La envidia

Mateo 20:1-15

20:1 Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.

20:2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.

20:3 Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados;

20:4 y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron.

20:5 Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo.

20:6 Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?

20:7 Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo.

20:8 Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros.

20:9 Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario.

20:10 Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario.

20:11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia,

20:12 diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día.

20:13 El, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario?

20:14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti.

20:15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?

Tenemos una parábola de lo que estaba enseñando el Señor Jesucristo a la gente, estoy seguro de que quiero que lo has escuchado, pero quiero que lo estudiemos un poco más, entonces, tenemos una parábola de alguien que fue a buscar personas para que trabajaran con él; el día de los judíos empieza a las 6 de la mañana, entonces cuando el texto dice que salió “temprano en la mañana” (en el versículo 1) quiere decir que salió a las 6 de la mañana, y cuando dice que salió a la hora tercera (en el versículo 3) eso quiere decir que salió a las 9 de la mañana, y después en el versículo 5, cuando dice la hora sexta eso quiere decir el medio día, después la hora novena, son las 3 de la tarde, y la hora 11 son las 5 de la tarde; entonces imagínese que un hombre sale a buscar trabajadores, y sale a las 6 de la mañana y los encuentra en el mercado, sale a las 6, 9, 12, 3 y 5, entonces él contrataba a gente que trabajaba durante horarios diferentes en el transcurso del día, y entonces llega el final del día y comienza a pagar a los trabajadores, comenzando con los que trabajaron una sola hora, y le dio un denario; vayamos al versículo 2, cuando el contrato a los trabajadores a las 6 de la mañana, acordaron que les pagaría un denario, siendo un denario un salario justo por un día de trabajo, ellos trabajaron 12 horas, es decir todo el día, de las 6 de la mañana hasta las 6 de la noche, y el denario era un salario justo, ahora veamos el versículo 9 20:9 Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. Ahora veamos el versículo 10 20:10 Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario.

Entonces imaginemos una fila de trabajadores, hay personas que trabajaron 12 horas, hay personas que trabajaron 9 horas, personas que trabajaron 6 horas, 3 horas y una hora, entonces la persona solo trabajo una hora, fue a la que se le pagó primero, puede imaginar a los otros trabajadores  en la fila que estuvieron ahí todo el día, asomándose y diciendo unos a otros: “mira, le dieron un denario y solamente ha trabajado una hora”. Eso fue mucho dinero por solamente una hora trabajada. En el versículo 10 dice que ellos pensaban que recibirían más diciendo: “¡Si! Yo voy a recibir más que el, ¡Porque yo trabaje más tiempo!”

Y ahora vayamos al versículo 11 20:11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, Entonces quiero hablar de la palabra “envidia” Vayamos al versículo 1520:15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?” Y es muy interesante porque yo apenas aprendí esto en la Biblia, ya que es ligeramente diferente en inglés, en inglés no entendía que significaba este versículo, pero cuando lo leí en español, pude entenderlo, ahora esta parábola ya tiene sentido para mi porque lo pude aprender y comprender en español; entonces volvamos al versículo 11  20:11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia,, ellos pensaron que recibirian más pero si volvemos al versículo 2 20:2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña..” Nos dice que habían acordado un denario al día, y cuando recibieron este, recibieron lo que era justo, y ¿cuál es el problema aquí? El problema no era que ellos solamente recibieron un denario porque ellos sí recibieron lo que era justo, el problema para ellos era que aquellos que trabajaron solo una hora, también recibieron un denario.  Y antes de que comencemos a juzgar a esos trabajadores primero tenemos que examinar nuestros corazones. ¿Cómo se siente ahora mismo con esta situación? ¿Piensa que esto fue justo? Que el hombre que trabajo 12 horas recibiera el mismo pago que el que solo trabjo 1 hora, creo que podríamos pensar que eso no es justo; y es que Jesús está tratando de enseñarnos y darnos una lección para que trabajemos en nuestros corazones, y esto es la envidia, y todos tenemos un problema con esto.

Ahora veamos ¿Qué hace la envidia?

La envidia quita el gozo con las cosas que tenemos y pone nuestros ojos en lo que tiene otras personas, vayamos al versículo 10 20:10 Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Ellos pensaban que iban a recibir más, pero cuando recibieron el denario, no estuvieron felices con lo que recibieron, ellos debieron haber estado felices de que alguien los contrató y les dio trabajo y así poder ganar un denario, pero ellos no estuvieron felices, ni contentos, cuando vieron que otra persona recibió algo mejor. Que fea se ve la envidia, cuando nos quita el gozo por las cosas que Dios nos ha dado. No se lo que le viene ahorita a la mente pero tal vez Dios a recordado algunas cosas de las que usted podría tener envidia. La Biblia dice que debemos de llorar con quien esté llorando y regocijarnos con quien se esté regocijado; permítame hacerle una pregunta, ¿Qué le viene a la mente, cuando usted ve, que Dios está bendiciendo a alguien más? Tal vez usted ve a otra familia llegar a la iglesia con un increible auto nuevo, tal vez tu querías un auto tan increíble como ese, tal vez tu estabas orando por un auto nuevo; pero porque tu viste que ellos llegaron en un auto nuevo, ahora ya no está usted contento con el coche viejito y oxidado que tienes, porque ya viste lo que tiene otra persona, y pienso que lo que viene justo ahora a nuestra mente, nos revela lo que tiene nuestro corazón. Y tal vez usted piensa “pero yo vengo a la iglesia siempre que las puertas de la iglesia están abiertas” o tal vez usted piensa “¿Señor por qué?” “¿Por qué Señor, por qué a mi no me das un auto nuevo, si yo estaba tambien orando por un auto nuevo?” “He estado trabajando y sufriendo en el calor del día”. Y entonces olvidamos que Dios nos ha bendecido, y realmente deberíamos estar gozosos de que Dios ha bendecido a alguien más. ¿Has dicho? “¡Estoy tan feliz por ti! ¡Que bueno es Dios, te ha dado un auto nuevo!” o estas pensando “Yo quiero un auto así”.
Tal vez ves a alguien más que se va de vacaciones, ¿usted piensa? “¡Que bueno por ti! ¡Es grandioso que pases tiempo con tu familia! o usted piensa “Yo he sufrido y he trabajado muy duro y mucho mas que el/ella ¿por qué yo no, tengo unas vacaciones?” Eso es envidia; tal vez tu ves que alguien más tiene un esposo maravilloso, y Dios la ha bendecido y tiene un esposo amoroso, detallista, cariñoso y protector. Y cuando vemos que Dios bendice a alguien más eso nos quita el gozo de nuestro corazón y el gozo en las cosas que Dios nos ha dado. Tal vez estamos pensado ¿por qué yo no soy tan bonita y delgada como ella? o tal vez a una hermana, dándole un regalo a otra hermana; ¿qué es lo que le viene a la mente? ¿piensas? “¡Yo quiero eso!” o está gozosa porque esa hermana está siendo de bendicion a otra hermana. Estas preguntas nos revelan que es lo que hay en nuestro corazón, y realmente tenemos que arreglar cuentas con Dios, todos batallamos con la envidia, tal vez usted piensa en sus hijos, tal vez tiene usted un hijo con necesidades especiales, y usted ve que todo el mundo tiene hijos saludables y usted dice “¿por qué Señor?”; pero realmente Dios nos ha bendecido; y nuestros ojos no están felices porque vemos la bendición que otros tienen; y si regresamos a los versículos 14 y 15  20:14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. 20:15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? Dios es realmente bueno con nosotros, y no deberíamos de tener ningun problema cuando vemos que Dios está bendiciendo a alguién, más que a nosotros; y creo que debemos arreglar cuentas con Dios, nuestro corazón no está siendo agradecido con Dios, estamos acusando a Dios que Él no es bueno con nosotros; pero Él es bueno con nosotros; Él nos da lo que merecemos, el pago que el merecemos de su parte para con nosotros es justo.