Masculinidad Bíblica: Ni Había Hombre Para Que Labrase La Tierra

Génesis 2:1-7

1 “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.

2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.

3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.

4 Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,

5 y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,

6 sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra.

7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”

En los EEUU hay un famoso rapero llamado Eminem. Él es un hombre que tú pensarías que su vida es completa. De hecho, somos del mismo estado y he visto la casa que él compró después de ser un súper astro entre los raperos. Ha ganado once trofeos más grandes por la música americana y después de ser muy exitoso, sacó un nuevo disco llamado “limpiando mi closet” y él estaba hablando de la trayectoria de su vida, de su pasado y estaba intentando tratar con errores propios en su vida y cuando escuchas esa canción “limpiando mi closet”, el coraje de Eminem es palpable. Él está cantando del padre ausente que le abandonó cuando tenía meses de edad y la letra es algo fuerte “Quien sabe si se despidió de mí con un beso, ni modo, ojalá esté muerto.” Hablando de su padre.

¿Es sorprendente que él haya vivido una vida llena de problemas? No. ¿Es sorprendente que él haya repetido la misma historia teniendo problemas con las adicciones? No. A pesar de todos los arreglos que él quiso hacer en su vida, no ha superado la herida que causó la ausencia y el abandono de su padre. ¿Tiene muchas cosas? ¿Tiene dinero? ¿Tiene trabajo? ¿Tiene hijos? ¿Tiene una mujer? ¿Tiene casa? ¿Tiene fama? Tiene todo, pero no hubo hombre que labrase la tierra de su corazón, no hubo una figura paterna en su vida para invertir en él cuando más lo necesitaba y nosotros tenemos que aprender que la necesidad de una padre no viene por los sentimientos de un niño o niña aunque están ahí presentes, vienen porque Dios lo dijo. Los hombres somos necesarios porque Dios nos ha colocado como necesarios.

La Biblia nos da dos relatos de la creación y gracias a Dios la creación exige que  haya un creador. No eres hijo de un chango, o un bisnieto de una iguana, eres un ser humano, hecho a  la semejanza de Dios, y vivimos en un glorioso universo con un creador. Él es el creador de todo, el alfa y Omega y la razón de que haya una creación es que él lo decidió.

Génesis 1 nos habla de las escenas y días de la gloriosa creación que podemos ver. Y el capítulo 2 nos dice: “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.” Como obra completa “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.” Y Dios después de decir que todo fue hecho, descansó de toda su obra y hace algo muy interesante en él versículo 4 “Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,” y Dios hace hincapié sobre este asunto, enfatiza que hizo una creación, pero con algo que faltaba a propósito después de los primeros días de creación, “y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,”

La creación en Génesis 1 es como una jungla, es como un zoológico enorme que no tiene un obrero ahí. La Biblia menciona que Dios a propósito esperó hasta lo último para enfatizar desde las primeras hojas de la Biblia, la importancia de un hombre sobre la escena del mundo.

Hombres, todos tendremos tierras para labrar. Los corazones de nuestros hijos son campos para estar invirtiendo, regando con mucho amor, con disciplina y reglas y más que todo, con la palabra de Dios para que sean fructíferos algún día. El mundo está lleno de jóvenes cuyos corazones están desatendidos tienen cardos, espinos, adicciones, violencia, la cárcel está llena de hombres que nunca tuvieron figura paterna, porque no había hombre para que labrase la tierra. Los hijos necesitan padres que estén ahí y no solo para los grandes eventos. Hay padres que están en el hospital cuando nacen sus hijos, en la escuela cuando se gradúan y en la iglesia cuando se casan, pero los otros días se ausentan. 

Los niños necesitan a papá en los momentos cotidianos, cuando tienen preguntas sobre su tarea de matemáticas, cuando  se caen de la bici, alguien que les bese la rodilla que está lesionada, alguien que le enseñe a saludar con la mano derecha, alguien que les enseñe higiene y orden, un hombre que les enseñe la Biblia, alguien que cultive su corazón, pero tristemente no hay nadie que labre la tierra.

Hay un problema cultural del que tenemos que hablar. En 1992 uno en cada cien niños mexicanos tenía un padre en el norte, hoy, cinco veces más hombres están dejando a sus hijos para ir a EEUU, y lo que quiero decir a cada uno de ustedes hombres, es que sus hijos necesitan más que dólares, hay algo más invaluable que se llama presencia, instrucción, amor. Eso es más valioso que cualquier casa, algunos hombres saben construir casas, pero no un hogar y los hijos gimen por el corazón de un padre que no está presente. Y tenemos que resolver este problema desde la iglesia.

La Biblia habla de campos, de vegetación, de un huerto y todo fue bueno pero si no hay un hombre para meter surcos en la tierra, para luego organizar la vegetación en canastas, para regar y plantar y cuidar todo sería una jungla salvaje porque donde no hay hombre hay caos. Y en cada corazón, cada familia, en cada iglesia, en cada lugar donde no hay un hombre responsable, donde hay hombres presentes pero ausentes, o negligentes de sus responsabilidades reina el caos total, porque no hay hombre para que labrase la tierra.

Este texto sin lugar a dudas, dice que Dios por su voluntad hizo un mundo en el cual sería necesaria la participación masculina de un hombre. No está diciendo que Dios hizo un mundo por accidente o incompleto. Hizo un mundo para poder colaborar y usar al hombre en su voluntad. Dios creó en el mundo un hueco y Dios suplió ese hueco con un hombre que él creó.

Hay un hueco que tiene que llenarse por hombres, pero no cualquiera sino hombres hechos por Dios. Tenemos que ser hombres que cuiden bien los corazones de esposas e hijos. Cuando Dios dice “no había hombre que labrase la tierra” la pregunta que surge es ¿qué tipo de hombre? porque observamos a un mundo con mucha clase de hombres. 

Primeramente vemos a un hombre espiritualmente vivo en contacto con su hacedor. La Biblia menciona en Génesis 2:7 “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” Cuando Dios hizo a Adán no era un hombre sordo, ni muerto espiritualmente, sino que fue un hombre que apreciaba la santidad, y la gloria de Dios, y Dios está buscando a hombre así, hombres alertas a la voz de Dios que van a comprender su gloriosa palabra y pasarla a sus esposas e hijos. 

Vemos también, no solamente a un hombre vivo espiritualmente, sino a un hombre obediente que seguía las instrucciones de Dios para llegar a un lugar de bendición. El versículo 15 dice: “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.” Dios habló y Adán obedeció y aprendió algo en el proceso: Si sigo a Dios, llego a lugares de bendición. ¿Cuántos hombres hemos sido desobedientes en lugar de seguir a Dios? Tantos hombres siguen sus impulsos, van a una cantina para conseguir alcohol, siguen a una mujer que no es su esposa y llegan a un lugar de maldición.

También un hombre diligente. La Biblia dice que Dios lo puso ahí “Para que lo labrara y lo guardase.” Dios no llevó a Adán al Edén para que estuviera descansando en una hamaca. Tantos hombres hoy, son ociosos, hijos de mamá, niños con barba y madres bien lloronas que nunca los dejan independizarse desde chicos les meten la idea que nunca los van a dejar y por eso tienen 40 años y tienen suficiente para rentar su propio cuarto, juegan Xbox todo el día, han engendrado hijos que alguien más cuida y son unos panzones irresponsables que otros tienen que cuidar, pero Dios está buscando hombres diligentes que se van a levantar temprano en la mañana, van a leer su Biblia y poner dominio en la vida de sus hijos. 

Dios está buscando a un hombre que iba a llenar y cumplir el plan de Dios y no el del hombre. Todos los hombres tenemos planes, desde chicos tenemos planes y algunos no han logrado esos planes porque son sus planes y Dios en su gracia pisotea esos planes para que tu con humildad busquen el plan y el rostro de Dios

En Génesis 2 vemos algo muy claro. En un mundo donde no hay hombre para labrar la tierra el caos reina en lugar del dominio, porque Dios hizo al hombre desde Génesis 1 para traer dominio e introducir orden y esto hasta la fecha, podemos verlo con nuestros ojos, que un pedazo de tierra naturalmente va a ser lleno de caos produciendo cardos y espinos, vegetación fuera de control, y nunca es fructífero hasta que un hombre llegue para arar, regar y plantar e igualmente un sitio de trabajo, un montón de bultos de cemento, varillas hasta que un hombre llega y hace y después de algunas semanas es un hermoso edificio porque el hombre influye orden. Hay caos cuando no hay hombre que labrase la tierra,

Desde Génesis 2 vemos la importancia de hombres dispuestos y diligentes para caber en el plan de Dios, vemos que importaba antes y ahora más. Necesitamos hombres. Las ciudades y pueblos necesitan hombres honestos y justos para gobernar en el temor de Dios, necesitamos jueces, presidentes, alcaldes. Las ciudades no necesitan más hombres corruptos, cantineros, narcos y pandilleros para introducir más caos, necesitan hombres de Dios para introducir orden y bendición moral y espiritual.

Todos arrastramos pensamientos, vidas y familias caóticas y soy el primero. Necesito que un hombre se pare en el púlpito y abra la palabra de Dios y Dios empieza a través de su Espíritu infundir orden y dominio en mi vida.

Las mujeres no necesitan hombres mujeriegos, violentos y abusadores para inyectar más caos en sus vidas, sino que necesitan hombres como Cristo, que les va a enseñar el amor de Dios, hombres que valientemente van a decir “hasta que la muerte nos separe” y vivir en ese pacto glorioso, eso es lo que las mujeres necesitan.

Algunos hombres no llegan a casa, son más de lo compas, de la calle que de casa y hemos oído por tantas generaciones que la casa es para la mujer, ¡NO!, la casa es para el hombre también y algunos hombres necesitan dejar de escuchar la voz de aquellos cobardes que han engendrado seis hijos y no han cuidado ninguno de ellos. ¿Por qué no dejas de fumar y empiezas a ser hombre de casa, hombre de familia? El hombre valiente es el que se levanta a las 5 am y trabaja todo el día, y regresa a casa para que sus hijos confíen en él y su esposa sabe dónde ha estado, eso es valentía.

¡Qué enorme hueco se hace en el corazón, en la sociedad, en la familia cuando no hay un hombre para labrar la tierra!

Héctor tiene 7 años y ya le esta cayendo el veinte que está viviendo una vida que no fue diseñada por Dios. Él con temor camina diez cuadras a la escuela por la mañana porque su mamá está trabajando desde las 7 am vendiendo tortillas en el tianguis, es una madre soltera, porque el papá de Héctor fue suficiente hombre para engendrarlo, pero para la responsabilidad no. Y su mamá tiene que trabajar catorce horas al día para solventar los gastos, para la renta del departamento donde viven. Héctor llega a la escuela  y ve que sus compañeros de clases son acompañados por sus papás que los besan y en el corazón de Héctor sabe que algo falta y si él pudiera tener una sola cosa en la vida, no seria un millón de pesos, sería la oportunidad de conocer a su papá, pero ese hombre no está ahí para labrar la tierra de su corazón. Ese hueco lo va a cargar en todas partes, cuando mete el gol no está papá, cuando llega a casa con buenas notas nadie le dice “Hijo, estoy orgulloso de ti”. Héctor es un perfecto candidato para la pandilla, para la cárcel, para el cementerio, porque no hay hombre que labrase la tierra. Caos espiritual, caos emocional, caos en el pequeño corazón de Héctor por falta de un hombre que labrase la tierra de su corazón.

Elena es una mujer de 23 años y es el día de su boda. Ella es hermosa, ordenada, tiene su vestido blanco, pero dentro de ella hay una tristeza, un caos que le persigue en el altar matrimonial porque mientras ella se acerca al altar para hacer votos sagrados a su esposo, su sueño es el mismo de toda mujer, ser acompañada por su padre y ser entregada a su esposo. Pero su padre no está ahí, sino un tío, un hombre bueno, pero no el hombre que debe estar ahí. Y sí, hay mucha gente en esa iglesia, muchas personas hay, pero hay un hueco enorme del hombre que debe estar ahí y es un hueco que ella no creó, sino su papá que abandonó la familia cuando ella tenía 9 años de edad. Su cumpleaños pasa cada año y no hay ninguna tarjeta, se graduó de la preparatoria y del colegio con honores y otros hombres le saludaron, pero su papá no. Entonces, en su día de bodas por supuesto su papá no va a llegar. Elena está a punto de introducir mil inseguridades en su nueva relación con su esposo y son inseguridades que solo un hombre pudo resolver, su padre, pero no hubo hombre para que labrase la tierra. Caos emocional en Elena causado por un hombre que no estuvo en su lugar.

Cuento estos ejemplos para que entiendas como hombre la importancia de ti. La importancia de un hombre que lleva la imagen de Dios, un hombre que sigue la voz de Dios para llevar a su familia a un lugar de bendición, un hombre totalmente presente y la Biblia es un taller donde se hacen hombres verdaderos. La Biblia hace hombres valientes, hace hombres responsables, hombres a la imagen de Jesús, no a la imagen del diablo. La Biblia es un libro bien cuidadoso para revelar la importancia de hombres para liderar a sus familias.

Y si dices que no tuviste padre terrenal, ahora puedes tener Padre Celestial en Cristo Jesús y en vez de imitar la hombría falsa que viste en tu niñez, puedes saborear la gloria del Padre Celestial y llevar su ejemplo a tu casa, en palabra y acción e introducir una figura paterna que cuánto gimen tener tus hijos y tu esposa.

Sem, Cam y Jafet tenían a Noé no solamente como constructor, sino como padre; Salomón tenía a David, no solo como rey sino como padre; Juan el bautista tenía a Zacarías no solamente como sacerdote sino como padre. Y tristemente hay muchos que saben ser rey, que saben hacer cosas aun dentro de la iglesia, pero son horribles para la casa, tremendos sacerdotes fuera de la casa, pero sus hijos no tienen papá, y eres el papá presente pero ausente y eso no es correcto. Es correcto estar interesado, labrando la tierra que Dios te ha dado a través del amor, de la palabra de Dios.

Dios está enfocado tanto en la relación entre padres e hijos que cuando él se presenta a Moisés, un hueco de 400 años sin conocer mucho al Dios de los israelitas dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y Jacob. Me identifico con hombres que tendrán hijos y pasarán mi mensaje a través de la familia.”

El seminario es bueno, pero la casa es el seminario número uno, y para tener un padre que ama y sigue a Dios eso es lo necesario. Los hombres son necesarios. ¿No has leído en el Nuevo Testamento que Jesús vino y juntó discípulos y como eran sus nombres? ¿Petra? No, sino Pedro. ¿Juana? No, sino Juan. ¿Andrea? No, sino Andrés. Él escogió para su iglesia columnas y baluartes, piedras muy importantes sobre lo cual iba a edificar la gloria de su iglesia, el poder de su Evangelio. Él entrenó doce hombres para que valientemente llevaran el evangelio y fueran pescadores de hombres. Así que, hombre como Zaqueo, Bartimeo, Cornelio, el eunuco Etiope, Filimón, Bernabé, Esteban es un libro de hombres que tenemos; las mujeres bien importantes en la historia pero Dios coloca la importancia primordial sobre los hombres.

Hubo una guerra en el cielo según Apocalipsis entre el diablo y Dios; y el diablo movió el lugar de guerra. Satanás no pudo en contra de Dios y fue arrojado a la tierra y vio que la imagen de Dios se había colocado sobre Adán. Entonces, Satanás viene para empezar la guerra en contra de la humanidad y Adán era un hombre presente pero ausente, inactivo en los asuntos espirituales de su esposa. Dice Génesis 3:1-6 “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;  pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.” Primer error del hombre, permitir que su esposa creyera cosas que no fueron dichas por Dios, añadió a la palabra de Dios que no podía tomar ese árbol. Estaba sembrando la semilla de la duda  y de la crueldad supuesta de Dios. “Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.” Apeló a su curiosidad de saber algo que Dios no tenía para ella. “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.” Un hombre suficientemente cercano para pecar frente a su esposa, pero no suficiente sabio o valiente para protegerla de Satanás. Era un hombre que hacía muchas cosas, estaba trabajando, pero no estaba envuelto espiritualmente

Nuestras iglesias, nuestro México está lleno de hombres bien trabajadores, yo no te quito el halago de que trabajas duro, mi problema no es que tú no proveas lo básico, lo haces, pero pierdes lo más importante, infundir la palabra de Dios en tu mujer e hijos y muchos hombres se justifican de que ponen comida y trabajan. Amigo, los animales también ponen comida a sus hijos, nadie te halaga por lo necesario, pero te reprendo porque tu esposa no tiene la cobertura espiritual de ti, no oran juntos, ni leen juntos y no hay hombre que labrase la tierra espiritualmente.

El mundo está poblado por hombres que no tienen contacto con Jehová. Adán empezó a procrear hijos y un montón de nosotros somos bien chuecos y como resultado no hay ninguna dirección, no podemos llevar a los hijos a un lugar de bendición, sino de maldición. Adán fue hecho para ser un contribuidor no un consumidor y el hombre hoy en día lejos de Dios es conocido no por lo que contribuye sino por lo que consume: alcohol, sustancias, pornografia, mujeres, montón de cosas en lugar de ser fructífero. Y el resultado es más caos que nunca en el mundo.

Hombre, existes para reducir el caos. Y el mundo siente este hueco de que no hay hombre para que labrase la tierra. 

El 90% de niños de la calle vienen de un hogar donde no hubo figura paterna; 85% de niños que tienen trastorno mental vienen de un hogar donde no está su padre biológico; 71% de señoritas que se embarazan fuera del matrimonio entre 12 y 18 años de edad vienen de un hogar donde no hubo figura paterna; 63% de suicidios entre jóvenes son de niños y jóvenes que no tuvieron figura paterna; 85% de hombre jóvenes en la cárcel tiene una cosa en común: No hubo figura paterna, no hubo hombre que labrase la tierra.

No tenemos problemas de sociedad, de drogas, de crimen o de calle, tenemos un problema de masculinidad, y mi pregunta es ¿Qué hacemos con los hombres? Tenemos anexos para los hombres, tenemos prisiones y cárceles para los hombres a donde ellos van después de que es destrozada su vida, pero ¿a dónde van para construir su vida? Tengo noticias: La iglesia del Dios viviente, la columna y valuarte de la verdad, para darte la certeza y sabiduría en tu vida para ser el hombre que Dios te diseñó. 

Hay dos opciones con los hombres: Entrenarlos a ser grandes hombres de Dios (que es la meta) o enseñar a las damas y a los hijos cómo aguantar a los hombres irresponsables. Prefiero que Dios me entrene, prefiero ser diferente.

Proverbios 8:4 dice: “Oh hombres, a vosotros clamo; Dirijo mi voz a los hijos de los hombres.” La meta es que seas hombre glorioso para Dios, un hombre que imite al Señor Jesucristo y que se sienta la diferencia en tu hogar porque estoy convencido de que Dios quiere transformar a más hombres y a más familias, quiere hacerlo desde ahora y si tú no, ¿quién? y si no ahora, ¿cuándo? Muchos hombres saben construir casas, pero no saben liderar un hogar, por eso voy a dirigir mi voz a los hijos de los hombres como dice el versículo.

Quizás eres como Adán, presente pero ausente, y todo te importa más tus amigos, tu carro deportivo y mientras no ministras a su esposa, la telenovela, la tía mentirosa que va chismeando de ti destrozarán tu hogar bajo tus narices.  

He visto hombres que en sus talleres todo está orden, los líquidos para el parabrisas, el motor, la transmisión, el aceite, todo barrido, todo ordenado y todo desordenado en su casa porque no le importa, su hijos de 16 años casi embarazando a su novia, todo desordenado dentro de la casa. Algunos son visitantes en su casa, y es una lástima, eso hiere tanto a un niño. Quizás tuviste al padre que visitaba y estás repitiendo la misma historia como adulto y eso es una desgracia por eso mi voz será a los hijos de los hombres. Quizás tuviste al padre airado y treinta años después eres el padre airado y es tiempo de cambiar tu identidad de tu padre terrenal y ponerlo en tu Padre Celestial. Algunos llegan a casa, y es una lástima porque son violentos y crueles.

Y si no eres esposo o padre todavía vives en un mundo que quiere hacerte adolescente eterno, niño con barba y algunos están rumbo a ser hombres con 40 años expertos en XBox, pero ni trabajan y la mamá sosteniendolos y eso no es hombría por eso, mi voz será a los hijos de los hombres. 

Quiero decir también que hay hombres responsables que tienen su familia en la iglesia y si eres uno de esos te felicito, pero te voy a retar a ser mentor de jóvenes que nunca han tenido un padre, como Pablo era con Timoteo. Voy a retar a hombres que son visitantes eternos a la iglesia, algunos son como cometas que llegan a la iglesia de vez en cuando y es tiempo de que se planten en la casa de Dios, son fieles al trabajo y a la iglesia ¿qué?

No te voy a insultar, no te voy a menospreciar, al contrario, estoy diciendo cuánto vales, la necesidad de ti, te voy a nombrar lo que puedes hacer en el futuro con una nueva identidad en Cristo Jesús, el murió para ti  y resucitó para salvar a hombres.

Y dama, Dios es muy bueno en cambiar hombres y tú muy mala, y si eres la gallina picando al gallo queriendo cambiarlo ¿como te va en esa labor tan necia y vana? No puedes cambiar a ningún hombre, pero hay un Dios que sabe transformar hombres.

Señorita, no apagues el cerebro pensando que esto es para el hermano, sino que vas a ver lo que necesitas buscar en un hombre, porque a veces hay mujeres suficientemente necias y tontas para agarrar un hombre irresponsable. No existes para mantener a un hombre, él existe para mantenerte a ti y quizás no te pega, pero no trabaja.

Y si eres alguien que solo está juntado, viviendo en fornicación, es tiempo de que seas suficientemente hombre para no solo consumir el cuerpo, sino de tomar responsabilidades y hacer un pacto, casarte.

Ninguno de nosotros podemos vivir sin pecar la Biblia menciona “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” pero donde un hombre maldijo a toda la humanidad por su pecado, otro hombre llamado Jesucristo descendió de la gloria y obedeció perfectamente, llevó su récord impecable donde él quiere intercambiar tu récord pecable y sucio y darte un nuevo corazón. Cristo es un salvador de hombres.