Dios aún está vivo

Hechos 14:8-15

8 “Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado.

9 Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado,

10 dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo.

11 Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros.

12 Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra.

13 Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios.

14 Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces

15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay.”

Cuando Pablo y Bernabé llegaron a Listra, empezaron a predicar el evangelio y sanaron a un hombre que era cojo de nacimiento. Pablo fijó en él sus ojos y le dijo a grande voz, (porque Pablo no se avergonzaba en quien había creído): “Levántate derecho sobre tus pies.” Y él saltó y anduvo y la gente vio lo que había sucedido y comenzaron a esparcir la voz y dijeron: “Que tal que estos hombres son aquellos meteoritos” porque hay algunos que dicen que durante ese tiempo cayeron unos meteoritos a los cuales llamaron Mercurio y Júpiter y aún hicieron un templo afuera de la ciudad y el sacerdote del templo de Júpiter trajo toros, flores y guirnaldas y toda la gente se empezó a reunir y toda la gente comenzó a clamar y en el versículo 12 dice “Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra.” Y empezaron a alabarlos y a arrodillarse y a traer honor y gloria. Pablo y Bernabé tuvieron que detenerlos y decirles: “Nosotros también somos hombres como ustedes.” ¿Sabes? Ninguna persona debe ser llamada Dios y tampoco debe ser exaltada  porque solo Dios merece el honor y la gloria. En Apocalipsis cuando se arrodillaban delante de los ángeles, los mismos ángeles decían: No a  nosotros no, sino a Dios porque él merece la honra y la gloria.

Pablo comienza predicar y a decir: “ os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay.” Ellos le decían: Conviértanse al Dios vivo, crean en el Dios vivo, pongan su fe en el Dios vivo, arrepientanse de sus pecados. Porque tenemos un Dios vivo. No es un Dios que enterraron y se quedó en la tumba sino que tenemos a un Dios vivo.

Cuando todo iba bien Pablo predicaba: Tenemos un Dios vivo. Y ellos predicaban y dice la Bibla en el versículo 19 Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. Antes lo querían y le traían guirnaldas y toros y decían que era un dios y versículos después, lo estaban apedreando. Pero Pablo sabía que cuando todo estaba bien, tenía un Dios vivo; pero cuando lo dejaron medio muerto, sabía también que tenía un Dios vivo.

En ocasiones van a venir tiempos en tu vida en donde todo va a ir bien, todo va a ser color de rosa, en donde vas a tener dinero, tu familia, un negocio, y sí, hay un Dios vivo, pero en ocasiones van haber situaciones en donde habrá problemas, donde no habrá dinero, ni familia. Quizás vas a decir: “Dios está muerto, Dios no está conmigo, porque no veo la mano de Dios.” Pero aún en esas situaciones debemos recordar que hay un Dios vivo. 

Me gustaría decirte que nunca vas a tener esos problemas en tu vida, que nunca va haber oposición, que nunca van a pasar cosas contrarias a tu vida, pero aún cuando pases por esos problemas, Dios no ha muerto. Cuando se acabe el dinero, cuando estés enfermo, cuando quizás choques tu carro, cuando te de el coronavirus, cuando pierdas tu familia, cuando suceda algún problema, Dios no está muerto, Dios está vivo.

Dios estaba vivo cuando Abraham fue llamado de Padan-Aram a la tierra prometida y cuando Dios se apareció a Abraham, Abraham sabía que tenía un Dios vivo, pero cuando Abraham no podía tener hijos, y Dios le había prometido, él tenía que recordar que Dios aún estaba vivo. Cuando finalmente vio nacer a su hijo Isaac, y todo iba bien sabía que tenía un Dios vivo, pero cuando después Dios le dijo que sacrificara a su hijo y vino una prueba muy grande para la vida de Abraham, tenía que recordar que tenía un Dios vivo. Cuando Isaac tomó a Rebeca como su esposa a los 40 años, él podía ver que tenía un Dios vivo, pero cuando Isaac y Rebeca de la misma manera, no podían tener hijos, él tenía que recordar que Dios estaba vivo. Cuando Jacob amó a Raquel y le dijo a Labán: “Yo amo a Raquel. Y te voy a servir por ella siete años.” Entonces el tío aceptó. Jacob dijo: “Tengo un Dios vivo.” Pero cuando pasaron los siete años, y su tío le dijo que iba a servir otros siete años por Raquel, él tenía que recordar que tenía un Dios vivo.

Cuando nació uno de sus hijos, José el soñador, él sabía que tenía un Dios vivo, pero después cuando está naciendo su hijo Benjamin y él al lado de su esposa y esta viendo a su esposa morir, él tenía que recordar que tenía un Dios vivo, no porque su esposa había muerto, Dios había muerto. Dios continuaba vivo. Cuando Dios le dijo en sueños a José que sería grande sobre la tierra y cuando él vio esos manojos de trigo inclinarse delante de él y cuando en otro sueño vio a las estrellas, al sol y a la luna inclinarse delante de él, sabía que tenía un Dios vivo, pero cuando sus hermanos lo echaron a una cisterna y después lo vendieron y terminó  en Egipto y luego en la cárcel, José tenía que recordar que tenía un Dios vivo. Él tenía un Dios vivo cuando estaba en las buenas y cuando estaban en las malas.

Cuando los hijos de Israel pasaron hambre, tenían que recordar que ellos tenían un Dios vivo, y cuando sus hijos llegaron a Egipto y se encontraron con el segundo de Faraón, que era José y José se reveló que él era hermano de ellos y les dijo: Dios ha hecho todo esto, para cuidar de ustedes, para que ustedes puedan seguir viviendo, Dios aún estaba vivo. 

Cuando después de 350 años un precioso niño llamado Moisés nace, para sus padres Dios estaba vivo, pero cuando los niños fueron mandados a ser muertos y las cosas no iban bien y la mamá de Moisés lo tuvo que poner en una barquita en el río y después la hija de Faraón lo tomó, Dios aún estaba vivo. Cuando el pueblo de Israel estaba siendo esclavizado y puestos como trabajadores para construir esas pirámides en Egipto y cuando estaban sufriendo, tenían que recordar que Dios estaba vivo, pero cuando Dios les dio libertad a través de Moisés y llegaron esas plagas y ellos con mano poderosa, Dios demostrandoles que él seguía vivo, ellos recordaron que tenían un Dios vivo y salieron de Egipto. Cuando ellos salieron de Egipto vieron la mano poderosa de Dios y estaban rumbo a la tierra prometida, donde iban a llegar rápidamente, pero por causa de su pecado e incredulidad se quedaron cuarenta años en el desierto, y mientras estaban en el desierto, Dios les demostró que aún estaba vivo. Él estuvo en una columna de fuego, en una nube sobre ellos durante el día, les proveyó alimento, protección, aun sus ropas no envejecieron ni sus zapatos se acabaron porque ellos servían a un Dios que estaba vivo.

Cuando llegaron a la tierra prometida y vieron que Jericó estaba amurallada, quizás se entristecieron, pero tenían que recordar que Dios estaba vivo, Cuando comenzaron a caminar alrededor de esa muralla, al final gritaron y cada uno de ellos comenzó a caminar hacia delante y Dios les demolió esos muros y cayeron, entraron y conquistaron la tierra prometida, vieron que Dios estaba vivo.

Cuando Israel tuvo jueces buenos, Dios estaba vivo, cuando vinieron jueces que no eran tan buenos, Dios aún estaba vivo. Cuando Israel tuvo reyes buenos, tenían  que recordar que Dios estaba vivo. Cuando David fue el rey, ellos podían ver la mano poderosa de Dios; cuando ellos tuvieron a Salomón pudieron ver la mano poderosa de ellos, pero cuando venían ciertos reyes que eran malos como Manasés ellos aún tenían que recordar que tenían a un Dios vivo. Cuando un hombre gigante, Goliat empezó a gritar al ejército de Israel y se comenzó a burlar y a decir: “Manden a alguien que me derrote y todos nosotros vamos a ser sus esclavos.” Ellos tenían que recordar que Dios aún estaba vivo y cuando David escuchó lo que Goliat estaba diciendo le dijo: “Tú no estás haciendo esto a nosotros, tu le estas diciendo estas cosas a un Dios vivo y mi Dios que está vivo te va a vencer, y él me va a ayudar, y va a demostrarte que vive por los siglos de los siglos y que él poderoso y que no hay nadie pararse delante de él.”

Cuando ellos fueron deportados a Babilonia, tenían que recordar que había un Dios que estaba vivo. No porque fuiste deportado, no porque te pasó algo, Dios ha muerto. 

Dabiel tuvo que recordar que él tenía un Dios vivo y por eso dice su palabra que él abría las ventanas de su recamara y hacía oración tres veces al día hacia Jerusalén porque él sabía que tenía un Dios vivo, él no estaba orando a un Dios muerto, sino a un Dios vivo y te quiero recordar que tú y yo servimos a un Dios vivo. ¡Dios vive! y no porque las cosas no vayan tan bien, no pienses que Dios ha muerto.

En 1992 cuando me aceptaron en el Instituto Bíblico todo iba bien y decía tengo un Dios vivo que me ayuda, pero cuando me expulsaron en 1995 y luego me volvieron a expulsar en 1996 y luego casi me expulsan en 1997, las cosas no iban tan bien, aun Dios estaba vivo.

Dios sigue vivo cuando las cosas van bien y cuando no van bien, cuando en tu vida hay prosperidad y hay bendición, pero tienes que recordar que cuando a veces estás en una prueba, cuando están pasando cosas en tu vida, tienes que recordar que Dios aún está vivo.

Tú y yo podemos orar a un Dios que aun escucha nuestra oración, a un Dios que no está muerto, que quiere que pidamos, que oremos, que creamos en él y quiere que cuando nosotros estamos orando, sepamos que no estamos orando a un Dios muerto, sino a un Dios vivo, porque Dios aún está vivo.

Hace tiempo estaba hablando con un joven y le dije que lo queríamos invitar a la iglesia y me dijo: “¡No! no quiero nada de Dios, para mí Dios no existe, para mi Dios está muerto” y le pregunté el porqué y él me dijo que cuando él era pequeño su papá los había dejado y a los diez años su mamá los dejó y él tuvo que cuidar de su hermana y se tuvieron que quedar en la casa de su abuela y cuando él tenía 14 años, él le rogaba a Dios y él nunca lo escuchaba y porque no lo escuchaba, Dios estaba muerto para él y yo le dije: No porque Dios no te haya escuchado, Dios está muerto, él sigue vivo. Tienes que acercarte a él y ver que realmente Dios vive y quizá Dios estaba haciendo eso en tu vida para traerte a él.

Cuando llegamos a Puebla nos dimos cuenta de la mano de Dios, pero en el año 2001, después de que había nacido nuestro primer bebé, mi esposa quedó embarazada, pero empezó a tener dolores y la llevé a una clínica y sabíamos que íbamos a perder a ese bebé y ella estaba en esa clínica y no me dejaban ingresar hasta que tuviera dinero y recuerdo que fui a buscar un cajero, pero cuando regresé, ella ya había perdido el bebé, y me dejaron verla, pero no pude entrar al cuarto y parecía que ella estaba muerta y mi corazón se dolió y dije: Oh Señor, ¿por qué? Apenas hemos llegado a Puebla. Pero no porque pasó todo eso, Dios estaba muerto. Dios está vivo en las buenas y en las malas. Cuando mi esposa estaba teniendo dolores de espalda y estaba quedando paralizada, Dios aún estaba vivo y cuando ella fue sanada completamente por la mano de Dios, Dios seguía vivo.

No podemos decir ¿Dónde está Dios? Porque nosotros somos los que nos alejamos de él, pero cuando nos alejamos de él, no pensemos que está muerto porque él aún está vivo.

Jeremías 10:1-7 “Oíd la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh casa de Israel. Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman.” La gente tiene temor de varias cosas: de la pandemia, de las guerras, de las hambres y dice la palabra de Dios: No aprendas los caminos de la gente de afuera, ni tengas temor. Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron, obra de manos de artífice con buril. Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva. Dice la palabra de Dios que las costumbres de los pueblos es que toman un leño, le dan forma y lo cubren de plata y oro y le llaman “niño Jesús”, un ídolo, un dios, pero dice la Biblia que eso que está ahí lo tienen que clavar con martillos y clavos para que no se mueva. Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.¿Alguna vez has visto que están llevando un ídolo que no puede hablar, que no se puede mover, que está derecho como una palmera? pero no tiene poder porque es un dios muerto, un dios falso, que no puede escuchar tu oración y ¿cuántos de nosotros estábamos pidiendo a la virgencita, a la divina providencia, a un dios muerto?

Tú y yo no servimos a un dios muerto sino a un Dios vivo y verdadero. No hay semejante a ti, oh Jehová; grande eres tú, y grande tu nombre en poderío. ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti.

¿Sabes por qué hay que temer a Dios? porque es un Dios vivo. Hay que vivir una vida como si tuviéramos un Dios vivo porque tenemos un Dios vivo. No podemos vivir una vida en pecado porque hay un Dios vivo, pero a veces vivimos una vida en pecado porque pensamos que Dios ha muerto, porque pensamos que Dios no está ahí, porque pensamos que Dios no nos puede ver, porque pensemos que Dios es un ídolo y que es una estatua. 

Nosotros no hemos creado a Dios, él nos creó a nosotros somos imagen de él, somos creación de él, no adoramos a un Dios muerto, adoramos a un Dios vivo.

Dicen los versículos 7-10 “…Porque a ti es debido el temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti.  Todos se infatuarán y entontecerán. Enseñanza de vanidades es el leño. 9 Traerán plata batida de Tarsis y oro de Ufaz, obra del artífice, y de manos del fundidor; los vestirán de azul y de púrpura, obra de peritos es todo. Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.¡Tenemos a un Dios vivo! No solo servimos a un Dios vivo, servimos al único Dios vivo, no hay otro Dios. Alá de los musulmanes, no es Dios; Krishna de la India no es Dios; Zeus de Grecia, no es Dios; Ra de Egipto no es Dios; Buda de los hindúes, no es Dios; la santa muerte, no es Dios; la virgen de Guadalupe, no es de Dios. 

El único Dios vivo y verdadero, que hizo los cielos y la tierra es al Dios que tú y servimos, es Jehová de los Ejércitos; él es Adonai, el Señor de los ejércitos; él es Shalom el Dios de paz; él es el Shaddai, el Dios Todopoderoso; él es el Elyon, el Dios altísimo; él es Elohim, él es Dios. A Moisés le dijo: “Yo Soy el que Soy” porque él es Dios. Él no tiene principio ni fin, a él nadie lo creo, pero él creó todas las cosas, a él nadie lo formó, pero él nos dio vida a nosotros; a él nadie le dijo que hacer, pero él nos ha dado Su palabra para saber qué hacer, a él nada se le pasa, porque él es Dios, a él nada se le olvida porque él es Dios, él todo lo sabe porque él es omnisciente, él está en todo lugar, él es omnipresente, él sabe lo que tu piensas porque él es Dios, él sabe lo que tú hablas, él sabe cuando mientes, porque él es Dios, él sabe cuando eres deshonesto, él sabe cuando engañas a alguien más, él sabe cuando estás estafando porque él es Dios, él sabe cuando eres infiel, él sabe cuando hay incredulidad en tu corazón, él sabe cuando pecas porque él es es Dios, es un Dios vivo. Él sabe tu actitud, sabe tus motivos, sabe porque vas a la iglesia porque él es Dios, él conoce nuestra vida. No servimos a un Dios muerto, sino a un Dios vivo.

Dice 1 Tesalonicenses 1:8-9 “Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,” Pablo dice ustedes han hecho bien en convertirse al Dios vivo y verdadero. 1 Timoteo 6:17 dice: A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. El dinero es incierto, hay muchas cosas inciertas en esta vida. El trabajo puede ser incierto, pero tenemos un Dios vivo, él no es incierto; puedes perder cosas materiales, porque son inciertas, puedes perder aun la salud porque es incierta, pero lo que no puedes perder es la salvación en un Dios vivo, si él muriera perdemos la salvación porque entonces ¿cómo podríamos ser salvos? pero dice la Palabra de Dios que si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe, pero Cristo sí resucitó. Él no está muerto, él está a la diestra del Padre celestial y el padre Celestial está vivo. No servimos a un Dios vivo, no servimos a un Dios olvidadizo, no servimos a un Dios con poco poder, no servimos a un Dios que no nos conoce. ¡Servimos a un Dios vivo!

Hebreos 3:12 dice: Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; La incredulidad es no creer, es cuando quizás tú creías que había un Dios vivo y el pecado te puede alejar de Dios, y el diablo viene y te dice que Dios no existe, que no es real. El diablo le dijo a Eva: “¿conque Dios te ha dicho esto? No le creas a Dios, yo soy más poderoso, no creas a su palabra, no creas en su amor, no le creas a Dios.” Y eso es el diablo quiere que empieces a pensar y cuando te alejas de Dios y comienzas a irte al mundo y empiezas a meterte en el pecado va a provocar en ti un corazón malo, lleno de incredulidad y eso es lo que quiere el diablo, quiere que tu dejes de creer en Dios y pensar en Dios, pero tengo noticias: Dios existe, él es real y él está vivo. No te apartes del Dios vivo.

Hebreos 9:14 dice: ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? Y porque tenemos un Dios vivo, un día vamos a estar en el cielo y nos daremos cuenta de que tenemos un Dios vivo. Dice Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Cuando él murió en la cruz, él estaba en medio de dos malhechores y uno de ellos se burló y se fue al infierno, pero el otro regaño al otro y le dijo: “¿No te da vergüenza? Nosotros nos hemos portado mal y merecemos esto, pero él nada malo ha hecho, él es justo” y se dirigió a Jesús y le dijo: “Acuérdate de mí cuando estés en tu reino.” Ese muchacho sabía que Cristo, aunque estaba siendo crucificado, aunque tenía una corona de espinas, aunque había sido latigueado, aunque tenía unos clavos en su manos y pies, aunque estaba tratando de respirar, este muchacho sabía que Jesús era el rey de los judíos y que iba a vivir por la eternidad. Y Jesús le dijo: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso porque yo soy rey de vivos y no rey de muertos, yo voy a vivir para siempre porque soy el alfa y la omega, el principio y el fin y esta muerte no puede tener victoria sobre mí.” ¡Tenemos a un Cristo que está vivo en la presencia de Dios!

Si le pides salvación él te puede dar una vida eterna, la misma vida eterna que Dios, el Rey eterno tiene, pero si tú nunca le aceptas, y no confías en él vas a vivir allá en el infierno apartado del Dios vivo y lo que el Dios vivo quiere para ti es que vivas tu eternidad junto con él y no hay otro camino, no hay otra verdad, no hay otra vida aparte de Jesús. Jesús está vivo y porque Jesús está vivo y porque Dios está vivo tú y yo viviremos con él por la eternidad.

Cuando las cosas no vayan tan bien, cuando venga el dolor, la tragedia, o algún problema, no te olvides de Dios y que él puede responder y contestar cualquier oración porque él vive. Dile al Señor: Perdoname porque ha habido ocasiones en que vivo esta vida como si tu estuvieras muerto, me voy al pecado como si tú estuvieras muerto, pero ayúdame a recordar que tú estás vivo, que tu presencia está ahí porque tú vives en mi corazón. 

¡Dios aún está vivo!