La fe de Abraham

Génesis 22:1-4

1 “Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.

3 Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.

4 Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.”

Todo iba bien con Abraham. Dice la Biblia en unos versículos antes en Génesis 21:33 Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno. ¿Te has detenido alguna vez y le has dado gracias a Dios porque hasta ahí va todo bien? Tus hijos, tu esposa, tú, el carro, te va bien en el trabajo, te acaban de dar un ascenso y todo va bien.

Abraham fue llamado de Ur de los Caldeos y han pasado tantas cosas en la vida de Abraham. Por ahi de los noventa años ha tenido un problema a causa de que su fe no estaba tan completa en Dios y entonces tiene a Ismael pero a la edad de cien años, Abraham tiene al hijo de la promesa que es Isaac y aquí en esta historia muy posiblemente tiene ciento veinte años y su hijo veinte y dice Génesis 22:1 “Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.” Dios prueba a Abraham y le dice en el versículo 1 “Abraham” y ¿sabes? Dios conoce tu nombre. Dios conoce quién exactamente eres, cuántos cabellos tienes, él sabe donde vives, tu teléfono, él sabe tus problemas y tus necesidades y por lo que estás pasando y Dios habló con Abraham y quizás Abraham estaba pasando un día tranquilo y escuchó la voz de Dios y como en ocasiones anteriores cuando Dios hablaba con Abraham era para darle una buena noticia y él respondió “Heme aquí”. En otras palabras estaba diciendo “Mande usted”. Heme aqui es una respuesta de un siervo, Cuantas ocasiones Dios viene y dice tu nombre y tu quizas le dices Si Señor y él te dice que esa mañana vayas en la iglesia y le dices ¡Ay! eso no. Dios te llama por tu nombre y te dice que seas fiel y dices ¡Ay! eso no. Dios te llama por tu nombre y te dice que le hables de Cristo a tu vecino y dices ¡Ay! eso no.

Pero Abraham contestó Heme aquí y Dios le dice en el versículo 2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Probó Dios a Abraham. Dios nos prueba para ver si realmente somos obedientes a él. Dios nos prueba para ver si realmente le amamos, para hacernos mejores. Dios está probando a Abraham porque Dios está a punto de hacerlo padre de naciones, de bendecirlo y quiere ver si realmente Abraham está dispuesto por fe a obedecerlo

Job 23:10 dice, Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro. Dios conoce nuestro camino, y él cuando nos prueba y nos pasa por ese fuego al final vamos a salir como oro. Y la razón por la que nos prueba es para que después podamos estar mas confiados que antes. Dios nos prueba para ver si estamos confiando en Dios.

Esta era una de las pruebas más difíciles que alguien puede soportar, era una prueba de angustia porque aparte de que Dios está probando a Abraham le está diciendo, “Mira Abraham, yo te prometí que ibas a tener este hijo de la promesa pero, ahora quiero que me lo des de regreso y la manera en que lo vas a hacer esta. Vas a ir hasta el monte Moriah que está a setenta kilómetros de distancia.” 

Al siguiente día muy de mañana se levanta Abraham. No creo que se haya levantado gozoso, no creo que le haya dicho a Sara a donde iba. Corta leña y diciendo que era para glorificar a Dios. Quizás el primer día caminan unos treinta kilómetros desde Beerseba pero me pregunto ¿qué habrá estado pensando Abraham durante todo ese día? “Estos son los últimos días en que voy a estar con mi hijo. Y no se porqué Dios me está diciendo que lo entregue en sacrificio, pero que tal si Dios lo resucita. Dios tiene poder” y quizás el diablo vino y le dijo a Abraham, ¿a dónde vas? ¿Que vas a hacer? Abraham ¿estás diciendo que vas a matar a tu hijo? ¿qué tal si Dios no lo resucita? ese no es un Dios de amor, ese es un Dios que te ha mentido, que no te ama, que te ha desamparado, no lo hagas Abraham” y quizás ese fue ese su primer día.

El segundo día caminan otros veinticinco o treinta kilómetros y yo creo que nuevamente el diablo está probando a Abraham y le está diciendo que no lo haga, que es algo que nadie haría en su buena mente pero Abraham continua.

El monte Moriah de acuerdo a 2 Crónicas 3:1 es el mismo monte en donde Salomón construyó el templo, es el mismo lugar en donde hoy en día está el domo de la roca de los musulmanes. Ellos dicen que Abraham iba a sacrificar a Ismael y no a Isaac pero sabemos lo que dice la Palabra de Dios. Abraham en el tercer día ve el lugar que Dios quiere que llegue. Y Dios le dijo que cuando llegara le iba a mostrar el lugar exacto del sacrificio.

Muchas veces en nuestra vida cristiana Dios nos da paso a paso sus instrucciones y Dios nos dice, “Hasta que no llegues hasta este lugar no te voy a mostrar que es lo que sigue” y Abraham llegó a ese lugar y ahí Dios en el llano les dice a sus siervos que esperen abajo y mientras van subiendo Isaac le hace una pregunta ¿Donde esta el holocausto? y Abraham solo le dijo, Dios se proveerá. No se puso a llorar ni le dijo que él lo iba a matar sino Abraham estaba confiando en Dios y finalmente llegan a ese lugar y dice la Palabra de Dios que empieza a levantar y edificar el altar, pone la leña y dice Génesis 22:9 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y ¿sabes? Isaac representa al Señor Jesucristo que estuvo dispuesto a morir por nuestros pecados en la cruz. Isaac no corrió sino fue atado y quizás Abraham le dijo, “Hijo vas a estar dormido por unos cuantos minutos, pero confío en el Dios eterno que te va a resucitar.” Lo que si sabemos es que Abraham estaba dispuesto a dar a su hijo a Dios.

1. La prueba de su fe

Dios prueba su fe pero también su fe fue probada durante esos tres días y en ocasiones estando aquí al principio de nuestra jornada Dios dice, Joven, señorita quiero que te mantengas puro para el matrimonio y tu dices si lo voy a hacer y pasan tres días y el diablo viene y te dice “Dios no te ama, no quiere que tengas libertad, él simplemente quiere hacer de tu vida una vida triste y que no vivas una vida loca como todos los demás jóvenes” y después de tres días ¿que vas a hacer con tu fe joven, señorita? Hermana Dios dice obedece a tu marido y dices que si y ni pasan tres días y ya no lo dejas de obedecer. Dios dice que compartamos de Cristo y decimos que si, pero pasan tres días y nos empezamos a desanimar, empezamos a ver lo que este mundo dice, vemos el monte y decimos que no podemos llegar, que mejor nos quedamos acá, que Dios se ha pasado de la raya, que vamos a renunciar al cristianismo pero Abraham no lo hizo.

2. La práctica de su fe

Abraham llevó a la acción su fe. Dice Génesis 22:10-11 “Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.  Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Una fe muerta es una fe que no sirve para nada. Si tu dices que amas a Dios pero no le obedeces eso no sirve para nada. Juan 14:15 dice, Si me amáis, guardad mis mandamientos. Dios busca una fe que se lleve a la practica. 

De tal manera que Dios le da una orden a Abraham al decirle que ofrezca a su hijo Isaac y durante estos tres días el pudo renunciar, el diablo lo pudo hacer dudar. ¿Qué es aquello a lo que Dios te ha llamado y ahora estás dudando? ¿Quizás te llamó para servirle de tiempo completo? Y tu le dijiste si Señor y ha pasado tres días, o tres años y ahora estás dudando de si o no y estás diciendo que está muy difícil, que ya no lo puedes cumplir, que lo harás después. Es necesario que lo lleves a la práctica, que lo cumplas, que le digas: Señor yo un día te prometí que iba a hacer esto y lo voy a cumplir. Te voy a obedecer. Se lleva fe para obedecer.

Dios dice, “Traed todos los diezmos al alfolí y te voy a bendecir” y tú dices, si Señor pero pasan tres días y ya te desanimaste y te quedas al primero o al segundo día por eso dice, Dios probó a Abraham. Abraham puso su fe en acción. Y le dijo “Isaac, te amo mucho pero voy a hacer algo que Dios me ha pedido hacer y más que mi amor por ti, yo amo más al Señor. ¿Crees eso? y si él me hubiera pedido a mi esposa con gusto pero Dios me pidió que yo te ofreciera a ti.” Abraham estaba dispuesto a obedecer a Dios porque lo amaba. 

El quiere lo mejor para nosotros, él no quiere que cuando estás pasando una prueba difícil, él no quiere hacerte miserable, no quiere quebrantarte de una manera tal que digas ya no quiero nada con Dios, pero si te desanimas a la mitad eso es lo que vas a acarrear en tu vida, porque no has llegado a la final, no has llegado a la práctica de la fe. El diablo te saca antes de que tu practiques tu fe y nunca vas a poder ver lo que Dios puede hacer en tu vida, el cómo Dios te pudo usar como pastor, como misionero si simplemente tú hubieras seguido tres días mas, subir a ese monte Moriah, ofrecer en sacrificio lo que Dios te pidió.

3. El producto de su fe

Génesis 22:13 dice, Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Cuando Abraham llevó su fe a la práctica y no se detuvo ahora el producto de su fe era una bendición presente y Dios tiene bendiciones presentes cuando tú obedeces a Dios por fe, y ahí estaba ese carnero y entonces Abraham desata a su hijo y le dice “¿No te dije? Dios se proveerá” y toman a ese carnero y lo ofrecen en holocausto y dicen los versículos 15 al 18 “Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.” De Abraham desciende la nación judía y esa nación la conocemos hasta nuestros días. 

Dios bendijo a Abraham de una manera increíble. No solamente en el presente sino en lo porvenir y cuando nosotros obedecemos a Dios y ponemos nuestra fe en práctica aunque tengamos quizás dudamos en el camino, aunque venga el diablo y nos haga tropezar y hacernos caer, aunque nosotros mismos digamos cómo es posible esto. Lo que estamos pasando es por un bien porque Dios nos quiere bendecir cuando ponemos nuestra fe en práctica el resultado de esa fe será una gran bendición.

¿Cuántas veces podemos ver la bendición de Dios por poner nuestra fe en él? Dios nos bendice inmediatamente y en lo porvenir. Joven, Señorita cuando haces una promesa a Dios y le dices que te vas a mantener puro y guardas esa fe y la pones en práctica vas a tener una bendición en el presente y en lo porvenir. 

El problema es que a veces no estamos dispuestos a sacrificar y le decimos que nos de más que nos dé tantas bendiciones y después le servimos pero es al revés. Primero es decir Señor estoy dispuesto a servirte a sacrificar y después la bendición. 

¿Cómo está tu fe? ¿está probando Dios tu fe en este momento? ¿vas a claudicar o vas a decirle que vas a seguir por fe? Necesitamos cristianos que tomen pasos por fe.