Cuando Gedeón regresa con sus 300, de una de las más grandes victorias del mundo antiguo contra los Madianitas, Gedeón manda hacer un Efod de oro, que vino a ser tropiezo para su familia, y todo el país entero. Ellos habían recogido mucho oro del botín, pero ese mismo oro, la bendición de Dios, la convirtieron en maldición, al pecar contra Dios, haciendo del efod un dios.