3 Cosas que revelan su resurrección

1 Corintios 15:1-8

1 “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis;

2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.

3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;

4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;

5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.

6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.

7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;

8 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.”

Dice la palabra de Dios en el versículo 1 “Además os declaro, hermanos, el evangelio” ¿Qué es el evangelio? Dice el versículo 3 “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;” ¿Por qué conforme a las Escrituras? Porque la Biblia ya de por sí hablaba que Cristo iba a morir por nosotros y las mismas Escrituras hablaban de que Cristo iba a resucitar “y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;” En las Escrituras encontramos palabras de vida eterna y ahí nos habla que Cristo resucitaría. Cristo apareció a Cefas y luego a las doce y en el versículo 6 dice que apareció a más de quinientos hermanos a la vez. De tal manera que no fue solamente dos o tres, o doce que hayan dicho “vamos a mantener esto en secreto y vamos a aparentar que Jesús resucitó”; sino dice la Biblia que apareció a cientos de personas para que podamos creer y saber que él resucitó y en el versículo 8 dice “y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.” Y ¿cuándo fue eso? fue cuando Pablo iba en camino a Damasco.

Quiero hablar de tres cosas que revelan su resurrección.

1. Su poder

El hecho de que Cristo resucitó nos da a conocer que él es poderoso. Dice Juan 10:17-18 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.Su resurrección nos muestra Su poder, nos revela Su poder, que él puso Su vida y el misma la tomó porque él es Dios y él tiene poder para volver a tomar Su vida. Hay muchos que ciertamente murieron y gloria a Dios que él los resucitó, pero él dice “yo puse mi vida y tengo el poder para volverla a tomar.”

Debemos recordar que Su poder es infinito. Jesús tiene todo el poder. Juan 1:1-3 dice En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Aquí está hablando de Jesús. Este era en el principio con Dios.  Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” De tal manera que Su poder es infinito. Él tiene todo poder y Su resurrección simplemente nos recuerda de Su poder. 

Dice Colosenses 1:15-17 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.  Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.  Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;” La resurrección de nuestro Señor Jesucristo nos recuerda de Su poder y Su poder es infinito y no hay nada imposible para Dios y Jesús es Dios. Cuando él pone su vida y la vuelve a tomar, nos recuerda que él es poderoso.

Su poder es infalible. En Marcos hay una historia de una mujer que tiene una enfermedad y ella dice que si tan solo tocaba el manto de Jesús sabía que Jesús la iba a sanar. Ella estaba confiando en el poder de Jesús y dice Marcos 5:35 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Cuando esta mujer lo tocó fue sanada porque ella sabía que el poder de Jesús no falla. Ella pudo haber tocado el manto de Jesús y haber dicho: “No fui sanada ¿qué pasó? pues el poder de Jesús no sirve. Falló, su poder no sirvió y ¿para qué he creído en Jesús?” Pero Jesús resucitó, recuerda que su poder es infalible, no falla.

¿Quién quiere comprar una medicina que falla? Nadie. Pero no hay medicinas infalibles. No hay vacunas infalibles, pero el poder de Jesús es infalible, no nos falla. Si tú pones tu fe en Jesús, él no te va a fallar. Cuando creemos en él, al final, ya sea que muramos o que se toque la trompeta y vayamos con él y estemos presentes y él esté leyendo la lista del libro y diga “Aquí no está tu nombre” y que nosotros le digamos “pues yo puse mi fe en Cristo.” No nos va a decir: “Es que Su poder no te pudo salvar porque solo alcanzaba para diez millones, no alcanza para ti la sangre de Cristo, ni modo al infierno.” Su poder es infalible.

Dice Juan 14:12-14  De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.  Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.  Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. No solamente dice “Tengo poder” sino que él dice “si lo pides en mi nombre, mi poder es infalible, no te va a fallar yo lo haré.”

No solo vemos que su poder es infalible, sino también que su poder es impartido. ¿A quién imparte de su mismo poder? El poder de Jesús está en nuestra vida y dice en Filipenses que su poder nos fortalece para seguir adelante. Él nos da de su poder. Dice Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.En algunas ocasiones alguien muere y el terreno que esa persona tenía queda intestado, en otras palabras, no se escrituró, no se puso en el testamento y entonces hay problemas. Cuando el Señor Jesucristo murió y resucitó dijo: “Mi poder está disponible, yo lo reparto, yo te lo puedo dar, no necesitas una escritura, no necesitas firmar, yo te lo puedo dar inmediatamente cuando me pides salvación.”

Jesús es poderoso. Él dio su cuerpo y lo volvió a tomar y por causa de que él resucitó nos recuerda que él tiene poder.

Dice Efesios 2:4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,¿Algún día has sentido que nadie te ama? Dice la Biblia que Dios te ama. Y dice el versículo 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), De tal manera que su poder en nosotros es inmortal porque cuando recibimos a Cristo ahora vivimos y nos da vida eterna por causa de que él es vida. Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad y la vida.” A través de su resurrección tenemos vida eterna.

2. Su promesa

Marta mandó llamar a Jesús y le dijo que su hermano estaba muy mal; y Lázaro murió. Finalmente llegó Jesús y Marta como un poquito decepcionada, un poquito atribulada estaba diciendo: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.” Pero también dijo Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Marta estaba confiando en el poder de Dios. A veces nos quejamos pero recordamos el poder de Dios y dice en Juan 11:24-24 23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. 24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.” Ellos sabían muy bien que había un día el cual le llamaban “el día de la resurrección”. Los judíos creían que iba a llegar un día en donde todos iban a resucitar y ahora como cristianos, al ver que Jesús ha resucitado, con mucho más fe debemos recordar que un día vamos a resucitar porque él resucitó.

Dice Juan 11:25-27

25 “ Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.

Qué gran verdad contestó Marta y esa misma verdad debemos contestar. Jesús es el Cristo el Hijo de Dios que ha venido a este mundo para morir por nosotros  y resucitar para que un día nosotros estemos con él.

De tal manera que su resurrección nos revela su promesa de que un día vamos a resucitar con él. No podemos tener duda, no podemos decir ¿será o no será?

En 1 Corintios 15:14-19 dice

14 “Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.

15 Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.

16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó;

17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.

18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron.

19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. 

En otras palabras, si nosotros pusimos nuestra fe en Cristo y Cristo murió, pero al final Cristo no resucitó somos los más miserables porque estamos poniendo nuestra fe en Cristo quien nos prometió que él iba a dar su vida e iba a resucitar pero no resucitó, entonces ¿en quién estamos poniendo nuestra fe? ¿En alguien que fue un embustero, un mentiroso, alguien que simplemente nos tomó el pelo? Si Cristo no resucitó la gente debería tener lástima porque estamos pensando que Cristo resucitó y la gente dice “¡Ay pobrecito! Está poniendo su fe en un Dios muerto, en un Cristo que está aún en esa tumba.” pero ¿sabes qué? No somos dignos de conmiseración. Nadie debe tener lástima, ni tú mismo debes tener lástima en ti mismo porque Cristo ciertamente resucitó, no se quedó en esa tumba, Cristo ciertamente ascendió al Padre celestial y un día va a regresar por nosotros. 

Su resurrección nos recuerda que no solo un día va a venir sino que nos va a resucitar si llegamos a morir, nos recuerda que resucitaremos con él. 1 Corintios 15:20 dice  Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. De la misma manera que Adán fue el primero que murió y porque Adán murió todos mueren y luego Cristo vino y él vive, él es el primero, primicias de los que murieron y por cuestión de que Cristo resucitó ahora todos los que hemos creído en él vamos a resucitar. De tal manera que un día vamos a resucitar.

Si tú no has muerto, va a tocar una trompeta y esto nos recuerda su promesa de que él viene otra vez. Dicen los versículos 51 y 52 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.”  Él está diciendo que un día se tocará trompeta, un día Cristo viene por nosotros y vamos a estar con él para siempre.

Su resurrección nos recuerda que él tiene poder para resucitarnos y nos recuerda su promesa: que él viene otra vez por nosotros y cuando esa trompeta suene vamos a ir con él.

Dice el versículo 55-57 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? 56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. A través de su resurrección, Dios nos promete que nos va a resucitar, que Jesús viene de nuevo, que tenemos victoria.

3. Su Propósito

Dice 1 Corintios 15:11 Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.Pablo está diciendo “sea que yo lo haga, o que ellos lo hagan, tenemos que predicar que Cristo resucitó.” ¿Sabes cuál es el propósito de Dios cuando Cristo resucitó? Que tú lo prediques. Que no te avergüences de predicar a Cristo porque él resucitó.

Dice 1 Corintios 15:34 Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios. para vergüenza vuestra lo digo. Lo que te debe avergonzar es que hay mucha gente que tú no le has hablado, hay vecinos a los que no les has compartido, hay gente que aún no conoce a Dios y eso te debe avergonzar. Hay muchos que no conocen a Dios.

2 Timoteo 1:8-9,12 dice:

8 “ Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,

9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,

12 Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. Pablo dice que no te avergüences, Cristo resucitó, él está a la diestra de Dios, él un día viene por ti, no te avergüences, reconoce su propósito y el propósito de Dios para nuestra vida es que prediquemos que Cristo resucitó. 

No hay razón por la que nos debamos de avergonzar, no hay razón para seguir escondiéndonos que somos salvos, al contrario, nos debemos alegrar de que Cristo resucitó y el día de hoy que estamos celebrando su resurrección nos debe de provocar  decir ¡Wow! Cristo no está ahí. Dice Mateo 28:6 No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. Cristo ha resucitado y porque él resucitó tenemos un creador un salvador poderoso que no quedó muerto. Buda murió y no resucitó y hay muchos que han muerto y no han resucitado y él único que ha muerto y resucitado es Jesús y creemos en él; y porque creemos en él, debemos seguir su propósito en nuestra vida y su propósito es que no nos avergoncemos y que prediquemos de él.

Su resurrección es hermosa pero ahí no termina todo. Su resurrección nos debe recordar que debemos predicar de él. Tenemos que decirles: “Mi Cristo resucitó, él tiene poder, él un día viene. Si tú no le aceptas, irás al infierno, él te ama y murió por ti, él resucitó, él tiene todo el poder. Yo te quiero hablar de Cristo.”

Tenemos que recordar que Cristo resucitó, pero es en vano que él haya resucitado si no le estamos predicando. No debemos callarnos, debemos predicar de él.