Hermanos, ¿hay alguien que sepa hablar árabe?. ¿No hermanos? ¿Les gustaría aprender unas palabras sencillas en árabe hermanos?. Les voy a enseñar unas apalabras bien fáciles. Hermanos, hola en árabe se dice “marhala”. Déjenme decirles una cosa,  bien rápido. El árabe y el hebereo son lenguas hermanas, son lenguas semíticas, son de las primeras. De las 28 lentras del alfabeto árabe, catorce son similares al hebreo, no existen las vocales y las consonantes se alrgan por eso se escucha así “marhala”. Como que cores la letra. Bienvenido se dice “tarrahail”. Cuando un árabe se saluda con otro, un musulmán, se saluda con otro la manera en la que ellos se saludan en español sería “la paz sea contigo” y la respuesta es “inmensa sea contigo la paz”; y en árabe es ” asalemaleicum” la respuesta es “aleicuma salem”. Eso es “la paz sea contigo”. Otra palabra bien sencilla ” Dios te bendiga” “halaiyubarico”. Si viene alguna persona nueva es “hola Dios, te bendiga” “marhalahaliyuvari”. Un versículo sencillo para que se aprendan un versículo en árabe hoy. “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” es lo que la gente allá afuera necesita, conocer la verdad del Evangelio. En árabe es “huetrun dela jaitetita wel jatita wen tu rene ef”. Mejor le dejamos ahí, hermanos  porque sino vamos a salir hablando en lenguas.

Vamos a abrir nuestras biblias en el Libro de Génesis Capítulo 16 versículo 1 al versículo 5. Dice la Palabra de Dios “Saraí mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar. Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai. Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido. Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.  Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo.”

Vamos a orar hermanos “Amadísimo Padre, mi Dios, te queremos dar gracias, por este día que tú nos has permitido, mi Dios, abrir los ojos, Padre Gracias porque este día, mi Dios, lo hemos dedicado a ti Padre, para alabarte, para exaltar tu nombre, mi Dios y sobretodo para que pr medio de tu Palabra puedas edificar nuestras vidas, mi Dios. Te ruego que en esta hora tú nos permitas, Señor, salir de una manera diferente a la cual llegamos. Señor, al que esté cansado, renueva sus fuerzas, al que esté desanimado mi Dios, dale el ánimo, mi Dios para seguir adelante y que sea tu voz la que podamos escuchar en esta hora de la tarde. Bendice Padre, el servicios, te lo rogamos y te lo suplicamos en nombre de Cristo Jesús. Amén”

Título, hermanos, de mi predicación es ‘¿Quién tiene la verdad?’. Todos nosotros hemos leído por lo menos una vez, o hemos escuchado la historia de esta pareja. En esta parte de su vida que nos cuenta la escritura, nos está hablando de esta pasión de la vida de Abram, de Saraí, pero nos está hablando de una tercer persona; una mujer llamada Agar. Agar era una mujer egipcia, una sierva que Abram y Saraí, su esposa, habían adquirido cuando descendieron a Egipto a causa de la sequía. Ellos la trajeron y trabajaba para Saraí asistiéndola, ayúdandole. Saraí era una mujer de edad avanzada, como lo era Abram. Era una mujer estéril, que no había podido darle hijos, darle descendencia a Abram y eso era algo que le pesaba en su corazón. Algo que a él le dolía. Ella tenía el deseo y a pesar de que Dios ya había prometido obrar que le iba a dar un hijo, no había llegado ese tiempo. Y ella quería solucionar, quería dar ese hijo a Abram; que pudiera ser su heredero, pudiera tomar todo lo que Dios le había bendecido y pudiera darle descendencia. En ese deseo, en esa desesperación de querer suplir esa la respuesta, ella se le ocurre la idea de que Abram pudiera llevarse a esta mujer, a esta sierva llamada Agar; y que ella podría darle descendencia. Abram sin consultar la voz de Dios, sin pedir el consejo de Dios decidió tomarla la decisión de hacer caso a su mujer, a Saraí y decidió llegarse a Agar. Agar, hermanos, dice la escritura, que quedó encinta, que quedó embarazada. Y cuando ella quedó embarazada tuvo conflictos con Saraí a tal grado que su relación terminó rompiéndose y Agar decidió alejarse de la presencia de su señora; algunos creen que regresaba de camino a Egipto. Había decidido regresar a su país, a Egipto, a donde ella había vivido con anterioridad. En el versículo 9, del mismo capítulo 16, cuando esta mujer va de camino a Egipto, aparece el ángel de Jehová y le dice “vuélvete a tu señora y ponte sumisa bajo su mando“. Vemos aquí que el ángel de Jehová le da una orden a esa mujer. Pero en el versículo 10, continua hablándole y le da una promesa, diciéndole “multiplicaré tanto tu descendencia que no podrá ser contada a causa de la multitud” Además le dijo el ángel de Jehová “he aquí  que has concebido y darás a luz un hijo y llamarás  su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción y él hablando de Ismael su hijo, el que llevaba en su vientre y primer hijo de Abram será un hombre fiero, su mano será contra todos y la mano de todos contra él”. Versículo 12 : “y delante de todos sus hermanos habitará“.

Un poco de historia acerca del Islam

Voy a dar un poquito de historia y vamos a llegar a un punto. El ángel de Jehová le pidió a Agar que regresara y se pusiera sumisa, bajo la mano de su señora porque él le iba a bendecir. Iba a bendecir el hijo que llevaba en su vientre. De tal manera que llegaría a ser padre de muchedumbre. Muchas personas saldrían de él, una nación entera. Y además el ángel de Jehová, describió el carácter de ese niño: Ismael; tanto de él como de la descendencia que venía atrás de él; diciendo que sería un hombre fiero, un hombre agresivo, un hombre aguerrido, diciendo “su mano será contra todos”, un hombre de batalla, de guerra, y la mano de todos contra él. Termina diciendo ahí en el versículo “y delante de sus hermanos habitará”. Dice el ángel de Jehová, que sería un hombre de batalla, un hombre aguerrido, un hombre que no se dejaría, tanto él como su descendencia, que estaría en conflicto con todas las naciones, con todos los de afuera. Pero, no solamente con los de afuera, sino interiormente con sus mismos hermanos, con su misma descendencia tendrían conflictos. Vemos en el capítulo más adelante, en el capítulo 17, que el mismo Abram en el versículo 18 pide en esta ocasión a Dios, diciéndole “ojalá Ismael viva delante de ti“; está intercediendo por su hijo Ismael. En el versículo 19, Dios le contesta en cuanto a Isaac, el hijo de la promesa, el que había prometido. Pero, en el versículo 20 le responde su petición de Ismael diciéndole “en cuanto Ismael cambie te he oído. He aquí que le bendición  y le hará multiplicar mucho, en gran manera, doce príncipes engendrará y haré de él una gran nación“. Estos 12 príncipes son los que vivirían en conflicto. Diciendo delante de sus hermanos habitará. La Palabra delante no anda más es territorialmente, sino en guerra en fricción. Estos 12 príncipes vivirían, ellos, su descendencia, los que vienen detrás de ellos en conflicto. No solamente entre ellos, sino también con el hijo de la promesa que es Isaac. Más adelante en el capítulo 21; 13 años después del nacimiento de Ismael, nace el hijo de la promesa. Nace Isaac. Isaac nace, comienza a crecer, a la edad de 5 años, cuando Ismael tenía 18 años. Dios había cambiado ya su nombre de Abram a Abraham y de Saraí a Sara. Y a Sara le parecía que Ismael de mala influencia para Isaac, no quería que estuvieran juntos, no quería que estuviera con él. (Y por cierto, si hay papás aquí, hermanos, mande a sus hijos a la conferencia de jóvenes). Me impacta como Saraí como a pesar de que Sara, de que su hijo era pequeño, ella reía que Ismael era de mala influencia para él. Porque tal vez ella veía las cosas que aprendía, que le enseñaba.

Déjenme preguntarles una cosa, ¿usted conoce a los amigos de sus hijos?, ¿han ido a su casa?, ¿sabe cuáles son sus gustos?, ¿sabe qué aprenden sus hijos de ellos? Dios nos ha puesto como padres para estorbar, recuerden las palabras que dijo a Elí “por cuanto no estorbaste a tus hijos”. Debe de conocer las amistades de sus hijos, eso fue un paréntesis para que vayan a la conferencia de jóvenes.

Vemos que a Sara, le parecía que era de mala influencia y le pide a Abraham que despida al muchacho, que ya no le deje estar ahí, que se aleje de la presencia de su hijo. A  Abraham era algo que le pesaba, le dolía, porque Ismael era su hijo, él lo quería. Pero en versículo 12 habla Dios a Abraham “no te parezca grave a causa del muchacho y de tus sierva, en todo lo que te dijera Sara oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia“. Vemos aquí que ante esa duda que Abraham tenía de la petición de sus esposa Sara, Dios le contesta, y le dice “escucha la voz de tu mujer”. Yo sé que aquí hay muchas mujeres que les gustaría que Dios le hablará su marido y le dijera “escucha la voz de tu mujer”, pero no hermanas. Vemos que aquí que Dios le dice, escucha la voz de tu mujer, porque en Isaac te será llamada descendencia. Pero en el versículo 13 , Dios reitera su promesa a Abraham “y también de la sierva hará una nación, porque es tu descendiente“. Está hablando de Ismael una nación, una nación que nacería de Ismael, esos 12 príncipes. Abraham se levanta temprano, despide a su hijo y a Agar, les da un poco de agua, les da comida, se van y andan errantes por el desierto. Llega el momento en el que la comida y el agua se acaban. Agar, en la desesperación de no tener que darle a su hijo y el niño, el joven, con hambre, con sed y a punto de morir decide alejarse de él; pero Dios, el ángel aparece nuevamente. En el versículo 18 le dice “Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano. ” Y dice en el versículo 21 que habitó en el desierto de Parán y su madre le tomó por mujer de la tierra de Egipto. Vemos, hermanos, que vivieron errantes, que vivieron en el desierto, se caso Ismael con una mujer egipcia. Comenzó a tener hijos, comenzó a tener descendencia. En segunda de Crónicas 17:11, ya se le conoce a este pueblo, a estos 12 príncipes que en Génesis 25:13 nos habla ” estos pues son los nombres de los hijos de Ismael, nombrados en el orden de su nacimiento, el primogénito de Ismael es Nebajoth; luego  Kedar, luego Adbeel, luego Mibsam, luego Misma, Duma, Massa, Hadar, Tema, Jetur, Nafis y Cedema” Esos son los hijos de Ismael y esos son sus nombres, por sus villas y por sus campamentos. 12 príncipes, por sus familias, estos fueron los años de la vida de Ismael, versículo 18, y habitaron desde Ávila y habla de esta descendencia. De estos 12 príncipes nació un pueblo, una nación. La nación fue, lo que conocemos como Arabia Saudita.

Vivieron en el desierto, vivieron como beduinos, en tierras en conflicto entre ellos mismos. Así lo estuvieron haciendo hasta el año 2023, cuando en el año 570 de nuestra era, nace un hombre llamado Mahoma. Ese hombre en el año 610, 2063, años después de que Ismael deja la casa de su padre. Ese hombre llamado Mahoma a la edad de 40 años, mientras se encontraba meditando en las colinas de Arafat, aparece un demonio llamado, ellos dicen el ángel Gabriel. Ese demonio le da revelación, le habla, lo que hoy conocemos como el Corán. Ese hombre al recibir esa palabra, esa revelación desciende a la ciudad de La Meca, en Arabia Saudita; la ciudad principal de los musulmanes, de los árabes. Una ciudad donde no podía haber conflictos, donde tenían todos a sus ídolos. Ismael se olvidó de enseñar a su pueblo, a sus hijos del Dios vivo y verdaderos, del Dios  creador del cielo y de la tierra y formaron ídolos con sus propias manos y los metieron en ese lugar. Una formación cúbica, llamada la Kabah, casa de Dios. Y ahí les daban tributo, les adoraban. Mahoma, cuando recibe la revelación, desciende y comienza a predicar lo que el demonio le había dado, y en ese momento, él comienza a predicar el Islam. Islam significa salvación, musulmán significa sometido o rendido a la voluntad de Dios. Su Dios es Alá, en español el “El Dios”, su profeta Mahoma, su libro el Corán, el lugar donde reúnen es Mezquita, lugar de adoración.

El Islam, hermanos, nace históricamente, registra está como el año 622 de nuestra era. Es el año en que surge el Islam, cuando 72 personas salen de la Meca siguiendo a Mahoma para viajar 300 kilómetros al norte de la ciudad del profeta y es cuando esa gente decide dejar su casa, sus costumbres, todo lo que tienen ahí, y es cuando nace la religión musulmana. Hoy en día, hermanos, según el último censo realizado en el año 2012, ya no eran 72 personas, sino que nos arroja que hoy en día, alrededor de dos mil cuatrocientos millones de musulmanes, casi una tercera parte de la población mundial, es islámica. El Islam tiene presencia en 156 de los 192 países reconocidos por la ONU. 59 países casi en su totalidad son musulmanes, en México hay más de medio millón de musulmanes, en Puebla hay musulmanes. Hay 28 mezquitas registradas en nuestra nación, en Puebla, en Pachuca, en Tijuana, en México, en Cuernavaca, en Chiapas, en Yucatán, en Torreón, en Monterrey, en Guadalajara tienen mezquitas, hay presencia islámica. El Islam está basado y cimentado sobre 5 pilares y es a lo que quiero llegar.

Primer Pilar: El credo

El Primer pilar del Islam es el credo o la “shahada”. El credo o “shahada” es reconocer públicamente que no hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta, cada persona que reconoce esto se convierte al Islam. Solamente que tiene que hacerlo en árabe, porque el árabe es la lengua dada y preservada por Dios, en la que sino su palabra, en la que habló el profeta y en la que él ha estipulado que cada seguidor, cada persona que le adore sea en ese idioma. En árabe, hermano, la “ilaha Mohamed rashulum graha” ‘no hay más Dios que Ala y Mahoma su profeta’. Después de esto se convierten al Islamismo. ¿Se dan cuenta como Satanás hace las cosas muy pegadas a la realidad? Solamente hay un Dios y un mediador, Cristo Jesús. ¡Amén!. Nosotros creemos en ese Dios. Creemos que Jesús es el hijo de Dios, le pedimos, nos arrepentimos y le pedimos que nos salve. Y él nos salva. Satán siempre se ha encargado de hacer las cosas muy pegadas a la realidad para que la gente no pueda percibir.

La Palabra de Dios, dice, en Primera de Timoteo, capítulo 2, versículo 4: ” porque esto es bueno agradable delante de Dios, nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad porque hay un sólo Dios y un sólo mediador entre Dios y los hombres, quien es Jesucristo hombre“. Hermano, el único Dios es él. Es Jehová. El único profeta e hijo de Dios es Jesucristo, es el único mediador, no hay un Alá, no hay un Mahoma. l Dios vivo y verdadero es el que tú y yo tenemos; el que tú y yo conocemos o por lo menos debiéramos conocer. ¡Amén!

Segundo Pilar: La oración

El segundo pilar del Islam, es la oración o “asallah”. La oración o “asallah” obliga a los musulmanes a orar durante cinco veces al día, comenzando a las seis de la mañana, doce del día, tres de la tarde, cinco de la tarde y nueve de la noche. Estamos hablando de que ellos oran alrededor  de dos a tres horas al día. La Palabra de Dios, allá en el libro de Tesalonicenses, primera de Tesalonicenses  5:16, “orad sin cesar”. Tenemos que llegar a la realidad, de que las estadísticas nos arrojan, de que el cristiano pasa en oración alrededor de 10 minutos al día, contando las tres comidas que hacemos. Es triste, querido hermano, que hombres y mujeres que tienen a un Dios que no es verdadero están dispuestos a pasar hasta tres horas postrados, buscando alabando, rezando, a un Dios que no existe. Cuando los cristianos que tenemos al Dios vivo y verdadero no estamos dispuestos a pasar tiempo con Dios. La Palabra de Dios, dice en Mateo 9:38 “Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies“. Deberíamos pasar tiempo no solamente sobre nuestras rodillas, llevando nuestras cargas a Dios. Pedir amigos que están trabajados y cargados, sino clamando, suplicando al Dios verdadero que envíe obreros a sus mies, a esa gente, es una necesidad que debe de haber en nuestra vida. Estar y pasar tiempo delante de Dios, David, dice allá en el Salmo 5 “De mañana obrar, mi voz, de mañana me presentaré delante de ti , ¡oh! Jehová” ¿Cuánto tiempo pasa usted en oración al día? Los musulmanes pasan alrededor de tres horas, ¿quién tiene la verdad hermano?

Tercer Pilar: El impuesto canónico

El Tercer Pilar del Islam es el impuesto canónico o “asaj”. El impuesto canónico nos habla de que los musulmanes dan hasta el 40 % de sus ingresos. ¿Sabes qué hermano? no lo roban, lo dan. La Palabra de Dios dice en Malaquías Capítulo 3 Versículo 9: “Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado” ¿Sabe hermano? es triste que la Iglesia esté llena, casi en su totalidad de ladrones.  Dice Dios, “Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado“. Pero, ¿sabes qué? hermano, podemos ver en el versículo 10, la grandeza, la misericordia, el amor de nuestro Dios, cuando dice, “Traed todos los diezmos“, dándonos otra oportunidad cada día, diciendo “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde“. Hermano, hemos robado a Dios, lo hemos hecho una y otra vez, pero Dios vuelve a decir en cada ocasión “traigan sus diezmos, pruébenme“. Dios dice “pruébame cristiano, trae tus diezmos y entonces verás si hay necesidad en tu casa”. Querido hermano, muchas veces hay necesidad en nuestras vidas, en nuestros hogares, porque no hemos aprendido a dar a Dios lo que es de Dios. Hermano, no da el que tiene, da el que quiere dar. Hermano, no da el rico, no damos porque seamos pobres. Somos pobres porque no hemos aprendido a dar a Dios, porque todo proviene de Dios. Un misionero llamado Jim Elliot, en los Aucas, murió en el principio de su ministerio, lo asesinaron, pero ese hombre dijo “no es ningún tonto aquel que da, lo que no puede ganar con tal de obtener lo que no puede entender”. Querido hermano, no os hagáis desnudos en la tierra. Hermano, ellos están dispuestos a dar una cantidad exorbitante contra lo que nosotros damos y nuestro Dios es el Dios verdadero. ¿Quién tiene la verdad hermano?

Cuarto Pilar: El ayuno

Número cuatro, el cuarto pilar del Islam es el ayuno en el Ramadán o “shank”. El ayuno del Ramadán nos habla de que los musulmanes ayunan durante cuarenta días desde que el sol sale hasta que el sol se pone; en el  noveno mes del calendario lunar islámico, que puede variar dependiendo las fases lunares de julio a octubre. Nada de comida, nada de bebida, nada de estar con mis parejas durante cuarenta días; para pasar un tiempo en ayuno delante de su Dios. Déjeme preguntarle una cosa ¿cuándo fue la última vez que usted ayuno?, ¿cuándo fue la última vez que sacrificamos esa necesidad física por una necesidad que es más importante, una necesidad espiritual; una necesidad de estar delante de nuestro Dios?, ¿Sabes? La Palabra dice allá en Mateo 17:21: “Pero este género no sale si no con oración y ayuno“. La escritura dice “no sólo de pan vivirá el hombre ” ¿Cuándo fue la última vez que ayunó hermano?, ¿cuándo fue la  última vez que estuvo dispuesto a dejar esa necesidad de nuestro cuerpo? El señor Jesucristo dijo “mi comida es que acabe la tarea del que me miro, la obra de mi padre“. Era lo más importante, nuestra prioridad, lo más importante en nuestra vida debe ser pasar tiempo con Dios; ¿quién tiene la verdad? ¡Cristo!

Quinto Pilar: La peregrinación

El quinto pilar del Islam es la peregrinación a La Meca o “jash”. La peregrinación a La Meca, es un viaje que cada musulmán debe de realizar por lo menos una vez en su vida a Arabia Saudita, no importa el lugar en el que vivan, no importa su estatus socioecónomico o su posición económica; no importa cuántos hijos tenga. Cada musulmán que ha venido adelante de Ala tiene viajar a Arabia Saudita por lo menos una vez en su vida. Pero hay una serie de cosas que Ala les pide. Número uno, no pueden pedir prestad para realizar el viaje, no puede ir a empeñar a Prendamex o a PrestaFácil o a Prendamex, o a como se llame. No pueden pedir prestado. Número dos, no pueden dejar pendientes en sus casa, en sus hogares, deben de haber cumplido toda su responsabilidad antes de poder realizar ese viaje para buscar agradar a su dios. Y número tres, no pueden estar peleados con nadie, ni en la congregación, ni con sus familiares, ni en su casa. Es triste que estos hombres que tienen una mentira, viven de una manera como si fuera una verdad. Tristemente hay muchos cristianos, aún aquí en este cuarto, que tienen peleas, que tienen discusiones, muchos de los que están aquí, están mal con alguien. Y tú no sabes, cuando Dios nos pide que debamos estar bien, debemos estar en paz con la gente. ¿Sabes hermano? eso nos habla de un compromiso, estos hombres y mujeres se esfuerzan, sacrifican para poder realiza este viaje. Juntan, ahorran, sacrifican sus deseos, muchas veces sus gustos para poder realizar ese viaje. Hemos sabido de gente en Chiapas, que no tiene dinero, en Venezuela y venden lo que tienen, sacrifican de salir, de comprar, para buscar agradar a ese Dios. Es triste, hermano, que ellos teniendo un Dios falso, estén dispuestos a sacrificar, cuando el cristiano, querido hermano, no está dispuesto a hacer un compromiso con Dios, a sacrificar para su Dios.

¿Quién tiene la verdad?

Cada año hermano, se hace una conferencia misionera y levantan promesas de fe. Cada año se hace una conferencia misionera y se tiene que invitar a un predicador o varios predicadores; para animar a la Iglesia para exhortar, para recordar a la iglesia que el propósito por el cual Dios nos salvo; no es para estar sentados en esta silla, no es para que estemos solamente nosotros en el cielo.Es para que llevemos el Evangelio a nuestro lugar, pero también a lo último de la Tierra. Después de que esa conferencia llega a su fin, se levantan en unas tarjetas una promesa para dar a misiones. Cuando ese tiempo de la promesa llega, hay muchos cristianos que voltean a ver al Pastor y dicen “¡ay Pastor! es que ¿cómo me voy a comprometer con Dios?, ¿qué tal si mañana me muero y luego que voy a hacer?, , ¿es qué cómo me voy a comprometer todo un año? mire, ¡ay pastor!, ¿qué tal si me corren el trabajo? y luego ¿cómo le voy a pagar a Dios?” Mejor no prometo, para no dejar de cumplir. Pero eso sí hermano, vamos a la tienda de autoservicio, pasamos por el Coppel y vemos una pantalla de 56 pulgadas, LED, con tarjeta SD incluida y lector de retina y control de voz y no sé que tantas cosas y vemos “300 pesos quincenales” Y decimos “¡mira viejo! Dios proveerá”; Y estamos dispuestos a comprometernos con Elektra, con Coppel con el abonero Estamos dispuestos a comprometernos con todo mundo.  Pero con Dios no estamos dispuestos a hacer un compromiso. Estos hombres y mujeres se sacrifican, se esfuerzan por agradar a ese Dios.

Hace tiempo, y esto es algo que me impactó cuando lo escuché y es algo que siempre lo repito. Cuando yo estaba en el colegio todavía, había un hombre que estaban entrevistando allá en CNN, me parece que era el noticiero. Ese hombre era un productor, un director de cine. Y  a ese hombre le preguntaron de varios temas, política, cultura, economía y llegó el momento en el que le preguntaron acerca de la religión y siendo que en EEUU hay una gran cantidad de cristianos, le preguntaron “¿qué opinas acerca de los cristianos?” Este hombre cuando le preguntaron qué opinaba acerca de los cristianos dijo ” a mí los cristianos me dan risa”. ¿Sabes hermano? es triste, pero cuando este hombre dio esa respuesta en lo particular fue algo que me molesto. Como yo creo que a cualquiera de ustedes le molestaría. Pero cuando este hombre dio su argumento de porque decía esto, no me quedó más que otra que aceptar que ese hombre tenía la verdad. Ese hombre dijo ” a mí los cristianos me dan risa, porque los cristianos tienen la verdad, pero la viven como si fuera una mentira”. Ese hombre dijo “yo de una mentira y puedo hacer que lo vivan como si fuera un realidad”.

El Islam, es una mentira, el Islam nace en la mente de Satanás, en el corazón de Mahoma, un hombre. Pero ¿sabes qué?, esos hombres y mujeres están dispuestos a dar todo lo que tienen por lo que ellos creen que es verdad. Dan su dinero, dan su tiempo, dan sus talentos, dan a sus hijos, dan sus propias vidas para agradar a un Dios que no existe. Tienen un Dios que no los escucha, porque no es verdadero, tienen un profeta que está quemándose en  el infierno, tienen un libro que no tienen poder, un libro blasfemo. Pero, están dispuestos a dar todo, por lo que ellos creen que es verdad. Nosotros, querido hermano, tenemos al Dios vivo y verdadero. Al creador del cielo y de la tierra, tenemos un poder. El poder de Dios para la salvación, la Palabra de Dios, en nuestras manos. Tenemos la Tercera Persona, la tercera parte de la Trinidad, viviendo, morando en nuestros corazones, según Efesio. Tenemos al Espíritu Santo, ese poder que resucitó a Cristo de los muertos, morando en nosotros, pero vivimos el cristianismo, como simple religiosidad. ¿Quién tiene la verdad hermanos?

¿Sabes?, hace años la voz de un hombre llamado Elías retó, exhortó, recordó a un pueblo idolatra, un pueblo que había visto sin lugar a dudas, la maravillosa mano de Dios, como tú y yo la hemos visto obrando una y otra vez en nuestra vida. El Profeta Elías, estando frente al pueblo de Dios, en el monte Carmelo, después de haber estado en ese tiempo de sequía, de que el pueblo había ido en pos de ídolos; aquel pueblo que había visto el poder de Dios, la mano de Dios, cuando el mar fue abierto y la tierra fue seca para que ellos pasaran, aquel pueblo que había visto el poder de Dios. Cuando  durante 40 años caminaron y sus zapatos jamás se desgastaron, su ropa jamás de acabo, jamás se rasgó; un pueblo que había visto el poder de Dios, que había sido alimentado con maná, con pan de ángeles, que había sido librado en cada batalla, que Dios les había guardado. Pero, que habían olvidádose de  ese Dios vivo y verdadero. Como muchas veces tú y yo lo hemos hecho, a pesar de haber visto su poderosa mano. Y Elías, dice la Palabra de Dios en  Primera de Reyes, capítulo 18 versículo 21: “Y acercándose Elías a todo el pueblo dijo hasta cuando claudicaréis  vosotros entre dos pensamientos, si Jehová es Dios, seguidle y si va ir en pos de él“. Dice la Palabra de Dios “y el pueblo no respondió nada“.

Querido hermano, es una pregunta, el día de hoy debemos  de realizarnos tú y yo, pero no solamente el día de hoy, sino el día de mañana. Hasta cuando claudicaremos entre dos pensamientos?, ¿Hasta cuándo seguiremos viviendo como este mundo vive? ¿Hasta cuándo seguiremos amando lo que este mundo ama?, ¿hasta cuándo seguiremos caminando como este mundo camina?, ¿hasta cuándo seguiremos viviendo con un pie en este mundo y con un pie en las cosas de Dios? Cuando sabemos que a Dios no agrada la tibieza, el vivir a medias. Hemos visto, sin lugar a dudas a ese Dios poderoso, a ese Dios el cual exalta su poder, mostrándonos y hablándonos de su poder y de su grandeza, de la grandeza de su amor. Lo hemos vito obrando en nuestras vidas. Mas sin en cambio vivimos amando todavía este mundo. Sirviendo a este mundo y queriendo servir a ese Dios vivo y verdadero. Elías dijo  al pueblo “¿hasta cuándo claudicaréis entre dos pensamientos?”  y el pueblo no respondió nada. La Palabra de Dios nos dice allá en Segunda Carta a los Corintios capítulo 5 Versículo 14: “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron“.

Querido hermano, para que los que viven, dice el Apóstol Pablo “para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos de manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne y aún si a Cristo conocimos según la carne, ya no le conocemos así de modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación, que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándole en cuenta a los hombres su pecados y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros. Reconciliaos con Dios” y Termina el Apóstol Pablo en el versículo 21  diciendo: “al que no conoció pecado por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. Querido hermano, el amor, la honra de Cristo en la Cruz, el sacrificio, cada gota de sangre derramada, cada latigazo sobre su cuerpo, cada pelo arrancado de su barba, cada vez que le abofeteaban, cada paso que él dio, llevando ese madero que nos correspondía a nosotros, debiera ser lo suficiente fuerte, para vivir, para honrarle y glorificarle a él. Para vivir viviendo una vida conforme a su voluntad.

Querido hermano, ese mundo se pregunta y se ha preguntado y seguirá preguntándose “¿quién tiene la verdad?” porque nosotros no hemos aprendido a vivir como cristianos. Querido hermano ser cristiano no es traer un vestido, una corbata, ser cristiano no es traer una biblia, o traer zapatos boleados, o venir bien vestido. Querido hermano, ser cristiano no es cantar a Dios. Ser cristiano es vivir como Cristo vivía, dice la Palabra de Dios que aquellos hombres y mujeres en Antioquía eran llamados cristianos porque vivían como su maestro. Hacían lo que su maestro. Querido hermano, este mundo necesita ver que en verdad somos cristianos, que viven como Jesús, que caminan como Jesús, que miran como Jesús, que hablan como Jesús. Cuando el mundo pueda observar nuestra manera de vivir, que es una realidad dejará de preguntarse “¿quién tiene la verdad?”. Pero mientras nosotros decidamos hacer lo contrario la pregunta seguirá, “¿quién tiene la verdad?”; porque ellos viven todo lo que se les pide, viven su mentira como una realidad. Y nosotros vivimos nuestra realidad, como una fantasía.

Déjenme darles un ejemplo. No importa cuántos años tengas viniendo a la Iglesia o cuantos años sigas viniendo a la Iglesia, no importa cuántas veces se te predique, no importa cuántas horas al día leas la Biblia, lo que importa es cuanto estás dispuesto a obedecer la voz de Dios. En este cuarto hay más de 50 personas, solamente ellos dos, estuvieron dispuestos a dejar su lugar, a pararse. ¿Cuántas veces Dios te ha hablado y te ha mostrado las cosas que tienes que hacer y lo que tienes que dejar de hacer? Y te has quedado en tu lugar sentado, sin hacer nada, mientras que el mundo allá afuera se sigue preguntando “¿quién tiene la verdad?” Cuando la verdad está en nuestras manos.

“La verdad está en manos de quien vive como Cristo Salvador”