Acuérdate de tu pastor: Acuérdate de tu obligación

Hebreos 13:17

Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.

Aquí está hablando acerca de la obediencia al pastor, de la sujeción que debemos tener al pastor. El pastor es alguien quien dará cuentas a Dios. De tal manera que si un hermano pide consejo al pastor y el pastor le da un mal consejo, en el cielo Dios no le va a preguntar al hermano: ¿por qué hiciste eso que estuvo mal? Sino que va a decirle al pastor ¿por qué le dijiste a ese hermano que hiciera eso? De tal manera que el pastor no solamente vela por la iglesia, sino que también tiene una gran responsabilidad por cada miembro de la iglesia. El pastor tiene que darle cuenta a alguien y de la misma manera que el pastor dará cuentas a Dios, dice la palabra de Dios que nosotros como miembros de una iglesia, debemos obedecer al pastor y dar cuentas así como un trabajador da cuentas a su jefe.

1. Buenas cuentas

Acuérdate de dar buenas cuentas. Damos cuentas como por ejemplo cuando el pastor pregunta ¿Estás orando? ¿estás leyendo  la biblia? ¿Por qué no viniste a la iglesia? No lo vi la semana pasada. Entonces el miembro de la iglesia tiene esa responsabilidad hacia con su pastor para ponerse a cuentas. Como cuando a veces hermanos dicen: “Pastor, si algo estoy haciendo mal, jáleme las orejas” y eso es dar cuentas.

Hebreos 13:7 dice:Acordaos de vuestros pastores, En otras palabras acuérdate de tu pastor. Es un adjetivo posesivo, no dice “acuérdate de los pastores”, sino de “vuestros pastores”. Cuando dice vuestros está diciendo: tienes que tener un pastor. Cuando comenzamos a diezmar empezamos a hacer de la iglesia nuestra iglesia y cuando obedecemos al pastor lo hacemos nuestro pastor. A propósito cuando dice “acordaos” no dice que te acuerdes de las cosas malas que hace tu pastor y comenzar a hablar mal de tu pastor. Nunca hables mal de tu pastor; nunca hables mal de la esposa de tu pastor; no hables mal de otro hermano de la iglesia porque es tu iglesia; no hables mal de nadie. No hables mal porque en la proporción de que tú hables mal de tu pastor, tus hijos van a escuchar y un día vas a necesitar que tus hijos escuchen al pastor y ellos van a decir: “Mis papás siempre hablaban mal del pastor y ¿por qué ahora tengo que escuchar al pastor, si mis papás hablaban mal de él?”

Si el pastor te pregunta: “Hermano, no lo vi en la reunión de ganar almas. ¿Dónde estaba?” El pastor tiene ese derecho porque quiere que estés bien con Dios. Y estar bien con Dios es cuando el pastor está preguntando por tu caminar con el Señor. Cada uno de nosotros debemos ponernos a cuentas con alguien y cuando no lo hacemos, estamos en problemas. Ciertamente somos bautistas independientes pero yo le doy cuentas a alguien y si mi pastor me dice: “¿cómo van las cosas? ¿por qué no está haciendo eso?” Yo tengo que ponerme a cuentas con el Señor y ponerme bien a cuentas con el Señor es cuando estoy bien a cuentas con mi pastor.

El pastor quizá te va preguntar cómo anda tu matrimonio. He preguntado a ciertos matrimonios como están. No porque quiero saber el chisme, sino que estoy interesado en que las cosas vayan bien. He preguntado cómo están sus hijos, les he dicho ¿por qué no mete a su hijo a este instituto bíblico? 

Cuando mi esposa fue salva y después comenzó a asistir a una iglesia bautista y ella sintió el llamado de Dios para ir a un colegio bíblico, fue con su pastor y le preguntó a que colegio ir y allí fue. Dios tenía un plan para ella.

Dios bendice cuando nos ponemos a cuentas, cuando el pastor está preguntando y está diciendo ¿cómo está su vida? ¿Cómo están sus hijos? y quizás el pastor ve algo y le dice “aquí no está bien como está haciendo eso” y créeme, como pastor no me voy a meter en todas las cosas de tu vida, en algunas sí y muy pocas y cuando Dios me dirija para hacer algo que no te va a gustar y quizás a mi tampoco, creo que la bendición va a venir cuando lo tenemos que hacer. Hay que ponernos a cuentas.

También nos ponemos a cuentas cuando le pedimos consejo. Dice Mateo 7:24Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.¿Quién es el hombre prudente? El que oye las palabras y las hace. Va a llegar el momento en donde vas a tomar una decisión y quizás no sabes qué hacer, ya buscaste a Dios en oración, ya leíste la Biblia, viniste a la iglesia y pensaste que en una predicación Dios te iba a hablar y quizás no te quedó muy claro, y entonces lo que puedes hacer es ir a hablar con tu pastor y decirle “No se que hacer, tengo una pregunta.” Quizás tienes un problema con uno de tus hijos, un problema con tu esposa o esposo, quieres comenzar un negocio, comprar un terreno, quieres irte a los E. U, Muchas veces hermanos me han preguntado y la mayoría de las veces ellos ya tomaron la decisión de irse y a veces solamente van para que no digan que se fueron sin la autorización del pastor. Yo le digo: “Hermano no se vaya. En primer lugar no es bueno que se separe de su familia, a donde va no hay una buena iglesia, la mayoría de los que se van se apartan de Dios” y al siguiente día se van. 

Cuando hables con tu pastor dile a Dios “Yo sé que me va a gustar lo que me va a decir. Es más, ya sé lo que me va a decir.” Pero a veces tenemos que confirmar.

Isaías 1:18 dice: Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.Debemos de ir inmediatamente a Dios y pedirle perdón y pedirle que nos ayude a corregir nuestro pecado. Dios quiere que nos pongamos a cuenta inmediatamente. A propósito, ponernos a cuentas no es ir con el pastor y decirle al pastor qué hacer y cómo hacer su trabajo y cómo predicar. Hace años una familia habló conmigo y me dijo “Quiero que nos deje cantar” y yo les dije: Apenas llevan dos semanas en la iglesia, pero sean fieles y vamos a ver más adelante. Ellos dijeron que eramos la única iglesia en Puebla que no les dejábamos cantar y yo les dije que no les podía dejar cantar. Este hermano tenía un taller mecánico y él tenía pósters de mujeres semidesnudas. No podía (aparte de muchas otras cosas), dejar que alguien así se pusiera a cantar en frente de la iglesia.

Ponernos a cuenta no es: Darle instrucciones al pastor, enseñarle, decirle, regañarlo, sino es decirle “¿Ando bien o ando mal? Si ando mal regáñeme.”

2. Buena conducta

Acuérdate de servir con una buena conducta. Hebreos 13:17 dice “… para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso. El pastor tiene que servir con alegría y no quejándose y de la misma manera cada uno de los miembros de la iglesia deben servir con alegría y no quejándose.

Dice el versículo 7Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe. Considera su conducta y tú mejora tu conducta.

Salmos 100:2 Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo. Sirve a Dios con regocijo. Tenemos que venir a su presencia con regocijo. No tenemos que decirle a la familia: “Mañana es domingo, qué tristeza. Vamos a tener que ir porque si no el pastor nos va a regañar.” Sino que con gozo debemos decirle: “Mañana es domingo, tengan todo listo. Mañana nos vamos a levantar temprano y vamos a llegar a la iglesia con regocijo.” Qué hermoso es servir al Señor con alegría. Me da gozo cuando en la iglesia hay hermanos que sirven con alegría. Que gusto da cuando hermanos sirven a Dios con gusto y es de mucha bendición. No digas “¡Ay pastor! Creo que no voy a poder”. Hay que servir a Dios con gozo, de la manera que sirves aquí, es la manera que Dios te va a usar después o de la manera que estás siendo de bendición aquí es la manera en que quizás Dios va a ser de bendición a tus hijos que están en el campo misionero. Dios ve como le servimos con alegría o de mal gusto.

En Hebreos 13:7 dice con alegría y no quejándose. Filipenses 2:12-13 dice: Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, La iglesia en Filipos era una iglesia obediente, yo no sé tú, pero a mí me gustaría que nuestra iglesia fuera como la de Filipos. Una iglesia gozosa, una iglesia que daba y una iglesia obediente. 13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” En vez de quejarte, dile al Señor: “Causa en mí el querer hacerlo.” Hay cosas que a cada uno de nosotros no nos gusta hacer. Cuando hay algo que no queremos hacer, en vez de decir: No lo hago, dile al Señor: Pon en mí el querer hacerlo. Y luego dice el versículo 14 y 15 14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;La sencillez nos ayuda a hacer las cosas sin quejarnos.

Hace dos años estaba hablando con unos jóvenes en la oficina y yo le dije a uno de ellos que hiciera algo y me dijo que no, y me dijo que porque le caía gordo el otro, y gracias a Dios que me da la paciencia. Hay quejas que son visibles pero hay unas que son invisibles. Dicen: “El pastor me pidió que ayudara aquí, pero…” y empiezan las contiendas y las rencillas porque no hay sencillez de corazón. Pide a Dios sencillez. Es una gran bendición servir al Señor, porque estamos sirviendo al Rey de reyes, Señor de señores, no hay mayor gozo que servirle solamente a él. Debemos cambiar nuestra perspectivas y si no nos pagan, no importa, si no nos reconocen, no importa porque lo estamos haciendo para Dios. Necesitamos recordar que todo lo que hacemos lo hacemos para Dios, no para el pastor. Hay que hacerlo con alegría y sin quejas.

3. Buena copia

Dice Hebreos 13:7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.” Imita su fe. Otra obligación de nuestra parte es imitar al pastor. Imitar es la palabra mimeomai y es donde viene la palabra mímica, y la mímica es copiar lo que el otro hace. Dios dice que veas lo que hace tu pastor y cópialo, imitalo, pero no cualquier cosa sino que imita su fe. Ve lo que él está haciendo por el Señor.

3 Juan 1:11 dice: Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios. Tu pastor no es perfecto y habrá cosas que yo te aconsejo que no imites, pero dice la Biblia que imiten su fe y parte de la fe del pastor está en 1 Timoteo 3:1 Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. La fe que el pastor está tratando de llegar, está escrito en 1 Timoteo 3:1-7 y dice que el pastor sea irreprensible, que sea marido de una sola mujer, que sea sobrio, que sea prudente, que sea hospedador, que sea apto para enseñar, que no sea dado al vino, que no sea pendenciero, que no sea codicioso, que sea amable, que sea apacible, no avaro, que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad, no un neófito, que tenga buen testimonio de los de afuera, imita su fe.

Tenemos mucho que hacer porque la palabra de Dios dice que copies lo que hace tu pastor y esto nos ayuda mucho porque el pastor está viendo como el hermano está copiando su fe y así el pastor dice: ¡Qué tremenda responsabilidad tengo en mis hombros, debo seguir con mi fe!” Entonces no solamente es bueno para el hermano que está caminando, viendo e imitando la fe de su pastor, sino que también lo será para el pastor porque el pastor va a decir: Señor ayúdame a seguir adelante, a seguir confiando en ti, a seguir predicando tu palabra con poder, ayúdame a no caer, a seguir con la fe en alto, a seguir creyendo en ti, a seguir buscando tu voluntad, a seguir rogando y creyendo y no desanimarme, porque hay muchos que están siguiendo.

Imita la fe de tu pastor. No solamente te va a ayudar a ti, va a ayudar a tu pastor.