Parábola de la Semilla de Mostaza

Mateo 13:31-33

31 “Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo;

32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.

33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.”

 

Marcos 4:30-32

30 “Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos?

31 Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra;

32 pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra.

33 Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír.

34 Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo.”

 

Lucas 13:18-21

18 “Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé?

19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.

20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios?

21 Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.”

 

En el versículo 31 de Mateo 13 nos dice que el reino de los cielos es semejante al grano o a una semilla de mostaza que un hombre tomó y este mismo hombre la siembra en su propio campo pero al tomar esta semilla no nos dice simplemente que va y la siembra sino la toma y podríamos nosotros ver que cuando nosotros estamos a punto de tomar la Palabra o tomar el Evangelio nos debería de causar algo en nuestras vidas. Por ejemplo, en la vida de un sembrador una semilla es importante, un costal de granos es importante. De ahí depende lo que ellos van a van a comer y van a vivir y quizás van a tener que tomar todo lo que ellos cosechan para una larga temporada y meterlo en un granero y sin duda esta semilla representaba mucho y para nosotros de la misma manera el Evangelio debe de representar mucho. La primera cosa que quiero que notemos es que esta semilla representa la Palabra o el Evangelio.

 

1. El Evangelio debe de ser Estimado

El Evangelio tiene que ser apreciado. Cuando nosotros lo tomamos en nuestra mano y  vemos su poder y vemos lo que hace nuestra vida no solamente lo debemos de tomar e ignorarlo sino debemos de tomarlo y hacer algo con el Evangelio.

A. Hay que recibirlo

Para poder estimar el evangelio primero hay que recibirlo. Dice Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;” Para que una semilla pueda ser estimada primero tiene que ser sembrada, cultivada, ha crecido, ha dado fruto y entonces de este fruto toma la semilla. No iban a Home Depot y la compraban, en esos días tenían que extraerla de los mismos frutos y así veían de donde estaba saliendo esa semilla, lo que representaba y por eso alguien lo podía apreciar ¿aprecias tú el Evangelio? ¿lo valoras? ¿te das cuenta de la importancia y el precio que pagó Jesús en la cruz del Calvario para que nosotros ahora tengamos el Evangelio? Alguien que no ha recibido el Evangelio no lo puede tomar y apreciar y decir que ama a Cristo por lo que él ha hecho en su vida.

B. Hay que reconocer su poder

Hay que reconocer lo que ha hecho en mi vida, reconocer aún sus beneficios. Salmos 68:19  dice, Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios El Dios de nuestra salvación.” Cuando nosotros conocemos que hay algo que nos ayuda y sus beneficios vamos y le decimos a la gente. Quizás tomaste una medicina, una planta, un té de algo y si te ayudó vas y se lo cuentas a alguien, lo compartes porque te fue de ayuda y te fue de beneficio.

El Evangelio tiene poder. El Evangelio nos ha salvado, Cristo ha muerto en la cruz del Calvario por nosotros y eso tiene muchos beneficios. ¿Recuerdas en dónde estabas? ¿recuerdas tu vida antes de haber tenido el Evangelio? ¿cómo estaba tu matrimonio antes de que Cristo viniera a tu vida? ¿recuerdas que ibas rumbo al infierno? Es el poder del Evangelio el que cambia. El Evangelio tiene beneficios. Cada día Dios me da beneficios. En Salmos 103:2-3 dice “Bendice, alma mía, a Jehová,Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.” Todo lo que él ha hecho por mí, lo que él ha dado por mí, en donde ahora estoy, yo estaba en el lodo cenagoso y me ha puesto en una roca y ese es un beneficio. Si viene alguien y me critica y me ofende no importa porque los beneficios de Dios son mayores, por eso dice “Bendice alma mía a Jehová” tenemos que bendecir el nombre de Jehová,

C. Hay que amarlo

Hay que amar el Evangelio y al dador del Evangelio pero si yo no amo a Jesús ¿cómo voy a compartir de Jesús? Tengo que amarlo. Nadie puede ser amado sin ser estimado pero hay quienes estiman sin amar a nadie porque alguien pudiera decir “te estimo por el dinero que tienes pero no te amo” y no puedes amar a nadie sin estimar, lo puedes apreciar sin amar pero no puedes amar sin apreciar. Tenemos que apreciar lo que Cristo ha hecho por nosotros y tenemos que amarlo. Amar lo que él ha hecho por mí, por eso el sembrador al tomar la semilla primero tenía que recibirla, tenía que apreciarla y ver el valor de esa semilla y tenía que amarla y ver que esta semilla podía hacer tantas cosas por él y por otros. Dice la palabra de Dios “porque no me avergüenzo de el Evangelio” no nos avergoncemos del Evangelio. No te avergüences de Cristo. Ama a Cristo y si lo amas no te vas a avergonzar, lo vas a compartir, vas a hablar a alguien de Cristo, no vas a tener temor de salir con tu Biblia y decir “Sí, yo amo a Cristo.” Tenemos que amar a Cristo más en este año. El Evangelio tiene que ser estimado.

2. El Evangelio tiene que ser Esparcido

Vemos que el Evangelio es esparcido, es sembrado. Dice que este hombre tomó la semilla y después dice que la sembró en su campo, fue a su propio campo y la sembró y nosotros  tenemos una gran responsabilidad para llevar el Evangelio y para esparcir y sembrar el Evangelio hay que hacer tres cosas

A. Tenemos que ir al campo

No nos podemos quedar sentados, tenemos que ir al campo. Marcos 6:55 Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos, a donde oían que estaba. Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.” Jesús no vino y se quedó sentado en un trono, en un palacio diciendo “Yo no voy a salir al sol del día, no me voy a ensuciar mis pies con el polvo. Yo soy el rey.” Sino que él salió hasta donde estaba la gente y tal vez pienses “ay Pastor, pero este sábado va a ser mucho frío, va a hacer mucho calor, va a estar lloviendo” pero tenemos el ejemplo del Señor Jesús. El salió a todas partes a llevar el Evangelio, a predicar la Palabra y dice la Biblia que iba a ciudades y campos, sanaba a los que estaban enfermos ¡Gloria al Señor! 

B. Tenemos que arar la tierra

No solamente voy a ir al campo y ya. Tengo que escarbar un poquito y cuando vamos a ganar almas tenemos que insistir un poquito más. No solamente decirle a la señora “¿Verdad que no quiere escucharme? ¿Verdad que está muy ocupada? huele que está haciendo frijoles y no tiene tiempo.” Hay que insistirles. No es bonito escarbar, en algunos lugares va a haber unos terrones de tierra que tenemos que romper y tenemos que hacer el hoyo y tenemos que hacer el surco pero tenemos que ir y tenemos que arar la tierra. 1 Corintios 9:7- dice “¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? ¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto.”  y el que ara no dice: Estoy perdiendo el tiempo ¿qué estoy haciendo aquí? está haciendo mucho calor, me enviaron y esto es en balde y mira cómo está la tierra y no hay nubes” No, sino que eI que va y ara ara con esperanza. No salgas a ganar almas sin esperanza, no salgas con un corazón lleno de incredulidad. No digas que que no vas a encontrar a nadie. Hay lugares en donde uno no puede predicar. Hay lugares en donde uno desearía tocar puertas y no se puede hacer pero tú y yo lo podemos hacer aquí en México. Ve a Corea del Norte y empieza a tocar puerta tras puerta. Aquí Podemos ir, tocar e insistir dice la Biblia “porque con esperanza debe arar el que ara y el que trilla con esperanza de recibir del fruto” tenemos que tomar la semilla y admirarla  tenemos la oportunidad de ir y arar la tierra.

C. Tenemos que sembrar la Semilla

El sembrador va a la tierra, ara la tierra y siembra la semilla. Tenemos que sembrar la semilla. Recuerdo que iba con mi abuelo a sembradíos e íbamos sembrando la semilla y la tapabamos con la tierra. Y nosotros tenemos  que ir al campo y arar, sembrar la semilla. Efesios 3:17 dice para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,” esta palabra arraigados nos habla acerca de que algo ha sido sembrado y ahora ha echado raíz y cuando nosotros recibimos a Cristo y ahora, a través de la fe estamos arraigados en él, arraigados y cimentados en amor y debemos nosotros de ir y sembrar la semilla con esperanza, no solamente dejarla ahí sino traerlos a la Iglesia y enseñarles que guarden todas las cosas porque ese es el Evangelio. El Evangelio no solamente es llevar la semilla, tenemos que bautizarlos, tenemos que enseñarles que guarden todas las cosas.

3. El Evangelio tiene que ser Extendido

En Mateo dice que esta semilla es la más pequeña de todas las semillas pero cuando ha crecido es la mayor de las hortalizas y se hace árbol de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. Esta semilla tan pequeña puede crear algo tan grande y gigantesco. ¿Quién pudiera decir que que de una semilla puede crecer una planta o un árbol tan grande? En Estados Unidos hay árboles que crecen por lo menos cincuenta, sesenta, setenta metros. El Evangelio se tiene que multiplicar, se tiene que esparcir y ese es el poder del Evangelio que con una pequeña semilla, con una sola chispa se prende un fuego. 

Dice el versículo 33 “El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.” De repente todo se multiplica por causa de la levadura y es lo que hace el Evangelio. El Evangelio se expande, se extiende, se multiplica, se hace más y nosotros ¿qué hacemos? nosotros lo que hacemos después de haber sembrado la semilla damos un paso hacia atrás y esperamos a que Dios haga el resto. ¿Sabes? no hacemos nada para que el Evangelio realmente se multiplique o se extienda porque el Evangelio es poder. Dios Lo hace todo. No tengo que estar ahí agachado y contando la historia de que estoy haciendo algo en especial. Dios lo hace todo simplemente tengo que ir, arar y sembrar y Dios hace el resto. 

A. El Crecimiento lo da Dios

Dice 1 Corintios 3:6-7 “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.” Dios es quien ha dado el crecimiento en tu vida. Cuando no hay crecimiento en tu vida es porque tú se lo impides, cuando no crecemos en nuestra vida espiritual no es porque Dios no puede sino porque no queremos. El crecimiento lo da Dios pero tú tienes que decirle a Dios que eres barro en sus manos. Lo único que nosotros hacemos son errores y metemos la pata, nos equivocamos pero dice “ni el que planta es algo, ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento.” El más importante en esto es Dios. Versículo 8 dice “ Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.” Debe de haber labor. Debe de haber trabajo. No hay recompensa sin labor, no hay recompensa sin trabajo. Cuando llegues al cielo y le pidas al Señor tus recompensas, Dios te va a preguntar ¿qué hiciste? y tú le vas a decir “Oh Señor oraba por todo el mundo” y sí es un bonito sentimiento y gracias a Dios, porque oraste pero hay que ir también. Versículo nueve Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.” El evangelio extendido y ¿que hacemos nosotros? simplemente vemos lo que Dios puede hacer.

B. Crece de Manera Sobrenatural

Una planta es algo sobrenatural. El crecimiento de un bebé es algo sobrenatural, el cómo se multiplican las células y se dividen de dos a cuatro y de cuatro, ocho y de repente ya no eran más células sino salen unos ojos, una nariz y una boca y de todo esto, ¿quien le enseñó a esta planta como debía de sacar la hoja y no se equivocó de hoja? todo eso lo ha creado Dios crece de una manera sobrenatural y cuando llevamos la palabra y la sembramos. El crecimiento lo da Dios y ese crecimiento es algo sobrenatural. Lo que Dios hace en la vida de esa persona es algo sobrenatural. La salvación es algo sobrenatural. La vida eterna es algo sobrenatural y algo sobrenatural no puede ser explicado. Una señora que nos abrió el sábado dijo “pero ¿quién ha ido al cielo y quien ha regresado?” pues Jesús y Pablo pero ella quería a alguien que le dijera: yo fui y regresé’ y eso está más difícil por eso es algo sobrenatural.

C. Nosotros simplemente disfrutamos su grandeza

El que siembra espera unos cuantos meses y quizás años y crece ese árbol. Ese hombre simplemente va a disfrutar de su grandeza y de sus frutos, de su trabajo, de lo que ha causado, ¿Cuánto se lleva un sembrador para salir, arar y sembrar? Quizás un día, dos días, una semana, pero después todo lo demás pasan semanas, meses y todo eso lo hace Dios.

Tú y yo tenemos la oportunidad de ir llevar la palabra y el reino de los cielos es así de algo tan pequeño puede causar algo tan grande, tan grande en nuestra propia vida que es su gracia y tan grande en la vida de este mundo porque más y más están siendo salvos y dice Apocalipsis y vi a grandes y pequeños, millones y millones cantando delante del cordero. ¿Cuantos empezaron empezaron? dos, Adán y Eva y ¿cuantos terminaron terminaron? millones de millones, ese es el reino de los cielos.