La oración de Jabes

1 Crónicas 4:9-10

9 “Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor.

10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: !!Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.”

Dice la palabra de Dios que Jabes fue más ilustre. Ilustre quiere decir distinguido, notable, sobresaliente y Jabes fue así y ¿por qué fue Jabes ilustre? Fue ilustre porque se dio cuenta de que había un Dios en el cielo que contestaba la oración. Un día dijo: “Voy a orar y pedir a Dios” y Dios le dio bendición. Pidió que le ensanchara su territorio y Dios contestó su oración y le dio más territorio. Pidió que la mano de Dios estuviera con él y la mano y el poder y la bendición de Dios estuvieron con Jabes. Pidió que le librara del mal y Dios le contestó.

Pero la vida de Jabes no comenzó así, porque dice el versículo 9 “Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor.” De tal manera que Jabes era un hijo de dolor, y ¿qué hijo no trae dolor cuando nace? y Jabes fue un hijo de dolor. Jabes significa dolor, tristeza. Jabes al principio era un niño que le daba dolor de cabeza a su papá y mamá, era un niño desobediente, era un niño que cuando su mamá le decía que hiciera algo, él no lo hacía y le traía tristeza a su madre. Entonces un día Jabes comenzó a buscar al Señor y a seguir a Dios y se dio cuenta que hay un Dios en los cielos que contesta la oración.

Jabes oró y Dios contestó sus peticiones, y por eso dice la Biblia que Jabes era más ilustre que sus hermanos. Ya no era el niño de dolor, de angustia y de tristeza, ahora era el hombre ilustre, ya había cambiado.

Hace muchos años nació Jorge Müller. En su juventud era problemático. En una ocasión lo arrestó la policía y estuvo en la cárcel por veinticuatro días. Nació en una familia donde no eran cristianos. A los diez años lo metieron a una escuela disque cristiana pero no para que estudiara el ministerio o sirviera al Señor sino para que se compusiera, para que aprendiera algo. Pero Jorge Müller no arreglaba su juventud, era un joven como Jabes que daba dolor de cabeza a sus papás, era un joven que era problemático pero un día Dios tomó el corazón de Jorge Müller y comenzó a acercarse a Dios. Él fue con un grupo de hermanos que se reunían y oraban: “Señor, derrama tu bendición sobre nuestra congregación, sobre nosotros, queremos tu favor, queremos tu benevolencia” y eso impactó la vida de Jorge Müller. 

Jorge Müller leyó Salmos 81:10 que dice: Yo soy Jehová tu Dios, Que te hice subir de la tierra de Egipto;  Abre tu boca, y yo la llenaré. En otras palabras dice este versículo “Yo soy Jehová tu Dios que te salvé, que te saqué del mundo, soy el que ha arreglado tu vida.” ¿Qué hubiera sido de nuestra vida si Dios no nos hubiera salvado? estaríamos en ruinas, en miseria, en la cárcel, quizás hasta muertos pero gracias por la misericordia y gracia de nuestro Dios y Jorge Müller se dio cuenta que Dios lo quería bendecir y él dijo: No estoy abriendo mi boca lo suficiente, de ahora en adelante voy a orar más, voy a pedir más, voy a suplicar más, voy a rogar más al Señor de los cielos.” 

¿Sabes por qué no estás recibiendo bendición de parte de Dios? porque no le estás pidiendo. Pide la bendición de Dios, clama por su bendición. No hay nada de malo decirle a Dios que derrame de su bendición pero hay que abrir nuestra boca. El problema es que abres tu boca para criticar, para maldecir, para decir malas palabras, para gritar, para ofender, para chismear y Dios dice que no abramos nuestra boca para mal sino para bien. Abre tu boca para bendecir, para edificar, para recibir la bendición de Dios.

Cuando Jorge Müller leyó este versículo él comenzó a abrir más su boca. Dios quiere que abramos nuestra boca para recibir su bendición pero nos rehusamos, no oramos, y no pedimos. Jorge entendió que tenía que abrir su boca, que tenía que pedir al Dios de los cielos y Jorge Müller comenzó a orar y Dios comenzó a contestar y eso es lo que hizo Jabes él dijo: Señor, quiero tu bendición.

1. Abre tu boca

Pide la bendición del Señor. No te levantes sin orar, no te acuestes sin orar, no pases todo un día sin abrir tu boca. Dios quiere llenarla, Dios quiere bendecirte pero no recibes porque no pides. No recibimos porque no abrimos nuestro piquito. Como esas avecitas que su mamá les da la comida y esos pajaritos abren su boca y si no lo hicieran se morirían de hambre y tenemos a tantos hermanos que se están muriendo de hambre espiritualmente y no están viendo la bendición de Dios, no están viendo que hay un Dios en el cielo  que contesta la oración y que quiere dar de su bendición.

Jorge Müller comenzó a orar y a escribir en una libreta las peticiones de oración que él comenzó a rogar al Señor, puso la fecha y después la petición y después cuando Dios contestaba la oración ponía la fecha en que fue contestada. En esos tiempos ya estaba pastoreando y puso Dios en su corazón que él abriera un orfanato y comenzó en esa primera semana a pedirle a Dios: “Señor, no tenemos camas” y entonces llegó alguien y les ofreció camas. “Oh Señor no tenemos niños” y empezaron a orar y comenzaron a llegar los niños. “¡Oh Señor no tenemos gente que nos apoye!” y una familia le dijo a Jorge Müller que ellos querían dejar su trabajo y querían servir en el orfanato y no querían recibir nada de dinero porque sabían que había un Dios que recompensa y Jorge dijo: “¡Gracias Señor!” y así comenzó a orar y pedir y ¿sabes cuántas peticiones Dios le contestó el mismo día? Cinco mil peticiones. 

En ocasiones no tenían para comer en el orfanato pero nunca tuvieron que esperar más de treinta minutos, Jorge Müller nunca pidió prestado siempre dependió de Dios y Dios siempre proveyó. Cuando el orfanato llegó a tener hasta 2,400 niños Dios siguió proveyendo. Él no recibió dinero del gobierno, todo lo que recibió fue hablando directamente con Dios y Dios contestó. Cuando nosotros tenemos una conferencia y le tratamos de dar de comer a 200 o 300 personas nos gastamos como dos mil pesos y para dar de comer a 2,000 niños serían como veinte mil pesos en la mañana, veinte mil en la tarde, veinte mil en la noche, son sesenta mil pesos diarios y Jorge Müller todo eso lo recibió de Dios. Al final de su ministerio, cuando él murió hicieron cuentas y Dios les proveyó cerca de 20 millones de dólares, que son aproximadamente 450 millones de pesos. Tenemos que abrir nuestra boca y tenemos que orar y decirle al Señor que vamos a confiar en él.

¿Que tienes que hacer para recibir la bendición de Dios? Dice la Biblia en 1 Crónicas 4:10 “E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición” Primero tienes que comenzar a pedir. Dice en Mateo 7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.Segundo, pide con fe. No le digas al Señor: ¡Ay! pues voy a orar y ya llevo una hora y no me contestas ya no voy a orar”. Dice Santiago 1:6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. Cuando estés orando dile al Señor: “Quiero creer con el corazón, ayuda mi incredulidad, ayúdame a no dudar” y si viene el diablo y te quiere hacer dudar, dale una patada; y cree que Dios te va a contestar, porque tenemos un Dios que contesta la oración. Tercero, pide conforme a su voluntad 1 Juan 5:14 dice: Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. La voluntad de Dios está en la Biblia. Deja de ir con los que  leen las manos, con los que creen en los sueños, con los que buscan la voluntad de Dios en Internet, deja de buscar ahí, la voluntad de Dios está en su palabra.

Jorge Müller quería saber la voluntad de Dios es por eso que decidió leer la Biblia más y más. Él leía muchos comentarios de teólogos  y él leía más estos comentarios que la misma Biblia y un día dijo que iba a leer más la Biblia porque creía que podía obtener más de la Biblia y leyó unas cuantas horas y llegó a la conclusión que es mejor leer la Biblia que otros libros. Jorge leyó la Biblia casi doscientas veces. Cien veces la leyó de rodillas. En un año leía tres veces la Biblia. Lee más la Biblia y di que quieres aprender más, saber más de Dios y de su voluntad. 

En los últimos años de vida Jorge Müller comenzó a viajar y a predicar, a decirle a la gente que hay un Dios que contesta la oración y Dios lo usó de una manera formidable y maravillosa y en una ocasión iba en un barco y tenía que llegar a Québec, Canadá para predicar pero había mucha neblina, el mar y el viento no ayudaba y era imposible llegar. Jorge Müller le dijo al capitán: Usted ve la neblina pero yo veo un Dios que controla la neblina y entonces voy a orar” Se puso de rodillas y empezó a orar. El capitán dijo que escuchó la oración más sencilla como de un niño de nueve años de edad. No tienes que tener un doctorado en oración o un certificado de una iglesia para que ores, puedes orar en todo momento y lugar. Dice la Biblia que podemos orar en todo momento al Dios del cielo que nos escucha. Entonces Jorge Müller terminó de orar y se puso de pie y le dijo al capitán: Ya está resuelto. Abrieron la puerta y la neblina ya no estaba y llegaron a Québec a la hora que tenían que llegar. Jorge conocía la voluntad de Dios y nosotros tenemos que conocer su voluntad.

También pide constantemente dice la Biblia en Lucas 18:5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Esta mujer iba con el juez injusto y le pedía ayuda y por insistirle le hizo justicia y necesitamos cristianos que constantemente vayan a Dios todos los días al trono de su gracia y oren a Dios y le pidan a él. Cómprate un cuaderno y pon la fecha de hoy, la petición y la fecha de cuando Dios te conteste. Pide constantemente, no un mes si y otro no, pide todos los días. Si este juez injusto le hizo justicia a esta mujer ¿qué Dios no nos dará cuando vamos al trono de su gracia constantemente? Tenemos un Dios que dice que pidamos constantemente.

Pide en el nombre de Jesús. Dice Juan 16:24Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido. Pide en el nombre de Jesús. Dios contestó la oración de Jabes. Dijo Jabes: “¡Oh Señor si me dieras bendición!”

2. Aumenta tus bordes

William Carey dijo: “Espera grandes cosas de Dios e intenta grandes cosas para Dios.” Tenemos que intentar grandes cosas para Dios y que nuestra visión sea más grande y decirle a Dios que ensanche nuestro territorio para que más gente sea salva.  Jabes quería tener la bendición de Dios, quería ensanchar su territorio para que otros conocieran de Dios y fueran bendecidos a través de él, para que su familia conociera el poder de Dios. Tenemos que de la misma manera aumentar nuestros límites, hasta donde llegamos. Quizás nuestra extensión está a cinco metros y tenemos que llegar a más. Quizás Dios te está diciendo que comiences a dar a los misioneros. Hay hermanos que han aumentado su territorio y han dicho que no solamente a la gente que le dan folletos, que le hablan de Cristo sino que también dan su promesa de fe para que otros puedan ser salvos. ¡Qué bendición cuando otros son salvos! Y hay hombres que dijeron como Jabes: Señor yo quiero llegar más lejos. Y están en Nepal, en España, en Nicaragua, en Ecuador, en El Salvador, en China, en Corea del Sur y hay quienes van a Corea del Norte, y ellos son unos Jabes, ilustres, que saben que Dios contesta la oración.

Husdon Taylor antes de irse a China, el probaba a Dios y le decía que si Dios lo iba a usar en China lo podía usar en Londres y a veces no tenía para comer pero seguía orando y diciendo que Dios lo usaría en China y le podía proveer y en muchas ocasiones hasta el último minuto es cuando Dios contestaba. Vale la pena esperar hasta el último minuto porque estás orando más, estás derramando lágrimas, cuando ya no puedes más y es cuando Dios contesta la oración y tú te levantas y das la gloria a Dios. 

Necesitamos cristianos que digan: “Señor aumenta mi territorio para que más gente sea salva.” Tenemos que hacer más, tenemos que alcanzar a más. Cuando los israelitas  terminaron de conquistar, Dios les dijo que había mucha más tierra que poseer y hay muchas almas que ganar, hay muchas Biblias que repartir, hay muchos más misioneros que enviar y por eso como Jabes tenemos que decirle al Señor que nos ayude a aumentar nuestro territorio.

3. Acércate a Su brazo fuerte

Dice en 1 Crónicas 4:10 “¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, ” Necesitamos el poder de Dios en nuestra vida. Salmos 89:13 dice: Tuyo es el brazo potente; Fuerte es tu mano, exaltada tu diestra. Y Salmos 62:7 dice: En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. Pero cuando decimos: “¿Para que el poder de Dios? ¿para que la mano poderosa de Dios? Yo las puedo todas” Ahí está nuestro problema. Cuando Dios nos quiere ayudar y le decimos que podemos sin su ayuda y sin su poder y que se haga a un lado y entonces destruimos nuestra vida porque no podemos sin el poder de Dios. Todo lo que sale mal es cuando queremos hacerlo nosotros solos y cuando sale bien es porque dejamos que Dios hiciera las cosas. Necesitamos el poder de Dios en nuestras vidas.  

Dice Efesios 5:18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,Tenemos todos los días que decirle al Señor que nos llene de su Espíritu Santo y ¿para qué necesitamos del poder de Dios? Dice la Biblia No os embriaguéis con vino lo que hace el vino cuando lo tomas es que empieza a hacer un efecto y empieza a guiar cosas que tú no quieres hacer y entonces quieres ir por acá y el vino te lleva por alla, quieres pensar bien y el vino te lo impide, quieres manejar bien y el vino hace que choques, quieres hacer bien las cosas y el vino te está controlando y manejando por eso Dios dice que no dejes que el vino te controle sino el poder del Espíritu Santo .

Cuando comenzamos y le decimos que nos llene de su poder quizás queremos portarnos mal pero el Espíritu Santo nos lo impide; queremos decir una mala palabra pero el Espíritu Santo nos lo impide y controla, si queremos ver algo que no debemos de ver el Espíritu Santo nos controla, si queremos oír algo que no debemos de oír, el Espíritu Santo nos controla y el poder de Dios en nuestra vida puede hacer mucho más cuando le decimos: ¡Oh Señor! si tu mano estuviera conmigo. Jabes sabía lo importante que era la presencia y el poder de Dios en su vida.

4. Apártate del pecado

Podemos hacer más para Dios apartados del pecado. Dios quiere usar tu vida, quiere bendecirte, quiere ayudarte pero te tienes que alejar del pecado. Mateo 6:13 dice Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén Puedes orar al Señor y decirle que te ayude a no mentir más y Dios te va a ayudar; a no robar más y Dios te va a ayudar, a no ser mujeriego y Dios te va a ayudar; a dejar esa música mundana y Dios te va a ayudar; a vestir bien y Dios te va a ayudar; a responder bien y Dios te va a ayudar; a dejar el vicio, el alcohol, el cigarro, la pornografía y Dios te va a ayudar porque hay un Dios que contesta la oración. Jabes oró y le dijo: “Señor, líbrame del mal” y Dios se lo otorgó. 

En el cielo vamos a llegar un día y Dios nos va a mostrar un cuarto con un montón de cosas y vamos a decirle que son esas cosas y él va a decir que son las cosas que nos quiso dar pero que nunca le pedimos. Jabes pidió y Dios le dio a Jabes lo que pidió. David pidió algunas cosas, Pablo pidió algunas cosas, Daniel le pidió algunas cosas y Dios les contestó. 

Dios contesta la oración pero tenemos que abrir nuestra boca, tenemos que pedir. Necesitamos decidir y creer que hay un Dios en el cielo que contesta nuestra oración y hacer un pacto con Dios que vamos a orar y leer más la Biblia. 

Te reto a que compres una libreta y escribas la fecha, la petición y cuando Dios contesta la oración porque Dios no solamente escucha la oración de Jorge Müller. Se dice que Dios contestó a Jorge Müller cincuenta mil peticiones en toda su vida. Comienza a pedir, tenemos un Dios que contesta la oración.