Escuela dominical: Conociendo las temporadas de la vida

Sabemos por las parábolas de Cristo que nuestro crecimiento espiritual es semejante a la agricultura. Entonces, hay ciertas temporadas donde hay que hacer ciertas cosas, temporadas de siembra, de regar y luego de simplemente esperar y yo creo que la temporada más grande, más frustrante es la de espera; pero luego, hay temporadas de mucho crecimiento. 

En cuestión de nuestro hijos, estamos criando más qué hijos estamos haciendo discípulos y espero que sea tu meta y espero que inviertas espiritualmente en ellos.

Quiero ayudarte a ti como padre que estás en la lucha diaria de tratar con tus hijos. Ellos son rebeldes por naturaleza, no tienes que enviarlos al kinder para que aprendan a mentir, a golpear. Son naturalmente así. Te vas a frustrar y enojar demasiado con tus hijos y ni te pregunto si te enojaste esta semana con ellos. Te enojaste porque eres un pecador que engendró otro pecado tratando de formar el carácter de otro pecador.

Nadie siembra en marzo y cosecha en abril, no funciona de esa manera. Hay mucho tiempo y trabajo que hacer y nadie aprende a la primera. Por eso dice en Deuteronomio tomarás las palabras y las repetirás a tus hijos. Así que ten paciencia, con la ayuda de Dios esa semilla se va a germinar y va a producir grande fruto para la gloria de Dios.

Hay un hombre cuya última temporada, la vejez, es una miseria. Es un hombre que la Biblia menciona en Lucas 16:1-3 Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes. Este hombre anda en tranzas, anda mintiendoEntonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo. Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Estamos viendo a un hombre que es de tranzas, espiritualmente no está bien, es un mentiroso. Económicamente no está bien, no tiene para sostenerse, y está al punto de mendigar para sostenerse. Su vida espiritualmente, económicamente y físicamente está mal y está en la última época de su vida.

¿Eso vino a su vida por accidente? No, es por lo que pasó en temporadas de su vida. Si descuidas en marzo, en junio o en julio un campo no podrás esperar en octubre o noviembre una buena cosecha, por la ley de la siembra y la cosecha.

No necesitamos producir ni ser hombres y mujeres que al final de la vida, ni un peso tenemos, que ni podemos trabajar, nada más estamos padeciendo y espiritualmente no conocemos quién es Dios. Hay gente miserable en su última temporada, no han ahorrado, no han trabajado, no han aprendido estos principios y están mal físicamente, económicamente y espiritualmente. 

Mi madrastra ha tratado cruelmente a su hija de sangre, a mi hermana y a su servidor, ella ha ahuyentado a todo mundo de su vida, y si ella no cambia, ni reconoce y si no se humilla va a estar mal espiritualmente. Ella está mal físicamente, ha tenido un infarto cerebral, no come bien, no descansa bien y su última temporada no va a ser igual al del hombre del salmo 128, al del hombre bienaventurado que teme a Jehová, que va a ver a los hijos de sus hijos. Nada es por accidente. Si nos descuidamos espiritualmente, físicamente y económicamente, nuestra última temporada va a ser miserable.

Cuando llegue a México fui a predicar en una iglesia y estuve en una consejería donde pude sentir las balas entre esposo y esposa y estaban viviendo en casas separadas. Yo entro en consejería para que la gente no se separe y después de escuchar tantas “pero tú” los llevé a Salmos 128 y les enseñé lo que Dios quiere para ellos. 

1 “Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,  Que anda en sus caminos.

2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien.

3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

4  He aquí que así será bendecido el hombre Que teme a Jehová.

5  Bendígate Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,

6 Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.”

Será un hombre bendecido, porque hay un orden en la vida de ese hombre: Jehová en el versículo 1; la esposa en el versículo 3 parte a; los hijos en la parte b del versículo 3. Es una persona bendecida que sus últimos días serán de alegría. Entonces, como padres tenemos que estar pensando que no estamos criando una niña de nueve años, sino a una futura anciana y mi meta no es criar buenas hijas, sino buenas esposas. Con mi hijo Hudson, mi deseo no es criar un hijo, sino un tremendo esposo; y cuando uno envuelve a Dios, podemos ver que la última temporada de la vida de nuestros hijos será algo de mucha bendición.

Esto es muy práctico, pero un gran error es no considerar el poder glorioso del evangelio, porque una persona puede ser malcriada, ignorada y hasta abusada y salir como una persona de calle, pero hay un buen Padre Celestial que salva, que perdona, que adopta, que da nuevos valores y puede ponerlo en su buen camino y que los últimos días de esa persona puedan ser gloriosos. No descartemos el poder de Dios, pero hay otro extremo que quiero que evites: No descartes tu responsabilidad en esta ecuación como familia. Hay muchos padres que piensan que todo el trabajo es de Dios. No, Dios hace su trabajo cuando predicamos su palabra, pero no podemos pensar que aunque no hagamos nada, Dios va a hacer todo. Dios tiene cosas muy específicas,Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.(Prov.22:6) Tenemos que hacer nuestro trabajo. Castiga a tu hijo desde temprano. La Biblia dice que hay que criarlos en la amonestación y disciplina del Señor, eso es trabajo de nosotros. No podemos ir a los dos extremos. Es peligroso vivir en el polo norte, vamos a morir de frío y si vamos al polo Sur vamos a morir de frío.

Una persona sana espiritualmente

Estás sembrando, estás plantando palabra de Dios, estás orando para que Dios riegue con su Santo Espíritu y germine esa semilla y que al final tu hijo sea una persona anciana saludable.

  • Niñez

Es impresionable, la verdad está sembrada en él, la disciplina paterna da a conocer la sabiduría y es una persona plantada en la casa de Dios.

  • Joven/Soltero

Tiene más independencia, tiene fuerza, su mente se está desarrollando, pero por la inversión en su niñez, ahora es un joven y es un ejemplo de los creyentes en espíritu, palabra y obra. Dice la Biblia: “Nadie tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo”. ¿Quién debe ser ejemplo en la iglesia? Los jóvenes solteros. No tenemos que pensar que todo joven se va a drogar y tatuar, eso no es la meta de los padres cristianos, sino que otros puedan ver a nuestros hijos de dieciséis o diecisiete años y digan: ¡WOW!

Típicamente la gente espera perdición en los jóvenes, pero en la Biblia tenemos a Cristo a los doce años enseñando; tenemos a José recibiendo las visiones y profecías de Dios en su vida que le anclaron espiritualmente para no aceptar la oferta de inmoralidad de la esposa de Potifar, fue un joven decidido, No tenemos que seguir la corriente del mundo.

  • Adulto/Casado

Él está seguro en su identidad en Cristo, él pastorea a sus hijos, desarrolla una conexión saludable entre la familia y la iglesia. Tiene una vida bien bendecida. ¿Esto es por casualidad o suerte? No, es por lo que pasó en temporadas anteriores.

  • Anciano

No hay nada que me anime más que ver a una persona anciana, que camina con Dios porque todos nosotros en nuestra etapa somos tentados a tirar la toalla, pero vemos a una persona que ama a Dios, tiene un gozo muy especial del Señor y una fe tan rica. Eso es bendición, eso es Abraham en la Biblia o Ana, la profetiza. Esa es la persona que estamos queriendo criar.

Persona Espiritualmente Sana – Niñez

Dice Proverbios 14:15El simple todo lo cree; Mas el avisado mira bien sus pasos. Hay pocos niños ateos, y podemos usar esa simpleza cuando todo lo cree para invertir el evangelio en ellos. “Desde la niñez has sabido las sagradas Escrituras”, y eso es muy importante.

¿Cuándo empezamos a dar palabra de Dios a nuestros hijos? Desde la niñez.

Dice Proverbios 23:13-14 “No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol.” La cárcel está llena de hombres y mujeres que no fueron corregidos como niños y ahora, están siendo corregidos por otros.

Cuando son niños, necesitas dar dos formas la disciplina: La verbal, “no hagas eso”; y cuando desobedece, la corporal. No estoy hablando de abuso, sino ayudarle a entender que la rebeldía causa dolor en la vida.

Una persona sana espiritualmente es invertida, la gente invierte en ellos la palabra de Dios y la disciplina.

Salmos 92:13 dice: Plantados en la casa de Jehová,” No es un árbol grande, es una planta.  “En los atrios de nuestro Dios florecerán.Aquí se cuida, y hay lugares donde se puede plantar y luego en perfectas condiciones, se saca y próspera afuera, y así es un niño. No podemos tener hijos como Samuel casi criándose dentro de las cuatro paredes de la iglesia, pero podemos venir y saber que Dios estará haciendo algo a través de su palabra en su corazón y que va a  florecer espiritualmente con la ayuda de Dios.

Persona Espiritualmente Sana – Joven soltero

Dice Salmos 92:14 Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes,Dios está comparando al hijo con un árbol. Tantos jóvenes no son como árboles, son como el tamo que el viento viene y los remueve de la casa de Dios.

Queremos que como jóvenes solteros estén desarrollando su firmeza. Un pastor me dijo “Cría a tu hijo para pararse solo algún día.” Daniel se paró firme cuando sus papás no estuvieron con él, alguien invirtió en él suficientemente para que cuando fuera un joven y cuando le ofrecieron carne, él dijo que no. Se paró firme como ese árbol. Tú y yo no podemos criar hijos para estar bajo nuestro techo toda la vida. Tenemos que estar pensando que ellos van a tener su momento de tentación, fuera de nuestra casa y dentro existen mil tentaciones. Y ellos se pueden parar firmes. No tienen que destrozarse con malas decisiones, pero eso no viene por suerte sino porque están plantados en la casa de Dios y luego van a fructificar.

La Biblia nos dice del Señor Jesucristo en Lucas 2. Él no está con sus papás. Ellos regresaron a Nazaret y el Señor Jesús tiene doce años acá y mira lo que la Biblia nos dice sobre él: Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles.Se había desarrollado lo suficiente para que a los doce años de edad cuando estuvo en un debate con personas que no creían lo correcto él pudiera contestar.Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. ¡Quién no quiere criar a un hijo así! Pero eso no va a pasar si alimentas a tus hijos con solo azúcar, videojuegos y novelas todos los días, eso no cosecha. No podemos sembrar tomate y cosechar sandía, no pasa de esa manera.

Génesis 49:24 dice: Mas su arco se mantuvo poderoso, Y los brazos de sus manos se fortalecieron Por las manos del Fuerte de Jacob (Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel), Es la ilustración de un árbol bien plantado en el lugar correcto. Y él tuvo que enfrentar dos cosas que cada joven o adulto tendrá que enfrentar: la amargura. Si vives suficientes años en este mundo, la gente te va a lesionar, te va a ofender, abandonar y cuántos de nosotros como adultos, nuestra vida no es lo que debe ser por la amargura que está en nosotros, no hemos perdonado. Pero José se mantuvo fuerte.

José cuando pudo haber decapitado las diez cabezas de sus hermanos, no lo hizo, él dijo: “Ustedes me hicieron mal, pero Jehová lo encaminó para bien.” Él estaba firme a los diecisiete años de edad. 

La otra tentación para José fue la inmoralidad. Y tristemente los hombres caen como moscas  y su futuro matrimonio no puede ser lo que debería ser, y sin embargo vemos a José como un hombre fructífero y ¿qué dice su papá? Mas su arco se mantuvo poderoso, Y los brazos de sus manos se fortalecieron Por las manos del Fuerte de Jacob (Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel),Está diciendo: Fuera de mi casa, mi hijo fue guiado por Dios.

Yo no puedo moralizar el mundo. A mí me gustaría quitar todas las cantinas, antros y borrar toda la droga que hay en la sociedad, quemar todos los cines, borrar lo que está mal en el internet pero no puedo, pero si puedo evangelizar a mis hijos. La meta es que cuando ellos estén fuera de mi supervisión, ellos sean guiados y pastoreados por Dios. Como solteros deben estar decididos y preparándose para la siguiente etapa.

Persona Espiritualmente Sana – Adulto/Casado

Esta es una persona que ya pasó por la juventud. Lo que nos revela este salmista es que en temporadas anteriores valió la pena la inversión en esta persona. Dice Salmos 71:17-18 “Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, Y hasta ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, Hasta que anuncie tu poder a la posteridad, Y tu potencia a todos los que han de venir,” Invertir en la vida de un niño, de un joven soltero valió la pena porque ahora como casado, como adulto, llegando a la vejez tiene la misma fe que tuvo que fue invertido en su vida como niño.

Persona Sana Espiritualmente – Anciano

David ya no era el guerrero valiente y fuerte, es un viejo, pero dice Salmos 37:25 Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. Eso es lo que queremos, y esperamos que de aquí a veinte años estemos plantados en la misma iglesia, un poco canosos, con algo de dientes, pero más importante bien espiritualmente para que la próxima generación pueda aprender de nuestra fe en nuestra vejez.

Seamos la prueba de que vale la pena seguir a Dios toda la vida, ese es el deseo que queremos tener para nuestros hijos.

No van a ser niños en bicicletas toda la vida, no van a ser señoritas o jóvenes, esas etapas van a pasar y van a llegar a la vejez si Dios permite y la meta es esa, y que digan: Ya no soy joven pero jamás Dios nos ha desamparado.

Necesitamos enfocarnos en estas metas y tener paciencia en la temporada en que están nuestros hijos. Necesito tener paciencia, porque no estoy en la temporada de mucho fruto, sino que es mucha inversión.

Ten paciencia en el proceso porque estás en una temporada y nadie siembra en marzo y cosecha en abril, es paciencia. Sigue sembrando, dice Gálatas que a su tiempo segaremos si no desmayamos.