Abre tus ojos

2 Reyes 6:8-16

8 “Tenía el rey de Siria guerra contra Israel, y consultando con sus siervos, dijo: En tal y tal lugar estará mi campamento.

9 Y el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Mira que no pases por tal lugar, porque los sirios van allí.

10 Entonces el rey de Israel envió a aquel lugar que el varón de Dios había dicho; y así lo hizo una y otra vez con el fin de cuidarse.

11 Y el corazón del rey de Siria se turbó por esto; y llamando a sus siervos, les dijo: ¿No me declararéis vosotros quién de los nuestros es del rey de Israel?

12 Entonces uno de los siervos dijo: No, rey señor mío, sino que el profeta Eliseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta.

13 Y él dijo: Id, y mirad dónde está, para que yo envíe a prenderlo. Y le fue dicho: He aquí que él está en Dotán.

14 Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad.

15 Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?

16 El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.”

Esta sin duda es una historia singular en donde el rey de Siria tenía guerra contra Israel. A ninguno de nosotros nos gusta tener una guerra contra alguien más pero Ben-adad tenía guerra contra Israel y entonces dice la palabra de Dios que él consultó con sus líderes, siervos y la gente de su séquito que iban a hacer y llegaron a ciertas decisiones diciendo que en tal y tal lugar invadirán y estaban emocionados porque tenían un plan de guerra y de ataque contra el pueblo de Israel, el pueblo enemigo. Dice el versículo 9 “Y el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Mira que no pases por tal lugar, porque los sirios van allí.” Entonces, Eliseo al momento de que el rey Ben-adad tenía el plan, le decía al rey de Israel que no pasara por ahí. Eliseo tenía un informante que era Dios y con confianza podía ir y decirle al rey de Israel en qué lugares estarían.

El profeta de Dios está para traer el mensaje de Dios y decirnos: “Esta es la voluntad de Dios y consiste en: No hagas esto, haz esto porque Dios es Santo.” Cuando Moisés estaba con la Zarza y el ángel de Jehová le dijo que no pisara le estaba diciendo no hagas esto, sino que quitara su calzado porque el lugar que pisaba era santo y esa es la voluntad de Dios para nuestras vidas. El profeta, el pastor, el mensajero está diciendo: No hagas esto, no hagas aquello, no tomes, no mientas, no mates, no cruces, hay un lindero. no pases de aquí para allá y eso era lo que hacía el profeta. Y dice el versículo 10 “Entonces el rey de Israel envió a aquel lugar que el varón de Dios había dicho; y así lo hizo una y otra vez con el fin de cuidarse.” Aquí hay una palabra importante: cuidarse. El profeta le decía que se cuidara. Dice el siguiente versículo “Y el corazón del rey de Siria se turbó por esto; y llamando a sus siervos, les dijo: ¿No me declararéis vosotros quién de los nuestros es del rey de Israel?” El rey Ben-adad estaba confundido, afligido, y estaba diciendo: “¿Cómo es posible que alguien de los nuestros es de los otros?” Hay algunas ocasiones en donde los nuestros parecen que están del otro lado, hacen las cosas que el mundo está haciendo, hay algunos que se portan mal, que están en pecado en vez de vivir una vida para Dios.

Los versículos 12 al 15 dicen: “Entonces uno de los siervos dijo: No, rey señor mío, sino que el profeta Eliseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta. Y él dijo: Id, y mirad dónde está, para que yo envíe a prenderlo. Y le fue dicho: He aquí que él está en Dotán. Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad. Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?” Me imagino que este siervo se agarraba la cabeza y decía: “¡Estamos en problemas! ¡El ejército enemigo está aquí!” Dotán no era una ciudad grande. Entonces este siervo corre a hablar con Eliseo y le dice: “¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?” Eliseo quizás estaba leyendo su Biblia u orando y él le dice: “Tranquilo, calmado. No tengas miedo.” 

Dice la Biblia que era un gran ejército, no creo que hayan sido cientos sino más. Cuando sacaron a Pablo y lo llevaron de Jerusalén a Cesarea mandaron a 450 personas para sacar solo a una persona, a Pablo, para llevarlo de un lugar a otro y aquí está un gran ejército para detener al siervo de Dios  y yo creo que eran miles, quizás hasta cien mil y el siervo del profeta tenía miedo y estaban en esa pequeña ciudad de Dotán y Eliseo le dice: “No tengas temor porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.”

Uno de los problemas del siervo de Eliseo, es que no podía ver que eran más los que estaban con ellos que con los otros, y creo que nos hace falta darnos cuenta de eso, abrir nuestros ojos y darnos cuenta de que tenemos un Dios poderoso que está de nuestro lado, y que cualquiera que sea el problema y la situación Dios está ahí como poderoso gigante y si, hay alguien que quiere lo peor para nosotros y si, hay quien que está como león rugiente buscando a quién devorar y que nos mete el pie, pero tenemos que abrir más nuestros ojos y ver que Dios está de nuestro lado y eso es lo que está tratando de decir Eliseo y el siervo comienza a voltear a los lados y decir: “Este Eliseo está viendo cosas. Ha perdido el juicio ¿cuales más? No hay nadie más, y ahí afuera hay miles y miles y ¿qué haremos?” Pero estaba Dios, y en medio de los problemas, de las presiones y circunstancias que estamos viviendo se nos olvida que Dios está de nuestro lado. Es tiempo de que abramos nuestros ojos para ver.

1. El conocimiento del profeta

¿Por qué Eliseo podía ver más? Dice Oseas 4:6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. y dice Oseas 6:6 Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.Eliseo tenía algo que al rey de Siria no le gustaba: el conocimiento de los planes del enemigo. No era Eliseo omnisciente sino que él conocía a Dios. Filipenses 3:10 nos hablan acerca de la gran necesidad de conocer más a Cristo, a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,y entre más conocemos a Jesús, entre más le amemos y busquemos, más de su poder vamos a tener y más conocimiento en nuestras vidas. Eliseo conocía a Dios y por esa razón Dios le decía del plan del rey de Siria.

El conocimiento trae esperanza. El conocimiento de conocer a Dios. Dios nos dice que nos va a revelar un misterio. El misterio es que Cristo viene pronto y ese conocimiento trae esperanza. Eliseo no estaba preocupado por el enemigo porque él conocía a Dios.  1 Corintios 15:51 dice: He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados. en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.” ¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que cualquier mala noticia o jugada que haga el enemigo en vez de traernos tristeza o angustia nos debe de traer esperanza porque Cristo viene pronto. El conocimiento trae esperanza y es el conocimiento de lo alto, no estoy hablando del conocimiento secular sino del conocimiento de conocer a Dios.

El conocimiento trae confianza. Cuando Eliseo veía que el rey mandaba tropas a esos lados, él no dudaba sino tenía el conocimiento de Dios y le traía confianza en su vida, no andaba preocupado o pensando que iba a hacer. Él tenía confianza porque tenía conocimiento de Jehová

2 Crónicas 32:7-8 dice: Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.El conocimiento de Dios trae confianza, no desesperación ni duda. Entre más conozcamos a Dios vamos a tener más confianza. Confianza de vivir en él, de hacer su voluntad. Ten confianza porque Dios está de tu lado, él es más fuerte y tiene todo bajo control y tiene un plan y propósito para tu vida. 

El conocimiento trae dirección. Dice Salmos 119:105 Lámpara es a mis pies tu palabra,     Y lumbrera a mi camino. El conocer su palabra nos va a dar dirección, él nos va a guiar y decir que hacer, aún en tiempos difíciles. Y estamos en tiempos difíciles. Gente está perdiendo sus negocios, negocios están cerrando, iglesias se están cerrando pareciera que el gobierno está imponiendo sus reglas sobre nosotros, tenemos este virus alrededor y todo eso nos trae ciertas decisiones que debemos de tomar en nuestras vidas pero sin el conocimiento de Dios y sin su palabra no vamos a poder tomar una buena dirección. Su palabra es una lumbrera a nuestro camino y nos dice qué hacer. Lee su palabra todos los días para que sepas que hacer y no digas: “¡Ay pastor! es que me da flojera”, “es que no le entiendo”, “es que luego me dice que deje de mentir y como me gusta la mentira”, “me gusta tomar”, “me gusta fumar”, y esa es una excusa para leer la Biblia. La Palabra de Dios nos trae dirección y nos ayuda. ¿Qué hubiera dicho Eliseo si su siervo le dijera: “Ya deje de hablar con Dios, habla con Dios todos los días y se la pasa leyendo su ley, cálmese”? El hubiera dicho: “Si no camino con Él ¿cómo le vamos hacer? ¿como vamos a tener confianza y dirección? y ¿cómo vamos a hacer su voluntad?” Eliseo tenía conocimiento de los planes del otro rey porque él conocía a Dios. ¿Conoces tú a Dios? Debemos de saber cuales son los planes del diablo y los planes del diablo son bien sencillos: Mandar a todos junto con él al infierno porque él sabe que él va a ese lugar.

Eliseo tenía conocimiento de los planes del otro rey porque conocía a Dios y no solo por eso, sino porque él caminaba con Dios y nosotros debemos de caminar con Dios para saber los planes del enemigo. También Eliseo creía en Dios. Si Dios le decía que el rey de Siria iba a estar en un lugar, Eliseo no dudaba.

El conocimiento de su palabra abre nuestros ojos y nos ayuda a conocer más a Cristo.

2. La ceguera del siervo

Dice la palabra de Dios que el siervo de Eliseo dice: “¿qué haremos?” pero Eliseo le contesta: “No tengas miedo” y dice 2 Reyes 6:17 Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea.” El problema del siervo era que no podía ver, no podia ver mas allá de sus narices, no podía ver el poder de Dios, no podía ver la multitud del ejército de Dios y continúa diciendo: “Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.Cuando el siervo vio al ejército de Dios ¿qué crees que hizo? Yo creo que su boca se le cayó hasta el piso, se quedó con los ojos cuadrados, no lo podía creer.

Muchas veces tenemos temor, angustia y miedo porque no vemos el plan perfecto de Dios. Cuando no vemos la preparación y lo que está haciendo Dios en nuestras vidas hay temor, cuando no vemos el propósito de Dios hay miedo y Eliseo le dijo: “No tengas temor”. Dios le dijo a Moises: “No le tengas miedo porque en tu mano los he entregado.” En Deuteronomio 20:1 le dice a Josué Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temorDios le dijo a Josué una y otra vez que no tuviera temor de ellos porque Dios los había entregado en su mano. Dios nos dice que abramos nuestros ojos y veamos lo que Dios hace a nuestro alrededor y veamos su plan perfecto, su plenitud y su gloria.

Jonatan Edwards fue un tremendo predicador. Hasta el día de hoy podemos recordar el sermón que él predicó: “Pecadores en manos de un Dios airado.” Cuando él era apenas un niño de 8 años, hubo un gran avivamiento en la iglesia que su papá pastoreaba. Su papá fue pastor por 64 años; su abuelo fue pastor por más de 50 años y a la edad de 8 años comenzó a orar por sí mismo, cinco veces al día. Él tenía la convicción de orar cinco veces al día y esa fue su costumbre y Jonatan leyó en 1 Timoteo 1:17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.Lo que sucedió es que cuando Jonatan a la edad de 8 años, Dios abrió sus ojos. Jonatan solía salir a ver los paisajes y levantaba sus ojos y veía las estrellas y hablaba con Dios y le decía: “No puedo creer que hablo contigo, un gran Dios.” Dios usó a Jonatan porque él veía a Dios.

Tenemos que abrir nuestros ojos para ver su gloria. No podemos vivir una vida con nuestros ojos cerrados, una vida sin creer, una vida en ignorancia y en duda y pensando qué tal si Dios no está ahí, o que la palabra de Dios no es verdad. No podemos vivir una vida dudando de la existencia de Dios. Abre tus ojos y ve y cuenta sus maravillas. Dice la palabra de Dios que los cielos cuentan la gloria de Dios, simplemente hay que levantar nuestros ojos y ver el vasto universo para decir que hay un creador y que eso no sucedió así porque sí.

También vemos la ceguera del enemigo. 2 Reyes 6:18 dice Y luego que los sirios descendieron a él, oró Eliseo a Jehová, y dijo: Te ruego que hieras con ceguera a esta gente. Y los hirió con ceguera, conforme a la petición de Eliseo. ¡Qué increíble que Dios contestara las oraciones de Eliseo! Eliseo caminaba con Dios. Estamos ciegos porque no pedimos. Necesitamos pedir más y tenemos que comenzar a ver que Dios contesta las oraciones. Tenemos que ver a un Dios que está ahí y sabemos que no está ahí para cumplir nuestros caprichos pero si está ahí diciendo que abramos nuestra boca porque él nos quiere bendecir.

Estamos ciegos porque no leemos la Biblia. Deja que Dios te guíe y hable y cuando Él te dice que está a tu lado, creele. Cuando Él te diga que está para ayudarte creele, pero estamos ciegos porque no creemos y por causa del pecado. Tenemos que abrir nuestros ojos un poco más. Dice Juan 9:41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece. El pecado nos provoca ceguera, el pecado es como una basurita que tenemos metida en el ojo y Dios dice que la tenemos que quitar. Mateo 23:26 dice: “¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. Dios les dice guías ciegos que guían a otros ciegos. No podemos guiar a este mundo en su ceguera espiritual si nosotros andamos caminando en una ceguera de basuritas de pecado.

Estamos ciegos por causa del pecado pero también hay otros que están ciegos porque no son salvos. Y si tú no puedes ver a Dios, no puedes ver su santidad, no puedes ver el cielo y la vida eterna, y no puedes ver que Dios existe y que hay una vida después de la muerte, es porque no eres salvo. Lucas 4:18 dice: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;” Dios da libertad y quiere dar vista al ciego y hay algunos que están simplemente ciegos porque no han sido salvos. 

Escuche en esta semana de una señora que perdió a su hijo de 5 años y ella dijo: “Fue Cristo quien hizo esto. Cristo debe de ser mi enemigo… Si Cristo en ese momento se hubiera puesto a un lado de mi, hubiera arañado su cara.” Ella estaba tan enojada contra él. Eso es lo que hace la ceguera. Le queremos echar la culpa a Dios y pensar que él no existe pero tienes que aceptar a Cristo.

2 Reyes 6:19 dice: Después les dijo Eliseo: No es este el camino, ni es esta la ciudad; seguidme,” Ya estaban en Dotán, ellos pensaban que era Dotán y sí era Dotan pero cuando quedaron ciegos, el mismo Eliseo les dice que llegaron al lugar equivocado, y por aproximadamente 40 kilómetros van desde Dotán hacia Samaria,  “y yo os guiaré al hombre que buscáis. Y los guió a Samaria. Dicen los versículos 20-22 Y cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Jehová, abre los ojos de éstos, para que vean. Y Jehová abrió sus ojos, y miraron, y se hallaban en medio de Samaria. Cuando el rey de Israel los hubo visto, dijo a Eliseo: ¿Los mataré, padre mío? El le respondió: No los mates. ¿Matarías tú a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y vuelvan a sus señores. Hay un mundo afuera que está ciego y debemos de orar por él y clamar a Dios que nos ayude a llevarle el evangelio 

Entonces el rey le preguntó si los mataba pero Eliseo le dijo que había que darles de comer.  La comida que este mundo necesita es la Biblia, pero ellos tienen que abrir sus ojos y después de ser salvos hay que darles la Palabra de Dios . Dice la Biblia No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Y entonces les dieron de comer.

3. La contestación de Dios

Dios escuchó a Eliseo y Dios salvó a este ejército que sin duda iba a morir. Iban a morir a manos del rey de Israel pero Dios tuvo misericordia de ellos y es la misma misericordia que Dios tiene de nosotros. Este ejército se encontraba entre muros. El ejército de Israel ya estaba encañonado con sus flechas y arcos y estaban a punto de clavar una espada y así tú y yo nos encontrábamos a punto de morir pero Dios tuvo misericordia y vino alguien y nos dio de comer de su palabra y nos dijo : Vete y no peques más.

Tenemos que abrir nuestros ojos y tenemos que orar para que Dios abra los ojos de este mundo que está sin Cristo, y no te enojes contra ellos porque no quieren salvos, hay que seguir orando para que sean salvos y cuando lo sean dales tu de comer.