LAS BENDICIONES DE DIOS

Hna. Elizabeth de Sauceda

Deuteronomio 28:1-14
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. 3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. 4 Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. 5 Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. 6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. 7 Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti. 8 Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da. 9 Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tú Dios, y anduvieres en sus caminos. 10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán. 11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. 12 Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. 13 Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, 14 y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.”

Dios quiere bendecirnos, Dios ya tiene preparadas muchas bendiciones para todos,
Proverbios 10:6
“Hay bendiciones sobre la cabeza del justo;
Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.”

1. Hay bendiciones sobre la cabeza de los justos
No somos perfectas, pero si hemos sido compradas con la sangre de Jesús. Dios nos ve justas delante de sus ojos, y dice que

2. las bendiciones ya las tiene preparadas.

Proverbios 10:22
“La bendición de Jehová es la que enriquece,
Y no añade tristeza con ella.”

Es hermoso recibir las bendiciones de Dios, porque estas bendiciones que Dios da, dice que no añade tristeza con ella, todas las bendiciones que Dios da son buenas.

Efesios 1:3
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,”

La Biblia dice que nos bendijo con todas las bendiciones espirituales en los lugares celestiales en Cristo, ya todas estas bendiciones Dios nos las quiere dar, y muchas de ellas ya nos las ha dado, ya hemos recibido muchas bendiciones de Dios.

Salmos 67:6-7
“La tierra dará su fruto;
Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
7 Bendíganos Dios,
Y témanlo todos los términos de la tierra.”

Dios tiene bendiciones para cada una de nosotras, bendiciones que Dios da a todos. Dice la Biblia que Dios hace salir el sol sobre justos e injustos, son bendiciones que Dios da a todos, como el aire que respiramos, como la vida que Dios nos da, es para todos.
Hay bendiciones que Dios da cuando el pide que nosotros hagamos algo y Él da una bendición especial.

3. Bendiciones cuando obedecemos a lo que Dios nos pide.

Deuteronomio 28:1
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra”

A partir de este versículo hasta el catorce nos menciona las bendiciones que Dios nos quiere dar. La bendición al ganar almas se menciona en

Mateo 28:20

“enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

• la bendición al ganar almas es que él está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

Mateo 6:25-33

“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

Dice que todas estas cosas (¿Qué cosas? El vestido, la comida etc.) Os serán añadidas a los que buscan el reino de Dios, a los que ganamos almas.
Estas son bendiciones que Dios da cuando obedecemos el mandato, a todos nos gusta recibir bendiciones y más cuando vienen de Dios porque estas no añaden tristeza.

Lo que tienes que hacer para recibir estas bendiciones es:
Deuteronomio 28:1
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.”

1. Oír atentamente la voz de Jehová nuestro Dios.
No solo es el hecho de escuchar, porque todos podemos escuchar si no que es escuchar atentamente.
Llevar doto pensamiento cautivo a la obediencia a Cristo. Y pedirle ayuda a Dios.

Proverbios 1:5
“Oirá el sabio, y aumentará el saber,
Y el entendido adquirirá consejo,”

a. Necesitamos sabiduría
El sabio el entendido es el que va a escuchar el concejo.

Proverbios 1:8, 33
“Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
Y no desprecies la dirección de tu madre;
Mas el que me oyere, habitará confiadamente
Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.”

Aquí dice oye hijo mío, escuchemos atentamente.

Proverbios 2:2
“Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia,”

Atento tu oído a la sabiduría, porque es Dios mismo hablándonos a nosotros.

Deuteronomio 28:1
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.”

No nada más escuches, no nada más tengamos el oído atento,

2. hay que guardarlo en nuestra mente, en nuestro corazón.

Cuatro puntos de lo que debemos de hacer después de ser bendecida

Una vez que somos bendecidas deberíamos desear que

1. otros sean bendecidos.

No debemos de estancarnos en donde solo queramos para nosotras, Dios nos bendice a nosotros pero Dios nos ha bendecido para nosotros ser una fuente de bendiciones.

Y si podemos, si somos salvas podemos compartí la salvación con todos los que están en nuestro alrededor, podemos ser de bendición al orar por otros.

Dios no bendice ministerios, Dios bendice al hombre para poder bendecir el ministerio.

Debemos de ser de bendición a nuestro pastor, a la esposa de nuestro pastor. También podemos enseñar esto a nuestros hijos que cuando la bendición llega a nosotros, nosotros también podemos compartir de nuestra bendición.

2. Cuando somos bendecidos Dios cuida de nosotros.

Ha experimentado que cuando ha sido bendecida Dios cuida de usted. No hay mejor cosa que ser de bendición, Dios nos cuida con salud, nos cuida con vida, Dios nos cuida con su protección, estas son bendiciones de Dios.

Dios nos cuida porque él conoce los deseos de nuestro corazón, y el provee.

3. Las bendiciones vuelven a nosotros.

Deuteronomio 28:2
“Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.”

Dice que van a volver las bendiciones de Dios a nosotros,

Lucas 6:38

“Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.”

Mateo 7:12

“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”

La famosa regla de oro, lo que uno quiere que le hagan así uno debe de hacer con otros,

2 Corintios 9:6-11

“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9 como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. M 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.”
Si empezamos a sembrar hoy necesitamos esperar para recoger la cosecha, a la mejor no ha recibido esas bendiciones especiales, pero a la mejor se debe a que aún no hemos sembrado, o no hemos sembrado lo suficiente. Hay que sembrar conforme deseamos recibir.
Cuanto más somos bendecidos por Dios,

4. mas deberíamos nosotros desear y querer ser de bendición a otros.
Lucas 12:48b.
“porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.”
Así que si somos bendecidas, hay que seguir siendo de bendición y Dios nos sigue bendiciendo, y nosotros seguimos siendo más de bendición, y Dios nos sigue bendiciendo más y nosotros podemos ser de bendición mucho más y cada vez más, ser de bendición a todos.

Pero ¿Por qué a todos? Aquí nos lo dice:
Lucas 6:27-32
“Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; 28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. 29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. 30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. 31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. 32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. 33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. 34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. 35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. 36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.”
Nuestro padre es misericordioso, aun con nuestros enemigos, con los que nos maldicen, con los que nos calumnian, aun con ellos debemos de tratar de ser de bendición.

1 Pedro 3:8-9
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.”

Siendo de bendición a cualquiera, ninguna de nosotras les deseamos mal a otros, con los cristianos no debería de pasar esto.
Al contrario, deberíamos de orar por esa persona, ser de bendición a esa persona.
Que mejor recibir la bendición que la maldición, Dios no nos quiere dar maldición, pero a veces nosotras mismas buscamos esas maldiciones, cuando no queremos ser obedientes a Dios, cuando no queremos ser de bendición a otros.
Nos acostumbramos en las bendiciones que Dios nos da, que a veces ya ni pensamos en ellas.
Dios nos quiere bendecir y nos quiere bendecir grandemente.