La Parábola de los Convidados a las Bodas 

Mateo 22:1-14

22:1 Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo:

22:2 El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo;

22:3 y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.

22:4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas.

22:5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;

22:6 y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.

22:7 Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.

22:8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos.

22:9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis.

22:10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.

22:11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda.

22:12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.

22:13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.

22:14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.

Y en esta ocasión estamos viendo acerca de la parábola de los convidados a las bodas y comienza este pasaje diciendo 

Mateo 22:1 Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo:

Y qué interesante cómo el Señor Jesús atraía la atención de la gente con estas parábolas, con estos cuentos que representaban y que tenían por de trás una gran verdad, una verdad Bíblica y entonces la gente se detenía y quería escuchar la historia, la ilustración, el cuento, la parábola, que tenía que ver, porque al final ellos sabían que esto tenía algo que ver con ellos. 

Muchas veces hablando con ellos directamente como la parábola que vimos la semana pasada, el Señor Jesucristo entonces hablaba con el pueblo en parábolas. Y dice entonces en ésta parábola Mateo 22:2 El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo;

Y la primera cosa que quiero que veamos en esta ocasión es 

1.- La celebración.

La celebración de estas bodas, era una fiesta, era un tiempo de regocijo. 

Nosotros un día vamos a estar en esas bodas del Cordero, vamos a ser parte de esas bodas y hay una gran invitación y entonces dice la palabra de Dios, que el reino de los cielos es semejante a esto, a un rey y el Rey es nuestro Dios y dice que hizo fiesta de bodas a su hijo, y su hijo es nuestro Señor Jesucristo. 

De tal manera que en ésta fiesta, en esta celebración encontramos tres cosas en ella, la primera:

  1. El prometido

¿Quién es el prometido?

Dice la palabra de Dios que el prometido en este caso, nosotros si vamos allá a Efesios 5:23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 

Nosotros estamos comprometidos con Cristo; Cristo es el novio, la iglesia, nosotros somos la novia y un día va haber una gran celebración y estamos nosotros pendientes a ésta gran celebración. 

Cuando uno está comprometido, en este caso el prometido es el Señor Jesús, la prometida somos nosotros, la iglesia, cuando nosotros estamos comprometidos ya se han acabado toda clase de buscar alguna otra relación ¿por qué? porque ya estoy comprometido con aquel con el cual me voy a casar, por eso son las bodas del Cordero, de tal manera que también por eso la Biblia nos dice que tenemos a un Dios que es celoso, en cuanto a que Él no quiere que le demos nuestro corazón a alguien más, a un dios, a este mundo, al dinero, a las cosas, a lo que nos rodea; sino que, tenemos que nosotros darle nuestro corazón a Dios. De tal manera que vemos al prometido, el prometido es Jesús.
Vemos otra cosa acerca de ésta celebración, vemos….

2. La petición 

¿Cuál es esa petición? esa petición la vemos en el versículo 3, Mateo 22:3 y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.

La petición, el ruego, la invitación, el convite era que vinieran a las bodas, de tal manera que esos ciervos están invitando a la gente para que vengan a esas bodas a esas bodas, nosotros como cristianos debemos invitar a otros para que sean parte de éstas bodas. Pero Dios envió a profetas, Dios envió a sus siervos para que salieran y predicaran el evangelio y esa es la gran petición, el gran convite, esa es la gran comisión que estos hombres tenían. El ruego para que pudieran venir a estas bodas. La petición está hecha el convite está hecho, el ruego está hecho y ¿cual es el ruego? el ruego es que Dios dice “¡hey! os ruego por las misericordias de Dios que vengan a estas bodas” y un ruego, una petición y especialmente a una boda, no es algo aburrido, no es algo que nos haga a nosotros sentirnos que estamos haciendo un trabajo en vano en balde, sino estas bodas son de suma importancia, era el rey, el rey está casando a su hijo y el hijo se va a casar y como es un rey debemos de esperar que van a ser unas tremendas bodas. 

En ciertos lugares aquí en México, cuando se hacen ciertas bodas en ocasiones se invita a todo el pueblo, yo nunca he estado en una invitación así ¿alguien ha estado en una invitación así, en alguna boda en donde se invita a todo el pueblo? y llega todo el pueblo y nada más están esperando para que se case el nieto ¿verdad? porque matan toros, becerros, la vaca, los cerdos, hacen una gran fiesta; y en algunos pueblos no solamente dura unas cuantas horas, dura un día, dos días, tres días la celebración, y todo mundo anda bien contento (también todo mundo anda bien borracho, que es lo que les gusta a la gente). Pero las bodas del Cordero van a ser unas bodas por excelencia.

Gente, no se si alguna vez también te ha tocado de ir quizá a una celebración muy de caché y le dices a alguien más “no sí, yo fui a esa celebración” y dices “¿sí? y no me invitaste ¡que malo! ¡que mala!”. Bueno nosotros como cristiano estamos invitando a esta fiesta a estas bodas que van a ser por excelencia, lo mejor  y gente, que increible que no va a querer asistir a estas bodas, pero la petición y el ruego y la invitación y el convite han sido hechos. 

Entonces la primera cosa que hemos visto en ésta celebración, el prometido, la segunda la petición, la tercera…

3.La preparación

Veamos el versículo 4, Mateo 22:4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas.

Bueno en el versículo 3, dice Mateo 22: 3b  mas éstos no quisieron venir y luego vemos el versículo 4, Mateo 22:4 He aquí, he preparado. Me encanta como dice aquí que está preparando, a que esposo, no le gusta que cuando llega a la casa la esposa le diga “mi amor, la cena está preparada” ¿verdad? ¡nos encanta! aunque sea pollo rostizado, no importa, pero la cena está preparada, aunque sea un sandwich, no importa, aunque sea una tortilla con sal y un frijolito, no importa, la cena está preparada. 

Pero veamos que sigue diciendo Mateo 22:4c mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas.

 Dice ahí, todo está dispuesto, en otras palabras, todo está listo. No era que, vengan a la boda, van a matar el becerro y el toro y el cordero y entonces van a barrer y van a poner las mesas, porque eso es lo que hacemos aquí en la iglesia ¿verdad? ¡hermanos vamos a tener una gran celebración! pero ustedes van a ser parte de arreglar todo de poner todo de cocinar todo, de barrer al principio y al final y terminamos bien cansados. Aquí no, aquí cuando lleguemos todo va a estar preparado, los ángeles del cielo van andar corriendo de aquí para allá tratando de entrar a Chedraui con una máscara y tratar de comprar todo y listos para las bodas; pero nosotros, Dios dice “todo está preparado”, todo está listo. 

Eso es lo bonito de una pachanga, que nos invitan, ya está la piñata, ya está el pastel ya está la comida, ya están los refrescos y nada más lo que yo tengo que hacer es llegar ¿qué más se necesita para una celebración? ya está la invitación hecha, ya está el novio listo y preparado, ya está todo, el toro y todo servido solamente para que lleguemos y participemos de esta gran boda. Todo ya está preparado. y dijo ahí Mateo 22:4d venid a las bodas. De manera imperativa, hablando a la gente convidada ¡vengan a las bodas!

Número 1 vemos la celebración, número 2 vemos a

2.-Los convidados

Dice ahí en el versículo 3 que no quisieron venir, en el versículo 5 dice, 

Mateo 22:5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; 

Dice la palabra de Dios, no quisieron hacer caso hicieron caso omiso, taparon sus oídos y dijeron “tenemos otras cosas más importantes” cuando nos dicen eso, ¿sabes como nos sentimos? nos sentimos despreciados o ¿no?.
Yo recuerdo hace años cuando quizá yo tenía 8, 9 años que iba a cumplir años, 20 de septiembre anótelo por ahí, fecha muy hermosa, entonces mis papás, mi mamá invitó a mis amigos y yo creo que fue a los 12 años, porque apenas estaba conociendo, llegué a la secundaría a los 12 años y entonces entraba uno, antes entraba uno del 5 al 10 de septiembre, ahora creo que uno comienza en agosto; pero antes teníamos tres meses de vacaciones entrabamos como el 10 de septiembre y para el 20 de septiembre era mi cumpleaños y apenas había conocido pocos amigos y los invité a mi gran fiesta, y nadie vino, y uno se siente despreciado, yo creo que desde ahí tengo un complejo, en donde lloro cada noche, especialmente el 20 de septiembre. Pero cuando uno está invitando y dice “ya está todo, ya está la pizza, lo único que tienes que hacer es venir” y yo no se porque es de que, uno gasta para la pizza y el refresco invita a uno, se come la pizza y el refresco y se va pero uno se siente contento, no se será, pero este hombre dice la Biblia, que se fue a su labranza. 

Y la primera cosa que podemos ver de estos convidados, es salvación por…

  1. Las obras

Este hombre yendose a la labranza, llendose al trabajo, él dijo “ es más importante aquí la labranza y el trabajo” y mucha gente es invitada, muchas gente ha sido convidada para que vengan a esta gran fiesta, a esta gran celebración y ¿qué hace la gente? – no yo no puedo ir ahorita voy a trabajar, voy a la labranza. No era y no es malo el labrar la tierra, no hay nada de malo, pero el problema es querer labrar la tierra cuando ya todo está preparado, el querer hacer buenas obras cuando ya Cristo murió en la cruz por nosotros, el querer hacer algo por Dios cuando, Dios dice “hey, ya está todo hecho”

Tito 3:5-7
3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

3:6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
3:7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

Somos justificados por su gracia, no tenemos que hacer nada, no tenemos que labrar la tierra, no tenemos que trabajar, no tenemos que ir y sembrar y cosechar y traer y trabajar, para la salvación, estos hombres se fueron a la labranza y dijeron “nuestras buenas obras son más importantes” 

Otra cosa que vemos acerca de los convidados es 

2. El orgullo

Dice la Biblia que unos dijeron “vamos a la labranza” pero otro dijo “voy a mi negocio”, se fueron. Mateo 22:5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;

Nuevamente un negocios, no es pecado trabajar, no es pecado tener un negocio, pero este hombre dijo “¡ah! yo tengo mi negocio, yo no hago labranza de tierra, porque yo tengo mi tortillería, yo tengo ahí mi negocio” y mucha gente rechaza a Cristo y rechaza a Dios por orgullo. El orgullo está enviando a mucha gente al infierno, ¿por qué? porque dicen “yo no necesito de Dios, yo tengo mi escuela, yo no necesito de Dios yo creo en ser ateo, yo no necesito de Dios yo creo en la reencarnación… yo no necesito de Dios” y ponen en tantas excusas y pretextos que su orgullo está mandando a tanta gente al infierno. Este hombre dijo “yo no puedo ir ahorita porque tengo ciertos negocios” el rey era importante, el hijo del rey era importante, pero su negocio fue más importante, nosotros muchas veces, hacemos lo mismo con Dios aun ya siendo salvos, aun ya siendo salvos Dios dice “¡hey! quiero que me sirvas, quiero que leas la Biblia, quiero que ganes almas, quiero que testifiques, quiero que me obedezcas” y ¿qué le decimos a Él? -Ay Señor tengo una labranza, tengo cosas que hacer, ay Señor, tengo mi negocio, tengo cosas que hacer e ignoramos sin hacerle caso a El, como estos hombres también, tenemos nosotros que darnos cuenta de que tenemos un gran Dios al cual no podemos ignorarlo sino decirle “Señor aquí estoy, manda porque tu siervo oye”
Otra cosa que vemos no solamente vemos las obras, el orgullo, pero la tercer cosa que vemos es

  1. d) La gran ofensa 

Versículo 6, Mateo 22:6 y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. No estaban contentos solamente con irse a trabajar a la labranza, irse a trabajar a sus negocios sino dijeron “bueno ya estamos cansados de ustedes, nos están invite e invite y el rey y el rey y el rey y el hijo del rey y el hijo del rey y el hijo del rey, mejor los vamos a matar” y hay gente que en su deseo de seguir en su egoísmo, en su idolatría aun sin Dios, sin Cristo, porque dijo Pablo hay tantos que no conocen a Dios, para vergüenza vuestra lo digo, hay gente que no conoce a Cristo que no conoce a Dios pero esta misma gente su gran ofensa es rechazar a Cristo, su gran ofensa es rechazar la sangre de Cristo, su gran ofensa es aún ofrendar al Espíritu Santo de Dios, diciéndole a Él yo no creo en ti, yo no creo que tu me puedes salvar, yo no creo que solamente por creer en Cristo, su muerte, sepultura y resurrección, no debe de haber otra cosa, debe de haber algo más y ésta gente así estaba. 

Estos hombres como lo leímos antes, veamos Mateo 21:34, nos recuerda lo que leímos antes. Mateo 21:34 Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos.
21:35 Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon.
De tal manera que cuantos ofenden y aun se burlan del nombre de Cristo; y los convidados finalmente no quisieron venir. 

También nos habla del pueblo de Israel, Juan 1:11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. El mismo pueblo de Israel, la misma gente, ellos eran los convidados principales pero ¿qué hizo el pueblo de Israel?. El pueblo de Israel dijo “no, nosotros no tenemos tiempo ahorita, nosotros no creemos en esto” y mandaron y mataron al hijo de Dios.
Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; de tal manera que es a través de Cristo que nosotros podemos ser hechos hijos de Dios. El Señor Jesús vino a su pueblo a su gente a su nación, pero ellos dijeron “no” y hasta el día de hoy los judíos ellos dicen, “no déjame ir a mi labranza, dejame ir a mis negocios, no ahorita no tenemos tiempo” y están rechazando a Cristo, que interesante que donde nació Cristo, la misma gente lo rechaza. Si ustedes pudieran comprar un periódico allá en Israel “The Jerusalem Post” no tendría la fecha del 2020 tendría otra fecha, 5 mil 600 no se en qué fecha con exactitud están, pero esa es la fecha que tienen en su periódico, ¡viven en el futuro! y nosotros 2020 ¿por qué? porque es 2020 después de Cristo, nosotros que hemos creído en Cristo, pero a los suyos que vino, ellos le han rechazado, gracias a Dios que porque el árbol de los judíos,nosotros siendo un injerto en ese árbol pudimos tener parte de la salvación. Veamos Romanos 8:16  El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
8:17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

De tal manera que hemos sido nosotros también convidados, número uno vemos la celebración, número dos vemos a los convidados, número tres…

3.- El Castigo 

Regresando a Mateo 22, hubo un castigo aquí, vemos lo que dice aquí en el versículo 7.

 Mateo 22:7 Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.
22:8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; (En otras palabras, ni modo que cancelamos esto, vamos a continuar, ya está todo listo)  más los que fueron convidados no eran dignos.
Entonces encontramos el castigo, y hay un castigo para los injustos, veamos lo que dice Apocalipsis 21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. 

  1. Hay un castigo para los injustos

Para los incrédulos, por eso dice aquí para los cobardes e incrédulos, hay un castigo para aquel que no quiere creer en Cristo, hay un castigo para aquel que rechaza la salvación y rechaza el regalo, rechaza la vida eterna, rechaza lo que Cristo hizo en la cruz del Calvario, rechaza el ser invitado y el ser invitado para poder entrar a estas bodas yo solamente tengo que aceptar la invitación, dice la Biblia que después se invitaron a malos y a buenos y yo creo que vamos a ser más malos que buenos ¿verdad? porque somos simplemente viles pecadores salvos por gracia, eso es lo que nosotros somos, pero al final aquellos que rechazan esta invitación tendrán un castigo y ese castigo es para los injustos. Pero hablando de castigos también hay un castigo para el justo, no nos lo menciona acá, pero vamos a verlo de todas maneras. ¿Cuál es el castigo para el justo, para el que ya es hijo de Dios?
Proverbios 3:12 Porque Jehová al que ama castiga,
Como el padre al hijo a quien quiere.

Una vez que hemos sido salvos también Dios dice “mira hijo, no hagas esto” y si lo hago Dios dice “¡hey! te dije que no lo hicieras y hay un castigo de parte de Dios”. Dios castiga, ahora porque el hecho de que Dios castiga de ninguna manera deberíamos de pensar “¡aaaay Dios es un Dios malo!” porque nosotros recibimos el castigo dependiendo a nuestra ofensa; como nuestros hijos, nuestros hijos, ellos deciden cuánto castigo quieren, si se portan tres veces mal durante el día, reciben tres castigos, si se portan veinte veces mal durante el día, reciben veinte castigos, y si no se portan mal durante el día, no reciben ningún castigo.
Dios ciertamente, es un Dios que es justo, pero también es un Dios que es amor, es un Dios compasivo, es un Dios que aun se duele cuando castiga.
Veamos lo que dice Joel 2:13 Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.
Como papás cuando castigamos a nuestros hijos, no terminamos después de un castigo, una sesión de castigos diciendo “¡yeah! ¡que bueno!” ¡no! sino nos dolemos, nos dolemos con nuestros hijos y nos pesa y ocasiones llegamos hasta a llorar ¿por qué? porque queremos lo mejor de nuestros hijos. 

Pero regresando a Mateo 22, estos hombres que no eran dignos, ¿por qué no eran dignos? porque no reconocieron al hijo del rey, no reconocieron la importancia de este gran evento, no reconocieron la preparación de las bodas, la invitación del gran rey, es más se burlaron de él diciendo “¡ay! no queremos perder el tiempo” y hubo un castigo para esta gente indigna.

En el versículo 9 dice después.

Mateo 22:9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis.

Y en otros lugares dice “por los vallados, por los rincones vayan por todos lados inviten a los más que puedan y fuérzalos a entrar, en otras palabras “diles que tan importante es poder entrar a estas bodas” a veces como que vamos a ganar almas, tocamos a la puerta y abre alguien y le decimos “hola, venimos de la Iglesia Cristiana Bautista queremos darle un folletito, lo invitamos” y nos responden “no ahorita no tengo tiempo”. Y yo creo que como que nos desanimamos muy rápido en vez de que hacer un segundo intento, ahora no vamos a abrir y entrar, atarlos amarrarlos y predicarles, pero yo creo que sí debemos insistir un poco más, debemos hacer un segundo intento.
Si a mi novia Nicole, le hubiera dicho “¿te quiere casar conmigo?” y ella hubiera dicho “no”, yo hubiera dicho “voy a intentar otra vez” y hubiera intentado otra vez, hubiera intentado, hubiera intentado, hasta que me hubiera dicho que si, ahora yo ya sabía que me iba a decir que sí, es más creo que ella me pregunto que me casara con ella, no no es cierto. Pero si nosotros queremos algo vamos a insistir, vamos hacer un segundo, tercer intento para que alguien pueda escuchar, que alguien pueda venir, y decirle “como, que creo que no me escuchó bien”. Si voy a alguien y le digo:
-sabe qué señor, tengo una casa una mansión que está ahí en la vista que tiene 6 recámaras, 4 baños, 2 jacuzzis, 1 alberca, 3 BMW; ¿le gustaría la casa?” y él respondiera
-¡no, no la quiero!…
-espereme, es que creo que no me escuchó muy bien, esto es lo que le estoy ofreciendo, una casa y es gratis y es para usted, lo único que usted tiene que hacer es tomar las llaves, y le hombre responde
-¡no! voy a la labranza…
-¡señor, aquí está la casa!
-hay es que voy a mi negocio
-pero ¿por qué? mire callese o lo mato…
-ok está bien

Pero debemos yo creo, de insistir un poquito más, no le voy a dar a nadie las llaves ¿amén? pero hay que insistir un poquito más. 

Entonces ¿qué sucede? dice la Biblia que empiezan a invitar…

Mateo 22:10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; (ahí vamos nosotros ¿amén? más malos que buenos. Cuando la Biblia clasifica algo en grupos; aquí siendo el primer grupo los malos, nos está hablando que hay más malos que buenos; seguimos leyendo ) y las bodas fueron llenas de convidados. ¡Gloria a Dios que el cielo va a ser lleno de gente que simplemente va a ser invitada!
22:11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Normalmente en ciertas culturas cuando el rey, alguien importante, invitaba personas a su boda, les daba vestidos para que los convidados vistieran durante la boda, y entonces el rey, anda caminando por ahí y Mateo 22:12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Ahora no es que en el cielo va haber un infiltrado, porque ya se… algunos ya están pensando “ah a lo mejor, que tal si me porto mal y que tal si entro de cachirul, de panzaso y entro ahí apenitas” ¡no! y aquí vemos, número 4…

4.- El Colado

Y ¿quién es el colado?
El colado representa a aquel en la iglesia que no ha sido salvo, aquel en la iglesia que piensa que todo está bien, pero no se a puesto esa ropa blanca de Cristo, la justicia de Cristo, aquel que piensa que:
– Pues yo creo que ya soy salvo, yo creo que yo ya la hice, yo creo que yo ya estoy.
Y Dios dice:
– No, tu tienes que respetarme.
¿Por qué no hubo respeto aca? Porque ese hombre dijo, mis vestiduras son más importantes que las vestiduras que el rey me pudo haber dado a mi, y normalmente eran unas vestiduras blancas, y pensando y diciendo “¡ah! esas vestiduras blancas están medias cursis, están medias feas, yo con esto, lo que traigo, estoy bien”. Y cuantos hay en una iglesia que simplemente vienen y dicen “¡ah! yo creo que yo soy salvo porque mis papás me traen a la iglesia” “no, yo creo que yo soy salvo porque ya llevo 2, 3 años en la iglesia” “no yo creo que yo ya soy salvo porque llegué con mi Biblia y traigo Biblia nueva” “¡ay! yo creo que yo soy salvo porque me bautice, hice esto, hice aquello”… y estamos aun con nuestras vestiduras, bien sentaditos ahí tratando de participar en la fiesta y Dios dice:
– No… tienes que tu, que ponerte esta vestidura, la salvación de Cristo ¡tienes que ser salvo!
Y dice la palabra de Dios
Mateo 22:13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Tenemos nosotros que entrar con esas vestiduras, blancas que solamente Cristo puede limpiar, tenemos nosotros que entrar simplemente accediendo a la gran invitación de parte de Dios, y lo que tu y yo debemos de hacer es decirle “Señor, mira aquél tenía una gran parcela y no quiso entrar, un gran negocio y no quiso entrar; y yo que era indigno, ¿me has invitado?” y el Rey dice “¡sí! ¡Yo te he invitado porque yo soy el Rey y puedes ser malo y bueno, pero con que aceptes mi invitación, con que reconozcas que eres pecador, te arrepientas de tus pecados y confíes en mi Hijo Cristo, yo te puedo dar vida eterna y salvación”.
¡Gracias a Dios por la salvación que nosotros tenemos en Cristo! ¡Gracias a Dios porque Él me ha salvado! ¡Gracias a Dios porque Él me ha redimido!
Tenemos que ser agradecidos con el Señor.