Echando Las Sogas A Este Mundo.

Pastor Arturo Muñoz.

Jeremías 38:6 Entonces tomaron ellos a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malquías hijo de Hamelec, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la cisterna no había agua, sino cieno, y se hundió Jeremías en el cieno.
38:7 Y oyendo Ebed-melec, hombre etíope, eunuco de la casa real, que habían puesto a Jeremías en la cisterna, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín,
38:8 Ebed-melec salió de la casa del rey y habló al rey, diciendo:
38:9 Mi señor el rey, mal hicieron estos varones en todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, al cual hicieron echar en la cisterna; porque allí morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad.

Jeremías está predicando la Palabra del Señor y unos varones lo echaron a una cisterna. Los príncipes y el Rey no están muy contentos con él,  le están diciendo al rey: “Muera ahora este hombre porque hace desmayar las manos de los hombres de guerra”. Finalmente agarran a Jeremías y lo meten a este pozo.

Ebed-melec es un siervo del rey que ve que no es justo lo que han hecho con Jeremías, lo han metido a este pozo y ve que está mal lo que hicieron, y está dando una plegaria, y así nosotros también podríamos tener una plegaria con Dios, una plática con el rey de reyes y el Señor de Señores, y orar por aquellas personas que han caído en este pozo.

Los príncipes se asemejan al Príncipe de éste mundo, a Satanás. El pozo se asemeja al Vacío que la gente tiene, una profunda tristeza y una profunda soledad por no tener a Cristo. El Pan es el Pan de vida, Jesucristo.

Y hoy estamos viviendo en días donde no hay Pan, y así en el relato, Jeremías estaba en la cisterna y tampoco había pan y en ese pozo el Profeta se va a morir.

Así, nuestra plegaria pudiera ser: “Señor, no hay pan en esta ciudad, y este conocido mío está dentro de este pozo, necesito hacer algo para rescatarlo para que viva.”

No hay más pan en la ciudad. Tristemente el evangelio se está acabando y necesitamos más pan.

Amos 8:11 He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. 8:12 E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán. 

En estos días habrá hambre de oír la palabra de Jehová. Estaba escuchando con mi esposa que éste año los Mormones van a enviar más de 80 mil misioneros alrededor del mundo. Nosotros conocemos jóvenes que han sido enviados como misioneros enviados al mundo por sus papás, y ellos se encargan de pagar por 2 años los gastos de sus hijos que están saliendo a otros países. Yo estaba pensando, ¡qué tremendo sería si ellos conocieran la verdad!, si ellos supieran que están siguiendo a una secta empezada por un hombre, si conocieran lo profundo y lo triste de sus enseñanzas, no estarían haciendo eso.

Pero el problema es que la gente tiene un hambre de conocer a Dios y conocer la verdad, y cuando estas personas están hambrientas, y llega uno con una comida que no sirve y le dan una paletita para satisfacer esa necesidad inmediata, la persona lo va a tomar y se lo va a comer.

Nosotros los cristianos debemos hacer algo. Debemos abrir los ojos y darnos cuenta que en este mundo hay hambre, no podemos decir: “ya se hizo todo lo posible, ya voy a tocar puertas.”

Yo recuerdo allá en Oklahoma íbamos a tocar puertas y la gente ¡ya era salva! Y uno se desanimaba porque ya eran salvos todos. Y cuando nos preguntaban: ¿Cuántos ganaron?, ¡No pues ninguno, hablé con 10 y todos ya eran salvos asistiendo a una iglesia bautista! Hay 500 iglesias bautistas solamente en la ciudad de Oklahoma. Algunos estaban engañados porque pensaban que al ser Bautistas ya tenían salvación.

Pero nosotros que estamos acá, nos desanimamos por el otro lado, porque le hablamos a la gente y nos rechazó y no quiso aceptar.

Pero hay hambre del evangelio, y hay otros 80 mil que estarán yendo en este año tratando de convencer a la gente de sus ideas y pensamientos, y que sólo a través de esas ideas van a poder tener esa vida eterna.

Me gustaría hacer una “secta” y ver cuántos locos aquí en Puebla seguirían una secta “media loca” y después decirles: “Jajaja todo esto era una mentira, acepten a Cristo” pero me apedrearían y me dirían: “No lo que dijiste es verdad y ahora salte de aquí” y me cambiarían.

Hace años, el Sr. Jones que empezó esta secta y se los lleva de Estados Unidos, compran y finalmente tenían 800 o 900 personas siguiendo su secta y al final terminan todos suicidándose y matándose por ese pensamiento. Todo por un hombre que pensó que la única manera de convencerlos a sus ideas es creando mi propia religión y mi propia secta.

Gente está lista, pero no hay que ser engañados, hay que ver las cosas a la Luz la Palabra de Dios, hay un hambre en esta tierra, y yo tengo el Pan de vida. Que nadie me quite la idea y la certeza que La Santa Biblia es el Pan de Vida, lo que Dios dice en su Palabra es Real y verdadero. Por eso la debo de estudiar, y me debo de aferrar a ella, y si en algún momento no entiendo lo que estoy leyendo, hay que orar al Espíritu Santo de Dios y pedirle que nos ayude a entender lo que su Palabra me está diciendo.

¿Cuántos de ustedes al principio de ser salvos entendieron completamente lo que decía la Biblia? No fue tan fácil, pero ahora que ya entendemos, y vemos como Dios ha puesto todo en su Palabra, vemos que es perfecta, y vemos cómo Dios ha puesto lo que necesitamos.

A veces pienso: “Señor, porqué no pusiste unos 200 capítulos en Génesis”, tremendo libro que nos habla de Abraham, Moisés, José. Pero Dios puso lo que necesitábamos en su Palabra, y porque Él sabía cuánto necesitábamos debemos leerla y estudiarla.

Recordar, más de 80 mil misioneros van a salir y llevar un pan Mohoso, un pan que no es el Pan de Vida.

Qué bendición sería que cada joven de nuestra iglesia pudiera pasar un año o dos en un instituto bíblico. Que la oración de cada papá fuera que sus hijos quieran ir a prepararse y estudiar. Ciertamente Dios no va a llamar a todos para Pastores o Misioneros, pero si la iglesia de los mormones está mandando tantos con ese pan que no sirve, ¿Qué estamos haciendo nosotros el día sábado? ¿Qué estamos haciendo por esas personas que están en el pozo? ¡Necesitan ser rescatados!

1. GENTE SE ESTÁ UNDIENDO MÁS Y MÁS

Jeremías 38:6 Entonces tomaron ellos a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malquías hijo de Hamelec, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la cisterna no había agua, sino cieno, y se hundió Jeremías en el cieno. 

La cisterna no es un lugar donde hay un sillón, palomitas y coca-cola. Una cisterna es un lugar oscuro, de miedo, de terror.

Jeremías estaba hundiéndose cada vez más. La gente se está hundiendo. Habrá un momento cuando será muy tarde para poder rescatar a esa gente. Tal vez yo conozco a alguien que está en ese pozo, está en oscuridad, tiene problemas, vive en soledad y tristeza.

En la cisterna no hay paisajes, ni ríos. Es un lugar de terror donde uno no sabe si va a salir de ahí.

Hace como 2 semanas, en las noticias salió que un niño se cayó en un pozo y tardaron 5 hrs en sacarlo. Otro que estuvo 5 hrs enterrado bajo la arena. Milagrosamente sobrevivió. Me imagino que la gente que ha caído en un pozo de 10 metros, no cayó lentamente, cayó de golpe. Pienso que su sentir al verse lleno de lodo y sólo ver una lucecita ha de ser: “Que alguien venga a sacarme”, no hay comida, no hay agua, está simplemente esperando su fin. Así este mundo está esperando su fin.

Salmo 40:1 Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
40:2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
40:3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.

Así mucha gente está esperando. Está en el pozo cenagoso, hundiéndose y pide a Dios: “Necesito que mandes a alguien que me ayude y me saque” Hermanos, están esperando que alguno de nosotros vaya, aviente una soga y saque a esa persona.

Nosotros por la gracia y la misericordia de Dios Él oyó nuestro clamor. Cuantos pudieran decir: “Yo estuve orando, Dios manda a alguien que me hable de la Palabra de Dios” y en ese momento llegaron me hablaron y fui salvo!.

Hace muchos años en Iguala Guerrero toqué una puerta y me dijo la persona: “Esta mañana estaba orando a Dios pidiéndole que me enviara a una persona que me hablara de la Biblia y que me explicara de la salvación” y que bendición que pude compartirle.

Una vez unas personas se quedaron en la carretera, un hermano llevó su grúa y trajo su carro, y yo platiqué con el muchacho y aceptó al Señor, y me dijo: “Tengo que hablarle a un amigo, porque él me dijo que iba a orar por mí para que yo sea salvo y que el día que yo aceptara a Cristo le llamara”. Éste muchacho le llamó a su amigo con gozo y regocijo, y le dijo: “hoy fui salvo”.

No hay algo más maravilloso que aceptar a Cristo como nuestro salvador.

Salmo 40:2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

Cuando estamos en ese pozo hay desesperación. Hoy, hermanos, ya no estamos en ese pozo de no ser salvos, en la cisterna de no tener a Cristo en nuestro corazón. Tal vez hay problemas y circunstancias difíciles, pero ya no estamos en ese pozo de la desesperación, ahogándonos con cieno y lodo hasta nuestro cuello.

Estamos fuera de este pozo de la desesperación, pero hay gente que aún está en este pozo de desesperación. A lo mejor es un vecino que no nos lo va a gritar, o un familiar, que no te va a decir: “Primo, estoy en un pozo de la desesperación” pero habrá ocasiones en que te pedirán oración por ellos, porque han visto un cambio en tu vida, pero lo que realmente están diciendo es “Yo no soy salvo, necesito a Cristo”

Cuando alguien venga y te pidan que ores por ellos, aprovecha hermano la situación, porque hay angustia en la vida de esa persona, hay desesperación y están admitiendo que necesitan la ayuda de Dios para que los saque de ese pozo.

Gloria al Señor que ya no estoy en ese pozo, que ya no me estoy hundiendo, ahora Dios ha puesto mis pies sobre la peña, y la roca es Cristo. Cristo es la roca y si nosotros tenemos nuestros pies sobre la roca, van a poder venir vientos, ríos y no me van a tirar.

Salmo 40:3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.

¡Ay Pastor, es que a mí me gusta cantar de Michael Jackson, o Celia Cruz! pero la Biblia dice: “Ha puesto en mi boca un cántico nuevo”. Antes mi cantar era diferente, mi clamor dentro del pozo era cantar a la “Puerta Negra”, pero ahora mi canto es que “Tengo victoria en Cristo” y que Dios me ha salvado y comprado con la sangre de Cristo. ¡Debemos tener un canto nuevo! Ya no estoy en ese pozo, ya Dios me sacó de esa desesperación. Ahora estoy sobre la peña y me ha dado un canto nuevo “Alabanza a nuestro Dios”

Cuando mi canto es un canto de honra y gloria al Señor, muchos van a confiar en El Señor, ayudarás a muchos. Pero si Dios ya me sacó de ese pozo, y sigo cantando las rancheras, las mexicanas, y sigo cantando lo que cantaba antes, la gente dirá: “el sigue igual” y no van a ver esto muchos, no van a temer muchos y no van a confiar en Dios muchos. ¡Debe haber en mi vida un cambio! Una vida diferente, una actitud diferente, un nuevo cántico, un nuevo andar, con un nuevo paso, una nueva guía y con un Salvador que me lleva de su mano. Debemos darle gracias a Dios cada uno de nosotros.

2. PEDIR Y SUPLICAR A DIOS POR ESA GENTE QUE TIENE NECESIDAD.

Jeremías 38:9 Mi señor el rey, mal hicieron estos varones en todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, al cual hicieron echar en la cisterna; porque allí morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad.

Que nuestro sentir sea siempre el rogar a Dios por la necesidad de que la gente salga del pozo.

Romanos 10:1 Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.

El anhelo de Pablo es para Salvación en su corazón, y no era un anhelo de ese momento, no era porque se celebrara la “independencia de Israel y como no son salvos yo te pido por Israel”, era un anhelo constante, de todos los días, era un anhelo de que él estaba dispuesto a dar su vida, gastarse a sí mismo por amor de ellos.

El decía: “Señor mi oración  es de todos los días por la salvación de Israel”

2 Corintios 12:15 Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos. 

Pablo dijo: ” estoy dispuesto a gastar lo mío (mi dinero) para que la gente sea salva, y no me importa si me pagan o no me dan las gracias, estoy dispuesto a darme, ofrecerme a mí mismo por amor de ustedes.”

Romanos 9:3  Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; 

Pablo no dijo: “Estoy dispuesto a perder mi salvación para que mi pueblo sea salvo”. Pablo pudo haber dicho: “Como la salvación se pierde, estoy dispuesto que cuando pierda la salvación Dios de salvación a la gente que yo amo, para que ellos sean salvos”, pero NO dijo eso. Pablo estaba diciendo: “Deseara ser anatema, separado de Cristo, es decir, nunca haber conocido a Cristo”.

Hermanos, en el momento en que hemos conocido a Cristo, somos hijos del Dios viviente. Y Pablo dijo, prefiero ser separado de Cristo por amor a mis parientes. Hermanos, yo no creo que yo pudiera decir eso, decir que preferiría no haber conocido la roca que es Cristo para que otros pudieran ser Salvos.

Pero Pablo si lo dijo, y la realidad es que gente se está hundiendo, se está yendo al infierno, y nosotros como siervos del Dios altísimo, debemos orar por nuestra gente, pueblo, colonia, personas que amamos. Debemos tener un lugar específico para orar por otros, por hermanos, conocidos de mis conocidos, orar para comenzar una obra, orar para que los sábados podamos echar unos cuantos lazos y que la gente pueda salir de ese lugar sin Cristo. La gente tiene hambre y nosotros podemos clamar al Dios del cielo, tener una lista y orar por las personas sin Dios. Decirle al mundo que solamente en Cristo hay salvación.

3. DIOS NOS MANDA A IR POR LOS PERDIDOS Y NO IREMOS SOLOS.

Jeremías 38:10  Entonces mandó el rey al mismo etíope Ebed-melec, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y haz sacar al profeta Jeremías de la cisterna, antes que muera. 

Este siervo le pide al rey que era necesario sacar al profeta Jeremías de la cisterna, y el rey mandó a éste mismo siervo a sacar al profeta con la ayuda de 30 personas más.

Cuando nosotros clamamos a Dios y le pedimos que rescate a mi pueblo, a mi esposo o esposa sin Cristo, Dios te dirá: “Es tiempo que le hables a tu esposa (o), yo te voy a ayudar, no lo vas a hacer por ti solo, te voy a dar no sólo uno, si no 30 soldados que le hablen de Cristo”.

Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de Poder, de Amor, y de Dominio propio, para que yo pueda compartir el evangelio. Cuando yo reparto folletos a otras personas, yo no voy solo, El Espíritu Santo de Dios va conmigo, me acompaña, ayuda, dirige, y cundo yo no sé qué decir Él pone en mis labios lo que necesito decir.

De esta manera podemos nosotros clamar a Dios y pedir por una persona, entonces Dios nos enviará a nosotros, porque El Rey no puede ir, y nuestro Rey nos ha dado los medios para que nosotros podamos llevar el evangelio.

Como en Lucas nos habla de un hombre rico, que al morir se fue al infierno, y le dice a Abraham que por favor enviara a alguien para que le testificara a sus 5 hermanos, y Abraham le contesta: “Si aún de las mismas piedras predicaren el evangelio ellos no van a querer escuchar, profetas tienen.”

Hermanos, nosotros somos esos profetas, esos predicadores, esos ganadores de almas que Dios puede usar, y nos dice que no iremos solos, Él va a mandar a 30 personas más que nos ayuden.

Somos nosotros que podemos sacar con poder a las personas de ese lodo cenagoso, de esa cisterna. Ni siquiera nosotros tenemos que esforzarnos. Como en el evangelio nos habla de 4 hombres que llevan a su amigo y entre ellos abren el techo de la casa y lo meten. Si el hombre tal vez pesó 60 kg, le tocó cargar a cada uno 15 kg aproximadamente. Pero en este caso, Jeremías fue sacado por treinta personas, por lo que el trabajo resulta ser más sencillo para sacar a una persona de una cisterna.

Sacaron a Jeremías con la ayuda y mandato del Rey, con la ayuda de otros 30 hombres y el siervo obediente .

Hay que orar al Señor e interceder por otros. Un clamor directo a Dios, a nuestro Rey. Hay una línea de comunicación directa, no tenemos que comunicarnos con un “Secretario”, tenemos una línea de comunicación abierta a Dios y podemos orar por mis conocidos.

Tenemos una orden que cumplir. Dios me manda a ir.

Mateo 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 
28:20
 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

1Corintios 9:16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!
9:17 Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada. 

Hermanos, Dios me ha comisionado a mí, Dios me ha dicho: “Tu eres mi Embajador, eres mi siervo, el que va a llevar el evangelio. Dios me ha comisionado, me ha indicado, me ha puesto a mí para hablarle a la gente del evangelio. Me ha dicho: “Tu eres  la luz de éste mundo, eres la sal de esta tierra, tu ve y háblales, no hay otro más. En hebreos nos dice que no son las piedras, no son los ángeles, somos NOSOTROS. Dios nos manda a hablarles a esta gente de Cristo.

¿A cuántos les hablaste la semana pasada?, ¿A cuántos les voy a hablar en lo que resta del año? Al llegar al Cielo ¿Qué me va a decir el Señor?, me va a decir: ¡Bien hecho, buen siervo y fiel! o me va a decir: “Tuviste tantos años de tu vida para sacar a todas estas personas del pozo. Ésta persona te clamó, fue a tu casa y te pidió cómo debía ser salvo, y tu dijiste:  Ay, otro día le digo.”

Debemos compartir el evangelio, no estamos solos, tenemos a 30 personas más, tenemos al Espíritu Santo, a Jesucristo, al Padre celestial que están de nuestro lado y nos ayudan. Hay un tremendo ejército que nos ayuda a sacar a esas personas del lodo.