Nuestro Gran Dios: Dios Omnisciente

Salmos 139:1-8

1 “Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.

2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos.

3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos.

4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

5 Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.

6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.

7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?

8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.

Hace varios años atrás, en una conferencia de pastores, un pastor de renombre en E.U. estaba dando varias noches de predicación y antes de la primera predicación, llegó una pareja para saludarlo y decirle: “Para nosotros es un gran privilegio escucharle predicar.” Se sentaron en la primera banca y pocos minutos entrando en la enseñanza, estaba el hombre con los ojos cerrados, con la boca abierta y roncando y estaba el pastor medio molesto diciendo: “Me acaba de decir que era un privilegio venir y escuchar la predicación y entrando cinco minutos después, está roncando ¿que pasa?” pero el pastor dijo: “Vinieron de lejos, está cansado.” Segunda noche, misma historia. Y el pastor estaba a punto de decir: “Hermano, ponte las pilas, si viniste para escuchar predicación.” Pero terminando la conferencia, la esposa de este hombre dijo: “Pastor, gracias por su paciencia. Hace algunos meses mi esposo fue diagnosticado con cáncer terminal y los doctores le dan semanas o meses de vida por mucho y dice que usted es uno de sus predicadores favoritos que ha escuchado en la radio y él mismo lo considera un honor escucharlo, pero perdonelo, es que está con mucho sueño. Por su condición ya no le dan quimioterapias, solo pastillas y eso le hace dormir.” El pastor estaba aprendiendo una gran lección. Por no conocer todo el panorama de algo, hacemos juicios y juzgamos mal porque somos humanos.

En 1884, el presidente de Harvard, Charles Elliot, estaba en su oficina con sus ocupaciones y llegó una pareja para verlo y era una pareja humilde, y ellos dijeron: “Queremos dar una contribución económica en memoria de nuestro hijo. Él acaba de fallecer y queremos dar algo para dar en su nombre.” El señor Elliot viéndolos con ropa común los descartó, y dijo que querían dar una beca nada más. Ellos dijeron que era algo más considerable, pero él dijo: “Ustedes no pueden porque no tienen lo necesario.” Entonces ellos fueron a California y donaron 26 millones de dólares a nombre de su hijo. Su nombre era: Leland Stanford Jr. Y hasta la fecha Stanford ha llegado a ser el Harvard de la costa occidental de E.U. Qué mal juicio por no saber todos los detalles.

Acabo de contarte dos historias, de un hombre piadoso, un pastor, y de un hombre educado, un presidente de una universidad, pero ambos con ciencia limitada. Quiero presentarte que nuestro Dios no es limitado en su ciencia, que nuestro Dios no es una persona que necesita adivinar acerca del futuro o que alguien le informe de nuestro pasado, tenemos un Dios que es grande en ciencia, más que grande, él es el Dios omnisciente, él lo sabe todo. 

Hay un problema con nosotros. Muchos fuimos católicos y en el catolicismo nos acostumbramos a designar a nuestro “dios” en un solo lugar. Pensamos que esa virgen o esa imagen esta en una capilla, vamos, nos hincamos, y nos vamos y tomamos nuestras chelas y fumamos marihuana y vivimos nuestra vida porque ese dios vive en un solo lugar y no nos ve; tiene ojos, pero no ve porque es imagen nada más. Pero al Dios que quiero presentarte si tiene ojos y los ojos de Jehová están en todo lugar viendo a los buenos y a los malos y si ese atributo de Dios existe, yo creo que debe cambiar la vida de Kevin porque viví momentos esta semana donde no contemplé la presencia de Dios y me imagino que tú también, pero Dios es el Dios de todo saber.

¿Qué quiere decir que Dios es omnisciente? Quiere decir que él tiene conocimiento, comprendimiento sin límite de cada aspecto de todo el universo en todos los tiempos. Respecto a nosotros, no hay privacidad verdadera, hay privacidad de los hombres, pero no hay privacidad de nuestra vida de nuestro Dios. Alguien sabiamente dijo “aunque Dios es invisible es obvio que no somos invisibles para él.” Él ve todo de mi vida y todo de tu vida lo sabe.

Dios omnisciente también quiere decir que no está aumentando en su ciencia. Nosotros como humanos empezamos y aprendemos la química, la biología, un oficio, algo y vamos aumentando en ciencia y luego llegamos a ser viejos y olvidamos lo que aprendimos, pero Dios no es así, él nunca jamás ha aprendido algo porque siempre lo ha sabido todo, él no tiene amnesia, él conoce el presente, el pasado y el futuro, cada aspecto, cada acción, cada pensamiento, cada palabra que hemos dicho o pensado está delante de él. Él no necesita microscopio para ver cosas pequeñas, no necesita telescopio para ver cosas lejanas, él es el Dios de todo saber.

Grande es nuestro Señor, dice el salmista, y de mucho poder y su entendimiento es infinito. Quiere decir por supuesto, que él nunca juzga incorrectamente, él nunca decide sin saber el todo, y algunos gravosamente han mentido de ti en el trabajo, en el vecindario, en la familia y hay personas que están mirándote con alguna estigma por algunas que no mereces, pero quiero animarte a descansar en Dios, porque él lo sabe todo.

Hay misioneros en la sierra, en la jungla que son totalmente olvidados que no son grandes conferencistas, no son pastores de gran renombre, sus predicación no aparecen en Internet con miles de seguidores, y aguantan enfermedades y pobreza, pero ellos siguen laborando porque Dios sabe y hay muchos en la iglesia que en secreto oran a su Padre, están esperando en Dios una oración contestada y aunque nadie les vea, pueden seguir fiel en su ministerio porque hay alguien que ve todo. Hay un Rey que ve todo lo que hacemos. 

Para otros este mensaje no es de consolación, es de terror porque presentan algo en público, pero son algo más en las obras de su vida. Si pusiéramos en una pantalla los sitios de internet que buscaste esta semana, ¿estarías contento y orgulloso de eso? Dios no necesita una pantalla para ver qué hemos hecho, qué hemos mirado y decidido esta semana. Otros son expertos en tranzas. Saben cambiar el kilometraje del auto antes de venderlo. Le deben a todo mundo, a todos los dueños de abarrotes y a la mitad de su familia, montones de pesos que nunca han pagado.

Nadie tiene secretos de verdad, solo secretos entre seres humanos porque Dios es el Dios de todo saber, es el Dios Omnisciente.

La omnisciencia de Dios es un tributo que divide entre los justos y lo injustos; entre los obedientes y los desobedientes. Los justos se regocijan porque saben que Dios está mirando su justicia que un día les va a recompensar, pero a los injustos esto les infunde un temor porque algún día todo lo que se dice y hace en la oscuridad va a salir a la luz.

Con nuestros padres desde chicos jugábamos a las escondidas y muchos siguen siendo niños espirituales tratando de jugar a las escondidas con Dios, pero nadie gana ese juego con el Omnisciente.

El salmo no solo dice que Dios sabe todo del universo, sino que sabe todo de nosotros. Necesitamos entender que Dios es un Dios personal y nos conoce personalmente.

El título de este salmo nos dice quién es el autor: “Al músico principal. Salmo de David.” David tenía buenos momentos y malos momentos cuando la regó muy feo. Creo que Salmos 139 es un salmo donde él se está confortando con esta verdad. Tal vez, su suegro loco (y cuidado con quien te casas porque si tienes un suegro o suegra loca, van a ser años difíciles en el futuro) Saúl era su suegro y su rey, pero también se hizo su rival y le iba persiguiendo de lugar en lugar y creo que siendo mal entendido tal vez por Absalón su hijo, o su suegro, él tomó su pluma y bajo la inspiración de Dios se recuerda: “Todo el mundo me malentiende ahora, pero Dios, tú sabes.” También, David por ser un mortal tenía sus momentos en donde él fracasó y feo. Cometió un pecado que es secreto para los hombres: adulterio. Tomó a la mujer de su amigo Urías, la embarazó, trató de esconderlo todo y en esos momentos, tratando de esconder el pecado para tratar con la culpa y la vergüenza, pues este atributo de Dios le hubiera infundido terror.

Tenemos que considerar las verdades que encontramos del Dios omnisciente. 

1.  Dios conoce mis pasos

La Biblia nos dice en los versículos 1 al 3 “Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos.Dios conoce mis y tus pasos. La Biblia dice “Jehová conoce el camino del justo.” Nos dice en Salmos 11:4 Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.” 

Samuel estaba escondido en el templo y Dios supo cómo llamarlo; Daniel estaba olvidado en Babilonia, muy lejos del templo, pero Dios no estaba restringido en un templo, Dios escuchó la oración de Daniel porque Dios conoce los pasos de los justos, pero también conoció los pasos de Sansón cuando andaba con la incoversa de Dalila y empezó a perder su testimonio. Cuando Giezi salió de la presencia del gran profeta, Eliseo, para ir exigiendo dinero por los milagros y no era tiempo y nunca será tiempo para usar a Dios con fines económicos, pero Dios vio los pasos de Giezi y le dio lepra. Dios subió el nombre de Moisés en el desierto, le llamó desde una zarza ardiente, olvidado por el hombre, pero conocido por Dios. Dios conoce nuestros pasos.

2. Dios conoce mis palabras

Dice el versículo 4Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Aquí, David está conectando cómo la Biblia dice en mucha partes: “de la abundancia del corazón habla la boca” y David está diciendo: “Señor, yo puedo susurrar y decir a mi amigo: Esto queda entre nosotros, pero de todas maneras hay un Dios que antes de que se profiera la palabra de mi boca, antes que este mi lengua, tú la sabes toda.” Esta semana ¿esto hubiera cambiado nuestro vocabulario con tus hijos o tu cónyuge?

Dios conoce las palabras antes de que las hablemos, tal vez nadie nos oye, pero él escucha nuestro gemir. Él conoce nuestras palabras. Tal vez diste palabras de mucho ánimo a hermanos decaídos y desalentados y te felicito, y si no te dieron un certificado, no te preocupes, haz el bien aunque nadie vea. Quizás pasaste horas delante de Dios en oración por ciertos asuntos y gracias a Dios, él está contestando ciertas cosas. Hace una semana oramos para que Dios enviara a más montañistas en Casa de Esperanza, solo teníamos uno, pero ahora tenemos cinco; y la gente no ve todos los sacrificios y enseñanzas que se hacen, pero aunque nadie lo ve, Dios conoce tus palabras. De hecho la Biblia dice que toda palabra ociosa que sale de nuestra boca daremos cuenta de ella en el día del juicio.

Hemos mentido, chismeado, hemos tratado de destrozar, porque la Biblia dice que la lengua es como un fuego y puede ser el fuego muy positivo para cocinar una comida, pero un fuego fuera de control puede destrozar muchas cosas y antes de conocer todo el panorama de una situación y dar tu opinión, mejor calla porque hay un Dios que conoce tus palabras.

Hay algo que la presencia de un pastor infunde en una iglesia, influye un poco más de orden, de constancia, pero no es una excusa de decir: “yo puedo hablar lo que me pegue la gana de todos los hermanos.” La iglesia no es concurso semanal de belleza, somos un grupo de personas que fallamos, de personas que tienen culpas y pecado, entonces si vas a hablar mal de alguien, habla mal de ti delante de Dios y eso se llama confesión; pero que andes por allá y acá, en esta casa, en ese sitio de chat hablando mal de media iglesia, tengo noticias para ti: Dios conoce tus palabras. Dios es Dios de todo saber. 

La Biblia dice “cesen las palabras arrogantes de nuestra boca, porque Dios es un Dios de todo saber y él pesa las acciones.” Pensando que Dios sabe todo, ten cuidado. Las palabras son como dardos, una vez que se tiran es muy difícil retroceder. Yo podría arruinar tu vida hoy diciendo una sola cosa de ti o puedo animarte grandemente orando por ti.

3. Dios conoce mi protección

Quiero decirte que no hay hombre tan masculino como David. Yo no tengo esa valentía hablando de pelear con animales como osos o leones, si me das una A47 sí me atrevo un poco, pero con cuchillo y mi otra mano ¿pelear contra un oso? Las mismas manos que David dice en Salmos 140 “Jehová enseño a mis dedos a guerrear”; los mismos dedos que agarraban a ese león o a ese oso, los mismos dedos en el momento, manchados con la sangre de Goliat, ¿a que se atribuye su éxito? ¿Quien merece la honra y la gloria de que David todavía estaba en pie? Mira lo que dice Salmos 139:5 Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.

Quiero decir al hombre más entrenado en la milicia, al hombre más educado, a la mujer más educada en microbiología, en enfermedades etc. no estás aquí por tu crédito, estás aquí porque hay una mano divina desde el cielo dispuesta a protegerte. La seguridad viene de Jehová. Que Dios reciba la gloria, el crédito que tú y yo estamos aquí respirando su aire, porque la paga del pecado es la muerte. La única cosa que he ganado es la muerte, pero por la gracia de Dios, él puso su mano adelante y atrás y esto quiere decir que estoy seguro.

Gente nos preguntó en E.U. y ¿en México te van a matar? El pastor Tim Aguiar me dijo: “Cuando vayas a México para servir, tú vas a sentir la protección especial de Dios.” Ser un discípulo no es seguro porque requiere una cruz. ¿Por qué podemos predicar entre caníbales? porque el versículo 5 existe. ¿Por qué podemos atrevernos a decir como Pablo “Vivir es Cristo y morir es ganancia”? ¿Me vas a amenazar con un boleto al cielo? pues lo acepto, mátame, pero si estamos aquí es por el versículo 5 Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.

¿Has estado en lugares en donde la muerte ha recogido a muchos, pero a ti no? Es por que Dios conoce tu protección. 

Lo que un mundo temeroso necesita es una iglesia valiente, para hacer las proezas sabiendo que Dios conoce mi protección y más vale que me maten unos caníbales o unos adictos que comiendo demasiadas pizzas a través de décadas. Pero tenlo por cierto, Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.” 

Hay que hacer algo con esta predicación. Esta predicación no se puede quedar en un libro de teología, hay que hacer algo. Deja:

1. Que esta verdad te motive a adorar a Dios.

Dice el versículo 6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.  No necesito y quiero un Dios que yo pueda comprender; no necesito a un Dios que quepa en un cuadro, necesito tener a un Dios que no pueda contemplar, hay áreas de él que no sé todavía, pero que no sepa yo todo de él, sino él todo de mí, y eso debe motivarme, y decir: “Señor,  una persona tan vil como yo, y aun así tú decides estar conmigo, en pacto eterno.”

Él conoce todo de mí, y sabe todo lo vil que soy porque la Biblia dice “No hay justo ni aun uno.” Pero él ha hecho un pacto, ha depositado su gracia sobre mi vida, me ha puesto su Santo Espíritu que estará conmigo para siempre y contigo. El Dios que conoce tu quebrantamiento, tus fracasos y todo tu pasado y aun así, no va a ninguna parte; y no sé de ti, pero eso me motiva a adorar. Vi algo en Facebook donde estaba Messi y decía: “Ni le conoces y le idólatras y el Dios que si te conoce, le ignoras.” Deja que esto te motive a adorar.

2. Que esta verdad te motive a confesar

No es cómodo que la gente entre en espacios de nuestra vida que queremos esconder. De hecho, la Biblia dice que los hombres amaron más las tinieblas que la luz para que sus obras no fueran reprendidas. Y tu puedes llegar a la iglesia y ocupar tu banca y vivir tu vida privada, pero eso no es la iglesia. La iglesia es un cuerpo de creyentes, diseñado por Dios para provocarnos al amor y a las buenas obras. No tienes que conocer a todos, pero a algunos sí y permitir que esos algunos te hagan las preguntas duras: “¿Estás leyendo tu Biblia? ¿O solamente cantas en público para impresionar a la gente con tu bonita voz?” “¿Qué sitios web visitaste esta semana?” Eso no es cómodo, pero es necesario, pero si aun no hace eso, el versículo 23 habla de otra examinación Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Dios conoce mi pasado. Los versículos 13 y 14 dicen: “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.” No es que Dios solo supo de mí, sino que fue el alfarero cuando me hizo dentro del vientre de mi madre. 

Dios conoce todo de tu pasado, y hay un problema con nuestro pasado y es que nos va persiguiendo. Como David dijo: “Siempre mi pecado está delante de mí.” Una de las sentencias peores del pecado no es tanto el infierno o la enfermedad, es la culpa y, tu pasado, ¿te está destrozando hoy?

Quiero animarte si estás viviendo en el pasado, la solución es ir al pasado. Antes de que cometiste ese pecado,antes que nacieras, nuestro Señor Jesucristo hizo un sumo sacrificio para salvarte de ese pecado. Visita tu pasado pero no te quedes en 2010 o 2005. Ve al año 33 después del nacimiento de Cristo y ve al salvador colgado en una cruz y allí se desaparece tu pecado.

Hay un solo lugar en este universo donde el conocimiento de Dios de tu pecado y el amor de Dios en su gracia se cruzan suficientemente para borrar tu cuenta de maldad, y eso se llama calvario donde Cristo murió por nuestro pecado y repito, que esto te motive a confesión. 

Muchas veces llegamos a la iglesia y decimos: Examina a fulanito. Pero dice la Biblia “Examíname oh Jehová,” ponme bajo tu microscopio, escudriñame. Si decides hacer esa decisión o no, Dios es el Dios de todo saber y a él le toca pesar las acciones.