Daniel Sherman

Efesios 6:5-9
5 Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con
sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; 6 no sirviendo al ojo, como
los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de
corazón haciendo la voluntad de Dios; 7 sirviendo de buena voluntad, como
al Señor y no a los hombres, 8 sabiendo que el bien que cada uno hiciere,
ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. 9 Y vosotros, amos,
haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de
ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de
personas. 

Los historiadores han calculado que hasta un tercio de la población del
imperio romano eran esclavos, y puede ser que un número significante de
ellos pusieron su fe en Cristo. En la época cuando esta carta se
escribió, los esclavos fueron considerados como un ser un poco superior a
un animal, con la habilidad de hablar.

¿Qué tiene que ver esta enseñanza con nosotros? Podemos aplicar estos
principios de la Palabra de Dios a la relación entre el empleado y su
supervisor o jefe.

Aquí encontramos 7 maneras en que el empleado creyente debe obedecer a su
jefe en el trabajo.

5 Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con
sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; 6 no sirviendo al ojo, como
los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de
corazón haciendo la voluntad de Dios; 7 sirviendo de buena voluntad, como
al Señor y no a los hombres, 8 sabiendo que el bien que cada uno hiciere,
ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.

1- con temor
El empleado debe obedecer a su jefe con temor. Esto quiere decir que debe
respetar a su jefe, y no guardar una actitud de desprecio ni de amargura.

2- con temblor
El empleado debe obedecer a su jefe con temblor. Esto quiere decir que debe
tener en mente que su jefe puede despedirlo y por eso debe hacer su trabajo
con excelencia. No debe tener una actitud de flojera y de hacer lo mínimo
posible.
Proverbios 24:30-34
30 Pasé junto al campo del hombre perezoso, Y junto a la viña del hombre
falto de entendimiento; 31 Y he aquí que por toda ella habían crecido los
espinos, Ortigas habían ya cubierto su faz, Y su cerca de piedra estaba ya
destruida. 32 Miré, y lo puse en mi corazón; Lo vi, y tomé consejo. 33
Un poco de sueño, cabeceando otro poco, Poniendo mano sobre mano otro poco
para dormir;34 Así vendrá como caminante tu necesidad, Y tu pobreza como
hombre armado.

Debemos seguir el ejemplo del Señor Jesucristo:

Marcos 7:37
Y en gran manera se maravillaban, diciendo: bien lo ha hecho todo;

3- con sencillez de corazón
El empleado debe realizar su trabajo sinceramente, sin hipocresía. El
hipócrita finge o aparenta lo que no es realmente.

Juan 12:3-6
3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho
precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la
casa se llenó del olor del perfume. 4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas
Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: 5 ¿Por qué no fue
este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? 6 Pero
dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y
teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. (UofA)

4- como a Cristo
El empleado debe entender que al someterse a su jefe está sometiéndose a
la voluntad de Dios.

Colosenses 3:23-25
22 Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al
ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero,
temiendo a Dios. 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para
el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la
recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. 25 Mas el que
hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay
acepción de personas.
5- no sirviendo al ojo
El empleado no debe solamente fingir estar trabajando duro cuando el jefe
lo observa. Su trabajo debe ser con excelencia en todo tiempo, no solamente
cuando alguien está observando.

6- buscando agradar al Señor, no a los hombres
La motivación para hacer su trabajo con excelencia es para agradar a Dios,
no solamente para ganar puntos con el jefe.

7- haciendo lo que es correcto con la mira en Dios
Dios le anima al creyente que tal vez tenga un amo que nunca le reconocerá
por sus buenos esfuerzos, que algún día será recompensado por Dios.
Probablemente la mayoría de los amos no eran creyentes en ese tiempo.

Los empleados deben tener cuidado de no ser como Amasías en 2 Crónicas
25:2.
El hizo lo recto ante los ojos de Jehovah, aunque no con un Corazón
íntegro.
Esto quiere decir que cumplió con su deber, pero no de todo corazón.

Pablo también instruye a los creyentes que son jefes o supervisores con
empleados bajo su cargo.

9 Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas,
sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para
él no hay acepción de personas.

Los jefes deben buscar servir a Cristo también. No deben amenazar a los
empleados. La palabra “amenazas” solamente se usa en dos otros
versículos en el Nuevo Testamento, y leyéndolos nos ayuda a entender su
significado.

Hechos 4:29
Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo
denuedo hablen tu palabra,
Aquí los líderes religiosos estaban amenazando a Juan y a Pedro en v.18.
Oponían que los discípulos siguieran a Jesús y que proclamaran el
evangelio. Seguramente muchos jefes hoy en día intimiden a los empleados
cristianos a no seguir a Jesús. Nota que los discípulos no pedían que
Dios quitara las amenazas. Pedían que Dios les diera fuerzas para seguir a
Jesús en medio de las amenazas.

Hechos 9:1
Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor,
vino al sumo sacerdote

Sabemos que Pablo, antes de su conversión, totalmente oponía la
extensión del evangelio y de la iglesia. Su odio hacia los cristianos
realmente venía de influencias satánicas que oponen a Dios.

Así que los que son jefes no deben amenazar a sus empleados y tratarlos
con aspereza. Deben recordar que Dios no les dará ningún favor en el
cielo por su posición social en este mundo. El amo del jefe es Jesucristo
y Él no hace acepción de personas. No habrá ningún acto de corrupción
en el cielo. Nadie podrá comprar el favor de Dios. Habrá justicia
verdadera, y por eso el jefe debe tratar bien a los empledos bajo su
autoridad.

Si eres empleado, ¿cuál es tu actitud hacia tu trabajo? ¿cuál es tu
actitud hacia tu jefe? ¿Pasas la mayoría del tiempo quejándote o pasas
la mayoría de tu tiempo realizando tu trabajo de buen corazón y con
excelencia para la gloria de Dios?

Fil. 2:14 - Haced todo sin murmuraciones y contiendas

Si eres jefe, ¿cómo tratas a tus empleados? ¿Con respeto y justicia o
con aspereza y amenazas?

Dios nos ha llamado a estar en el mundo, pero no ser del mundo. Nuestro
comportamiento debe guiar a los no creyentes a poner su fe en Jesús y dar
gloria a Dios.