El Error de Balaam -Pastor Ezequiel Salazar

Vamos a Judas, se encuentra antes del libro de Apocalipsis. El tema del libro de Judas es la apostasía. Judas escribe en contra, advirtiendo a los creyentes en contra de la apostasía. Un apostata es alguien que se aparta, es alguien que se desvía, por eso es que dice en el versículo 3: “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.” Y la expresión allí es actualmente la fe, que ha sido una vez para siempre dada a los santos. Esto es por lo cual escribe estas cosas advirtiendo a los creyentes en contra de apartarse de Dios. En el proceso usa ejemplos de aquellos que estaban en peligro de apartarse de Dios y los llama, a aquellos que blasfeman de cosas que no conocen, les llama animales irracionales. Eso es por si acaso usted cree que su pastor es muy duro. Luego comienza a usar ejemplo y dice en el versículo 11: “!!Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.” Y usa el ejemplo de estos tres hombres, estos siguieron el camino de Caín, de Balaam y de Coré, o sea se apartaron del camino y comenzaron a seguir otro camino. No vamos a desarrollar la vida de cada uno de estos, pero suficiente el decir que cada uno de ellos se usa como ejemplo, por medio de Judas, para advertirnos de no apartarnos del Señor, de no ser apostatas. Vamos a usar nada más el ejemplo de 1; nos habla del error de Balaam.

De nuevo quiero recordarle que está hablándonos de no apartarnos, de no ser apostatas. Este profeta Balaam es mencionado en varias otras ocasiones, hasta en las Escrituras, igual dicen lo mismo de él en Segunda de Pedro 2:15: “Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor el cual amó el premio de la maldad,” entonces, de nuevo Pedro describe a este hombre como aquel que dejó el camino recto y se extravío, se aparto del camino correcto, o sea se hizo un apostata y en el versículo 16 dice “y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta.”

El Señor reprende y exhorta a una iglesia en libro de Apocalipsis en relación al error de Balaam. En Apocalipsis 2: 14 dice “Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.” Entonces encontramos estas referencias de Balaam y el error que cometió, que lo encontró siguiendo otro camino, o siendo un apostata apartándose del camino de Dios. Pero encontramos de una manera muy específica la historia de este hombre en el Libro de Números 22, ahí se nos introduce a este hombre llamado Balaam y quiero hablarles de no seguir el error de Balaam. Balaam fue un apostata, ¿qué es un apostata? alguien que se aparta. No seguir el error de Balaam. ¿Qué son aquellos errores cometió que lo hicieron un apostata?, que lo llevaron a encontrarse muy lejos del camino de Dios y al fin no solamente causar mucho daño, pero la Palabra de Dios nos dice que lo mataron en una batalla y todo por ese error del cual se nos advierte no cometer.

Dice la Palabra de Dios, y quiero que entendamos un poco del trasfondo aquí, Balaac era el rey que manda a los moabitas y algunos representantes a hablar con Balaam porque tenía miedo de los hijos de Israel y buscaba a Balaam para que él viniera a maldecirle al pueblo de Israel. Balaam era profeta, eso es algo muy interesante y eso es importante para que nosotros que estamos sirviendo al Señor nos demos cuenta de que esto nos puede suceder a nosotros también. Siendo profeta, Balaam recibió nuevas noticias cuando Balac envía a mensajeros. En Números 22: 4 dice “Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac hijo de Zipor era entonces rey de Moab.” Cuando yo leí eso por primera vez, creí que estaba hablando de los mexicanos.

Entonces Balaam envía a emisarios y le dice aquí que el mensaje que tenían que darle a Balac era el siguiente, en el versículo 5-6: “Por tanto, envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor, que está junto al río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y habita delante de mí. Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito.” Entonces envía a esos ancianos de Moab y dice la Biblia que vienen estos emisarios y le dan esta noticia a Balaam, en el versículo 8 lo encontramos “El les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os daré respuesta según Jehová me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam.” Hasta ahorita nos damos cuenta que alguien que se aparta de Dios pretende tener una fidelidad a Dios. Vienen los emisarios y los ancianos de Moab dicen ” mira, hay un pueblo y estos salieron de Egipto”, Balaam sabía quiénes eran, Balaam era profeta, Balaam sabía que este pueblo era bendito de Dios. Pero entonces viene y dice ” espérenme aquí, voy a ir a hablar con Dios, voy a ir y déjenme ver que es lo que Dios me dice y no les voy a responder más que los que Dios diga”. ¡Qué tremendo suena eso! Pero como Dios nos conoce muy bien, él va a Dios. Mire lo que Dios le dice antes que él diga nada, versículo 9 “Y vino Dios a Balaam, y le dijo: “¿Qué varones son estos que están contigo? ” Balaam no dice nada, él va a ver lo que dice el jefe. Viene Dios a Balaam y le dice “¿qué andas haciendo con estos?” Porque te voy a decir algo, él que anda en camino a apartarse de Dios anda y tolera compañía con la cual no debe de andar; y Dios lo reconoció y le dijo “en primer lugar, por qué les diste hasta audiencia a esta gente?, qué haces con esta gente?”.

Más adelante nos dice la Palabra de Dios, que Balaam le informa a Dios, porque Dios no sabía, tan arrogante pensando “deja que te eduque Señor”. Le explica que Balac quiere que los maldiga y argumenta que quiere pelear contra ellos y echarlo, y él creía que Dios no lo sabía. Números 22:11-12 He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto cubre la faz de la tierra; ven pues, ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear contra él y echarlo. Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es.” Él ya sabía eso. Pero se dan cuenta cómo viene con pretensión de decir “déjenme preguntarle a Dios” y parece que educa a Dios porque como que Dios no sabía. Él sabía quién era el pueblo y él sabía que el pueblo era bendito y Dios sabía lo que estaba en el corazón de Balaam, por eso es que antes que diga ninguna palabra le pregunta que hacía con esos hombres, que no debería si quiera haberles dado audiencia y que no vaya con ellos. Dios le dejo bien claro que no fuera.

Mire como finge este hombre tener tremenda convicción. Dice la Palabra de Dios en el versículo 13 : “Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros.” Les dice que se larguen, que se vayan y luego dice que Jehová no lo quería dejar ir con ellos, como diciendo “quiero pero Él no me deja, me dijo que no”. Vemos que al principio parecía un hombre de convicción que decía “aquí se va a hacer sólo lo que Dios quiere. Espérenme aquí les voy a traer la respuesta que Dios me diga- para después venir y decir:- el jefe no me deja”.

Desde el principio, el primer error que Balaam cometió fue: cambiar su querer por el querer de Dios. En otras palabras no tenía una firme convicción de la voluntad de Dios, sabía cuál era la voluntad de Dios, pero no tenía una convicción firme de la voluntad de Dios. Déjenme simplificar lo que quiero decir voluntad: voluntad es querer, de manera que cuando hablamos de la voluntad de Dios, estamos hablando del querer de Dios. Cuando alguien dice, “más que ninguna otra cosa, yo quiero hacer la voluntad de Dios ” Lo que esa persona está diciendo es “más que ninguna otra cosa yo quiero hacer lo que Dios quiere que yo haga”. Somos buenos para decirlo, pero Dios conoce nuestro corazón, como conocía el corazón de Balaam y desde que él le dio audiencia a esta gente, Dios se fijo que Balaam estaba insistiendo en querer hacer lo que él quería hacer. Por eso es que antes de decir nada, Dios le reclama por darle audiencia a esa gente. Y luego le dijo que no fuera. Pero expresa lo que estaba en su corazón y aunque pretendía querer hacer la voluntad de Dios cuando regresa y les dice “Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros.” No era su querer. Pretende regresar y decir “no voy a tomar un camino que Dios no quiere que yo tome” pero en su corazón verdaderamente no quería lo que Dios quería, quería lo que él quería.

La Palabra de Dios nos dice “por tanto no seáis insensatos, sino entendido de cuál sea la voluntad de Dios“. Cual sea a voluntad del Señor, la voluntad del Señor es lo que Dios quiere. Dígame si ese no es usted y yo, por ejemplo ¿usted va a llegar al culto esta noche? , y usted contesta “primero Dios”, ¿cuál primero Dios? o dice “si Dios quiere”, con eso ya me dijo que no va a llegar. Y usamos esos términos lindos y que suenan muy bien, “primero Dios, si Dios quiere” y primero Dios nada. Y “si Dios quiere” significa que no vas a llegar porque te vas a ir a una pachanga. Y comenzamos a apartarnos del Señor. Me preocupa que hay tantos cristianos que no sabe donde están, digo están inseguros y qué triste un siervo de Dios que no sabe donde Dios lo quiere.

¿No estás convencido que Dios te quiere? vas a vivir inseguro con temores, cualquier viento que sopla ahí vas. Y el primer error que comete Balaam es que en el corazón había llegado a aquel lugar en su vida, donde la pretensión de hacerla voluntad de Dios era precisamente eso, nada más que una pretensión. Dios lo sabía, a propósito también Balac lo sabía. Mire lo que dice la Palabra de Dios, aquí está el segundo error, déjame decirte otra cosa, Jesús en cuanto a la voluntad de Dios dice “el que quiera hacer a voluntad de Dios conocerá si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta”. ¿Sabes lo que tú necesitas para encontrar la voluntad de Dios? tienes que quererla. Hay gente indecisa que dice no saber lo que Dios quiere, debes estar convencido de querer lo que Dios quiere, para seguir lo que dice la Biblia “el que quiere hacer la voluntad de Dios la hará”. Es la única era que vas a saber lo que Dios quiere, cuando quieras más que ninguna otra cosa lo que Él quiere y Él sabe si tú quieres. Él conocía el querer de Balaam, pero no solamente Él lo conocía, Balac lo conocía. Mire lo que dice la Palabra de Dios en el versículo 14 ” Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron a Balac y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros.” ¿Ahí termina la historia?, ¿van, regresan a Balac y dice “no quiso venir, bueno ahí muere”.? ¡No! seguimos leyendo y dice la Biblia en el versículo 15-16 “Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros;los cuales vinieron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no dejes de venir a mí;” y ¿qué le había dicho Dios? que no fuera.

Balac le ruega en el versículo 17-18 “porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo. Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande.” ¡Qué tremenda “convicción”!, ¡qué ‘hombre de convicción’! no solamente Dios sabía que Balaam no quería hacer su voluntad, el rey de lo moabitas tampoco lo creyó. Es como aquellos de ustedes que nadan con gente que no deben de andar; ¿sabes por qué? aunque digan que no y que no que son como ellos, ¿a quién estás engañando? y ¿sabes por qué te buscan? porque eres igual que ellos y no lo quieres ver, no lo quieres admitir.

Regresan los emisarios y le dicen a Balac que Balaam no iría, pero Balac conocía a Balaam; y Balac dijo ” ¿qué no viene? vamos a ver si no viene, consígueme unos príncipes más distinguidos, más honorables, vayan y le vuelvan a hacer la barba. Si ellos estaban convencidos de la convicción de Balaam nunca hubiera regresado. Si ellos supieran que Balaam estaba firme en lo decidido, Balac lo hubiera sabido, pero Balac sabía lo que estaba en el corazón, como Dios lo sabía, cómo estaba en el corazón del profeta Balaam. Nada más manda príncipes más honorables, manda más de ellos y ahí está el dizque hombre de convicciones ya les dije que no voy a hacer más lo que Dios me diga “aunque Balac me ofreció su casa y toda su plata, todo su oro”. ¿Entendieron bien la lista? “no voy a hacer más que lo que Dios diga, aunque me diere toda su casa, toda la plata, todo el oro”, decía este profeta. Igual leemos ya en Pedro e igual leímos en Apocalipsis que la manera en la que el enemigo atrapó a Balaam es porque Balaam tenía un deseo desenfrenado en su corazón de honra, de dinero, de grandeza, de riquezas.

El primer error es no tener una convicción firme en cuanto a la voluntad de Dios y el segundo error es tener una concupiscencia, una ambición desenfrenada existiendo en su vida. Quiero decirles algo todos tenemos una área de debilidad así en nuestras vidas. No dije algunos, dije todos, yo sé lo que es mi problema y tú debes de vivir muy consciente de lo que es tu problema, ¿está claro? Es interesante que el enemigo no tentó a David con amargura y resentimiento y ¡vaya que muy bien pudiera haber sido resentimiento y amargura!, porque buscaron su vida injustamente. Fue un siervo de Dios y un siervo de Israel, Saúl buscaba su vida, lo perdonó dos veces y no termina de perdonar David a Saúl que después quería engancharse de Nabal el necio. Si no hubiera sido por Abigail hubiera cometido asesinato y muerte sin necesidad. David cayó porque se despreocupó de un problema, como el que tú y yo tenemos, y Dios sabe cuál es. Tenía un problema con las mujeres y el enemigo lo sabía. Por algo dice la Biblia que ve desde el terrado de su casa y he aquí una mujer que era muy hermosa. Yo siempre he dicho “¿tú crees que David mira por el terrado y ve alguien fea o que pesa como 100 kilos?” por algo dice la Biblia que fue muy hermosa, que estaba tendiendo la ropa, el enemigo sabe y nosotros tenemos que tener cuidado. Por qué Satanás entró en el corazón de Judas para que traicionara al Señor? ¿por qué traicionó Judas al Señor con 30 piezas de plata? porque el enemigo sabía que esa era su debilidad y todos tenemos esa debilidad. Yo no sé cuál es en tu vida, pero más vale que la detectes y que la admitas y que veles. Si es el desanimo, por eso es que dice “sed sobrios y velar, porque a veces nuestro desanimo sale el diablo como león rugiente, porque él sabe que debilidad tenemos que es aquello que nos tiene vulnerables completamente ante las acechanzas, ante todas las amenazas y los dardos que él lanza en contra de nosotros. Por eso dice en Hebreos 12 “por tanto nosotros también teniendo alrededor un nuestro tan grande no ve testigos, de todo peso, y el pecado que nos asedia” Esa palabra griega “asedia” da la impresión de algo que no te deja ir en sí, de algo que te abraza y no te suelta.

El pecado nos asedia, y todos tenemos pecados que nos asedian. Y Balac lo sabía decía “¿qué? ¿qué no viene? yo lo conozco sé por dónde llegarle” y luego lo que contestó se vio lo falso diciendo “aquí no se hace más que la voluntad de Dios, dile a Balac que aunque me dé toda su casa, su plata y su oro” reflejando que tenía un deseo desenfrenado en su vida del cual el enemigo se aprovechó. ¿Cuál es el error de Balaam? no aseguró tener una firme convicción de hacer lo que Dios quería. Segundo entretuvo en su corazón un deseo, una concupiscencia desenfrenada y luego mire lo que dice en el versículo 19 “os ruego por tanto ahora que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa que me vuelve a decir Jehová“, ¿pues no que muy firme? este es el error que él cometió. Cometió el error de disfrazar que él quería la voluntad de Dios, “ya les dije que no, pero déjenme ir a hablar con el jefe otra vez a ver si cambia de opinión”. El Señor sabe, pero el enemigo sabe, y tú sabes. La Palabra de Dios describió a tal persona y Jesús habló de esta persona en Mateo 21:28-31 “Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña. Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.” ¿Si se acuerdan de eso que dijo el Señor? el primero dijo “señor yo voy” ¿y fue? no fue. Y el que dijo, ” no, no quiero ir” se arrepintió y ese es el que fue. Disfrazamos en nuestro supuesto deseo de hacer lo que Dios quiere que hagamos, cuando en verdad queremos hacer lo que nosotros queremos y luego queremos manipular a Dios para que él se acomode a nosotros.

Déjame decirte algo, tú eres un necio si pretendes manipular a Dios, pero es verdad. ¿Cuántas veces no va la gente a la oficina del pastor a decir que se van a cambiar a Querétaro y ya no vamos a venir a esta iglesia y nada más iban para que les diera consejo? la verdad es que ya decidieron. Es igual que usted. Va solamente para que el pastor apruebe lo que ya decidieron. Entonces, ¿qué le dijo Dios a Balaam? que no fuera. Él pretendía que Dios cambiara de mente diciendo “deje que vaya y regrese a ver qué me dice ahora, quizá el cambie de mente”. Dios no se va a ajustar a tus deseos. Pero hay gente apartada de Dios, que no quieren admitir que se están apartando, no quieren admitir que están apartados y juegan este jueguito de que quieren hacer la voluntad de Dios. No son aquellos que dicen “yo no quiero”·, yo le voy más a aquel que dice “no, ya no quiero nada con Dios” cuando menos sé dónde anda, que al mentiroso dice “no, lo que Dios diga, lo que Dios quiera mientras Dios se acomode a lo que yo quiero” se me hace que ese es más peligroso. Al otro le puedo ayudar porque yo sé dónde anda, este yo sé dónde anda pero él quiere pretender que él está en la voluntad de Dios.

“Os ruego por tanto que reposéis aquí esta noche para que yo sepa que me vuelve a decir el Señor” y dígame usted, ¿qué le dijo? pues que no fuera y ya. “Pastor yo estoy seguro de que esto es lo que Dios quiere ” en un dos por tres ya no sabes lo que Dios quiere. No hay un lugar de más descanso y más reposo que estar donde Dios quiere que estés, haciendo lo que Dios quiere que tú estés haciendo. Pero jugamos ese jueguito y pretendemos nosotros manipular a Dios y que Dios cambie de mente y se acomode a nuestro querer.

Mira lo que dice el versículo20-23: “Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga. Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab. Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos.” Viene a Dios y antes de que él le diga nada a Dios, “Señor, ¿por qué no cambias de mente? considéralo”, antes de eso Dios le dice “si estos han venido a buscarte de nuevo, ve con ellos” ¿Cambió la mente de Dios? ¿qué le había dicho? que no fuera. Y ahora viene la segunda vez y viene a decir “déjenme ir a ver a que vuelve a decir” y viene a Dios y dice “si han regresado estos hombres, ve con ellos”. Pero después dice que “se encendió la ira de Dios porque él iba”. Tercer error que cometió: es no saber cómo distinguir entre lo que Dios quiere y lo que Dios permite. Dios no le dio permiso, Dios conocía el corazón negro de este profeta, Dios sabía que este quería lo que quería y lo que Dios le había dicho no le importaba, ¿qué le había dicho? que no fuera. Él sabía lo que estaba en su negro corazón. Te voy a decir una cosa, tú no quieres llegar aquí. Dios le dijo “haz lo que se te pega la gana”. Yo siempre he dicho Dios no se impone con nadie.

¿Sabe cómo el cristiano común hiciera la voluntad de Dios? “voy a cruzar la calle y si Dios quiere que yo cruce la calle, voy a cruzarla sin ningún problema, si Dios no quiere que cruce la calle me va a atropellar un tráiler”. Luego cruza la calle y dice “¿ya ven? es la voluntad de Dios, no me atropello un tráiler” Así de tontos. ¿Tú crees que estoy exagerando? no confundas que Dios ya te deje hacer lo que se te pegue la gana, con Dios dirigiéndote. No confundas la voluntad de Dios y el querer de Dios con lo que Dios permite. Dios no se impone con nadie y cometió el error de creer que estaba haciendo lo que Dios quiere. Dice la Palabra de Dios que “se encendió la ira de Dios”, ¿por qué? porque él iba. Déjeme decirle otra cosa; él dijo “¿qué no me dijiste que fuera? y ¿por qué ahora estás enojado conmigo? yo no entiendo a este Dios, me cofunde” y te haces el confundido. Alguien que anda mal siempre se hace la víctima. La insensatez del hombre tuerce su camino y luego se enoja contra Dios. Entonces él, se equivocó, en creer que lo que Dios permitió era lo que Dios quería. Dios le había dicho no vayas”, pero como él insistió Dios le dijo “haz lo que se te pega la gana”, tú no quieres llegar ahí y Dios no te va a forzar. Ustedes rebeldes dicen: ·lo obligan lo fuerzan, a fuerzas quieren que uno” mentiroso, haces lo que se te pega la gana, ¿quién te fuerza? tu propia rebeldía es la que te hace hacer lo que quieres, ¿quién te está forzando? en primer lugar nadie te puede forzar.

La cuarta cosa, dice la Palabra de Dios en el versículo 22-26 ” Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos. Y el asna vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino. Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro. Y viendo el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam; y él volvió a azotarla. Y el ángel de Jehová pasó más allá, y se puso en una angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda. “, ustedes conocen la historia. Él iba y se encontró con la resistencia de Dios, un ángel, con espada desenvainada y no lo veía. El burro lo vio, él no lo veía, ustedes conocen la historia, golpea, azota al burro, el burro no se mueve, el burro se mueve para evadirlo, y lo puso en un rincón donde ya no había otra manera de moverse y lo vuelve a azotar y Dios para parar la locura del profeta, lo que nos dice en el Nuevo Testamento; en todo esto entiende algo, no hay alguien que se aparte de Dios, que contadas veces Dios no quiso intervenir para pararlo. Y nos hacemos las víctimas, “nadie me ayuda, nadie le importa”

¿Cuántas veces Dios en su paciencia quiere pararnos en nuestra locura? muchas. ¿Qué tanto quería Dios apartar o regresar a Balaam al camino correcto y que se arrepintiera? abre la boca del burro y el burro habla; si yo oigo un burro hablar, yo me desmayo. Abre la boca del burro, tratando de parar la insensatez del profeta, pero él no discernía que Dios lo estaba resistiendo. La Palabra de Dios dice que Dios resiste a los soberbios y da gracias a los humildes. Puede que hagas lo que quieras, puedes confundir lo que Dios permite con lo que es su querer, pero vas a encontrarte con un Dios resistiéndote, y lo peor que muchas veces el cristiano común, ni lo ve ni lo reconoce y aunque el burro hable, sigue en su locura.

Mire lo que dice la Palabra de Dios en el versículo 34: “Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volveré.” Déjame decirte que el último paso, de completamente apartarte de Dios es presentar una falsa confesión y un falso arrepentimiento. Caín dijo “he pecado”, Saúl dijo “he pecado”, Judas dijo “he pecado” y fue y se ahorcó; o menos apreciar la riquezas de su longanimidad y paciencia ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento, pero por tu dureza y tu corazón no arrepentido, atesoras para ti ira para el día de la ira y de la revelación del justo Dios.

El camino de Balaam, el error de Balaam, un profeta, un apostata que se apartó y nos advierte de no cometer el error de Balaam. Llegó a un lugar donde ya no se trataba de lo que Dios quiere, se trataba de lo que él quería, la voluntad de Dios no era una convicción e su vida, entretuvo una concupiscencia del cual el enemigo se aprovechó, quiso manipular a Dios, acomodarlo a su querer. Se equivocó entre lo que Dios quiere y lo que Dios permite, no sabía que Dios lo estaba resistiendo, presenta una falsa confesión y arrepentimiento y el resultado fue que le hizo un gran daño al pueblo de Dios, estás equivocado, tú y casi siempre es así, porque el egocentrismo, el ‘yo’ hace que la gente piense y hable y vea las cosas de esta manera. Aquellos que dicen “¿y a quién le hago daño? es mi vida, a quién le importa? al fin y al cabo si yo me daño a mí mismo, allá yo”; le dice una hermana, a un hermano, a su hermano, padre borracho, “¿no te preocupas que tus hijos te vean así, que tus hijos sigan tu ejemplo?” y el necio contesta “si ellos termina siendo borracho allá ellos, es su decisión” Nunca nos apartamos a Dios y no dañamos a otros.

Dice la Palabra de Dios que Balaam y la doctrina de Balaam hizo que los hijos de Dios fueran en pos de ídolos y que fornicaran y miles en el error de la inmoralidad fueron muertos por Dios, por un profeta que se apartó de Dios. No seas apostata, no te apartes y quizá lo primero es que todos vivamos en el temor y consciencia de que nos puede suceder a nosotros, si alguno piensa estar firme, mire que no caiga, que diga “mi firmeza es Él”. Caín, Balaam y otros más, no seamos como ellos, no nos apartemos, sigamos fieles al Señor, tengamos cuidado, del error que cometió este profeta, vigilemos que está pasando en nuestra vida, yo quiero lo que Dios quiere, en los Salmos David dice ” enséñame a hacer tu voluntad ¡oh Dios mío! tu buen Espíritu me guie” Dios quiere el bien para ti, Dios tiene un buen espíritu para ti dijo el pastor, todo lo que Dios quiere para nosotros es para nuestro propio bien, convéncete de eso y vas a encontrar que no hay un mejor plan que el que Dios tiene y no apartarnos de ese plan.