Acuérdate de tu pastor: Acuérdate de su ocupación

Hebreos 13:7-9

7 “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.

8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

9 No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.”

Quiero hablar acerca de estas primeras cuatro palabras que se encuentran en el versículo 7 “Acordaos de vuestros pastores” y en esta primera parte quiero hablar en especial de “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios.” Quiero hablar acerca de la ocupación del pastor. Acuérdate de lo que él hace, el trabajo, la labor del pastor. 

  1. Su ocupación es estudiar

Como dice el versículo 7, el pastor habló la Palabra de Dios; de tal manera que en algo que nos debemos acordar es como él nos habló, como nos exhortó y predicó, pero cuando nos acordamos en lo que nos dijo no solo es para pensar en qué bonito fue lo que dijo sino en realizarlo. Es como un hijo, que quizás sus papás le dicen que no tome galletas porque ellos ya la contaron y son cinco y entonces se van los papás y el niño va a tomar una galleta y se acuerda de las palabras de su papá y de su mamá. 

Cuando éramos niños quizás estábamos a punto de golpear al hermanito, de portarnos mal, de hacer algo que no debíamos, pero nos acordamos de las palabras de nuestra mamá. Dice la palabra de Dios “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios.” De tal manera que su ocupación es estudiar. Dice 1 Timoteo 4:13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. Pablo le está diciendo a Timoteo sé ejemplo en tu juventud y entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, le está diciendo que tenía que estudiar la Palabra.

Una de las ocupaciones del pastor es pasar tiempo estudiando la palabra de Dios, porque si va a hablar la Palabra de Dios tiene que estudiarla, no va a llegar por hipnosis, por Internet, o quizás porque su esposa le platique una historia bíblica va a llegar por estudiar la palabra de Dios. A propósito, las características y requisitos para el pastor no solamente los tiene que cumplir el pastor sino que cada uno de nosotros debemos cumplir esos requisitos y Dios dice “Yo te voy a designar a ti, yo te voy a constituir como pastor.” Si el pastor tiene que estudiar, todos debemos estudiar; si el pastor debe ganar almas, todos debemos ganar almas; no solo el pastor. Hay ciertas cosas que el pastor debe hacer y que es su ocupación.

Pablo le dice: “Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.” Parte del pastor es ocuparse en la lectura. 

Dice Hechos 6:1-4 1 En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. 2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. 3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. 4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.” 

El ministerio de la palabra es estudiar, exhortar y enseñar. Los discípulos dijeron que necesitaban seguir en en el ministerio de la palabra.

1 Timoteo 4:14-15 dice: 14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 15 Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.” De tal manera que Pablo dice: “Ocúpate en esto” y él se estaba refiriendo a permanecer, a hacerlo de corazón, para el Señor y dice el versículo 16 “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” Y no está hablando acerca de la salvación de su alma sino de su ministerio. Pablo le estaba diciendo a Timoteo que tenía que cuidarse a sí mismo, cuidar su ejemplo, y ocuparse en la Palabra de Dios y en la oración, que no se apartara y así, se salvara a él mismo y a los que oyeren. 

¿Cuántas veces un pastor no se ocupa en su fidelidad, en servir al Señor, en la oración, en la palabra y cae y a cuántos más no arrastra? y eso es triste por eso dice: “persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” Timoteo tenía que enseñar, es parte del ministerio.

2. Su ocupación es edificar

Edificando a través de exhortar y a través de enseñar. Dios quiere que un pastor edifique y ese es el trabajo de la iglesia. El trabajo de la iglesia es evangelizar a los perdidos afuera, pero adentro es edificar a los santos. La iglesia está para alcanzar al perdido y para ayudar a la iglesia misma.

Dice Efesios 4:7-11 7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,  Y dio dones a los hombres. 9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,” Cuando Jesús estaba en la tierra constituyó a discípulos, a apóstoles, a profetas, a maestros, a pastores, y pudiéramos decir ¿habrá apóstoles todavía? Un apóstol es aquel que estuvo con Jesús, fue elegido por Jesús, que aún hizo milagros y era alguien a quien directamente el Señor Jesús envió, y ni a ti ni a mí nos han sucedido estas cosas.

Dice el versículo 12 “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,” El pastor está para perfeccionar a los santos, para la edificación del cuerpo de Cristo. A cada uno de nosotros la palabra de Dios nos llama santos y son los que hemos sido salvos. Hemos sido rescatados, santificados por su sangre y somos santos porque a través de su lavamiento nos  ha salvado y también estamos en santificación para buscar la perfección en él, en vivir una vida para él, somos doblemente santos, pero aquí está hablando acerca del nombre de Cristo. El pastor está para perfeccionarnos a cada uno de nosotros. Tal vez dices: “Pastor, pero nadie puede ser perfecto” y sí, es una excusa que escuchamos en muchas ocasiones, o “¿cómo está que el pastor está para perfeccionarme si ni siquiera puedo dejar de mentir y de robar? Dice la Biblia “sed pues perfectos como vuestro padre en los cielos es perfecto” y la perfección es cuando somos todo lo que él está esperando de ti y de mi ser. La perfección comienza cuando queremos ser perfectos para Dios y nunca termina. Cada día Dios está obrando y trabajando en otros y debemos dejar que el trabaje, pero el pastor está para perfeccionar y dice el versículo 13 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe.”

Hay tres cosas que podemos ver en cómo el cuerpo de Cristo es edificado. El cuerpo de Cristo es edificado en tres partes: En fe. Dice el versículo 13 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe” Individualmente como hijos de Dios, somos edificados a través de la fe y es la fe lo que nos une. De tal manera que una iglesia que no está unida es una iglesia que no puede hacer mucho por el Señor. Recordemos cómo en Hechos se juntaban para orar y estaban unidos y tenían todas las cosas en común, estaban unánimes en trabajar y para hacer y ¿sabes cómo comienza? en la fe.

Debemos recordar que una iglesia es edificada a través de la fe y no puede haber unidad si no hay fe, y sigue diciendo el versículo “…y del conocimiento del Hijo de Dios,” también es edificado en conocimiento y hay varias cosas: la primera es en el conocimiento del Hijo de Dios. Cuando escuchamos quién es el Hijo de Dios, qué es lo que hizo por nosotros, cómo murió en la cruz, cómo él resucitó, cómo él ahora está a la diestra del padre, cómo él viene otra vez, cómo vamos a estar con él por la eternidad, podemos tener ese conocimiento, pero el conocimiento comienza cuando eres salvo. Dale gracias a Dios que le conoces y puedes poner tu fe en él.

Dice la Biblia “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;” Entre más le conocemos, más vamos creciendo a la estatura de la plenitud de Cristo. Dice el versículo 14 “para que ya no seamos niños fluctuantes,” Entre más le conocemos y vamos creciendo en este conocimiento, eso nos ayuda a no ser niños fluctuantes.

Hebreos 13:9 dice: “No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.” El diablo no quiere que estudiemos la Palabra de Dios, no quiere que nos demos cuenta del poder de la palabra de Dios, él no quiere que tú sepas.

Hace años se prohibía que la gente leyera la Biblia. Es más, había una época que nada tenía de santa que entre más leían la Biblia y la compartían había una posibilidad muy grande de que los mataran durante la santa inquisición porque el diablo no quiere que estudies la Biblia y por eso debemos de estudiar para crecer como un varón perfecto, para no estar fluctuando de un lado para otro, brincando de una doctrina a otra, crece en Cristo y en su palabra, ¿sabes lo que dice la Biblia? pues quédate firme, no te salgas, cuida y ocúpate en estas cosas. 

El cuerpo de Cristo es edificado en fe, en conocimiento de su palabra para no ser niños fluctuantes, para no ser llevados por donde quiera. Dice Efesios 4:14 “para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina” Por ese necesitas dejar de escuchar a Cash Luna, a Paul Waher, a Maldonado y a cualquier cosa que aparece en internet, y te metes en todo eso porque estás buscando lo que tú quieres y no estás encontrando realmente el conocimiento de su palabra, y la palabra de Dios nos ayuda a no ser llevados por doquier y a no ser engañados. Y sigue diciendo el versículo “para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.” Entonces debemos crecer en conocimiento, en fe y también en amor. Dice el versículo 15 “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”

Cada uno de nosotros debemos crecer en amor. Debemos tener más amor por el prójimo, por los hermanos, por las almas, y crecer en conocimiento de la palabra, debemos crecer en fe, pero también debemos crecer en amor. Y no crecemos en amor cuando estamos peleados, cuando hay envidia, cuando hay celos, el diablo quiere que estemos enojados unos con otros. Crecemos en amor cuando recordamos que el propósito de nosotros, los santos, es seguir adelante, amándonos unos a otros. “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”  Dice la Biblia que debemos seguir la verdad y crecer en Cristo. Dice que crezcamos en todo en el que es la cabeza, esto es,Cristo. Debemos conocerle más a él. Pablo dijo “a fin de conocerle” Cuando le reconocemos más, cuando reconocemos lo que él hizo, cuando recordamos lo que él nos perdonó, nos acordamos de su amor. Cuando celebramos su resurrección nos acordamos de su amor, cuando recordamos esas espinas, como él sufrió, cuando él dijo: “No les tomes en cuenta sus pecados”, recordamos su amor. Cuando estemos a punto de maldecir a alguien, de hacerle daño a alguien, de portarnos mal contra alguien recordemos su amor, porque eso Dios quiere, que amemos más.

Y ¿qué sucede cuando el cuerpo de Cristo está creciendo y está en unidad? Hay tres cosas que suceden. Dice Efesios 4:16 “de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente,” Lo que sucede cuando el cuerpo de Cristo está bien unido es que nos vamos a ayudar unos a otros, porque hay amor, conocimiento y fe. 

¿Cómo vamos a llegar a esa unanimidad, a esa concertación? Al ser edificados. Una iglesia tiene que seguir adelante, seguir siendo edificada y por eso, es tan importante el trabajo del pastor, pero no solo es el trabajo del pastor sino de cada uno de nosotros. Que cada uno de nosotros tengamos esa sed, que crezcamos más en fe y amor. Todos nos deberíamos ayudar para hacer la obra de Dios.

Cuando el cuerpo está concertado y unido se ayuda y se activa. Dice “según la actividad propia de cada miembro,” actividad no es estar desparramado, no es estar echado, no es estar tirado, no es estar en una hamaca con los brazos cruzados; actividad es estar haciendo algo para el Señor, es servir, es echarle ganas.  Cuando un deportista piensa en actividad, piensa en correr, en hacer ejercicio, en moverse y a veces lo que menos pensamos es en movernos, en salir y ganar almas, en hacer lo que nos corresponde. Dice la Biblia que un cuerpo bien concertado se ayuda y se activa y un cuerpo bien concertado se ama porque dice el versículo 16 “según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.” ¿Sabes que entre más se ama un cuerpo crece más? Porque si tú dices “oh cuánto yo me amo” ¿qué haces? Le entras duro a la cemitas, al mole, al pozole, a la tostadas. Dice en Efesios 5:28-29 “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,” ¿Alguna vez se te ha olvidado  darle de comer a tu carne? A mí nunca se me olvida porque yo me quiero mucho. Se me olvida darle de comer al perro o alguien más pero a mí no, porque me quiero mucho. 

Recibimos crecimiento al ir edificándonos en amor. De tal manera que una iglesia bien concertada, se ayuda, se activa y se ama. Nos amamos como iglesia cuando nos cuidamos como iglesia, tomándonos de su palabra y alimentándonos para crecer mejor. 

3. Su ocupación es ser ejemplo

Dice hebreos 13:7 “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.” Considera su ejemplo, considera la manera en que él vive. Pablo le dice a Timoteo: “Timoteo eres pastor, tienes que ser ejemplo.”

Dice hechos 6:4 “Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.” Hay ciertas cosas en donde el pastor debe ser ejemplo. Debe ser ejemplo en su fe y en oración, en su conducta porque dice “considerad cuál haya sido el resultado de su conducta”, y debe ser ejemplo en el trato a su familia. No es sencillo el trabajo del pastor, pero no es un trabajo. Lo que estoy tratando de decir es que la Biblia dice “Acordaos de vuestros pastores” y una manera en que nos podemos acordar de ellos no solamente es acordándonos en cómo nos habló la palabra, sino de no olvidarnos de orar por ellos.