Lucas 5:1-5

Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.
Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.
Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.
Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.

Dice la Palabra de Dios, que estaban reunidos junto al lago de Jenasared, que es el mar de Galilea que es el mar de Tiberia, son los mismos.

Y el gentío dice la Biblia que se agolpaban, querían escuchar la Palabra del Señor. Y que bendición es que la gente quiera escuchar la Palabra del Señor.

Y dice la Biblia que él ve dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago, y los pescadores habiendo descendido de ellas lavaban sus redes de tal manera que estos pescadores habían llegado ahí, estaban afligidos por que dice la Biblia, que no habían pescado nada.

Muchas veces esto lo vamos a tomar hacia nuestra familia, estas dos barcas podríamos llamarles a estas dos barcas, el esposo y la esposa, y estos pescadores están tristes, lavando las redes, viendo de lejos como el Señor Jesucristo esta predicando la Palabra del Señor. Quizás estos pescadores están ahí pensando y diciendo ¿Qué el Señor no tendrá cuidado de nosotros?

Nosotros salimos a trabajar, a pescar y no hemos pescado nada. Y hay esta el Señor Jesucristo predicando la Palabra, enseñándole a la gente; pero nosotros aquí no hemos visto resultados.

Y nosotros, yo creo que nos parecemos mucho a esta situación, muchas veces la familia el papá, la mamá, estamos tan afanados en las cosas de esta vida, en las cosas de este mundo. Salimos a trabajar y regresamos vacios, regresamos cansados, con aflicción, con tristeza, y nos damos cuenta que el cheque de la semana, en salario de la quincena no alcanza. Pero mientras tanto, hay gente que quiere escuchar de la Palabra del Señor, hay gente que quiere saber más de la Palabra del Salvador.

Por eso esta gente esta hay reunida junta al Señor Jesucristo, quieren escuchar de Jesús, mientras tanto nosotros salimos, pasa la semana, regresamos, estamos hay lavando nuestras redes porque no hemos pescado.

Muchas veces no vamos a encontrar la satisfacción que Dios quiere que tengamos cuando simplemente somos cristianos nominales, somos unos simples cristianos, somos unos cristianos que nos dedicamos a tener el cristianismo como algo social, de venir los domingos hacer acto de presencia, pero de lunes a sábado salimos trabajamos, y no estamos agarrando nada, nuestras vidas no están siendo edificadas, es mas el trabajo esta arruinando nuestras vidas. La escuela, los jóvenes se están arruinando más, no estamos caminando en el servicio del Señor y no estamos usando nuestras vidas para el Señor.

Cuando estamos metidos en el mundo sin las cosas del Señor, nuestra vida no va a tener satisfacción, nuestra vida no va a estar llena, nuestra vida no va hacer plena. Y aparte otro problema mas es que estamos trabajando por trabajar, el trabajo en el que esta ni le gusta, odia ir a trabajar, y eso es el peor trabajo, el ir a trabajar a un lugar donde odio ir a ese lugar. Que mejor ir a trabajar en ese lugar que me gusta ir a trabajar.

Pero si solamente estoy yendo a trabajar, y regreso contando los billetes en la cartera, y me estoy dando cuenta de que no hay nada, eso no llena mi vida, ¿Qué hay que hacer? Dice la Biblia, en el ver. 3 “Y entrando en una de aquellas barcas…..” ¿Eso qué quiere decir? Que nuestra familia debe de estar dispuesta a darle al Señor Jesús entrada, debemos de abrir la puerta de nuestra casa, y dejar que el Señor Jesucristo entre a nuestra casa, debemos de dejar que el Señor Jesús sea el capitán de nuestro barquito, nuestro barquito va a estar en problemas si el Señor Jesús no está en el, nuestro barquito va a estar en problemas si nuestra fe no la estamos poniendo en el Señor Jesucristo.

Y muchas veces salimos con nuestro barquito, salimos con nuestra familia, pensamos que nosotros podemos dirigir nuestro barco, sabemos que de todas todas, venga una tempestad, venga un problema, nosotros con la filosofía que hemos aprendido, la manera en que la sociedad nos a enseñado decimos, ¡bueno podemos guiar a nuestro barquito por donde yo mejor piense que debemos ir!  Pero cuando nosotros estamos guiando a nuestra familia sin Cristo, vamos a tomar malas decisiones, cuando estamos guiando nuestra familia sin Cristo nos vamos a estrellar en las rocas, cuando estamos manejando nuestro barquito y estamos tomando en consideración los concejos del vecino de la sociedad, nuestro barquito no va a andar bien, se va a hundir.

Nos vamos a querer acercar mucho a la orilla, como el barco trasatlántico en Italia que se estrello y mucho murieron en ese barco ¿Qué es lo que debemos de hacer? Debemos de dejar de estar lamentándonos, diciéndole al Señor que ya recibió a Cristo pero sigue siendo igual, y va a seguir siendo igual  si no dejamos que Jesús se suba a su barco.

Las cosas van a seguir igual, quizás vamos a tener ese primer amor, quizás vamos a tener esa primera energía de decir, ya fui salvo y ahora si Dios va a poder transformar mi vida, y Jesús transforma nuestras vidas. La Palabra de Dios dice, que su Palabra es una espada de dos filos, penetra, cambia, transforma vidas, la Palabra del Señor transforma vidas.

Pero cuando nosotros hemos tenido la Palabra del Señor y la hacemos a un lado, y queremos seguir nuestra vida, nuestro propio rumbo sin Cristo, nuestra familia no va a tener mucho provecho, las cosas no van a andar bien.

Dice la Biblia en el ver. 3 “Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.”                                                 

Ahora, ¿Qué está haciendo aquí Simón Pedro? Pedro esta lavando las redes, el Señor Jesucristo esta predicando, quizá los discípulos está triste. Pero el Señor Jesucristo ve esas barcas, y dice “yo puedo usar esas barcas para mi honra y para mi gloria” y habla con Simón, se sube a una de las barcas, y Simón quizás dice, ahora si vamos a salir y vamos a pescar, cuando de repente, el Señor Jesucristo le dice, mira espérate un momento, lo que vamos hacer te vas a estacionar aquí, y dejar que toda la gente se valla ahí en la orilla del lago. Y empieza a predicar el Señor Jesús.

El Señor Jesús empieza a usar estas barcas ahora, hay algo importante en nuestras familias, que debemos de dejar empezar que el Señor Jesucristo use, y eso es que Jesús use nuestras familias para que la Palabra de Dios sea predicada.

Si yo ya tengo a Cristo debe de haber esa emoción, esa seguridad, ese ánimo de decir Cristo ya me salvo, que tremendo es que Cristo ahora vive en mi corazón, y que ahora no voy al infierno, y que ahora voy al cielo, y que ahora tengo vida eterna. Y lo más sencillo de todo esto, que puedo hablarle a alguien más de Cristo, y entonces dejo entrar a Cristo en mi vida, y dejo que mi barco mi familia podamos ir y alcanzar y dejar que nuestra vida personal pueda ser usada por el Señor para que la Palabra del Señor pueda ser predicada.

Ahora, ¿Qué estás haciendo para que la Palabra de Dios sea predicada? ¿Qué estás haciendo para que como familia podamos predicar la Palabra del Señor? Es bueno cuando el esposo la esposa viene a ganar almas, es bueno cuando un joven viene a ganar almas, pero que hermoso es cuando el papá la mamá los hijos pueden salir a ganar almas, no solamente porque podemos ver más almas salvas, pero también porque estamos enseñándoles a nuestros hijos, la importancia de hablarle a la gente de Cristo.

No tiene que ser solamente los sábados, el único día que puedo ir a ganar almas, ¡si alguien quiere  saber de Cristo el domingo, es que no se puede porque no es sábado!  Nuestros hijos deben de ver que nuestras vidas pueden ser usadas por el Señor, pero debemos de darle un poquito más de tiempo al Señor Jesús en nuestra vida.

Normalmente nos estacionamos, venimos en nuestra barquita dejamos que el Señor Jesucristo se suba a la barquita el día domingo, y saliendo el domingo por la noche nos vamos a subir a nuestro carro a nuestra barquita, de repente nos damos cuenta que hay esta el Señor Jesús adentro, y como que le decimos ¡ya se te acabo tu tiempo Señor, tienes que bajarte, ya empieza mi semana mundana, empieza mi semana haciendo lo que yo quiera, empieza mi semana sin ti Señor, y si es que necesito tu ayuda te voy a llamar para que entres aquí a la barca! Y eso es lo que hacemos, lo sacamos y le decimos, Señor pues no me voy a acordar de ti, se que todo me va a salir bien, y entonces si algo sale mal te voy a llamar, y eso está mal.

Debemos de asegurarnos que cuando llego, cuando me voy el Señor Jesús esta hay en medio de mi familia. ¿Qué paso acá? En la Biblia dice, “que el Señor Jesucristo, empezó a enseñar desde la barca” y luego dice, “que cuando termino de hablar, dijo a Simón, boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar y le responde Simón y le dice, pero Maestro toda la noche hemos estado trabajando”.

(Y hay algunos que trabajan toda la noche y no ven nada) hemos estado trabajando y nada hemos pescado “mas en tu Palabra echare la red”. El Señor Jesucristo se sube y es usada esa barca para predicar la Palabra de Dios, el Evangelio a esa gente que se agolpaba con el Señor Jesucristo, ahora Pedro es momento de salir con esa barca, pero Pedro ahí tiene algunos problemas, y nosotros como familia muchas veces tenemos problemas en nuestro hogar, tenemos problemas en nuestra familia, y empezamos a platicar con el Señor Jesús.

Y le empezamos a decir, ¡Señor mira mi hijo no quiere obedecer, mira mi esposa no se somete, mira Señor mi esposo no me ama, tengo problemas con mi suegro, suegra, toda la noche me la paso trabajando, he estudiado, etc. etc.! ¿Y tú ahora dices que yo haga esto? Pero lo bueno de todo esto es que Simón le dice, más en tu Palabra echare la red.

Debemos de confiar en las promesas de su Palabra, debemos de decirle Señor ciertamente y aceptar y reconocer, Simón reconoció que habían estado trabajando toda la noche y no agarraron nada, y nosotros debemos de reconocer Señor hemos trabajado, he trabajado con mi familia, con mis hijos, con el esposo la esposa, pero ese hogar como que se está tambaleando Señor, Señor no ha funcionado lo que he aprendido allá afuera, Simón era pescador, si alguien pudiera decir Señor tú no tienes que enseñarme, pero eso era Simón, Simón era un pescador.

Pero, Simón no le dijo al Señor Jesús, mira tú pinta tu raya tu lo que sabes hacer y yo lo que sé hacer. A veces pensamos que el Señor no nos puede enseñar cosas en el hogar, a veces pensamos que el Señor no nos puede ayudar en los problemas que hay en la familia, a veces pensamos y decimos , las cosas de Dios son cosas espirituales

¿Qué me va a poder enseñar Dios con respecto a las finanzas dentro de hogar? ¿Qué me puede enseñar Dios acerca de la disciplina con mis hijos dentro del hogar? ¿Qué me puede enseñar Dios, acerca de cómo ser un mejor marido dentro de mi hogar? ¿Qué me va a poder enseñar Dios de cómo ser una mejor esposa dentro del hogar? Quizás Dios si me pueda enseñar cómo hablarle a la gente de Cristo.

Dios fue quien nos creo, somos creación de Dios, Dios nos conoce perfectamente y es por esa razón que debemos de dejar entrar al Señor Jesucristo, y decirle, Señor reconozco que he estado trabajando, me he estado esforzando para arreglar mi matrimonio. Pero, “en tu Palabra echare la red” siempre hay esa esperanza.

Cuando ya esté al borde del fracaso, del divorcio, del problema, si simplemente reconocemos como Simón Pedro, “mas en tu Palabra echare la red” ese matrimonio se puede arreglar.

Dice la Biblia, que echaron la red y vino la bendición, ahora ¿qué es esto de echar esa red? En el ver. 4 “terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar” hay unas cosas sencillas que yo creo deberíamos de hacer para echar la red, para confiar en lo que el Señor Jesucristo nos está diciendo, dice “biga mar adentro” yo creo que si hay algo que debemos de hacer es:

Obedecer las instrucciones de Dios. “Jesús, dijo: boga mar adentro”, ellos ya habían bogado mar adentro, pero el Señor Jesús les da una instrucción especifica. Y para que Dios pueda arreglar mi familia, mi hogar, y para que yo pueda ver las bendiciones de parte de Dios, simplemente debo de estar dispuesto a obedecer su Palabra.

Y la obediencia aquí era de bogar mar adentro. Hay muchas maneras en las que nosotros podemos bogar, adentrarnos en algo y si hay algo en lo que nos debamos de adentrar yo creo que nos debemos de adentrar más en tres cosas.

Nos debemos de adentrar más en:

En leer su Palabra es lo que Jesucristo les dijo, hay que adentrarse, boga adentro, metete más hacia el mar, allá esta la bendición dentro, pero debes de asegurarte que yo estoy acá en medio de todo, y nosotros como cristianos debemos de bogar, de adentrarnos más en su Palabra, quiero la bendición de Dios, me debo de adentrar más en su Palabra, quiero que Dios me instruya me enseñe, me debo de adentrar más en su Palabra, quiero aprender más de cómo ser un mejor esposo, me debo de adentrar más en su Palabra, quiero saber de cómo ser una mejor esposa, debo de adentrarme más en su Palabra.

De tal manera que su Palabra es la que me enseña, es la que me guía, es la que me dirige, es el plan de Dios para mi familia de cómo debo yo de hacer las cosas. En el momento de que nos alejamos de su Palabra de hacer lo que Él me dice, nuestro matrimonio, nuestra vida va a fracasar, debo de bogar más adentro en su Palabra.

En la Iglesia debo de bogar mar adentro, entrando mas a la Iglesia, diciéndole al Señor, Señor que bendición es venir una vez a la semana a la iglesia, pero si yo quiero bogar más adentro, adentrarme en algo, es adentrarme más cada vez que las puertas de esta iglesia estén abiertas, cada vez que la Palabra del Señor sea predicada, quizás esa predicación a la que yo no vine, era la predicación, el mensaje, de parte de Dios el cual Dios iba a usar para cambiar mi vida, y que bendición es cuando venimos con un corazón abierto, y le decimos al Señor, Señor a pesar de la persona que esta ahí enfrente háblame. Y que bendición es que cuando salimos de aquí Dios me ha hablado.

Hebreos 10:25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca

Dios no dice, mira ya están transmitiendo desde internet, quédate en tu casa y escucha la predicación, si no hay algo acerca de la iglesia local que Dios tenía la intención de ser edificados unos a los otros.

Hay algo hermoso, cuando dice la Biblia “yo me alegre cuando decían a la casa de Jehová iremos“; hay algo especial en adorar al Señor, hay que adorar al Señor en nuestra casa, con nuestra familia, y en un altar familiar, pero que bueno es que cuando cristianos que hemos sido salvos, podemos venir y cantar al Señor, no solamente es decir, que bueno ya llegue a la predicación, no, si no que hay que venir a cantar, ¿porque? Porque estamos cantándole a nuestro Salvador.

La gente aquí en este mundo le canta a la montaña, le canta a la puerta negra, le canta a las cosas de la vida, le canta a los arboles, le canta a las mariposas, a los gatitos, las vacas voladoras, le cantan a todas las cosas, ve una cosas y le empiezan hacer una canción, el arcoíris, en Estados Unidos hay una canción del arcoíris. Ahora no hay problema si le canta por ahí una canción a su esposa. La gente le canta a todas las cosas, pero sabe que, Dios nos salvo, dice la Biblia en Apocalipsis que millones vamos a estar cantando y adorando al Señor, nuestro canto es adoración, para eso cantamos.

Que sea importante para usted no solamente venir a la predicación si no venir a adorar al Señor, Salmos 150 dice “todo lo que respira adore al Señor” y en el libro de Efesios dice, que debemos de cantar con himnos, y canticos espirituales. Un cantico espiritual, es algo que edifica, dice aun con salmos, ¿por qué? Porque estamos adorando al Salvador, estamos diciendo al Señor, gracias porque me has salvado, gracias Señor por que ahora tengo vida eterna, gracias Señor porque voy al cielo, y no hay manera en la que yo te pueda agradecer, solamente cantándote a ti, y adorando tu Nombre, y para eso hay que llegar temprano. Pero hay que bogar y adentrarnos más en la iglesia.

Viniendo a la iglesia, teniendo más interés, no lamentándonos, con gozo, levantarnos temprano, si yo quiero la bendición del Señor voy a demostrarlo, hay algunos lugares función, y uno se tiene que formar, y cuando abren las puertas hay van todos, tratando de entrar, lo más adelante que se pueda.

Ganando almas puedo dejar que el Señor Jesucristo se suba a mi barca, (eran dos barcas) y las barcas están conformados del esposo y la esposa, y el Señor Jesús se sube a la barca de Simón, empieza a predicar y después le dice a Simón, mira vas abogar más adentro, quieres la bendición, metete adéntrate.

Y algo en que debemos de adentrarnos más, es ganando almas, Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego”.

Y como cristianos no nos deberíamos de avergonzar de que seamos cristianos. Uno de los problemas de escuchar las noticias, se deprime uno, no se deprime por la violencia, se deprime uno por que dicen ¡ya hay diez estados, que van han declarado que van a tener matrimonios gais; y ahora ya en estas escuelas se les ha prohibido, y en el hogar se les ha prohibido que no pueden hablar en contra de los matrimonios gais! Es una ley que ya ni siquiera en las escuelas cristianas se puede decir que eso es pecado, en Estados Unidos. Y escuchamos una y otra cosa y otra cosa, y salimos todos norteados. Es algo terrible.

Debemos de adentrarnos más en el evangelio y no avergonzarnos, hay gente allá afuera, que no se avergüenza de lo que es, no se avergüenzan que son gais, no se avergüenzan que le van a esto, ¿Qué hay que hacer? Yo debo de decir soy cristiano no me voy avergonzar de mi Cristo.

Nosotros ¿creemos o no creemos lo que creemos? Pero si yo creo lo que creo y creo que Jesús me ha salvado y tengo vida eterna, no tengo por qué negar que sea cristiano cuando alguien me pregunte si soy cristiano. No hay que avergonzarnos del evangelio, hay es que no salgo porque me da pena, porque me avergüenzo, y esto y aquello, deje eso a un lado, a todos nos ha pasado, lo que debemos de hacer y entender es que el evangelio es Poder de Dios, y no hay por qué avergonzarnos.

Vergüenza tomar, robar, el hacer cosas malas; el presentar el evangelio que bendición y Dios dice  a Simón, mira adéntrate mas, y él dice está bien Señor, yo sé que no ha funcionado, y yo veo que no hay bendición, pero “en tu Palabra voy a echar la red”.

Y es tiempo de que usted eche la red, en el Nombre del Señor Jesucristo, que usted diga Señor me voy adentrar más en la iglesia, me voy adentrar mas en tu Palabra, me voy adentrar mas ganando almas para poder ver la bendición del Señor.

Lucas 5:4 “Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar”. Y Pedro le dice Señor, toda la noche he estado trabajando y nada hemos pescado Señor, “mas en tu Palabra echare la red”.

El Señor Jesucristo le dijo echa la red, y él le dijo a Señor pero ya eche la red una y otra vez. Pero muchas veces echamos la red y no tenemos fe, muchas veces echamos la red y estamos en el lugar incorrecto de la bendición, debemos de dejar que Jesús nos lleve hasta el lugar de la bendición, y hay echar la red, y una vez echada la red.

Dice la Biblia ver. 6 “Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía” adéntrese mas a su Palabra, eche la red en el Nombre de Jesús, y cuando saque va a ver una gran cantidad de peces, va haber una gran cantidad de bendición, eche la red viniendo a la iglesia, y cuando saque esa red, se va a dar cuenta de que va haber más bendición, eche la red ganando almas y cuando saque esa red va haber más bendición.

Eche la red cuando el Señor Jesucristo este dentro del barquito, y vamos a poder ver la bendición del Señor Jesucristo, bendición no solamente espiritual que es la más importante, pero también Dios dice que hay bendición material. A veces no nos alcanza porque Jesús no está ahí, no me estoy adentrando, no estoy leyendo la Biblia, no estoy yendo a la iglesia, no estoy ganando almas.

Echo las redes en lugares equivocados, trabajo trabajo trabajo y trabajo y todo lo que entra, entra en saco roto, pero si hecho la red donde el Señor Jesucristo mi indique, cuando saque la red voy a ver más bendición. ¿No ha visto bendición últimamente? Deje que el Señor Jesucristo entre, obedézcalo, eche la red, adéntrese mas en estas tres cosas, y va a poder ver más la bendición de Dios para su hogar y para su familia.