Levántate de tu Derrota

Jueces 16:18-30 Viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los principales de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los principales de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero. 19 Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. 20 Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él. 21 Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel. 22  Y el cabello de su cabeza comenzó a crecer, después que fue rapado. 23 Entonces los principales de los filisteos se juntaron para ofrecer sacrificio a Dagón su dios y para alegrarse; y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras manos a Sansón nuestro enemigo. 24 Y viéndolo el pueblo, alabaron a su dios, diciendo: Nuestro dios entregó en nuestras manos a nuestro enemigo, y al destruidor de nuestra tierra, el cual había dado muerte a muchos de nosotros. 25 Y aconteció que cuando sintieron alegría en su corazón, dijeron: Llamad a Sansón, para que nos divierta. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de juguete delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas. 26 Entonces Sansón dijo al joven que le guiaba de la mano: Acércame, y hazme palpar las columnas sobre las que descansa la casa, para que me apoye sobre ellas. 27 Y la casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los principales de los filisteos estaban allí; y en el piso alto había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Sansón. 28 Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos. 29 Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra. 30 Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida. 

Una interesante historia que yo creo que la mayoría de nosotros ya conocemos. Dice la Biblia que Dalila había intentado y tratado una y otra vez de saber, de dónde provenía la fuerza de Sansón y finalmente al estar afligiendo Dalila el corazón de Sansón y haberle dicho una y otra vez de andar afligiendo como dice la palabra de Dios. Finalmente, Sansón le descubre todo su corazón y le dice Sabes que Dalila nunca navaja ha pasado sobre mi cabeza, y entonces Dalila va con aquellos que le habían prometido el dinero para destruir a Sansón y les dices saben que ya me lo ha dicho ahora sí, estoy segura de que él me ha descubierto toda la verdad. Y entonces se queda dormido Sansón dice la palabra de Dios sobre sus rodillas y viene un hombre y le rapa su cabeza. Y entonces Dalila de la misma manera que en las otras ocasiones le dice Sansón los filisteos contra ti, a la cuarta ocasión Sansón no había entendido, no se había dado cuenta de que el enemigo andaba tras de él. Y entonces dice la Biblia que Sansón se dijo como las otras veces voy a escapar en esta ocasión, esta fuerza que tengo quizás no sea por mi cabello. Quizás no sea porque el Espíritu de Dios está sobre mí, quizás no es el poder de Dios en mi vida, ya me estoy acostumbrando un poquito a esta fuerza que yo tengo, y quizás no es Dios quizás soy yo y hermano, hermana, hay que tener cuidado con ese pensamiento porque el diablo anda como león rugiente buscando a quién devorar, y él va a venir una vez y él va a venir otra vez y él va a venir otra vez y te va a querer destruir y va a usar las mismas cosas una y otra vez y otra vez.

Sabes por qué? Porque él sabe cómo nosotros podemos caer él sabe dónde está nuestra debilidad y Sansón dijo ok, quizás no es mi cabello, quizás no es Dios, quizás soy yo y ese es nuestro problema, cuando comenzamos a pensar quizás yo me puedo defender, quizás soy yo y no necesito de Dios, quizás soy yo y no voy a tener ningún problema, si voy hacia este lugar que ya sé que no debo de ir, si veo lo que no debo de ver Si Hago lo que no debo de hacer, si tomo lo que no debe de tomar así estaba Sansón, y finalmente dice la Biblia que los filisteos le echaron mano y lo agarraron, y él no sabía que Dios ya se había apartado de Sansón o hermano qué gran lección, nosotros tenemos de la palabra de Dios si tan sólo pudiéramos aprender de la Biblia, lo que les sucede a Sansón y decimos o que son su fuerza en su pelo, pero sabes que, yo creo que muchas veces caemos en esto cuando sabemos lo que nos puede pasar y nos alejamos de Dios y nos caemos una y otra vez.

Jueces 16:21 Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel. 

Iba con el pueblo enemigo y veía y regresaba con sus padres. Se decía o papá, yo he visto esta joven, aquí no hay nadie, pero yo he visto allá y por sus ojos, con los que él había caído y pecado; Dios dice te voy a quitar lo que más quieres. El pueblo empezó a alegrarse y empezaron a decir: nuestro Dios entregó a nuestro enemigo, y cuando Sansón cae en mano de ellos, eso era lo que ellos pensaban y ellos estaban dando la gloria a su dios y cuando el cristiano cae, el pueblo, allá afuera se burla del cristiano, el pueblo allá afuera dice mira, ese cristiano, esa hermana, mira como ha caído este Dios no les sirve, este Dios no les funciona por eso nosotros ni creemos en Dios, por eso nosotros creemos en otros dioses y el pueblo se alegra cuando el cristiano cae pero dice la Biblia que su cabello empieza a crecer. En el versículo veinticinco el sirve de juguete, cuando todo el mundo estaba y alegre sirvió de juguete;  Joven, señorita, ten cuidado de que sirvas de juguete en las manos del diablo porque eso es lo que él quiere, que tú sirvas de juguete para sus propósitos. Que tu caigas, que tu peques, que tú te alejes, que tu caigas en fornicación, que pierdas tu pureza y tu virginidad y que tu falles a Dios y que seas derrotado.

Y aquí está Sansón siendo derrotado, y cuando estaba sirviendo de juguete, dice la Biblia versículo veintiséis dijo al joven que le guiaba, ya estaba sirviendo de juguete y estaba siendo humillado, estaba ahí él pensando y recapacitando lo que había sucedido y él se estaba dando cuenta del gran pecado contra Dios que él había cometido. y vio una oportunidad en medio de problemas y hermano hermana, cuando estamos derrotados, cuando has fracasado, cuando has caído, sabes Dios aún hay manda a un joven, aun Dios manda a alguien que quiere que te ayude, y Dios manda de su Espíritu Santo diciendo: Pon en mí tu mano porque aún en medio de la oscuridad, yo te puedo guiar, aún en medio de tu problema, yo te puedo dirigir, aún a pesar de cómo has caído, yo aún te puedo llevar, solamente no te sueltes, solamente confía en mí, solamente agárrate de de mi. Y este joven representa el Espíritu Santo de Dios que cuando estamos aún en la oscuridad cuando estás aún en esa derrota cuando a unas caído Dios manda un joven y dice y pon en mí tu mano y yo te puedo guiar, pon en mí tu mano y yo te puedo llevar a un a lugares hermosos, y él vio a ese joven cuando ni aún lo podía ver, pero lo podía palpar, y no podemos ver a Dios, pero podemos palpar su poder, no podemos ver a Dios pero sabemos que él está ahí.

No puedes ver a Dios y la gente se burla y dice dónde está Dios sí, es cierto no lo podemos ver, pero yo sé que vive en mi corazón, sabemos que él vive porque lo podemos palpar y Sansón podía palpar a este joven, y este joven lo llevó y le dijo Sansón: joven, llévame a donde descansa la casa a esas columnas, versículo veintisiete dice que esta casa estaba llena, repleta de hombres y mujeres del siglo veintiuno. Y dice que clamó Sansón a Jehová y dijo señor Jehová, acuérdate de mí y fortaléceme, te ruego solamente esta vez oh Dios para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos y por mucho tiempo lo he estado pensando porque Sansón en vez de haber dicho, señor a voy a vengar, por lo que estos hombres han blasfemado tu nombre, me voy a vengar por lo que estos hombres han hecho a nuestro pueblo, porque me voy a vengar por otra cosa, pero no Sansón, dice: me voy a vengar por lo que estos filisteos me han hecho. Me han sacado estos dos ojos y al parecer pudiera verse esto como egoísta pudiera esto verse como un hombre que está solamente pensando en el mismo, se pudiera ver a como Sansón en medio de todo lo que está pasando, ahora hace esto por sus dos ojos, pero ¿sabes que? Yo creo que en ocasiones tenemos nosotros que enojarnos tanto por lo que Dios nos ha quitado que debemos de ir a Dios y decir al Señor: Señor el diablo me ha quitado mi familia y ahora voy a luchar para seguir adelante, el Diablo ha quitado lo que yo más quiero y Sansón realmente quería mucho sus ojos y los perdió, qué es aquello que el diablo te ha quitado que tú pudieras decir: Esto es lo más precioso que yo tenía, mi familia, mis hijos, mis ojos y Sansón estaba aquí en una situación en donde estaba enojado, estaba enojado y no podía creer que estaba ahora sirviendo de juguete, y él dice: me voy a vengar, estoy enojado porque el diablo me ha quitado estos dos ojos y voy a hacer algo, voy a  pedirle ayuda a Dios y por eso dice que Sansón clamó a Jehová.

Pero quiero hacerte una pregunta ¿que has perdido tu? que te tiene que hacer el diablo para que te levantes de tu derrota y le di al Señor: Señor, ya está bueno, el diablo ha quitado mi felicidad, el diablo me ha quitado mi pureza, el diablo me ha quitado mi confianza en ti, el diablo me ha quitado mi amor por ti, el diablo me ha quitado esto que yo más quiero, el diablo me lo ha quitado y por venganza y porque estoy enojado me voy a levantar y voy a luchar y voy a batallar y voy a pedirte que tú me ayudes porque ya me has mandado a este joven y lo único que te suplico es que tú me ayudes, pero que tiene que quitarte el diablo para que tú te alejes de ese pecado, ¿que tiene que quitarte el diablo? Tu familia, tus hijos, tu paz, tu seguridad, quizás dinero, quizás salud! Aquí está Sansón él dice, me tengo que vengar por mis dos ojos! Estaba enojado Sansón, quería vengarse.

Sansón no podía creer que estaba sirviendo de juguete y entonces por eso está clamando y diciendo: Me tengo que vengar, esto es lo que me ha quitado el enemigo, me tengo que vengar y si sabemos que la venganza es del señor, porque entonces dejas que el diablo te quite lo que tienes tu de precioso y entonces dice la Biblia versículo veintiocho entonces clamó Sansón y ¿sabe lo que estaba haciendo? Sansón estaba enfocándose en Dios número uno

  1. Enfócate en Dios

Pon tus ojos en Cristo Hebreos 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Dice la Biblia que tenemos, nosotros que enfocarnos en Dios, aún cuando no podemos mirarle, aún cuando, aún cuando Sansón no podía ver físicamente a Dios él aún en su debilidad, en su derrota, en su fracaso, él podía aún ver a Dios y sabía que había un Dios en el cielo que le podía ayudar. Y por eso él se enfocó en Dios Hebreos 12:2 dice puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, cuando tú estás derrotado, cuando tú estés débil, cuando hayas caído, y ya hayas fracasado, enfócate en Dios, con tus ojos en Cristo, quizás esta todo oscuro, quizás ya no puedas ver la salida hacia dónde tienes que ir y digas: ¡ya no puedo más! No me puedo levantar, no puedo seguir adelante, enfoque, pon tus ojos en Cristo. Si hay algo que el diablo no quiere que hagas es que tu mires a Dios y sigas confiando en él.

Isaías 45:22 Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. Dios no recuerda que debemos de verle a él y buscarle a él. La salvación para alguien que está perdido y rumbo al infierno, lo único que tiene que hacer en esa derrota total, en esa en ese fracaso total, porque no hay más fracaso más total que ir al infierno. Pero esa persona aún puede mirar a Dios y eso es lo que hizo allá el malhechor En la cruz uno se burló, pero el otro estando en derrota, quizás los soldados diciendo y burlándose no solamente de Jesús, pero también de ese muchacho, ese muchacho derrotado, puso sus ojos en Jesús y le dio salvación. Aún en esa cruz Jesús le dio salvación.

Miqueas 7:7 Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá. Dios quiere que veamos a Jesús, que pongamos nuestros ojos en Jesús aún cuando está oscuro, aún cuando yo no puedo ver. Sansón clamó a Dios y se enfocó en él. A quién estás mirando? ¿En quién estás poniendo tu confianza? ¿A quién estás yendo en tiempo de derrota y de fracaso? ¿Estás derrotado? ¿Estas fracasado? Parece que es tu último día y aún en momento Dios manda ayuda y Sansón reconoció esa ayuda y clamó a Dios. Lucas 23:35-36 Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios. 36 Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre,.  Este mundo sabe de Dios, este mundo sabe de Jesús y aún así se burlan de Jesús, se burlan del cristianismo, se burlan de su palabra, en los tiempos más difíciles se burlan de Dios; El pueblo estaba viendo a Jesús y no creyeron en él, el hombre en la cruz le dijo: Sálvate y sálvanos, el otro joven sí creyó y puso sus ojos en Jesús Número uno enfócate

2. Encomiendate

Jueces 16:28 Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos. Se estaba encomendando a Dios, se estaba poniendo en las manos de Dios, le estaba diciendo: señor, aquí estoy yo, acuérdate de mí, estaba extendiendo su mano diciéndole Señor, Jehová! aquí estoy yo, acuérdate de mí, no me desampares, no me dejes aquí derrotado, no me dejes aquí, fracasado acuérdate de mí, y ¿sabes que? Dios se acordó de él Salmos 37:1-5 No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. 2 Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán. 3 Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. 4 Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. 5 Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. Tenemos y nos hace falta más encomendarnos a Dios, gente allá afuera se encomienda y se persina, dicen: yo me encomiendo a este santito ¿sabes? que al que debemos de encomendarnos es a Dios, no hay otro fuera de él. Solamente a Dios encomiéndate, a él encomienda tu camino, dile al señor: Señor yo me entrego a ti. Encomendarnos a Dios no es decirle: señor aquí estoy, acuérdate de mí, y cuando el me da su mano yo salgo corriendo y quiero hacer lo que yo quiero, no, al encomendarnos a Dios estamos diciendo: señor aquí estoy yo. La definición de encomendarse es: poner algo bajo la protección de alguien. Especialmente de Dios pidiéndole su ayuda, y tenemos que encomendarnos. Otra definición es confiarse al amparo de Dios, por ejemplo, cuando le decimos a alguien: ahi te encomiendo a mi hijo. le estamos diciendo hay lo cuidas, tú estás sobre él y lo cuidas y lo proteges, si le ayudas en lo que sea necesario, cuando yo regresé, te lo pagaré. Entonces Salomón dice: Señor aquí estoy yo, ya no hay nada más que yo pueda hacer, necesito tu ayuda, necesito tu protección, me encomiendo a ti. Dios quiere que nos encomendamos a él, que nos rindamos a él, que digamos: Señor, aquí estoy yo, eh fracasado, estoy derrotado, ya no hay nada más que yo puedo hacer, ya me cansé de tratar de hacer y no llegar a nada, me encomiendo a ti, ya me cansé de luchar y arreglar mi familia, arreglar mi matrimonio, arreglar a mis hijos y no puedo, ahora me voy a encomendar a ti, ya me cansé de tratar de hacerlo con mis propias fuerzas, no lo puedo hacer yo. Lo vas a tener que hacer y eso es lo que necesitamos hacer, debemos de mirar a Dios y enfocarnos en Dios. Poner nuestros ojos en Cristo y decirle Señor, yo no puedo, no puedo más, me encomiendo a ti, ya no puedo más, estoy acá todo derrotado, desamparado y débil; Yo necesito de tu ayuda.

Proverbios 16:3 Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados. Es tiempo de encomendarnos a Dios, rendirnos a él, decirle: señor, ya no puedo yo, tu me vas a tener que ayudar y eso es lo que hizo Sansón al estar enojado por sus dos ojos, El dijo ya no aguanto más, estoy enojado, tengo que salir de esto, tengo que pedir la ayuda de Dios y empezó a clamar a Dios y hablo con Dios. Se encomendó a Dios y número tres, dice la Biblia fueses dieciséis veintiocho clamó Age o va, le dijo Acuérdate de mí y número tres 

3. Esfuerzate 

cuando nosotros pedimos la ayuda de Dios no solamente es decir: Te pido tu ayuda y tu haz todo, señor ya estoy cansado, señor he perdido lo que yo más quiero, he perdido mi gozo, mi felicidad, y señor por favor ayúdame. Dios dice lo que sí te voy a ayudar. Pero vas a tener que esforzarte vas a tener tú que sacrificar, vas a tener tú que hacer ciertas cosas. Yo te voy a ayudar, pero tu te tienes que esforzar. David allá en 1 Samuel 30 David había regresado y todo había sido prendido en fuego, sus esposas habían sido secuestradas junto con sus hijos, el pueblo está enojado contra David, decían a David: ¿Cómo es que tú? Nos dijiste que dejáramos a nuestras esposas para ir a pelear con este rey que ni nos cae bien. Y ahora regresamos y no hay nadie y es tu culpa, y lo querían matar, hablaban de apedrearlo y David se sentía derrotado. Pero David empezó a orar a Dios, empezó a encomendarse a él y decirle a Dios: ¿Señor qué hago? Y David dice la Biblia que se fortaleció en Jehová, David se angustió mucho porque el pueblo hablaba de apedrearlo pues todo el pueblo estaba en amargura de alma. Cada uno por sus hijos y por sus hijas, más David se fortaleció en Jehová Deuteronomio 31:6 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. Es una batalla interna que debemos de ganar y levantarnos y hacer algo, el esforzarnos es una batalla exterior para levantarnos y hacer algo también. Y aquí está Dios diciendo esforzaos y cobrad ánimo, no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo.

Esdras 10:1  Mientras oraba Esdras y hacía confesión, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, se juntó a él una muy grande multitud de Israel, hombres, mujeres y niños; y lloraba el pueblo amargamente. Y así a veces estamos derrotados y estamos ahí lastimados y estamos ahí ya no sabemos qué hacer y estamos tirados y viene alguien le contamos nuestro problema y ahí también se tira con unos verdad? Y luego viene alguien más, si bien él  también se tira con uno. 2 Entonces respondió Secanías hijo de Jehiel, de los hijos de Elam, y dijo a Esdras: Nosotros hemos pecado contra nuestro Dios, pues tomamos mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra; mas a pesar de esto, aún hay esperanza para Israel. Están reconociendo que habían pecado contra Dios y había están diciendo: Estamos desolados, estamos desanimados, estamos derrotados, estamos tirados, hemos fracasado, hemos pecado contra Dios y llega alguien ahí y dice: aún hay esperanza, cuando tú estás derrotado aún hay esperanza, aún puedes seguir adelante, a un Dios te puede ayudar y te puedes levantar. 3 Ahora, pues, hagamos pacto con nuestro Dios, que despediremos a todas las mujeres y los nacidos de ellas, según el consejo de mi señor y de los que temen el mandamiento de nuestro Dios; y hágase conforme a la ley. 

Pero Dios quiere que dejes tu cochino pecado y te levantes, quiere que te apartes de lo que haz hecho contra Dios. No puede seguir con ese pecado, no puede seguir con esa maldad, no puede seguir con la mentira, no puede seguir con el vicio, la borrachera, el adulterio, la fornicación, no puede seguir con el robo, no puede seguir siendo deshonesto, no puedes seguir siendo desobediente a tus padres, no puedes seguir de rebelde, no puede seguir con toda esa maldad. Dios te da una nueva oportunidad, pero tienes que dejar tu pecado, lo tienes que dejar. Dice la Biblia que ha bien. Vinieron, dijeron Vamos a despedir lo que nos ha hecho pecar y hágase conforme a la ley de Dios,4 Levántate, porque esta es tu obligación, y nosotros estaremos contigo; esfuérzate, y pon mano a la obra. 5 Entonces se levantó Esdras y juramentó a los príncipes de los sacerdotes y de los levitas, y a todo Israel, que harían conforme a esto; y ellos juraron.

Esdras estaba llorando por el pecado del pueblo y el pueblo dijo: Vamos a dejar nuestro pecado. aún hay esperanza, pero nos vamos a esforzar. Y sabes? Esdras se levantó y se esforzó. Jueces 29 Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra. 30 Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida.. Y sabes lo que hay que hacer? Cuando Clamamos a Dios y nos encomendamos a él y nos esforzamos para seguirle a él. Tenemos que morir a nosotros mismos, porque cuando morimos a nosotros mismos, es cuando exaltamos más a Dios Padre, cuando nosotros morimos es cuando dejamos que él reine nuestras vidas, cuando le decimos al Señor Señor, yo no soy él importante, tú eres el importante en mi vida. 

Sansón clamó a Dios, se encomendó a él, pero se esforzó y Dios le ayudó y dice que cayó la casa sobre los principales, sobre todo el pueblo que estaba en ella y los que mató al morir fueron muchas más personas de los que había matado durante su vida. Dos cosas interesantes aquí. Una de ellas es que Sansón su nombre está en el capítulo de la fe de Hebreos a pesar de lo que fue Sansón, a pesar de la vida que él llevó, el nombre de Sansón está en Hebreos once. Pero la otra cosa interesante que vemos aquí es que Sansón es una imagen de Cristo, porque Cristo sano y vino y redimió y levantó e hizo milagros. Pero lo que hizo Jesús en su muerte, hizo más que lo había hecho durante su vida. 

Aún en el último momento de su vida, Sansón dejó ser usado por Dios. Señor usame en estos últimos momentos de mi vida , he pecado contra ti, he hecho mal contra ti, mi vida ha sido un fracaso pero he ganado tres, cuatro, cinco almas. Pero señor, me voy a levantar, me voy a rendir a ti, Señor úsame más y cuando tomamos ese paso de fe y de obediencia a Dios. Dios ahora te puede ayudar de ese momento en adelante. Ya, no quizás en veinte años ganaste a veinte. Ahora, quizás el siguiente año puedes ganar a veinte en un año y en otros en dos años quizás puedas ganar a treinta, y en cinco años quizás puedas ganar a cien, y en diez años quizás puedas ganar a mil o a diez mil y servirle más y servirle mejor y servirle con todas tus fuerzas.

No te tienes que quedar aquí en derrota, no te tienes que quedar aquí fracasado, no te tienes que quedar aquí haciendo burlado y sirviendo de juguete. Te puedes levantar y puedes decirle: Señor, ya no puedo más, no puedo más que me hayan quitado mis ojos y que el diablo me haya derrotado, estoy enojado y me voy a levantar y te pido que tú me ayudes, y de ese momento en adelante, puedes hacer más de lo que hayas hecho de este momento para atrás. Pero tienes que morir a ti mismo, y decía el: Señor, Señor, ya estoy cansado, levántate de tu derrota.