Ser Cristianos Firmes y Cimentados en Cristo

Colosenses 2:1-71 “Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;

2 para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,

3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

4 Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.

5 Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.

6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;

7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.”

Pablo empieza hablando pidiendo por la iglesia, que los cristianos sean llenos de sabiduría espiritual. El señor quiere que seamos inteligentes espiritualmente, que sepamos de qué se trata la vida cristiana, y cuando uno conoce a Cristo se llega a enamorar de su doctrina y de su enseñanza y ya no se quiere soltar de Cristo. Nos dice la Biblia en Romanos que nada nos puede separar del amor de Dios. Dios quiere que seamos permanentes en Cristo.

El apóstol Pablo ora por esta iglesia para que tengan el conocimiento de la palabra de Dios y tengan inteligencia espiritual, también nos habla de que Cristo nos ha reconciliado con Dios Padre por medio de su sangre. La reconciliación que gozamos para con Dios, la ganó Cristo. Él nos reconcilia con el Padre y debemos mantenernos en esa reconciliación todo tiempo.

“Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro; para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,“ Recordemos que el apóstol Pablo fue un gran misionero. Hizo tres viajes misioneros, andaba en Asia, en Europa y fundó varias iglesias. No tardaba mucho en una iglesia, estaba quizás dos o tres años y se iba a otro pueblo para evangelizar y así al siguiente pueblo y establecía pastores. Él tenía hambre por evangelizar, hubo áreas donde él dijo lo he llenado todo del evangelio. Y él dice: “Yo oro por cada iglesia, ha habido lágrimas, sufrimientos y me interesa que las iglesias sigan adelante.” 

A la iglesia de los gálatas les dijo que cuando él pasó por ahí evangelizando fue una tremenda  bendición y les enseñó lo más que pudo, pero después llegaron otras doctrinas a los gálatas y fueron fascinados y se empezaron a deslizar con otras enseñanzas y Pablo les llama la atención. También regañó varias veces a la iglesia de los corintios; y a la iglesia de los colosenses les dice: “para que sean consolados sus corazones, unidos en amor,” Dios quiere que cada iglesia cristiana sea unida en Cristo, que haya lazos de amor en una iglesia porque cuando hay amor se soporta. En otras partes dice que sean unánimes, que tengan un mismo ánimo. Dios quiere que fomentemos el amor. y dice: “hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,” La palabra de Dios es muy extensa, es un libro para toda la vida y el propósito es que tengamos un pleno entendimiento, conocer el misterio de Dios y del Señor Jesucristo, cada año debemos avanzar en eso y Dios nos va revelando a través de la experiencia personal, de ir leyendo la Biblia, los misterios se van a ir descubriendo.

Dice el versículo 3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Yo escuchaba a pastores que decían la Biblia por más que la leas, por cada vez que la leas vas a encontrar joyas preciosas, pero tienes que estar permanente en ella. No es suficiente decir decir Ya lei la Biblia un año y otro año. Si tú te quedas meditando, escudriñando cada vez que la leas vas a ir descubriendo perlas. Podemos leer de una manera superficial, pero la Biblia tiene tesoros escondidos que los van a descubrir aquellos que tienen hambre de la palabra de Dios.

En esta carta Pablo les dice “Yo quiero que sean inteligentes espiritualmente, que descubran las riquezas de la palabra de Dios y se enamoren de Cristo.” Dios quiere que estemos fascinados con Cristo toda nuestra vida  y que estemos extrayendo conocimiento de la palabra de Dios.

El versículo 4 dice esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.Pablo en una carta dice que les predicó el evangelio con lágrimas y con sabiduría de lo alto no querían impresionar a nadie, y luego a los colosenses les dice que aprendieran a quien estaba sirviendo para que nadie los engañara con palabras persuasivas.

Existen en este mundo personas que tienen facilidad de palabras, hablan muy bonito y tal vez conoces a uno de ellos y cuidado con ellos. Dice la Biblia: “esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas. En la vida cristiana hay muchos riesgos. La palabra de Dios nos dice que tengamos cuidado porque van a venir maestros que van a introducir enseñanzas y con astucia nos van a rascar el oído como queremos, pero ¿qué cristiano va a tener la madurez espiritual? Hay que ser inteligentes espiritualmente y tener conocimiento verdadero de la palabra de Dios y al que tenga esto no lo van a poder impresionar. Mucha gente habla mucho y muy bonito pero lo que tiene que impresionar es el amor de Cristo. El que estemos en un ministerio no es garantía de que estamos caminando con Dios, algunos podemos ser profesionales en muchos aspectos, pero otra cosa es caminar con Dios, el tener amor de Dios en nuestra vida.

Colosenses 2:5-6 dice:Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo. Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; Dios quiere que aprendamos a andar en Cristo. El apóstol Pablo fundó varias iglesias, pero no podía ser pastor de todas la iglesias, y Pablo oraba por ellos, preguntaba por ellos y se gozaba por el buen orden y su firmeza en Cristo.

Hemos recibido a Cristo, hemos puesto los ojos en Cristo y dice así como ya has aceptado a Cristo, ya te has bautizado, ya has sido enseñado y dice anda en él, continúa en él. Sigamos adelante siguiendo las pisadas del Señor Jesucristo porque esperamos su regreso. Cuando alguien está en Cristo ocupado en su obra no le da tiempo para distraerse. A Nehemías lo amenazaron de muerte, querían que abandonara la obra y le hicieron una cita y le dijeron que lo esperaban y él dijo: “Yo no voy a huir, yo tengo trabajo.” Nehemías no le hacía caso a que lo atemorizaran, él estaba trabajando. El cristiano debe aprender a estar leyendo la Biblia, en una mano la espada y con la otra trabajando y así no tendrá tiempo para distraerse. 

Dice el versículo 7arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. Para que andemos en él tenemos que estar arraigados, tenemos que tener raíces profundas. La palabra de Dios nos compara con árboles, con el monte de Sion. Los árboles tienen diferentes tipos de raíces, las raíces sirven para alimentarse, para sostenerse. Hay raíces muy profundas que no se ven, pero ellas sostienen al árbol, en algunos árboles a veces la raíz es más grande que el árbol. Dios quiere que los cristianos echemos raíces para que cuando vengan los vientos no nos derriben.

La Biblia dice en Salmos 1:1-3 “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” Y así va a ser un buen cristiano que tiene una buena raíz. Cuando hay un cristiano que se arraiga al Señor Jesucristo no fácilmente lo van a mover de la iglesia.

Y después que ya estamos arraigados, de que estamos convencidos de nuestro fundamento hay que edificar. Debemos edificar nuestra vida, nuestra familia y nuestra iglesia en Cristo. Él es la base, el fundamento y nadie debe poner otro fundamento.

Y dice “… y confirmados en la fe,” Cada vez que pasan los años y seguimos leyendo su palabra, que estamos dispuestos al Señor, que estamos dispuestos al Señor, nos involucramos en la obra del Señor nuestra fe se va a ir confirmando, pero tenemos que estar arraigados, sobreedificados.

A través de los años decían en las iglesias de los cristianos chapulines que son los que un año están en la iglesia, les dan el discipulado y después ya los querían involucrar y ellos no querían y se iban a otra iglesia y estuvo cinco años y tuvo algún roce en la iglesia; y es bueno que hay muchas iglesias en las ciudades, pero a la vez es malo porque luego un cristiano se enoja y dice me voy a ir a la otra iglesia.

Aquí nos dice: Echa raíces, sobreedifica, confirmate en la fe, haz base porque si somos cristianos chapulines no vamos a enraizar en ningún lado. Un cristiano nunca termina de aprender. La vida cristiana es un aprendizaje para toda la vida, pero en la iglesia se trata de enseñar lo más posible, ningún pastor sabe todo, puede haber cristianos que sepan más, pero es nuestra responsabilidad aprender y avanzar todo el tiempo, aunque corremos el peligro de envanecerse. Dice: te han enseñado, aprende, mantente, pon en práctica lo que se te ha enseñado.

Efesios 3:14-21 dice: 

14 “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,

15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,

16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;

17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,

18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,

19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,

21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.”

Dios quiere que habite Cristo en nuestro corazón y ya que habita dice que nos arraigemos hasta que seamos plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Para que estas bendiciones lleguen a nuestra vida necesitamos ser cristianos fuertes en la obra del Señor, de cristianos maduros que han entendido que la vida cristiana no es como nos imaginamos. A todos nos gusta una vida próspera, sin sufrir y todos quisiéramos esas bendiciones fantasiosas, pero lo que realmente han caminado con el Señor, que han madurado, que han sido golpeados y sacudidos lo que los sostiene es su raíz en Cristo.

Colosenses 2:7 dice: arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.El ser agradecido es algo fundamental en la vida cristiana. La gratitud bendice, da contentamiento, abre puertas. Debemos ser agradecidos con Dios por todo lo que Dios nos da. Debemos aprender a ser agradecidos, que la palabra gracias sea parte de nuestro lenguaje, pero que también sea un sentir del corazón. Cuando alguien es malagradecido, está insatisfecho en todos lados y es triste vivir una vida malagradecida.

La gratitud nos va a sostener. Hebreos 12:28-29 dice: Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor. Hemos recibido un reino que no cambia, promesas fieles del Señor y dice que tengamos gratitud y que con esa gratitud sirvamos a Dios. Si somos cristianos agradecidos seremos movidos a servir a Dios, si somos cristianos malagradecidos nunca vamos a servir al Señor.

La gratitud nos debería mover a servir al Señor, pero lo más importante nos debe mover el amor a Dios porque nuestro Dios es fuego consumidor. Dios pudiera tomar la decisión de castigar al que no le sirve, pero nos tiene demasiada paciencia y nos tolera mucho. Él puede tomar decisiones drásticas con nosotros. La palabra de Dios nos enseña que aprendamos a ser agradecidos y un cristiano agradecido será agradecido en todos lados porque tiene una actitud de agradecimiento. Qué triste es encontrar a cristianos que son ingratos en la iglesia, en el trabajo y con su propia familia. 

Debemos ser cristianos firmes y cimentados en Cristo, alcanzando las riquezas de esos tesoros escondidos, los que somos de Cristo debemos andar en Cristo, sobreedificados en él y nada nos va a arrancar de él y ser muy agradecidos.