La masculinidad Biblica: Hombres necesarios para la guerra

Génesis 2:1-7

1 “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.

2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.

3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.

4 Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,

5 y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,

6 sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra.

7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”

En abril de 1999, dos jóvenes entraron en una preparatoria, en Colorado, EEUU que por durante  cuatro años habían estudiado y la preparatoria se llamaba Columbine y la historia está marcada por el nombre de estos jóvenes, sus nombres eran Eric Harris y Dylan Klebold. Ellos entraron vestidos de negro armadaos con rifles, con pistolas y con bombas y entraron con la meta de no aprender matemáticas o física, sino de derramar la mas posible sangre de sus compañeros y después de su masacre, quince personas incluyendo a ellos mismos quedaron muertos.

La sociedad quedó en shock, de cómo pudo ver una escena tan horrible dentro de una escuela y querían buscar una solución. Y un “experto” se levantó diciendo que estos jóvenes no solamente eran un problema, representaba el problema en total. Decían que la masculinidad agresiva era el problema y a la luz de esto, las escuelas públicas y la sociedad ha tenido la meta desde la edad más temprana convertir a los niños en niñas. Han dicho que los niños son malos y las niñas buenas, y eso es antibíblico porque Dios hizo al varón y a la hembra y dijo “los dos son buenos”. Ahora, lo que no compartieron de esa escena fue un detalle bien importante, la buena agresividad de otro hombre que fue Dave Sanders que tenía 47 años de edad. Él era el entrenador del equipo de basquetbol de las señoritas de la escuela y cuando empezaron a explotar las bombas, supo lo peligroso de la situación. Sabiendo que uno de los asaltantes que estaba en el mismo pasillo y venía hacia él, él se puso en medio y empezó a decir que subieran por los escalones y mientras estaba guiando a los estudiantes a un lugar seguro, le dispararon dos veces y empezó a sangrar y lo llevaron a otro cuarto y ahí tirado en el piso, en su propia sangre, los estudiantes se quitaron sus camisas para parar la sangre y el señor Sander dijo que no podía respirar, le sacaron la cartera y la abrieron y estaba la foto de su esposa y él dijo: “Dile a mis nenas que les amo.” Poco tiempo después el señor Sanders murió.

En su velorio su sobrino llegó y para consolar a la viuda del señor Sander dijo: “Escuché a mi tío decir que el ser maestro en la escuela era como tener 1,800 hijos. Él estaba salvando a los suyos” y todos concluyeron después que ese número de quince muertos hubiese sido muchos más si no fueran por las acciones heroicas de un hombre masculino, responsable y dispuesto a morir para que otros vivieran y yo te digo esta historia para enseñarte que en ese pasillo en abril de 1999, en esa escuela, se encontró la buena y la mala masculinidad, y esto reveló algo: Donde hay hombres de Satanás, se necesitan hombres de Dios.

Déjame decirte a ti hombre, que eres padre o soltero que vas a ser futuro padre, que cada segundo de cada minuto, de cada hora, de cada día, de cada semana, de cada mes, de cada año hay una guerra en pie. Hay una guerra para la justicia y el evangelio, la esposa y la familia y el extendimiento del reino de Dios.

Cada hombre en este mundo está en un lado o en el otro, según la Biblia. Y no puedo agarrarte y forzarte a estar en el camino de Dios  y no quiero invitarte a una guerra porque una guerra ya existe. Mi deseo a través de estas predicaciones es poner delante de ti, la gloria de un hombre perfecto llamado Jesús de Nazaret y anunciarte que él es el vencedor, el invicto, el glorioso Mesías que vino y que vendrá otra vez, para que si estás en el equipo perdedor del diablo te conviertas a ser un hombre para Dios. 

Pero tenlo por cierto, hay hombre de Dios y hombres del diablo y siempre hay ese choque. Donde hay un Caín haciendo un falso sacrificio, hay un Abel a su lado  por fe y humildemente obedeciendo a Dios; Donde hay un Nimrod que quiere detener el movimiento y la obra de Dios, hay un Abraham listo para obedecer a Dios en todos sus mandamientos y guiar a su esposa e hijos en el mismo camino; donde hay un faraón esclavizando en su maldad a un pueblo, en su corte aparece no una mujer, no un niño, no un afeminado, sino un hombre llamado Moisés que dijo: “Suelta a mi pueblo, déjalos ir, dice Jehová de los ejércitos”; donde hay un malvado mandilón llamado Acab, matando a los profetas de Dios hay un Elías que se levanta a declarar la gloria de Jehová; donde hay un rey necio y adúltero llamado Herodes, hay un Juan el Bautista un poco rudo, barbón, pero no afeminado y le dice a Herodes: Tú eres un fornicario, y adúltero”, y le costó la cabeza pero no su masculinidad. Quiero decir, donde hay un anticristo, hay un Cristo también; donde hay un malvado hombre que quiere dominar el mundo, hay otro buen hombre que va a dominar sobre todo el mundo. Y si piensas que Jesús era un débil afeminado, no dispuesto a enfrentar la injusticia de malos hombre, corrígete desde hoy, porque ese no es el Cristo de la palabra de Dios, dice la Biblia “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero” y su nombre es el verbo de Dios.

Ponte del lado de los ganadores porque al final de cuentas no es tu guerra ni la mía, pero la victoria ya se ganó y puedes seguir con los perdedores, puedes ser un hombre que no lee su Biblia que pegas a tu esposa, ser un cobarde que engendra y no cuida a sus hijos y puedes seguir consumiendo esa droga, pero vas a perder porque solamente los que están en el camino de Dios, esos hombres tiene la gloriosa victoria, pero si vas a estar en el camino de Dios quiero decirte que tienes que tomar una decisión y tienes que ser activo. Muchos dicen “entiendo, hay una guerra, hay que tomar un lado, no puedo ser Suiza, no puedo ser neutral ” (como Suiza en la Segunda Guerra Mundial). Si tú no haces nada estás haciendo lo que Adán hizo en el Edén: Nada. Y en este mundo lo único necesario para que la maldad prevalezca es que los hombres buenos no hagan nada.

Más que nunca necesitamos hombres honestos, piadosos, fieles, que van a cuidar y amar a sus esposas dirigir a sus hijos, llevar el nombre de su Salvador a los confines de la tierra con su bendito evangelio.

Quizás dices: “Mi hombría se fue hace mucho tiempo, la perdí en la droga, en mi irresponsabilidad, tengo hijos dispersos que ni los conozco,” y lo que quiero hacer es una llamada para que puedas sentarte como hombres antiguos hicieron, doce de ellos a los pies de Jesús y recuperes tu hombría. Pero recuperarla no empieza en una cantina, ni el gym alzando pesas, empieza en la casa de Dios, donde el dador de tu hombría te va a hacer a su imagen para que seas como Jesús y seas el hombre que Dios diseñó.

Ahora, como hombres es bueno que vayas con un rifle y matar un venado y lo consumas , eso es muy varonil, pero hacer eso sin leer la Biblia de nada sirve, reconocer diferentes tipos de llaves está bien, quitar una transmisión es muy bueno, como hombre eso está bien , pero si haces eso sin caminar con Dios, nunca vas a recuperar la hombría cristiana y verdadera que cada hombre necesita tener. 

Tenemos un problema enorme en la sociedad: Una masculinidad que se está desapareciendo; y viene por muchas razones y es un gran problema la falta de masculinidad bíblica y piadosa. La ausencia de eso, el hueco que ha dejado en nuestra sociedad es a veces irreversible, pero si vamos a cambiar la historia y hacer cosas en el poder y nombre de Cristo, tenemos que ser hombres valientes. No tenemos que ser iguales, no vamos a tener todos los mismos talentos. Nunca voy a tocar el piano en la iglesia , pero tocar el piano no es femenino o masculino, necesitamos hombres que canten, que dirijan, hombres que van a ser esposos, excelentes diseñadores de sitios web, otros que van a levantar edificios, necesitamos hombres con diferentes talentos, diferentes intereses y edades, pero una misma meta: Ser como Jesús.

La iglesia debe ser el taller de masculinidad, donde se fabrican hombres verdaderos, pero hay un problema con la iglesia. Hay un problema cultural. La mayoría de nosotros venimos del catolicismo, una religión matriarcal, una religión que se pasa de la abuela a la mamá y al niño y cuando somos niños tenemos esa reverencia, y hasta el icono en México es una mujer, la virgen María y tenemos una imagen de lo que es religión y hasta a veces cristianismo y cuando somos niños le hacemos caso a la mamá y a la abuela, pero crecemos y nos hacemos hombres y muchos hombres se convierten e introduce, su catolicismo viejo a la iglesia cristiana y piensan “yo voy a visitar de vez en cuando pero de lleno no, porque es para mujeres.” Jesús buscó doce hombres para ser sus discípulos y los constituyó como pescadores de hombres. Tenemos que dejar esas mañas culturales y entender que el cristianismo es de un hombre, para un hombre y a través de hombres para que las mujeres y niños se alcancen con el evangelio.

También hay otro problema en la iglesia: Mal entendimiento. Hemos mal entendido que el llamado para ser como Jesús no es para ser afeminados. Leemos ciertas escrituras y cuando Jesús dice si te pegan en una mejilla, ponle también la otra y cuando un joven pega a otro y el otro hombre decide ser como Cristo, ¿Quien ganó la pelea? el que pudo controlarse a sí mismo y hasta que no aprendes a controlarte a ti mismo y decides ser manso como Jesús nunca vas a alcanzar la masculinidad que Dios tiene para ti.

Ser como Jesús no es un llamado a ser afeminado es ser llamado a la verdadera masculinidad.

Otro problema en la iglesia es de inversión. Las iglesias invierten tanto en ministerios de niños, jóvenes, música y ministerio de mujeres ¿donde hay un ministerio distinto para los hombres en nuestras iglesias? 

De hecho, el 60% de las personas que asisten a la iglesia son mujeres, y si yo como hombre, fuera inconverso y me invitas a un lugar que me recuerda a un club de mujeres de costura, pues no voy a ir, porque no me llama la atención y la iglesia ha llegado a ser  solo un emocionalismo y hasta tristemente, hemos afeminado la misma iglesia. Hay iglesias que quieren imitar el ambiente del mundo y el que está enfrente es un hombre afeminado, con pantalones entubados, con cabello largo, y si vas en trasporte público y ves a un muchacho con pantalones entubados, con calcetines rosas, ¡no sabes si él va a un antro de homosexuales o a una iglesia cristiana! ¡Algo está mal con nosotros!

Estamos produciendo hombres afeminados dentro de la misma iglesia y luego la iglesia se ha afeminado tanto que ahora tenemos pastoras. Nosotros no tenemos pastoras porque la Biblia dice que es prohibido que la mujer ejerza autoridad enseñando sobre los hombres. Como niño tenía una mujer con cabello corto, mi mamá; me caso y otra mujer con pelo corto gritándome, mi suegra. No necesito otra mujer con pelo corto gritándome y diciéndome cómo vivir mi vida. Y si piensas en Débora en el libro de Jueces, déjame decirte que Débora vivía en una época donde todo los hombres hacían lo que bien les parecía y por cobardes, Dios tuvo que levantar a una mujer, pero no voy a tomar cositas que están en el Antiguo Testamento y ponerlo en contra del mandamiento que está bien claro en el el Nuevo Testamento. Por cada pastora hay hombres más afeminados dentro de las iglesias.

Si dices que tu padre nunca estuvo envuelto en tu vida  y no sabes cómo ser hombre, déjame decirte que hay un Padre Celestial que quiere abrazarte y quiere darte una nueva identidad como hijo y no importa si tienes temores o un pasado, en Cristo Jesús y la nueva identidad que Dios te puede otorgar, puedes ser un nuevo hombre.

De hecho hay un ejemplo de esto en la Biblia. Hubo un hombre llamado Jacob. Jacob fue el cobarde, siempre mintiendo, escondiéndose y corriendo, era literalmente niño de mamá, ni un solo pelo en pecho, haciendo sopas de lentejas, ahora, no es malo ser cocinero, pero si va a ser cocinero que te crezca la barba, pero él supo que no pudo en contra del mayor de la casa, Esaú, su hermano mayor. Entonces, para quitar lo que su hermano tenía, tuvo que engañar, y Esaú se dio cuenta y Jacob se fue de la casa, huyendo de sus problemas; y si eres un hombre cobarde huyendo de tus problemas vas a encontrar, en otro lugares otros problemas y cuando Jacob ya no podía, tuvo que tratar con su pasado y tú lo vas a hacer igual. Él tuvo que enfrentar a su hermano Esaú y la pregunta es en ese momento ¿será suficientemente hombre? La Biblia nos dice algo glorioso que pasó la noche anterior.

Jacob sabe que su momento de masculinidad tenía que venir y no fue a la cantina, ni al gym sino fue con Dios, y luchaba con el ángel, buscaba a Dios toda la noche y en esa noche Dios le dio su nueva identidad: “Ya no eres Jacob, el engañador, ahora eres Israel” y en el poder de esa nueva identidad, el siguiente día, ese hombre que siempre se escondía se puso en frente de sus esposas e hijos, arriesgando su vida en el poder de su nueva identidad.

Y si tú sacrificaste tu identidad en antros, en bares y cantinas, en sitios web, en ser un perverso, estoy para decirte que el lugar para recibir una nueva identidad es la casa de Dios, del Dios que te hizo, y según Efesios 1, si recibes a Cristo, tú serás acepto el el amado. 

Veo tantos hombres que nunca han escuchado “hijo, te amo” y guardan una herida tan profunda en su ser porque el hombre que debió haberlo dicho, nunca lo dijo, lo abandonó, y todos tenemos una identidad y eso lo llevamos al trabajo, a la iglesia, a todas partes, especialmente a la casa y los hombres sacan su identidad por lo que hicieron, pero hay otros que su identidad es lo que otros le han hecho y eso también es una mala identidad, pero hay una tercer lugar dónde conseguir la identidad, no en lo que hayamos hecho o en lo que otros nos han hecho, sino en lo que Cristo hizo por nosotros y no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús, ya no eres condenado, ya no eres un hijo del infierno, ya no eres un huérfano, tienes un salvador que te ama y te amará para siempre en tu nueva identidad.

Lo que necesitas para enfrentar tu pasado es recibir a Cristo como tu Salvador y empezar con tu identidad. Una identidad produce acción “de modo si alguno está en Cristo, nueva criatura..” Nuevas acciones brotan de una nueva identidad. Hay muchos hombres que quieren cambiar su panza, quieren cambiarse el look, pero no quieren cambiar su alma y si no empiezan con Cristo, jamás van a cambiar como hombres y van a hacer con su hijos lo que le hicieron. Pero quiero decirte que hay un salvador para los hombres, que vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Lo que necesitamos es que la salvación visite nuestras casa como hombres, necesitamos una nueva identidad, y lo que vas a aprender si empiezas a caminar con Cristo, en su bautismo el Padre dijo: “Este es mi Hijo amado, estoy contento con él”; y cuando le recibes vas a oír de Dios lo mismo. Y allí, Dios empieza a formar a Cristo en ti y lo que notarás de Cristo es que no hizo cosas que un cobarde haría. Él fue a la plataforma pública donde estaban los más estimados de toda la comunidad y en sus caras les dijo que eran una generación de víboras, revolcó las mesas por el celo de la casa del Padre, pero Cristo jamás hizo lo que los machistas hacen. Él alimentó a la gente, tomó niños en sus brazos y los bendijo, defendió a las mujeres en vez de pegarles; y si tú le pegas a una mujer, no eres un macho, sino un cobarde de primera y mereces estar en una jaula donde los animales están, eres un cobarde en necesidad de una nueva identidad y si dices que el no abrazar a tus hijos, no amar a tu esposa, ser mujeriego es normal, necesitas saber que Jesús es normal y tú eres anormal. Él no es quien necesita ser arreglado, tu sí. Él no necesita acoplarse a lo que tú eres, sino tú a él y seguir sus pisadas.

Pero vamos a seguir peleando en contra del diablo, vamos a seguir repartiendo folletos, invitando a otros y vamos a seguir buscando en los cruceros a los que están encadenados por adicciones para cambiarlos a hijos de Dios. Y sí, es peligroso ir a los cruceros, el cristianismo es peligroso y cada hombre es peligroso. Algunos son peligrosos para sus esposas e hijos, y otros para el diablo, yo quiero ser peligroso para el diablo. Estamos invitando a hombres para que en vez de servir y vivir para el diablo, busquen su masculinidad en la gloria del evangelio de Cristo. Estamos buscando a hombre para un héroe, pero el héroe de todas las edades es Cristo Jesús, el hombre impecable es Cristo Jesús, suficientemente poderoso para tranquilizar los mares y suficientemente manso para no matar a sus enemigos, él pudo haber llamado legiones de ángeles, pero él fue suficiente hombre para morir en nuestro lugar, y empezaremos con él para recibir nuestra identidad como hombres, y cuando Dios convierte a los hombres, no nos convierte en mujeres, ni en niños , sino que nos manda a ir a lugares peligrosos con el evangelio, a amar a nuestras esposas hasta que la muerte nos separe.

Y si tú eres nuevo en el evangelio y evitas la iglesia porque no has sido hombre quiero decirte que la iglesia es un hospital para gente mala, necesitas ir a la iglesia para recuperar tu hombría. Si tú nunca eres enseñado como abrazar la identidad que el Padre celestial quiere para ti, vas a continuar en pecado, vas a vivir la vida que nunca fuiste diseñado para vivir y vas a destrozar a mujeres y niños que están en tu vida. 

Eres peligroso para alguien. El llamado es para que todos seamos hombres de oración, hombres de la iglesia, hombres de santidad y hombres que digan: Yo y mi casa serviremos a Jehová. Hay hombres malos. Hay hombres que dirigen prostitutas, hombres que venden drogas, hay una pelea. Hay una guerra que empezó en el cielo con el diablo en contra de Dios y como las muchas guerras cambian de lugar, la guerra no acabó, se transfiere de lugar, satanás vino contra el hombre, engañó a Adan y a Eva y cuando ellos pecaron en contra de Dios, Dios llamó la atención a Adán, le preguntó ¿Dónde estás? y esa es la misma pregunta que quiero hacerte.

Dios hizo un glorioso universo. Dice Génesis 2:2-5 “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.” Si la creación es una película en el capítulo 1 es que ya se acabó, pero lo que Dios hace para enfatizar algo, nos dice la historia con otro ángulo “Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,”

Dios terminó el universo y enfatiza algo, dejó a propósito un hueco, el hombre. Dios es el único necesario, el único indispensable, pero hizo un universo con la necesidad de un hombre , Dios hizo el corazón de tu esposa con la necesidad de un hombre en medio, Dios hizo el hogar con la necesidad de un hombre en medio, pero no había hombre para que labrase la tierra y algunos son presentes pero ausentes, son cobardes que no quieren asumir responsabilidad y de la misma manera que Dios llenó ese hueco haciendo un hombre, Dios puede levantar y ha levantado hombres para llenar el hueco.