Esta predicación para jóvenes ha sido escuchada y vista más de 500,000 veces. Esperamos que te sea de bendición.

El Ejemplo de Josías

Por el Pastor Kevin Wynne.

Esta semana no voy a predicar a los adultos ni a los pastores, pero sí quería hablar a ustedes. Yo sinceramente siento que ustedes son el futuro de México. Pobre de México. Vamos abrir las biblias a 2 Corintios por favor. Disculpa 2 Crónicas, está a un lado de Corintios. 🙂

2 Crónicas 34:1-3: “De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén. 2 Este hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha ni a la izquierda. 3 A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas, e imágenes fundidas.”

Vamos a orar: Padre te pedimos que bendigas este día, límpianos de pecado Señor, llénanos del Espíritu Santo, y Señor ayuda a estos jóvenes ver su responsabilidad, para que vean la necesidad de la hora. Ayuda a ellos a tomar la decisión correcta con su vida, y Señor usar la vida de ellos, para su honra, para su gloria. Nada podemos hacer sin tu poder. Habla al corazón de cada uno de ellos, en el nombre de Jesús amén.

Nosotros vemos en este texto, que se había apagado el fuego en el corazón de los profetas de Dios. No estaban predicando como debían estar predicando. La nación de Israel ahora había entrado en idolatría. Estaban en inmoralidad. Había homosexuales por todas partes. Había imágenes, brujería. Hasta estaban sacrificando a sus niños a los dioses falsos.

En ese tiempo, y durante este tiempo, un joven llegó al reino. Este joven tenía ocho años. El abuelo de este joven era el hombre más perverso de todo Israel. Manasés. El hombre más perverso de toda la historia del pueblo de Israel. Su abuelo era un hombre perverso. Era un hombre malo. Pero nació este niño y llegó al reino y Josías dijo, a mí no me importa lo que me inculcaron mis padres, yo busco a Dios. Y él comenzó a reinar, y reinó 30 años en Israel. Hizo lo recto ante los ojos de Jehová. Anduvo en los caminos de David su padre. El dijo: mi tátara, tátara, tátara abuelo si amaba a Dios, yo voy a buscar a Dios también.

A los 16 años de edad, siendo aún muchacho, (algunos de ustedes se sienten más sabios que tu papá,) comenzó a buscar al Dios de su padre. A los 20 años comenzó a limpiar a Judá. A los 16 años él comenzó a buscar a Dios. A los 20 años de edad llegó el avivamiento más grande que Israel había visto. No había rey como el antes ni después. Y él trajo un avivamiento a la nación de Israel. Hay tres cosas que yo quiero que vean del texto y yo voy a terminar.

1. Josías empezó a buscar a Dios.

Necesitamos un joven o a una señorita como Esther, que empieza a buscar a Dios. Cuando yo era joven, hace 1000 años había dinosaurios sobre la tierra todavía, la gente vivía en cuevas, y yo era un joven. Yo en mi juventud andaba de pandillero y hacía un montón de otras cosas. No voy a decir lo que yo hacía, 1 porque no quiero glorificar el pecado. 2 la policía todavía me está buscando. Pero yo a los 15 años de edad entre a mi recámara y puse un rifle en frente de mi cabeza y puse el dedo en el gatillo, yo estaba a punto de suicidarme, cuando entró en mi corazón el pensamiento de: después de jalar el gatillo a dónde vas a ir. Y aunque yo era católico, yo había escuchado del infierno. Yo baje el rifle, y tomé una Biblia, que estaba allí en el librero que pertenecía a mi madre, y empecé a leer la Biblia, y a los 15 años de edad yo empecé a buscar a Dios. Y jóvenes, si nosotros empezamos a buscar a Dios, lo vamos a encontrar. Él no está lejos. Él está esperando que usted lo busque.

Josías empezó a odiar el pecado. La Biblia nos dice dos cosas: 1 la Biblia nos dice que nos debemos de someter a Dios. Y 2, la Biblia nos dice que debemos de resistir al diablo, y huirá de vosotros. Muchos de ustedes quieren resistir al diablo sin someterse a Dios. No puedes hacer eso. Pero si nos sometemos a Dios, podemos resistir al diablo. Y tener la victoria. Ahora, escúchenme bien, yo no soy un buen predicador, yo no soy un buen orador, algunos de ustedes ya se dieron cuenta de eso. Ni siquiera puedo pronunciar bien el español. Yo no soy muy inteligente, yo no soy bueno para organizar, yo no tengo talentos, o habilidades, como otros predicadores tienen. Pero, hermanos, en mi juventud, yo empecé a buscar a Dios. Hora, tras hora, tras hora, leyendo la Biblia. Orando y buscando a Dios. México necesita unos jóvenes que están dispuestos a buscar a Dios.

Joven, si tú empiezas a buscar a Dios, y empiezas a ver la Biblia, tú te vas a dar cuenta cuanto Dios te ama. La Biblia nos dice que nosotros le amamos a Él porque Él nos amó primero. Cuando tú te das cuenta cuanto Dios te ama, entonces tú vas a poder a empezar a disfrutar la Biblia. Te va a encantar leer la palabra de Dios. Y cuando la Biblia es tu delicia, Dios te va a bendecir, Dios te va a prosperar.

Cuando la Biblia es tu delicia, ya no vas a venir al culto, porque tu mamá te trajo. Tú empiezas a disfrutar la Biblia, Dios te va a empezar a bendecir, Dios te va a prosperar. Tú te vas a dar cuenta cuanto Dios te ama.



En Francia hace años, había una señorita, que estaba leyendo un libro de poemas. Cuando ella estaba leyendo estos poemas, ella decía, que aburrido son estos poemas, que tristes son estos poemas. Y esta señorita tiró el libro de poemas en un bote de basura, ahí en su recámara. Después ella, fue a una fiesta de cumpleaños de una amiga. En la mansión, en la fiesta de su amiga, encontró a un joven, alto, guapo, -como yo-, y rico. Y ella empezó a hablar con este joven. Ellos estaban hablando ahí, 20 minutos, 30 minutos, y después una hora. Y después de una hora, esta señorita dice al joven: “Tenemos una hora hablando y disculpa, yo ni siquiera conozco su nombre.” Y él dijo: “Oh, perdóname señorita. Yo soy fulano de tal.” Y ella dijo: “Qué interesante. Hoy en la mañana yo estaba leyendo un libro de poemas, y el nombre del autor es el mismo como del que usted tiene… Fulano de tal.” Y este joven dijo: “¿Cómo se llama el libro?” Y ella le dijo el nombre del libro. Y él dijo: “Ese es mi libro. Yo lo escribí. ¿Qué le pareció mi libro?” Y ella le miró y dijo: “ah, este… no termino de leerlo todavía.” Ella fue después a su casa. Recogió el libro de poemas de la basura. Empezó leer el mismo libro. Pero ahora en vez de decir que aburrido, ella empezó a decir: “hay que precioso. Hay que bonito. Hay que poemas tan bonitos.” Por ahora ella había conocido al autor, y amaba al autor de libro. Y cuando ustedes aman a Dios, la Biblia y las cosas de Dios van a ser interesantes para ustedes. No van a ser aburridas. Josías empezó a buscar a Dios.

2. Empezó a odiar el pecado.

Eso es automático. Cuando usted ama a Dios, usted va a comenzar a odiar al pecado.

Josías, cuando conoció a Dios, empezó a tirar las imágenes. A destruir las imágenes de Asera. Había casa de fornicación y de homosexuales y Josías las derribó. Hoy en día, México está lleno de casas de prostitución, hoteles de paso. Imágenes por todas partes. Idolatría por todas partes. Casas de fornicación y prostitutas y homosexuales por todas partes. Y esta tierra está llena de idolatría y de pecado. Y Josías cuando vio eso, él empezó a destruir la idolatría y la moralidad, y el pecado que él vio.

Jeremías 1:5 dice: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”

No es un accidente, Dios te formó en el vientre de tu madre, con un propósito. No importa lo que te dijo tu mamá. Hay un propósito que Dios tiene para tu vida.

“Es que Señor, es que no sé hablar porque soy niño. Hay jóvenes que dicen, “yo no puedo servir a Dios.” “Es que todavía soy un niño.” “Yo no puedo hacer nada para Dios, porque soy niño.”.

La mayoría de las guerras en el mundo, son jóvenes quienes las están peleando. Son jóvenes los que han salido a conquistar reinos, y naciones. La Biblia nos dice, buscar a Dios en tu juventud. Antes que lleguen los días malos. Continúa la palabra de Dios diciendo:

Jeremías 1:7-9: “Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. 8 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová. 9 Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.”

Yo no pueda hablar bien el español, pero yo puedo predicar la palabra de Dios. Y Dios bendice su palabra.

Jeremías 1:10: “Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.”

Ahora, note lo que dice, antes de que tú puedas edificar primero tienes que derribar. El terreno en que ahora estamos, tuvimos que mandara traer 500 camiones para qué sacaran basura y cascajo antes de poder edificar la iglesia. Y joven, antes de que puedas levantar algo para Dios, primero Kenneth que derribar y quitar algunas cosas. Tienes que quitar la música satánica. La pornografía. Esta doble vida que tú estás viviendo vienes al culto, pero después vas a un hotel de paso, con tu novia. Vienes a leer la Biblia quien la iglesia, pero luego estás mirando pornografía en la tarde. Nosotros debemos edificar algo para Dios, tenemos que quitar las imágenes que hay. Hoy en día, en todas partes, aquí en México, gente ahora hasta esta adorando a Satanás, antes era la virgen de Guadalupe, pero ahora es la santa muerte.

Nos estamos acercando al fin de este mundo. Y la verdad Guadalupe ya se quitó la máscara, y los idólatras ahora se están quitando la máscara, y podemos ver a quien en verdad ellos están sirviendo. Antes de que podamos ver avivamiento, antes de que podamos ver la mano de Dios, necesitamos jóvenes que busquen a Dios, y después de buscar a Dios que empiecen a odiar el pecado. Josías dijo, yo no voy a seguir la idolatría y el pecado de mi abuelo. Él dijo, yo voy a buscar al Dios del cielo.

Yo recuerdo leer la historia de Francia. Luis XVII era un niño, de unos siete años de edad, cuando hubo una revolución. Su madre era María Antonieta. Cuando ella oía decir a la gente que no tenían pan, ella les decía, “pues que coman pastel.” Y ella pensaba que lo que decía era chistoso, pero la gente no pensaba que era chistoso. Y a ella le cortaron la cabeza. También cortaron la cabeza de su padre. Y luego tomaron a Luis XVII, cuando era niño, y lo llevaron a una cantina. Y los revolucionarios tomaron botellas de vino, y pusieron al niño sobre una mesa, y le dieron unas cosas escritas perversas para que leyera. Y le dieron vino para emborracharlo, y le dieron comida podrida para que se la comience. Y este niño, se levantó sobre la mesa, y él tiro el vino ahí, y él tiro las palabras que le habían dado allí en el suelo, y tiró la comida al suelo, y dijo: “yo no voy a tomar lo que tú me das de tomar. Yo no voy a leer lo que tú quieres que yo lea. Yo no voy a decir las palabras que tú quieres que yo diga. Yo soy el hijo de un rey. Yo voy a vivir y voy a morir como hijo de un rey.”

La gente se quedó asombrada. Y este joven creció, y terminó siendo el rey de Francia. Jóvenes, ustedes son los hijos del Rey de Reyes. Tú eres un hijo del Rey de Reyes, y Señor de Señores. Es tiempo de que tú digas: “yo no voy hablar lo que el mundo habla. Yo no voy a tomar lo que el mundo toma. Yo no voy a vivir de la manera que los demás viven. Yo soy hijo del Rey, y voy a vivir como hijo del Rey.”

3. Josías levantó la casa de Dios.

2 Crónicas 34:8: “A los dieciocho años de su reinado, después de haber limpiado la tierra y la casa, envió a Safán hijo de Azalía, a Maasías gobernador de la ciudad, y a Joa hijo de Joacaz, canciller, para que reparasen la casa de Jehová su Dios.”

Yo creo con todo mi corazón, que aquí hay jóvenes, que podrían levantar una iglesia, mucho más grande que está iglesia. Yo creo que tú, podrías traer avivamiento a una ciudad. A un pueblo. Si tú ahora empiezas a buscar a Dios, si tú ahora empiezas a odiar el pecado, y entregas tu vida en las manos de Dios, joven, podrías traer avivamiento a México. Podrías traer avivamiento a Panamá, a Centroamérica, a América del Sur.

Yo estoy viajando a predicar a diferentes países, y es increíble ver cuánta gente tiene hambre y deseo de conocer a Dios. Muchos de mis amigos ahora, están perdiendo su salud. Han entregado sus vidas a servir a Dios para predicar, y han trabajado día y noche. Y ahora ellos que no tienen la fuerza, ya no tienen la habilidad de hacerlo. Necesitamos unos jóvenes que digan: “aquí estoy yo. Y yo voy a buscar a Dios. Y mi vida va a servir para un propósito eterno. Y cuando Cristo venga, me va a encontrar odiando el pecado. Y me va encontrar sirviendo a Dios.”

Hay jóvenes aquí, que podrían levantar una iglesia de 10,000 personas. De 15,000 personas. Podrías hacer algo grande para Dios. Si tú buscas a Jehová. Odias el pecado. Y luego buscas levantar la casa de Dios. Dios que va a bendecir por eso. La Biblia dice: “clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”

Tú tienes que clamar a Dios.

[/wp-like-locker]