces este pariente que era más cercano para redimir a Rut la moabita no quiso, porque la ley no nos puede redimir y entonces había una manera de hacer los negocios y este pariente se quitó el zapato y en manera de pacto le dio la mitad del zapato y hay un nuevo pacto en esa nueva transferencia, en esa nueva dispensación ya no estamos en las obras, ya no estamos en la ley ahora estamos en la gracia y en ese pacto y a través de ese nuevo pacto dice la Biblia en Gálatas 2:16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. 

No podemos ser justificados a través de las obras de la ley. Quizás podamos guardar ciertas leyes y preceptos de los 613 que guarda el judío pero si no guardamos toda la ley nos hacemos culpables de toda la ley. De tal manera que no podemos guardarla, ella nos guía simplemente a los pies de Cristo pero no podemos ser salvos por las obras de la ley.

Tito 3:5 nos habla de que no podemos ser salvos por obras de justicia nos salvó,” nos hace referencia a algo que ya ha sido hecho. No dice “nos salvará” dice “nos salvó”. Si alguien te pregunta ¿eres salvo? No respondas quizás, a lo mejor porque el cristiano debe de tener esa seguridad. Romanos 8 nos dice que el Espíritu Santo clama a través de nosotros “Abba Padre”, sabemos que él es el Padre celestial por eso cuando oramos decimos Padre nuestro. Cuando hemos recibido a Cristo dice Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” De tal manera que somos hijos de Dios y él es nuestro Padre celestial y él nos ha salvado “no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho,” El nos salvó no porque fuéramos buenos, porque venimos a la iglesia, porque ganamos almas, no porque hemos dejamos de decir mentiras, no porque somos hijos obedientes, “sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, Booz rescató a Rut por su misericordia, él pudo haber dicho: “Eres una moabita, estás fuera” No fue por interés, Booz tenía mucho más dinero que Rut, si la tierra de Rut costaba diez mil, creo que Booz tenía un millón. Cuando le damos más a Jesús recibimos más de él que lo que nosotros le dimos.

Efesios 2:8-9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” De tal manera que la persona tiene que ser un pariente cercano. También tiene que ser una persona con posesiones, con dinero, dice 2 Corintios 8:9 “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.” Imagínate que cuando Rut regresó a casa de Noemí, ella le dijo: “Anduve en los campos de Filomeno que tiene un terreno de cien metros cuadrados” Noemi le hubiera dicho: “No tienen nada de dinero te hubieras buscado un ricachón” (y así son muchas mamás) pero Filomeno no hubiera podido redimir a Rut porque se necesita alguien que tenga el poder, el dinero y dice la Palabra de Dios en 2 Corintios 8:9 “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.” Nuestro Dios es un Dios rico.

Dice Filipenses 4:19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” Él es el dueño de la tierra y su plenitud, él creó los cielos, el universo absolutamente todo es de él. De tal manera que la única persona que puede redimir es el señor Jesucristo. No podemos ir con la santa muerte porque ella no tiene el poder para redimirnos, no podemos ir con Santo Tomás porque él no tiene el poder ni los medios para redimirnos, no podemos ir con santo Arturo de la Atocha porque él no tiene el poder ni el dinero. Solamente hay uno que nos puede redimir y es el Señor Jesús que lo tiene todo y cuando es tiempo de redimir y de derramar su sangre dice Colosenses 1:14 que sin derramamiento de sangre no hay remisión. Cristo nos redimió, él siendo rico se dio por nosotros. 

El que redime tenía que ser una persona cercana, una persona con dinero, con posesiones y también una persona con disposición, una persona que quería hacerlo. Hubo disposición de parte de Booz, él tenía la voluntad y ¿cómo nosotros hallamos gracia en Dios? 1 Juan 4:10, 19 dice “en esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.  Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.” Hay alguien que nos amó primero. Booz cuando vio a Rut, no la despreció, y cuando Jesús nos ve a nosotros y nosotros estamos a los pies de Jesús, él no nos desprecia sino que nos dice: “Has llegado al lugar perfecto.” De tal manera que la disposición de Booz fue un sí porque amó a Rut. 

No solamente para ser redimidos se necesitaba de una persona sino también de un precio a pagar y ese precio fue pagado por Cristo Levítico 25:50 dice: “Hará la cuenta con el que lo compró, desde el año que se vendió a él hasta el año del jubileo; y ha de apreciarse el precio de su venta conforme al número de los años, y se contará el tiempo que estuvo con él conforme al tiempo de un criado asalariado.” Un criado que quizás comenzaba a trabajar y quería pagar su salida o ser redimido, y si apenas había sido el año del jubileo que era cada cincuenta años y él comenzaba a ser esclavo tenía que pagar cincuenta años de salario que era algo imposible. Por ejemplo, si alguien ganaba mil pesos al mes por doce meses, son doce mil y por cincuenta años son seiscientos mil y todo eso dinero tenía que pagar alguien para ser redimido, se tenía que pagar un precio y 1 Corintios 6:20 dice: “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” Hemos sido comprados por precio. 

Se necesitaba una persona, se necesitaba hacer un pago y un pacto para poder ser redimidos. Rut 4:8 dice: “Entonces el pariente dijo a Booz: Tómalo tú. Y se quitó el zapato.” No fue algo escondidas,  fue algo que se anunció a todo el pueblo. Nuestra salvación debe ser anunciada a todo el pueblo, a toda persona y dice “Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy, de que he adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón. Y que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy.” Y dice el versículo 13 “Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer;”  Cuando dice mujer no quiere decir solo una mujer, quiere decir que fue su esposa. De tal manera que encontramos que para poder ser redimida Rut tenía que haber un pacto y la palabra de Dios nos recuerda de este nuevo pacto, el pacto que Dios ha hecho con nosotros, hemos sido comprados, hemos sido redimidos.

2. Nuestro Redentor prospera nuestra vida

No estoy hablando de la prosperidad en dinero sino de la que viene de parte de Dios. Dice la Biblia en Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” 

Cuando Booz hizo este pacto, se tuvo que casar con Rut y ella tuvo que dejar a Noemí, dejar las poquitas tierras que ella tenía para ser redimida por Booz, dárselas a Booz y no le dijo que se casaban por bienes separados porque ella quería sus tierras. Booz tenía más tierras, Booz no lo hacía por las tierras, él lo hacía por ella, para redimirla y cuando Rut encontró esa redención y al darse a Booz, encontró bendición y prosperidad, seguridad, una bella relación en ese matrimonio, no era como los matrimonios de Moab en donde se hacían fiestas paganas y después de la fiesta todo era una ruina y fiesta a los ídolos era una fiesta diferente y una boda diferente y una vida en la cual ella iba a encontrar bendición.

La vida que encontramos en Cristo en esta nueva relación no es una vida de tristeza o de congoja, ni de penurias, ni de tragedias es una vida abundante. Dice la Biblia en Nehemías 2:20 “Y en respuesta les dije: El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos, porque vosotros no tenéis parte ni derecho ni memoria en Jerusalén.” Nehemías estaba seguro de que hay un Dios en los cielos que bendice y da vida abundante y cuando Rut pasa a ser posesión de Booz, ella no estaba sufriendo, no estaba diciendo: “¡Qué maleficio el ser yo de Booz!, sino  “¡qué bueno que soy de Booz!” y ella estaba contenta de ser de él y tenemos que estar contentos de que ahora tenemos un dueño, de que hemos sido comprados, de que al nosotros rendirnos a él no es para que nos vaya peor, cuando nos rendimos a él tenemos prosperidad, bendición y nos va mucho mejor porque es lo que Dios quiere para nosotros. Proverbios 10.22 dice “La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.”

3. Nuestro Redentor posee nuestra vida

Él ahora es nuestro dueño, somos de él. Efesios 5:24 dice “Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.” Nosotros somos la iglesia, Cristo es el esposo, nosotros somos la esposa y a nosotros nos toca rendirnos a él porque él es nuestro Rey, nuestro jefe, no nos va mal y peor al ser él nuestro Rey nos va mejor, porque ahora a través de rendirnos a él podemos ver varias cosas:

Podemos ver su gracia. Dice 2 Corintios 12:9 “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” Es a través de su gracia que nosotros podemos seguir adelante y ver su poder. Pero si no nos rendimos a él y a su gracia somos como el niño rebelde.

Rut sabía que recibiría bendición al rendirse a Booz como su marido y entonces ella pudo ver la gracia de Dios y también como ella es bendecida. Dice Rut 4:14-15 “ Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel; el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos.” Estaban bendiciendo y había gozo, antes había tristeza con la familia de Rut, Noemi llegó amargada pero después hubo alegría.

Cuando nos rendimos a Cristo hay bendición, provisión, alegría y fruto porque dice la palabra de Dios que Rut dio a luz a Obed, Obed tuvo a Isaí e Isaí fue padre de David y David fue el rey más importante de Israel. Esta historia se presentó durante el tiempo de los jueces y Rut representa la vida cristiana de que cuando nos rendimos a Cristo, el fruto de esa relación es simplemente bendición. De tal manera que Jesús es descendiente de Rut, una moabita. Booz tuvo misericordia y Booz representa a Cristo y Cristo nos ha redimido y nosotros lo único que podemos hacer es decirle que queremos su bendición que nos gozamos en él.

Cuando Rut vio la gracia de Dios no le quedó más que vivir una vida agradable a Dios, una vida llena de agradecimiento. La Biblia no nos dice que Booz era el más rico pero que tal si sí lo era y qué tal si la familia de Rut era de la más pobres quizás por eso no se quedó en Moab y quién se hubiera imaginado que en Belén iba a conocer al amor de su vida, aquel pariente que la iba a redimir.

Tenemos la redención de Cristo no la desprecies, dale gracias a Dios y dile: “Gracias por haberme comprado, que bueno que la ley no me pudo comprar ni salvar. Ayúdame a vivir una vida agradecida, una vida llena de gozo y en abundancia por quien tú eres.”