La Resurección de Lázaro

Juan 11:38-11

38 “Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima.

39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.

40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?

41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.

42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.

43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: !!Lázaro, ven fuera!

44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.”

Esta historia no solo es de los versículos del 38 al 44. Esta historia viene desde el versículo 1 hasta el 53, en donde Juan de una manera, a través del Espíritu Santo, nos dejó qué fue lo que sucedió en la vida de Lázaro y de sus hermanas. 

La Palabra de Dios nos dice en los versículos 1 y 2 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos. Esta historia se encuentra en el siguiente capìtulo y Juan nos lo cuenta porque todo esto ya había sucedido. Dice el versículo 3Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. De tal manera que encontramos que Jesús amaba a esta familia. Era una familia muy querida para el Señor Jesús, y Marta y María envían a decirle a Jesús que Lázaro estaba enfermo ¿Sabía Jesús que Lázaro estaba enfermo? Por supuesto que sí. Él nos conoce a cada uno de nosotros. Sabe lo que estamos pasando, sabe nuestros problemas y Jesús recibió estas noticias, que él ya sabía y dice el versículo 4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

1. La razón de la enfermedad

Dice el Señor Jesucristo “esta enfermedad no es para muerte.” Y sí, Lázaro murió, pero Jesús estaba con sus discípulos y con gente y les dice que la razón final, el propósito de esa enfermedad era para la gloria de Dios. ¿Te has puesto a pensar que la enfermedad que tienes es para la gloria de Dios? La enfermedad de Lázaro era para la gloria de Dios y no solo la enfermedad sino que cualquier situación que estamos pasando, sea un problema difícil, sea una prueba, sea lo que sea, tenemos que recordar que es para la gloria de Dios. 

La palabra gloria, es la palabra doxa y más adelante está la palabra glorificado y es una palabra que significa: para que Dios sea magnificado, glorificado, honrado. De tal manera que Dios está siendo glorificado con lo que estás pasando. Dice 1 Corintios 10:31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. Dice la Biblia que si bebes, que si comes o haces otra cosa, hazlo para la gloria de Dios y ¿por qué dice eso? ¿qué tiene que ver que cuando estamos comiendo darle la gloria a Dios? Lo que tiene que ver es que es nuestra vida, Dios dice que todo lo que hacemos no lo hagamos para nosotros sino para la gloria de Dios. 

Acuérdate que hay un Dios en el cielo que ve cuando comemos, cuando tomamos, en otras palabras que cuando estamos hablando algo, que cuando estamos viendo algo, sea para la gloria de Dios. Esta enfermedad por la que estaba pasando Lázaro era para la gloria de Dios.

Hay unas maneras en las que podemos dar gloria a Dios. Dice Juan 14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.Cuando oramos en el nombre de Jesús, el Padre es glorificado. Cada cosa que hacemos debemos asegurarnos que es para la gloria de Dios. Cuando robas algo tienes que asegurarte que es para la gloria de Dios, pero como robar no es para la gloria de Dios, entonces ya no puedes robar; como mentir no es para la gloria de Dios, ya no podemos mentir; cuando decimos malas palabras no le estamos dando la gloria a Dios.

Juan 15:8 dice: En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Cuando llevamos fruto, cuando vivimos para él, cuando oramos en el nombre de Jesús, Dios es glorificado. Si queremos glorificar a Dios, debemos llevar fruto, y fruto habla de buenas obras y también de que debemos hablarle a alguien de Cristo y debemos de alcanzar a este mundo. Más importante son los que están afuera que los que estamos aquí adentro. La iglesia tiene dos funciones: edificar a los santos y alcanzar a los incrédulos. Y creo que estamos fallando en alcanzar a los incrédulos. Debemos orar que en este año, Dios nos permita ver más gente salva y bautizada. Que bendición sería que al final del 2021 dijeras: “Yo traje a esta familia a la iglesia y se bautizaron. Gracias a Dios” Ora que Dios te dé fruto, que Dios nos permita ver más gente salva.

La enfermedad de Lázaro también era para que el Hijo de Dios fuera glorificado, el Padre iba a ser glorificado y Jesús mismo iba a ser glorificado, y él iba a ser glorificado cuando el dijera “Lázaro ven fuera” iban a magnificar su nombre, iban a decir “Él es el Hijo de Dios”. Nicodemo dijo: “Nadie puede hacer las cosas que tú haces, si no está Dios con él.”

Dice 2 Tesalonicenses 1:11-12 “Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.” Cuando cumplimos todo propósito de Dios, dice la Biblia, entonces, el Señor Jesucristo es glorificado y es glorificado en nosotros y nosotros en él.

Parte del propósito de Dios es que vengamos a la iglesia, pero si mañana vivimos como un diablo, ya no estamos cumpliendo todo el propósito de Dios. Nos podemos ver muy bien y portarnos muy bien en la iglesia, cuando nos visita el pastor, en la calle, pero ¿estamos cumpliendo todo el propósito de Dios? Cuando cumplimos todo el propósito de Dios es entonces cuando Jesús está siendo glorificado y también cuando somos ofendidos, dice la Biblia en 1 Pedro 4:14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.Cuando alguien nos vitupera, cuando alguien se burla, Jesús es glorificado, tampoco vamos a buscar que la gente nos grite o vitupere el nombre de Cristo, pero cuando lo hace, Cristo es glorificado.

Esta enfermedad tenía algunas razones: Para que Dios fuera glorificado, para que Cristo fuera glorificado y para que Marta y María crecieran espiritualmente.

Jesús estaba más interesado en poder ayudar más a Marta y María en su crecimiento espiritual, en su fe hacia Dios, en que ellas estuvieran firmes.

El propósito final de Jesús era diferente al propósito que Marta y María querían. Quizás nuestros propósitos son algunos ¿qué propósito final tienes en tu vida? Quizás es bienestar y salud, una carrera, comprar algo importante y Dios dice que ese es tu propósito, pero él tiene otro. Dios tiene un plan para nuestras vidas. Dios tenía un plan para Lázaro, para Marta y María. Y Jesús estaba interesado en que ellas vieran el poder de Dios. De tal manera que Jesús mismo, dejó que Lázaro muriera y dice en Juan 11:35 que Jesús lloró. Yo no creo que se haya acercado y haya dicho “pobre Lázaro” y nada más. El Creador de todas las cosas, el Salvador que no lloró cuando lo crucificaron, lloró cuando Lázaro murió. Él no es un Dios sin misericordia, sin compasión. Cuando estamos pasando algo, yo creo que a Dios le duele, y él hace ciertas cosas para enseñarnos algo. 

Jesús no quería que Lázaro muriera, pero él tuvo que dejar que muriera para cumplir un propósito en la vida de Marta, María y Lázaro. Cuando pasamos por algo Dios no dice: “qué bueno que te dio el coronavirus.” ¡No! Dios se duele, él tiene compasión por nosotros. Dice la Biblia que al ver las multitudes tuvo compasión. Juan 3:16 dice que tenemos un Dios de amor; 2 Corintios 1 dice que tenemos un Dios de misericordia, él se duele por nosotros, él vino a este mundo y fue 100% Dios y 100% hombre y lo hizo por nosotros. Él tiene un plan en tu vida. ¿Estás pasando por algo difícil? Él tiene un propósito, y no mires a tu propósito, sino dile “no sé porqué estoy pasando esto. Pero quiero acomodarme a tu plan.” El propósito de Jesús era que Marta y María crecieran espiritualmente. 

La razón de esta enfermedad era también para que muchos creyeran en Jesús. Dice Juan 11:45 Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él. Jesús está interesado en la salvación de las personas, él dejó que Lázaro muriera para que él después pudiera decir “Lázaro ven fuera” y al decir estas palabras todos los que estaban ahí se maravillaron.

Dice la Biblia que cuando él llegó dijo que quitaran la piedra y Marta dijo “Señor, estás en un error. Porque está muerto, ya hiede. Los muertos cuando llevan varios días en el sepulcro, hieden y tengo que enseñarte esto porque no sabes.” Y cuántos de nosotros le decimos a Dios: Ay Señor, tú sabes que no se puede, no va suceder. Pero Jesús era muy paciente y le dijo: ¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios? Y cuando Dios nos dice que hagamos algo y nos rehusamos, él nos dice: ¿No te he dicho que si pones fe en mí, vas a ver la gloria de Dios? Quizás nos falta dar ese paso de fe. Quizás estás dónde estaba Marta, Marta estaba viendo las cosas de una manera humana, María veía las cosas de una manera celestial, poniendo los ojos en Cristo, porque cuando Jesús fue a su casa María se sentaba a escuchar a Jesús, pero Marta estaba afanada y turbada. 

Cuando nos la pasamos afanados y turbados y Dios nos hace ver lo imposible, vamos a responder carnalmente, pero cuando nos la pasamos con él, leyendo la Biblia, orando, viniendo a la iglesia y Dios nos dice algo, le decimos “voy a tomar ese paso de fe”, “Quieres que sea pastor, voy a tomar ese paso de fe”, “Quieres que gane almas, voy a tomar ese paso de fe” ,“Lo voy a hacer en tu nombre para que tu nombre sea glorificado.” 

2. La respuesta a la enfermedad

La respuesta a esa enfermedad es que simplemente Jesús es la respuesta, Jesús es quien resucitó a Lázaro. 

Cuando llegó Jesús Marta le dijo “Señor, si hubieses estado aquí, yo no estaría en tantos problemas y Juan 11:23-26 dice: “Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Jesús es la respuesta. Él es la resurrección Juan 5:21 dice Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. El Hijo da vida porque él es Dios. Juan 5:24 dice: De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. Cuando creímos en él, pasamos de muerte a vida. Dice Juan 6:39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. Una vez que estamos en él, él no nos quita la vida eterna, estamos guardados en su mano porque él es poderoso para guardarnos hasta que estemos con él. Dice el versículo 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Esa es la esperanza que tenemos: vida eterna, resurrección a través de él. Jesús es la respuesta.

Jesús fue la respuesta para Lázaro, es la respuesta para nosotros, es la respuesta para todo aquel que no tiene a Cristo, no es una iglesia, no es una religión, no son las buenas obras, no es un bautismo, no es seguir ciertas cosas o doctrinas, simplemente es Jesús. Jesús es la respuesta.

3. La resurrección del enfermo

Juan 11:43 dice: Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! ¿Por qué habrá sido a gran voz? Él no necesitaba levantar su voz, pero si solo uno o dos hubieran escuchado y Lázaro salía, todos los demás hubieran dicho “No fue porque Jesús lo dijo, fue de chiripa” y hay mucha gente que dice “No fue un milagro de Dios” y a todo le buscan una excusa.

¿Cómo habrá salido Lázaro? Yo creo que por unos cuantos segundos, olía todo feo, porque él ya hedía, pero cuando Dios resucitó todo eso se restauró, ya olía bonito, y empezó a caminar. Algunos comentaristas dicen que por el número de días que Lázaro tenía muerto, muy posiblemente no lo embalsamaron porque murió y lo enterraron inmediatamente y si lo hubieran embalsamado no estuviera aún en la tumba, pero dice el versículo 44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.

La resurrección de Lázaro fue un milagro y Jesús nos mostró su poder. Jesús tiene poder. Colosenses 1:15-16 “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” La resurrección de Lázaro nos recuerda una vez más el poder de Jesús, y si Jesús puede resucitar un muerto, él puede dar vida eterna porque Jesús es Dios.