Limpiémonos de toda contaminación

2 Corintios 6:14-7:1

14 “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?

15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?

16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.

17 Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, 

18 Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.

7:1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”

Todas estas preguntas son preguntas retóricas en donde las respuestas son obvias: No hay ninguna comunión, no se puede tener un acuerdo entre Cristo y Belial. La Palabra de Dios nos dice en el versículo 1 del capítulo 7 que como no podemos tener un acuerdo entre lo inmundo y lo santo, entre Cristo y Belial, entre el templo de Dios y los ídolos, entre la justicia e injusticia y porque tenemos tales promesas de parte de Dios debemos limpiarnos de toda contaminación. Contaminación de carne y de espíritu, perfeccionandonos en el temor de Dios. El temor de Dios nos ayuda a perfeccionar nuestra vida. No podemos ser perfectos pero el Señor Jesucristo nos dijo: Ser perfectos como vuestro Padre en los cielos es perfecto.

De tal manera que la perfección se encuentra cuando nosotros cada día estamos buscando al Señor y nos estamos limpiando de toda contaminación. Tenemos un grave problema en nuestras iglesias, en nuestras vidas como cristianos, estamos viviendo vidas que no agradan al Señor, vidas que están llenas de corrupción, de perversidad y la Palabra de Dios dice que debemos limpiarnos. Hay algunas cosas las cuales debemos de limpiar.

1. Nuestra carne

Y hablando de carne no estoy hablando del cuerpo en sí, estoy hablando de esos deseos de la carne. Dice Gálatas 5:16-17 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Debemos de limpiar esa carne, esta carne tiene deseos y apetitos y Dios dice que si vamos a vivir para él, si vamos a hacer su obra y si vamos a vivir en Santidad en el temor de Dios tenemos que limpiar nuestra carne. 

Dice Gálatas 5:19-21 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” Tenemos que limpiar nuestra vida de todas estas cosas. Si tu eres cristiano no debes de darle rienda suelta a tu carne, a tus deseos, a lo que quieres hacer. Debes de aprender a limpiar tu carne. No puedes practicar estas cosas porque dice la Palabra de Dios que el fruto del espíritu tiene tantas cosas que son tan distintas al fruto de la carne.

Un hijo de Dios debe de quitar todas estas cosas y limpiarse y pedirle a Dios que le ayude a vivir una vida pura y santa para él. Romanos 13:14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. Debemos de comenzar limpiando esos deseos y dejar de proveer para los deseos de la carne. Cuando hablamos de proveer estamos hablando de que si estamos alimentando o proveyendo a un animal por ejemplo a un león ese león se va a hacer más fuerte y Dios dice que no estemos alimentando nuestra carne porque entre más la alimentemos va a vivir de una manera más carnal, de una manera en contra de Dios.

Efesios 2:3 dice entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.Dios dice que no practiquemos los deseos de la carne. Dejemos de alimentar nuestra carne y comencemos a vivir para Dios. 1 Juan 2:16 dice, Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Tenemos iglesias y aun religiones en donde ya no hay una separación, ya no hay una diferencia entre que es lo mundano y que es lo espiritual. Dios nos dice que nos apartemos de eso por eso dice “Salid de en medio de ellos y no toquéis lo inmundo.”

2. Nuestro corazón

Dice la Palabra de Dios en Salmos 119:11 “En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.” Debemos de guardar los dichos de su Palabra en nuestro corazón para no pecar contra Dios. Dice en 2 Corintios 7:1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. Debemos de limpiar nuestro corazón. Quizás debemos limpiarlo de amargura o de malos pensamientos.

Mateo 15:11 dice, o lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. Si yo oigo una mentira si me contamina, pero él que está diciendo una mentira, una blasfemia es el que está contaminando al otro y Dios dice que no es lo que entra si no lo que sale, por eso dice en Mateo 15:18-20 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.  Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre. Por eso dice la Palabra de Dios Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón. Guarda tu corazón porque lo que entra va a volver a salir. La contaminación espiritual es más dañina que la contaminación bacterial.

Cuidemos nuestro corazón y para que esté bien, tenemos que andar bien con el Señor, tenemos que leer la Biblia, tenemos que guardarlo. Nuestro corazón es algo precioso y no se lo podemos dar al diablo ni al mundo, se lo tenemos que dar a Dios y decirle al Señor que nos ayude a guardar nuestro corazón. Cuida tu corazón y no pienses que lo que hay en tu corazón no está tan mal. Hoy en día hay psicólogos que dicen sigue tu corazón, sigue tu corazonada pero Dios dice que no sigamos nuestro corazón porque nuestro corazón es engañoso más que todas las cosas y perverso. Nuestro corazón es perverso ¿Quién lo conocerá? Yo no conozco tu corazón ni tú el mio pero hay alguien que si los conoce y ese es Dios. 

Dice la Palabra de Dios perfeccionando la santidad en el temor de Dios. No le tengas temor al pastor porque quizás cuando el pastor llega a tu puerta tu quizás apagas el radio y apagas la música que tienes y aparentas que todo está bien con tu vida pero a Dios no lo podemos engañar. Recuerda que Dios está ahí y ve tu corazón. 

3. Nuestro cuerpo

Limpiemos nuestro cuerpo, cuidemos a manera en que vestimos, la manera en que nos comportamos, la manera en que nos dirigimos a otro. Dice 1 corintios 11:14 dice “La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.” Dice la Biblia que si tu eres hombre limpia tu cuerpo, aprende a perfeccionar tu cuerpo en la santidad, en el temor del Señor y por eso es tan importante como cristianos como nos vemos.

Hace años había una hermana en nuestra iglesia. Esta hermana estaba apenas llegando a la iglesia y en esos años se usaban las ombligueras y ella fue en short y con una ombliguera al zócalo. Y ahí encontró unos muchachos repartiendo folletos (no eran de nuestra iglesia) ella recibió el folleto y esta hermana les dijo que ella también era cristiana. El primer muchacho la vio y le dijo: ¿Usted es cristiana? Ella me dijo: Pastor, todos se sorprendieron, no me creyeron pero después me di cuenta de la manera tan vulgar que iba. 

Tienes que limpiar tu cuerpo. Si estás pensando hacerte un tatuaje que dice Jesus loves me es un mal testimonio, que si te quieres poner veinte aretes, limpia tu cuerpo, que todo mundo se pone mallones y por eso te quiere poner mallones dice Deuteronomio 22:5 No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace. Para Dios es abominación cuando una mujer se viste como hombre y un hombre se viste como mujer. Por eso hombre, deja de vestirte con esos pantalones de mezclilla que parecen mallones. Antes se le tenía que predicar a las hermanas que dejaran esos pantalones tan pegaditos, que se vistieran como mujeres, que agradaran al Señor. Pero ahora tenemos que andae correteando a todos los hombres de iglesias que se ponen pantalones pegaditos y ya ni siquiera pueden caminar. Ni siquiera se pueden agachar porque se rompen, parece que se los pintaron. Y lo peor es que están todos flacos, huesudos y se ven mal. Cuida la manera en que vistes, aprende a vestirte para agradar al Señor.

4. Nuestro camino

Salmos 119:9 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. Y Hageo 1:3-5 dice, “Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: ¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos.” Todo comienza en el corazón. Lo que hay en el corazón se transmite a los deseos de la carne, lo que hay en el deseo de la carne se transmite a lo que vamos a hacer nuestro cuerpo, lo que hacemos con nuestro cuerpo se transmite a la manera en que estamos caminando nuestra vida, nuestro testimonio lo que estamos haciendo para el Señor. Por eso dice Meditad sobre vuestros caminos. Debemos de limpiar nuestro caminar, nuestro andar, lo que tu y yo hacemos para el Señor y asegurarnos que lo hacemos para él, no lo hagamos en el deseo de nuestro corazón, no lo hagamos agradando a este mundo. Dios dice que nos apartemos de ellos, no toquemos lo inmundo porque quiere que nos limpiemos de contaminación,

Hay muchas cosas que nos contaminan y pareciera que quisiéramos echarnos un clavado en lo que nos contamina pero Dios dice que nos demos cuenta de lo que nos contamina. Debemos limpiarnos. 

5. Nuestra casa

Mateo 7:24-25 dice, Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. ¿Qué hay en tu casa que debes de tirar, de sacar, que quemar o destruir? Limpia tu casa de toda contaminación. Saca toda cosa inmunda de tu casa. 

Deja de ser un cristiano permisivo en donde dejas que tus hijos traigan cualquier cosa, cualquier música de afuera, películas perversas, novias mundanas, distracción, quizás aun dejas que tus hijos traigan drogas, que traigan alcohol, dejas que traigan malas amistades, estas siendo un cristiano permisivo. Limpia tu casa, saca toda cosa que te está contaminando y ensuciando y te está llevando de regreso al mundo y te está haciendo pecar una y otra vez. Tú sabes las cosas que tienes que limpiar, las cosas que tienes que quitar. Todo comienza en el corazón. 

La mundanalidad está robando el avivamiento en nuestras iglesias y en nuestras casas por causa de que no nos estamos limpiando. Comencemos a limpiar nuestra vida, nuestro corazón, nuestra casa, nuestro cuerpo, limpiémonos de toda contaminación porque dice la Palabra de Dios que hay que perfeccionarnos en la santidad, en el temor de Dios. Que Dios nos ayuda a limpiar nuestras vidas