Cuatro Aspectos de la Gracia de Dios

Efesios 2:8-10 

8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

9 no por obras, para que nadie se gloríe.

10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”

En esta última parte dice que “somos hechura suya” y en el momento en que nosotros recibimos a Cristo como nuestro Salvador nosotros ahora somos hijos de Dios. Ciertamente somos hechuras suya somos creados en Cristo Jesús para buenas obras y Dios quiere que como cristianos vivamos para Dios y hagamos buenas obras y dice después “las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” pero nuestras buenas obras no son para salvarnos. Sino que los versículo 8 y 9 dicen, “porque por gracia sois salvos por medio de la fe y esto no de vosotros pues es donde Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” 

La gracia es un favor inmerecido o un regalo inmerecido de parte de Dios. Solamente la gracia de Dios es la que me puede salvar, no hay nada en mí que yo tenga de favorable, de hermoso, de aceptable para que Dios diga, “¡Wow! Yo te quiero por tu sabiduría. Te quiero aquí en el cielo por tu conducta, porque tú nunca pecas.” No hay nada en nosotros más que el amor de Dios, su gracia, su misericordia. Nadie de nosotros merecemos de su salvación pero es la gracia de Dios la que me salva. Luego dice “No por obras” este recordatorio es muy importante. La gracia de Dios es la que viene de allá arriba hacia abajo, mi fe es lo que va de aquí hacia hacia arriba, por decirlo así y Dios dice, “No por obras para que no te gloríes” para que cuando llegues al cielo digas, “¡Wow! que bien me he portado por eso estoy aquí.” No es por obras, porque entonces ya no sería agradecido al llegar al cielo, ya no le daría las gracias sino que le diría, “Pues yo me salvé, yo me esforcé, hice buenas obras, fui a la iglesia, oré siete veces al día. Hice todas estas cosas y por eso estoy aquí.” No es por mis obras, porque nos estaríamos comparando y diciendo, “Tú ¿qué haces aquí? Yo te conocía bien, eras bien vago, peleonero, mujeriego, hipócrita, mentiroso, soberbio y vanidoso, te vestías como Juan Gabriel.” Diríamos, “Yo hice más obras que tú y no entiendo porqué tú estás acá.” La salvación es por medio de la fe pero por su gracia y su misericordia. 

Su Gracia me Salva

En Efesios 2:4 dice Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó”. Es su amor infinito. Es su amor que él tuvo por nosotros desde el principio, la gracia de Dios, su misericordia, su gran amor. Dios es Rey de reyes y Señor de señores, un día vamos a estar con él y no vamos a estar decepcionados al llegar allá, vamos a decir “¡Wow! qué tremendo cómo es que un Dios todopoderoso me quiso salvar y me amo tanto que envió a Cristo para morir por mí en la cruz.” En este versículo hay dos adjetivos: Rico y gran y el versículo 5 dice, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),” y en Hechos 15:10 dice, “Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?” Ellos estaban teniendo algunas dificultades porque estaban tratando de ver si a través de la ley de Moisés podían ser salvos, porque en el versículo 1 dice, Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.Había algunos fariseos que ya habían creído y otros que venían de Judea estaban enseñando que tenían que guardar ciertas cosas, la ley de Moisés y ciertos ritos para ser salvos de tal manera que era importante el querer ser salvos y lo estaban enseñando pero de una manera equivocada. Entonces dice la Palabra de Dios que enviaron a traer a Pablo y a Bernabé  y en los versículos 7 al 10 dice, Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; 9 y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.”

Así que es por la gracia del Señor Jesús que somos salvos. Note la epístola de Gálatas, una epístola es una carta de doctrina dirigida a la Iglesia y Pablo les dice a los Gálatas que no es  a través de las buenas obras de los ritos o a través de la ley de Moisés es por su gracia. 

Romanos 3:21-23 dice “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, Dios dice que debemos de poner nuestra fe en Jesucristo, el pecado me aparta de Dios me destituye. Por ejemplo cuando estaba en el instituto iba en los veranos a Guerrero a trabajar para mi abuelo y había un chófer que se fue a tomar y no regresó por tres días. Al cuarto día regresó, entró corriendo y gritaba “las llaves”  y mi abuelo le aventaba las llaves. Otro día hizo lo mismo y dice mi abuelo, “¡Qué llaves ni qué ocho cuartos, estás despedido!” Por su pecado por su borrachera quedó destituido, ya no merecía trabajar en ese lugar y así nuestro pecado nos destituye pero por su gracia somos justificados. Versículo 24 dice, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,”  La Salvación, ¿Cuánto nos cuesta? nada, es gratis. Las salvación es gratuita. No nos cuesta nada, le costó a Cristo. Su gracia es un regalo inmerecido que Dios nos da pero no a todos, solamente a los que ponen su fe en Cristo. Tito 3:5 dice. nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.” Es por su gracia y cada día hay que darle gracias a Dios por su gracia y su misericordia. 

Su gracia me Sostiene

Su gracia me ayuda. Dice en 2 Corintios 12:2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.

¿Alguna vez has estado ganando almas y te han dicho “pero nadie ha ido y ha regresado?” Yo creo que a todos nos ha tocado. Bueno, le puedes decir, “Está equivocado. Hay alguien que ya fue y ya regresó: Pablo” y dice la Biblia que Pablo dice que de ese hombre se iba a gloriar porque tuvo la oportunidad de ver cosas gloriosas. Cuando tú estás caminando en santidad ves cosas gloriosas y es en ese hombre del que te puedes gloriar, pero Pablo dice que cuando ese hombre vio cosas gloriosas y anduvo por los cielos se gloriaría de ese hombre y no de él mismo porque había pecado y maldad en él y aún padecía y comienza a hablar de sus padecimientos. Dice el versículo 7 y 8, “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;  respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Pablo está diciendo que si no fuera por esto, se enaltecería ¿sabes por qué a veces vienen situaciones, problemas, enfermedades? yo creo que vienen para que no nos enaltezcamos. Algunos dicen que el padecimiento que tenía Pablo era con sus ojos que no podía ver pero dice que solamente le pidió al Señor tres veces. ¿Cuántas veces nosotros tenemos un achaque y pedimos y pedimos? y no estoy diciendo que no pidamos, pero yo creo que Pablo pedía y pedía y Dios dijo, “No, yo te lo voy a mantener ahí, para mantenerte humillado, para que no te enaltezcas” y Pablo lo aceptó; pero a veces perdemos esa aceptación de parte de Dios y nos queremos otra vez enaltecer y por causa de nuestra soberbia decimos “no es justo que yo tenga esto” pero Pablo siguió adelante, ganando almas, quizás de repente quedó náufrago y no podía ver la isla a donde ir y dijo, “Señor, no es justo que no puedo ver, quítame esto” Y empezó otra vez a pedir y a pedir y Dios le dice otra vez, no. Y cuando Dios nos pone de la misma manera ese aguijón es porque nos queremos enaltecer. Y entonces Dios le contesta versículo 9 y 10 “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 

Su gracia me sostiene, me ayuda. Es el poder de Dios que me mantiene firme, que dice “Sigue orando y pidiendo. Yo voy a estar contigo, no te voy a dejar, no te voy a desamparar, confía en mí”. En Hechos 6:8 dice, Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.” De tal manera que es la gracia de Dios que me sostiene y me ayuda a seguir adelante. 

Su gracia me Sitúa en Buen Favor

Génesis 18:1-3 “Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.” 

Aquí dice tres varones yo creo (por si lees toda la historia) que era Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo que estaban hablando con Abraham. La gracia es cuando Dios de alguna manera me hace a mí agradable delante de alguien más. En este caso Abraham estaba diciendo, “Si yo he encontrado gracia, si soy agradable, si encuentras algo bueno en mi, si tu favor está hacia conmigo, por favor ayúdame” y no solamente el encontrar favor delante de Dios, también Dios me da esto para encontrar a favor en otros como dice en Génesis 39:1-4 “Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá. Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio.Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano.Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía.” Había algo en José que Potifar dijo, “Dios está con él y entonces voy a ser bueno con él.” Cuando Dios me da a mi esa gracia las personas dicen, “yo no sé que usted tiene pero le voy a ayudar, le voy a echar la mano.” 

Cuando el pastor Adolfo Lima terminó el instituto fue al centro de Texcoco porque él quería rentar un local para poner un negocio por cinco años, él había estado en pobreza extrema, pero él quería mostrarle a su familia que sí se podía y quería ser de bendición y salir adelante. Fue al centro y encontró un local muy caro y le habló de Cristo al dueño y el dueño le dijo que le quería ayudar y no le cobró la renta del local por los primeros tres meses; de tal manera que necesitamos de la gracia de Dios en nuestras vidas para que cuando alguien más nos vea diga, “hay algo en esta persona, Dios está con él” y hallamos gracia delante de otros porque Dios está con nosotros. 

Cuando vinimos a ver el lugar en donde estamos también había un hombre que lo quería comprar, se veía de una persona de importancia y quería el lugar para hacer unos edificios y seguramente tenía mucho dinero pero nosotros oramos a Dios y Dios nos dio gracia delante del dueño que cuando le ofrecimos mucho menos que lo que la otra persona le estaba ofreciendo nos vendió el lugar a nosotros y esa es la gracia de Dios.

Su Gracia me Somete

1 Corintios 15:9-10 dice, “Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.” y Santiago 4:6 dice,Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”

La gracia de Dios es la que me ayuda a mantenerme humillado. Cuando yo veo su poder, su misericordia y su amor digo, “No puedo luchar contra nada de eso” y Pablo dice “Yo soy el más pequeño” pero aparte de que me somete para que me mantenga humilde, y si yo estando en ese lugar me sigo manteniendo humilde dice la Biblia en Proverbios 3:34 que a los humildes dará gracia. Su gracia me ayuda a humillarme y reconocer cuán grande es Dios pero entre más le reconozco a él, Dios me sigue dando de su gracia.

Su gracia es la que abre puertas, la que me mantiene firme, la que me ayuda a caminar hacia adelante, la que me levanta cada día, la que me sustenta, la que me ayuda a estar agradecido con Dios. 

En 1 Pedro 5:5 dice,Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque:  Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.” Hay que decirle al Señor que nos de más de su gracia, si ya nos ha salvado pero podemos continuar pidiendo y agradecerle por su gracias y entre más humilde seamos Dios nos va a dar más de su gracia, de su ayuda, de su misericordia, más para abrir puertas, para ayudarte, para hacer cosas que nunca pensaste que podías hacer. Simplemente porque la gracia de Dios y el poder de Dios están en tu vida.