Pon tu leña cada mañana

Pastor Arturo Muñoz

Levítico 6:8-13

“Habló aún Jehová a Moisés, diciendo:

9 Manda a Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del holocausto: el holocausto estará sobre el fuego encendido sobre el altar toda la noche, hasta la mañana; el fuego del altar arderá en él.

10 Y el sacerdote se pondrá su vestidura de lino, y vestirá calzoncillos de lino sobre su cuerpo; y cuando el fuego hubiere consumido el holocausto, apartará él las cenizas de sobre el altar, y las pondrá junto al altar.

11 Después se quitará sus vestiduras y se pondrá otras ropas, y sacará las cenizas fuera del campamento a un lugar limpio.

12 Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz.

13 El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará.”

Dentro de los mandamientos que Dios manda a Israel está esta ley o mandamiento en el versículo 9: “Manda a Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del holocausto: el holocausto estará sobre el fuego encendido sobre el altar toda la noche, hasta la mañana; el fuego del altar arderá en él. ” este es el mandamiento o la ley del holocausto, y era algo sencillo; cada mañana pon leña, con las cenizas las vas a poner en el altar pero este fuego como termina diciendo en el versículo 13 “El fuego arderá continuamente”.

Creo que cada uno de nosotros como cristianos cuando pasamos mucho tiempo sin leer la Biblia, pasamos mucho tiempo sin orar y apartados del Señor, ese fuego que un día estaba un día ardiendo se va disminuyendo.

Al pasar de las ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?, al pasar de los días, con los problemas de la vida, con las circunstancias del que hacer de cada día, con esta sociedad, el pecado y el mundo en nuestra carne, llegan a apagar ese fuego que Dios ha puesto en cada uno de nosotros. Dios le dice a Timoteo a través de Pablo, *Timoteo el fuego que hay en ti no lo dejes apagar, que continúe ardiendo, esa fe que comenzó con tu abuela Loida y tu madre Eunice asegúrate que en ti también está*, luego le dice también Pablo a Timoteo *asegúrate que tú continuas en la doctrina, en la Palabra, en la lectura*.

Dios quiere que de la misma manera que ese fuego que un día se comenzó, que se inició, que esa pequeña chispa que inició hace quizás una semana, hace un año, hace un mes, hace diez años; el día que fuimos salvos, el día que recibiste a Cristo, el día en que tú reconociste que a través de nuestras propias obras merecíamos el infierno pero ahora a través de Cristo tenemos esa vida eterna; yo creo que era un fuego que pensaste que nunca se iba a apagar.

Pero de repente vino la primera prueba, de repente vino la primera sacudida como le pasó allí a Pedro, de repente vino la primera duda cómo le vino a Juan el Bautista estando allí en la cárcel, de repente vino el mundo como le vino a Demas y no aguantó, y se fue llevado completamente hacia el mundo.

Cualquiera que sea lo que suceda en nuestra vida, hay algo que podemos nosotros mantener ardiendo y es esa chispa.

Dios dice que para que mantengas esa chispa encendida, asegúrate que pones leña cada mañana. Levántate cada mañana y pon esa leña.

Cada mañana hay ciertas cosas que nosotros hacemos; cada mañana nosotros nos despertamos, hay quienes ya no se levantan cada mañana y han partido de este mundo, pero los que quedamos aún nos continuamos despertando; yo no sé usted pero es hermoso el despertarse, el levantarse, el decirle al Señor *Gracias por un nuevo día.*

A lo mejor ayer me fue mal, ayer tuve problemas, ayer me corrieron del trabajo, ayer me reprobaron en el Instituto, ayer mataron a mi perro, mataron al perico, vino mi suegra; pero algo sucedió ayer. Pero el día de hoy es un día nuevo.

Es un día nuevo para servir al Señor y decirle *Señor gracias*; cada mañana nosotros podemos hacer algo.

Cada mañana muchos como ritual toman su café y si no toman su café algo sucede, ya no actúan de manera normal, actúan de manera diferente, se enojan más rápido, algo sucede; algunos toman un té cada mañana. Aquí en nuestro país no somos muy adictos al té pero hay otros países donde cada mañana toman su té, a las 5 de la tarde toman su té.

Pero yo no sé qué es lo que hacemos cada mañana.Cada mañana yo me levanto y lo primero que hago es un café para mi esposa, luego me hago un café para mí, leemos la Biblia, oramos, hacemos ejercicio y cada mañana tenemos ciertas cosas que cada uno de nosotros hace.

Algunos cada mañana salen a estudiar, van a la escuela de lunes a viernes y algunos hasta el día sábado, cada mañana a la escuela; hay algunos que van a trabajar cada mañana, que bendición por un trabajo, que podemos ir a laborar, puedes ganar dinero, un dinero honesto y sales a trabajar cada mañana. Hay algunos que cada mañana sales a robar, porque ya no hay dinero y buscan algún lugar, se levantan temprano y dicen *el pan de cada día dánoslo hoy* y salen a robar.

Hay otros que cada mañana se enojan automáticamente, amanecen enojados y cada mañana cuando amanecen contentos se enojan otra vez porque sonrieron. Yo no sé pero hay cosas que quizás haces cada mañana. Hay algunos que se bañan cada mañana, hay otros que deberían de bañarse cada mañana, hay algunos que cada noche se bañan y está bien.

En Iguala Guerrero; mi esposa y yo nos casamos en 1999 en el verano llegamos a Iguala Guerrero y todos esos 6 meses hasta diciembre era tanto el calor que en la mañana uno se tiene que bañar, en la tarde uno se tiene que bañar y en la noche otra vez nos tenemos que volver a bañar.

Hay algunos que se levantan y se bañan y hay algunos que comen un buen desayuno, dicen que la mejor comida debe de ser el desayuno, en la mañana.

Yo hace muchos años tenía un desayuno muy nutritivo, cada mañana eran 4 panes con lechera, un licuado de plátano y esos panes. Una señora que llegó a los 100 años le preguntaron “¿Señora qué come?” y ella dijo “yo cada día como papas a la francesa”; pero cada mañana hay ciertas cosas que hacemos.

Aquí en Levítico Dios le dijo a los sacerdotes asegurate el versículo 12 *asegúrate que cada mañana vas a poner leña* en el altar cada mañana.

Ahora, para poder poner leña no era que el sacerdote levantaba el teléfono y llamaba a la maderería para que le trajeran leña, ahora con las cosas que consumimos estamos cambiando nuestra manera de hacer compras.

En Estados Unidos se dice que más de 500 centros comerciales grandes van a cerrar porque ahora gente todo lo está pidiendo por internet a través de Amazon. Un día ya no vamos a tener que venir a la iglesia, todo va a ser por internet, mandar los diezmos por internet; pero todavía no lo haga.

El sacerdote no pedía por internet la leña para que se la trajeran hasta donde él estaba, sino que tenían que ir a cortar la leña; cortar un árbol es medio difícil, ¿Cuántos de ustedes han ido a cortar leña?, sale uno al campo, busca el mejor árbol y le empieza a dar, empiezan a cortar y termina uno cansado, no es algo sencillo cortar leña, es un trabajo donde uno suda, uno se cansa y Dios les dijo a estos sacerdotes *vas a poner esta leña pero te tienes que preparar*; y para poner leña tiene que primero tener leña, para tener leña tiene primero que cortar la leña, para cortar leña tienes que ir un día antes, cortarla, amontonarla y tenerla lista; tener un buen número de leños para que puedas tú poner esa leña sobre el altar.

Y hay ciertas leñas, ciertas cosas que cada mañana debemos de poner nosotros en el altar.

Éxodo 16:21

“Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía.”

Dios les mandaba este maná y Dios les dijo que cada mañana iba a mandar el maná, menos el sábado porque era la excepción, pero todos los días ellos iban y buscaban el maná, y cada mañana ellos se levantaban y recogían ese maná cada mañana. Hay ciertas cosas que nosotros debemos de hacer cada mañana.

I.Pon la leña de leer la BibliaLa leña de ir y recoger el maná; la ley de ir, levantarnos y tomar tiempo para leer la palabra de Dios.

Deuteronomio 6:5-7

“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas

6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;

7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.”

Cada mañana Dios dice, cada mañana cuando te levantes, cada mañana cuando des ese primer suspiro de levantarte y estirarte y que digas *esta mañana voy a repetir la palabra de Dios a mis hijos*, vamos a tomar un tiempo para leer la Biblia ¡cada mañana!.

Pero el problema es que llega la mañana y lo menos que quieres hacer es levantarte, lo menos que quieres hacer es dar ese primer paso de decirle al Señor *Gracias por este día que me has dado* ¿Qué te levanta en las mañanas?, ¿Qué te empuja a hacer lo que debes hacer?

Yo recuerdo que cuando yo era joven, cuando aún era niño, había ciertas cosas que me levantaban porque me tenían emocionado por algo que iba a suceder.

Por ejemplo durante las clases, mi papá me decía porque tenía una ferretería “Mañana es lunes ¿Pero te gustaría ir a la Ciudad de México? Vamos a ir a comprar artículos, vamos a comprar varias cosas” y yo le decía “¿A qué hora vamos a salir?” y él me decía “a las 5 am” y yo decía, *sí yo quiero ir*, mejor ir a México que ir a la escuela…

Yo recuerdo que en varias ocasiones mi papá me sacaba de la escuela para ir a la Ciudad de México. Y en esa noche yo no podía dormir porque estaba emocionado de levantarme en esa mañana y antes de las 5 am yo ya estaba listo, estaba cambiado para ir a la Ciudad de México.

Porque no sólo íbamos a ir a comprar material, íbamos a ir a comer, íbamos a pasar un buen tiempo, no iba yo a ir a la escuela, aún quizá me iban a comprar unos tenis, algo iba a pasar, pero me mantenía emocionado.

Hay otras cosas quizás que te mantienen emocionado, hace años el 26 de Junio de 1999, el día de mi boda. Yo recuerdo que esa noche yo no podía dormir dije “mañana me voy a casar”, finalmente me dormí, me desperté y yo no me desperté triste, yo recuerdo que estaba emocionado, me desperté y dije “wow, hoy es el día de mi boda, hoy me voy a casar” y yo estaba emocionado, quería subir a la azotea de mi casa y gritarlo; fue una mañana emocionante.

Hay ciertas mañanas que son más emocionantes que otras. Los días domingo yo creo que deberían de ser emocionantes porque venimos a la iglesia y venimos a cantar y a alabar al Señor; deberíamos de decir *wow, otro día más, un día más con los hermanos* “Yo me alegré con los que me decían:

A la casa de Jehová iremos.”

Hermano te tienes que emocionar, levántate por las mañanas y tienes que decirte *el día de hoy voy a encontrarme otra vez con mi Señor, mi Dios quiere hablarme a través de Su palabra* *me voy a levantar y leer la santa palabra de Dios* Dios hablando al hombre, Dios hablándome a mí. Yo no sé tú hermano pero a mí Dios me hablo hoy, y si yo no hubiera leído la Biblia me hubiera perdido de que Dios me hablara hoy; Dios te puede hablar a ti también pero te tienes que levantar cada mañana y poner esos leños para mantener el fuego ardiendo, y parte es levantarte y leer la Biblia cada mañana.

II. La oraciónÉxodo 30:7-8

“Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará.

8 Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones.”

Cada mañana Aarón se levantaba para alistar las lámparas y poner el incienso que iba a subir delante de Dios, esto lo iba hacer Aarón perpetuamente.

De tal manera que hay ciertas cosas que ellos tenían que mantener de manera perpetua y una de ellas era el fuego del holocausto, otra era el incienso que iba a subir delante del señor y este incienso representa la oración.

Cada mañana tenemos nosotros que ir en oración a Dios. Aarón cada mañana tenía que ir y preparar ese incienso aromático a Dios, no era cualquier incienso, este tenía sus propias características; cuando los hijos de Aarón vinieron los hijos de Aarón y estaban chocados de poner el incienso que ponía su papá, Eliud y su hermano vinieron y pusieron otro incienso y se murieron; por poner otro tipo de incienso.

Pero Dios les dijo, este incienso aromático así lo van hacer y lo van hacer cada mañana.

Salmos 141:2

“Suba mi oración delante de ti como el incienso,

El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.”

Hermanos cada mañana si algo tenemos que hacer es orar y tenemos que leer la Biblia. Ahora, Dios no solamente dice que vamos a orar en la mañana, pero cada mañana debemos de orar, cada mañana yo creo que nos debemos de levantar decirle al Señor *Gracias por un nuevo día/ eres mi Dios, eres Dios fuerte, Padre eterno* y adorar y alabar el nombre de Dios.

Podemos pedir por otras personas, podemos pedir por dirección para nuestras vidas, por las decisiones que vamos a tomar durante el día; Debemos de orar cada mañana.

Cada mañana Aarón se tenía que levantar y poner ese incienso, cada mañana los sacerdotes, los levitas se tenían que levantar y poner esa leña sobre el altar. Esa leña que debemos de poner cada mañana es la leña de leer la Biblia y es la leña de la oración ¡Orar al Señor! hay ciertas cosas por las que debemos de orar.

Dentro de nuestra oración la primera de ellas es pedirle perdón a Dios; levantarnos y aún al anochecer porque todo el día no hice lo que debí de haber hecho, *perdóname porque no testifiqué, perdóname porque desobedecí, perdóname porque hubo envidia en mi corazón, perdóname porque hubo amargura, perdóname porque aun no he aprendido a perdonar, perdóname Señor porque ofendí a alguien * y debemos dentro de nuestra oración pedir perdón.

Dentro de nuestra oración también tenemos que alabar y exaltar el nombre de nuestro Dios. Tenemos que alabarle a Él, tenemos que reconocer qué tan poderoso es, Su grandeza y Su magnificencia, y decirle al Señor *Señor honra y la gloria sean a ti*; alabar el nombre de Dios.

Dentro de nuestra oración debe de existir la acción de gracias, y decirle al Señor *Gracias por cada una de tus misericordia, gracias porque eres bueno, gracias porque me das de lo necesario, gracias por las enfermedades y las pruebas*

Debemos orar cada día por otros; orar por los demás, por los hermanos de la iglesia. Pablo decía *por favor oren por mí para que la palabra del Señor corra, para que otros escuchen, porque hay quienes no conocen a Dios, oren por nosotros para que nosotros podamos llegar allá, oren por nuestra enfermedad, por mi salud* y debemos de orar por otros.

Finalmente debemos de orar por nosotros; por nuestras necesidades, el Señor Jesucristo dijo que orar era una necesidad. De tal manera que como es una necesidad cada mañana de desayunar, es una necesidad orar a Dios. Orar una hora al día a veces de tantas cosas que uno tiene no es suficiente.

Pero tenemos nosotros que poner esos leños para que el fuego siga ardiendo; ya tu fuego va cayendo y ya no has visto contestaciones de parte de Dios, ya no has visto el poder de Dios en tu vida, ya no has visto cómo Dios se manifiesta en tu vida.

¿Sabes quizás por qué? Porque quizás has dejado de orar, has dejado de orar y ya no ves el poder de Dios, ya no ves respuesta de parte de Dios; antes orabas y le decías *Señor por favor dame un trabajo* y Dios te daba el trabajo, *Señor por favor ayúdame con esto* y Dios te daba eso, *Señor por favor me quiero casar* y hasta te mandaba cinco opciones.

Pero ahora has dejado de orar, tu fe ha menguado porque ya no has orado, ya no le has pedido, ya no has visto la mano de Dios en tu vida; pero si comienzas a orar vas a ver la mano de Dios otra vez obrando en tu vida, bendiciendote, ayudándote, hablándote.

III. Debemos darle gracias a DiosLamentaciones 3:22-25

“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.

23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.

24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.

25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. ”

Debemos cada mañana de buscarle, cada mañana esperar en Él, cada mañana darnos cuenta de que sus misericordias son nuevas. Te levantaste en la mañana y te diste cuenta de que no has sido destruído, porque mereceríamos ser destruidos cada mañana,cada mañana mereceríamos que Dios nos mandara un rayo porque somos tan malagradecidos, somos tan rebeldes, somos tan apartados, cada cual se apartó por su propio camino.

Y cada cual de nosotros con cualquier cosa nos apartamos, nos separamos de lo que Dios quiere que hagamos, pero dice la Biblia que cada mañana sus misericordias son nuevas, y porque son nuevas cada mañana deberíamos de dar gracias a Dios, decirle *Señor gracias porque no he sido consumido, me das otro día más, otra oportunidad más*. Sabes hermano hoy tienes una oportunidad nueva para servirle a Él; a lo mejor ayer fracasaste, fracasamos, a lo mejor ayer no hiciste lo que tenías que hacer, obedecerle y seguirle; pero hoy Dios te da una nueva oportunidad.

Siete veces cae el justo pero vuelve a levantarse; el problema es si nos quedamos tirados, el problema es si nos quedamos en cama y no nos levantamos, si nos sentimos afligidos, derrotados y no queremos levantarnos, animarnos y ser valientes; el problema es que te quedes allí, pero hermano tienes otra nueva oportunidad para servirle, tienes otra nueva opción, un día nuevo. De tal manera que cada mañana pon ese fuego en el altar y sé agradecido con el Señor.

No solamente le digas *Señor gracias por un día más*, que deberíamos darle gracias a Dios, pero dile unas cuatro, cinco, o diez cosas; aún allá afuera en el mundo hay empresas que están enseñando a sus empleados a tomar un tiempo de meditación y durante ese tiempo de meditación ser agradecidos con cinco cosas; les dicen dale gracias al árbol, al cielo, a la naturaleza, a buda, a lo que tú creas dale gracias. Y allí está la gente dando gracias a un dios, a un ídolo.

Tú y yo tenemos al Dios Creador del universo que podemos darle gracias.

Cada día levántate y piensa en tres, cuatro o cinco cosas, enuméralas; hay tantas cosas por las cuales darle gracias a Dios. *Gracias por mi esposa, gracias por mi trabajo, gracias porque estoy enfermo, gracias porque comimos ayer, gracias por las tortillas*; hay gente en Sudamérica que no le puede dar gracias a Dios por las tortillas.

Fuimos con el hermano Germán a la Sierra y nos dieron una salsa que el cilantro sabía de verdad. En la ciudad no sabe igual, está todo clonado; las gallinas aquí llevan tres días que nacieron y ya están todas grandotas, en la sierra están las gallinas, crecen, hacen caldo de gallina y todo nutritivo.

La gente de allá viene a la ciudad y come la comida que comemos y se mueren de cáncer inmediatamente, nosotros ya nos acostumbramos. Pero ya sea en la ciudad, en el campo o donde sea, dale gracias a Dios, Gracias por la vida o por la salud.

IV. Servir a DiosÉxodo 36:1-6

“Así, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre sabio de corazón a quien Jehová dio sabiduría e inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario, harán todas las cosas que ha mandado Jehová.

2 Y Moisés llamó a Bezaleel y a Aholiab y a todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había puesto Jehová sabiduría, todo hombre a quien su corazón le movió a venir a la obra para trabajar en ella.

3 Y tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, a fin de hacerla. Y ellos seguían trayéndole ofrenda voluntaria cada mañana.

4 Tanto, que vinieron todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía,

5 y hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se haga.

6 Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más para la ofrenda del santuario. Así se le impidió al pueblo ofrecer más;”

Imagínense que un día el Pastor diga *ya no más, ya no traigan sus ofrendas*, sería algo tremendo; esto es lo que estaba sucediendo acá, el pueblo estaba tan emocionado de servir a Dios que cada mañana traían sus ofrendas de manera voluntaria. *ay Pastor en esta iglesia sólo se habla de dinero*, no porque allí también era la obra de Dios.

Sea que tú traigas tu ofrenda o sea que tú vayas a trabajar y servir al Señor, puedes en ambos casos el llegar y el venir, porque la ofrenda voluntaria de ellos fuera su trabajo o fuera su servicio, era parte del servicio para la obra de Dios y cada mañana puedes poner esos leños de tu servicio a Dios.

Sírvele a Dios todos los días, busca qué hacer cada mañana; levántate y di *hoy voy a servir al Señor*, a lo mejor es llevar un folleto, hablarle a alguien de Cristo, a lo mejor es ir a la iglesia y pintarla, a lo mejor es traer tus ofrendas voluntarias.

Pero levántate y no te quedes sentado, di qué puedes hacer para el Señor.

Dile al Señor *voy a traer mi ofrenda voluntaria/ voy a trabajar/ voy hacer lo que tú quieras Señor, déjame servirte a ti*. Qué bendición era este pueblo.

En algunas otras ocasiones o lugares lo que más sufren las iglesias porque quizás no hay cristianos maduros que reconocen que la obra es la obra de Dios, que no reconocen que no es para el hombre sino es para el Señor. Que sea nuestro esfuerzo, nuestro servicio voluntario; el salir a ganar almas; lo que  hacemos para el señor es para el Señor, no para los hombres.

Y si Dios va a recompensar nos deja que te recompense Dios y no el hombre; el mayor reconocimiento va a ser y va a estar allá arriba. Va haber quienes nunca fueron reconocidos acá en el frente, pero va haber misioneros que se fueron a otras partes del mundo y nadie se dio cuenta, los tomaron como perdidos, no saben a dónde fueron pero fueron a alcanzar al mundo, y el Señor los va a reconocer.

Cualquiera que sea ese leño de cada mañana dile al Señor *Señor yo quiero poner ese leño para que el fuego siga ardiendo*. Y cuando sirves a Dios todos los días ese fuego puede continuar ardiendo.

1 Crónicas 23:27-30

“Así que, conforme a las postreras palabras de David, se hizo la cuenta de los hijos de Leví de veinte años arriba.

28 Y estaban bajo las órdenes de los hijos de Aarón para ministrar en la casa de Jehová, en los atrios, en las cámaras, y en la purificación de toda cosa santificada, y en la demás obra del ministerio de la casa de Dios.

29 Asimismo para los panes de la proposición, para la flor de harina para el sacrificio, para las hojuelas sin levadura, para lo preparado en sartén, para lo tostado, y para toda medida y cuenta;

30 y para asistir cada mañana todos los días a dar gracias y tributar alabanzas a Jehová, y asimismo por la tarde; ”

No solamente daban gracias, tributar un agradecimiento directamente a Él, pero lo hacían de manera de alabanza. Tenían un coro que cantaba cada mañana y se levantaban cada mañana a cantar.

Si algo puede mantener el fuego en tu vida, ¿Por qué no te pones a cantar al Señor? Canta himnos; *Pastor es que me levanto todo enojado/a ¿cómo me voy a levantar cantando?*, yo creo que cambiaría tu vida si empiezas tu día cantándole a Dios.

Porque cantarle a Dios tienes que concentrarte, no es tan fácil a veces, cuando andas enojado no es muy fácil cantar; pero si te esfuerzas y dices *voy a cantarle algo al Señor* y lo haces en tu casa, donde nadie te pueda escuchar, a lo mejor cuando estás bañándote le cantas a Dios o pones unos himnos para cantarle al Señor; Y después vas a terminar cantando al Señor, casi cada mañana cuando vengo a traer a mis hijos a la escuela están cantando, de repente comenzamos todos a entonar algo al Señor.

Cuando tenemos nuestro altar familiar leemos la Biblia, tenemos algunas peticiones, cantamos y oramos.

Cantar alegra el corazón, cantar agrada a Dios, cantar es poner un poquito de leña al Señor.

Efesios 5:18-20

“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,

19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;

20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”

Dice que seas lleno del Espíritu Santo, luego hay una coma; porque está tratando de decir que estar lleno del Espíritu Santo puede ser de esta manera en el versículo 19; hablar con Salmos, himnos y cánticos espirituales.

Algo que Dios puede usar en tu vida para poder ser lleno del Espíritu Santo no solamente es entregarte al Espíritu Santo, levantarte en la mañana y orar, decirle al Señor *Señor me entrego al Espíritu Santo de Dios para que él me llene*, de la misma manera que un borracho se llena de alcohol y termina sirviendo a su carne y al mundo, podemos llenarnos del Espíritu Santo para servirle a Dios, servirle a él.

De la misma manera Dios dice que puedes cantar y alabar a Dios en tu corazón.

¿Qué hace una persona embriaga? Empieza a cantar ¿y le da vergüenza? No, no le apenaba, uno notaba que estaba siendo dirigido por el alcohol.

Pero si el Espíritu Santo está en ti igual debes de cantar, pero para Dios.

Pon leña sobre el altar; cántale a Dios, regocíjate en Él, y esa llama puede seguir ardiendo.

  • Toma tiempo para leer la palabra de Dios.
  • Cada mañana debemos de orar.
  • Deberíamos darle gracias a Dios.
  • Sírvele a Dios todos los días.